domingo, 8 de febrero de 2009

Letra 110, 1 de febrero de 2009

PRESENTACIÓN DE LA BIBLIA INTERCONFESIONAL
Samuel Escobar y Obispo de Almería

El nacimiento de Jesucristo es lo mejor que le ha ocurrido a la Humanidad. Jesús de Nazaret es confesado como Cristo de Dios por la Iglesia. Jesús es, en verdad, el Mesías prometido en las Sagradas Escrituras que, al llegar la plenitud de los tiempos, “nació de mujer” (Ga 4.4) y, después de una vida oculta en el hogar de Nazaret, “pasó por todas partes haciendo el bien” (Hch 10.38); y, aunque fue “hombre a quien Dios avaló (…) con los milagros, prodigios y señales” que Dios realizó por su medio (Hch 2.22), fue condenado a morir en la cruz. Sepultado, Dios lo resucitó de entre los muertos, y desde entonces la noticia de su resurrección, atestiguada por sus discípulos, es el contenido de la predicación de la Iglesia. La vida, muerte y resurrección de Jesús constituyen un acontecimiento de salvación cuya eficacia se proyecta a lo largo de todos los tiempos. Cuantos creen en él confiesan que Jesucristo es hombre verdadero e Hijo eterno de Dios. Él es la Palabra que existía en el principio y era Dios (Jn 1,1), en la cual está la vida y la luz de salvación para todos los seres humanos, de cualquier raza y latitud, lengua y credo.
Esta confesión de fe de la Iglesia nos parece obligada a la hora de presentar a los lectores de habla española la Biblia, Traducción Interconfesional, ya que es indispensable evocar las raíces de la fe cristiana, a cuya luz los cristianos de todos los tiempos han leído la Biblia como Sagrada Escritura inspirada por Dios. Por tanto esta edición, como todas las ediciones anteriores, es un acontecimiento de fe que se remite a aquel otro, lejano pero imperecedero, de la encarnación de la Palabra en la persona de Jesucristo. Pero, además de su naturaleza religiosa, la aparición de esta Biblia entraña también una inequívoca dimensión de
acontecimiento social, que siempre ha tenido la Palabra de Dios al actuar en la conciencia de los seres humanos, respondiendo a sus interrogantes, saciando sus mejores aspiraciones espirituales y guiando sus costumbres.
Con todo, hemos de poner el acento, no sin honda satisfacción, en el apellido Interconfesional que identifica a esta Biblia. El hecho de que haya sido posible reunir un nutrido equipo de biblistas católicos y protestantes para producir por primera vez íntegramente en España una Biblia interconfesional en lengua castellana nos parece que es un acontecimiento que, desbordando el ámbito propiamente confesional, penetra de lleno en el de la cultura. La traducción al castellano de esta Biblia ha sido realizada del hebreo y del griego, lenguas originales en que están escritos sus libros. Ha sido posible gracias al acuerdo suscrito entre la Conferencia Episcopal Española y las Sociedades Bíblicas Unidas, y respaldada tanto por autoridades eclesiales protestantes y por la jerarquía católica. No ha sido fácil, ciertamente, llegar a esta feliz convergencia interconfesional y ofrecérsela ahora a la inmensa comunidad de hispanohablantes. El empeño viene de muy atrás, ya que en abril de 1978 pudo ver la luz como primicia del proyecto el Nuevo Testamento Interconfesional, publicado por la Biblioteca de Autores Cristianos, la Casa de la Biblia y las Sociedades Bíblicas Unidas, empresa a la que más tarde se unió la editorial Verbo Divino. Estas entidades han aunado sus esfuerzos para alcanzar el logro de esta nueva aventura de editar la Biblia Interconfesional. Llegue nuestra sentida felicitación y nuestra gratitud a cuantos han trabajado en ella y la han hecho posible. Esta Biblia interconfesional es, pues, el fruto de un largo proceso de confluencia y de encuentro precisamente en la Palabra de Dios; y por esto mismo, un hecho relevante en el curso de las relaciones ecuménicas actuales, particularmente del diálogo teológico, que no ha de pasar inadvertido para cuantos sienten en su interior el anhelo de la unidad de los cristianos, tan indispensable para que crezca y se difunda en la Humanidad de nuestro tiempo el Reino de Dios predicado por Jesucristo y que llegó a los hombres en su propia persona.
Al poner la Biblia Interconfesional en manos no sólo de los cristianos de las distintas Iglesias y comunidades eclesiales, sino también de creyentes y no creyentes que quieran leer sus páginas, lo hacemos con la profunda convicción de que la Palabra de Dios por sí misma “es fuente de vida y de eficacia; es más cortante que espada de dos filos y penetra hasta dividir lo que el ser humano tiene de más íntimo, hasta llegar a lo más profundo de su ser, poniendo al descubierto los más secretos pensamientos e intenciones” (Heb 4.12). ______________________________________________________________

LUTERO EN EL PARAÍSO.
La Nueva España en el espejo del reformador alemán
de la doctora Alicia Mayer González, directora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM
Fondo de Cultura Económica-IIH, 2008
Participan: Perla Chinchilla, Karl Kohut y
Miguel León-Portilla
Modera: Manuel Ramos Medina

Martes 3 de febrero de 2009, 19:00 horas Centro de Estudios de Historia de México-CARSO Plaza Federico Gamboa No.1-A, Chimalistac, Del. Álvaro Obregón, C.P. 010070, México, D.F. Informes: 56-22-75-16 y 56-22-75-27 www.historicas. unam.mx
Martín Lutero, el reformador religioso alemán del siglo XVI, ha sido una figura inquietante para la conciencia mexicana, especialmente en la época colonial, cuando en Europa se imaginaba que el Nuevo Mundo era el Paraíso. ¿Pero cómo advertir su presencia en ámbitos con los que nunca tuvo una relación directa y en los que nunca circuló su obra? A pesar de una aparente lejanía con el mundo novohispano y de la ausencia de un gran núcleo protestante en estas tierras, su figura fue referente ineludible de una importante producción de obras históricas, sermones, documentos inquisitoriales y hasta manifestaciones artísticas.
Lutero en el paraíso sitúa al teólogo en tierras americanas, indaga el porqué y el cómo de su presencia en la Nueva España y analiza la impronta que dejó en ella la propuesta religiosa de este "hereje incorregible" para unos, "paladín de la libertad del espíritu" para otros. De manera general y cubriendo un vacío en la historiografía mexicana, esta obra ofrece un panorama de la imagen creada en torno a Lutero durante los tres siglos de colonialismo. Paralelamente, se estudia la percepción que el novohispano tuvo de sí mismo y su actitud ante los valores sembrados por el protestantismo y ante la Europa escindida por el cisma causado por el gran teólogo alemán.
CONTENIDO
Prefacio
Introducción
El trasfondo histórico de la Reforma y la Contrarreforma
La respuesta de los teólogos novohispanos al luteranismo (1566-1609)
Lutero en la crónica novohispana (1580-1645)
Los estereotipos de la Inquisición
Los demonios de Juan de Palafox y Mendoza
Lutero en pluma y pincel barrocos
Lutero como metáfora del mal: su presencia en sermones
La Virgen María y Lutero: el bien y el mal en el paraíso indiano
La pérdida del paraíso
Consideraciones finales

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