domingo, 31 de enero de 2010

Letra 158, 31 de enero de 2010

CONSEJO MUNDIAL DE IGLESIAS INSTA A CANCELAR DEUDA EXTERNA DE HAITÍ
No es legítimo obligar a Haití a hacer pagos de su deuda a expensas de la atención de salud, la educación y otros programas sociales decisivos.
Ginebra, 27 de enero de 2010. El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), pastor Dr. Olav Fykse Tveit, ha instado a la comunidad internacional a que cancele la deuda exterior de Haití. Una "cancelación inmediata y total" de la deuda exterior de Haití sería "solamente un paso inicial", ya que el país afectado por el terremoto necesita un "plan más amplio de apoyo a la recuperación, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible", declaró Tveit el 25 de enero. Dicho plan "deberá elaborarse con la plena participación del pueblo de Haití y con el apoyo de la comunidad internacional bajo la coordinación de las Naciones Unidas", señaló Tveit. Además de la cancelación de la deuda y de los socorros de emergencia a corto plazo, Haití necesita esfuerzos de "reconstrucción y desarrollo sostenible a mediano y largo plazo". Pero "toda asistencia financiera deberá llegar en forma de donaciones, no de préstamos que cargarían al país con una deuda mayor", afirma la declaración del CMI.
La declaración de Tveit coincidió con la conferencia de un día hospedada por Canadá para examinar la reconstrucción de Haití. Ministros de relaciones exteriores de más de una docena de países, entre ellos los de los Estados Unidos y Francia, junto con representantes de ocho organismos internacionales entre los que figuraban bancos y seis importantes organizaciones no gubernamentales, asistieron a la reunión celebrada en Montreal. Se espera que una conferencia más amplia sobre la reconstrucción de Haití tenga lugar en los próximos meses.
Tveit quiere transmitir a la reunión del Foro Económico Mundial a la que asistirá esta semana en Davos, Suiza, el mensaje de que la recuperación de Haití deberá basarse en "un auténtico espíritu de justicia y solidaridad". El foro ha reservado un tiempo especial para examinar la situación de Haití.
Haití, la nación más empobrecida del hemisferio occidental, es también un país gravemente endeudado. Pese a que el pasado junio las instituciones financieras internacionales le cancelaron unos 1.200 millones de dólares estadounidenses de deuda exterior, el país debe todavía unos 641 millones de dólares a bancos multilaterales y países. Este año, según el plan de amortización, Haití debería pagar unos 10 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional.
"Gran parte de la deuda acumulada por Haití es claramente onerosa y odiosa", dijo Tveit, ya que más de la mitad de ella "se derivó de préstamos concedidos a la brutal dictadura del padre e hijo, Francois (‘Papa Doc’) y Jean-Claude Duvalier", y "no benefició al pueblo de Haití".
"No es legítimo obligar a Haití a hacer pagos de su deuda a expensas de la atención de salud, la educación y otros programas sociales decisivos. Es moralmente insostenible exigir pagos durante este período de dificultades y destrucción increíbles", subrayó Tveit. "Justicia y asistencia: la situación de Haití no exige nada menos", concluyó.
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GUATEMALA: CATÓLICOS Y PROTESTANTES SEUNEN EN ORACIÓN POR HAITÍ
Mayra Rodríguez
Ciudad de Guatemala, jueves, 28 de enero de 2010 (ALC Noticias). Unas 300 personas se reunieron en la Catedral Metropolitana de esta capital, para orar juntas por la paz de los pueblos y en solidaridad con Haití, en una liturgia celebrada por obispos y ministros de la Iglesia Católica, Episcopal, Luterana, Anabautista y Presbiteriana, el 25 de enero pasado, en el marco de la Semana de Oración por la Unidad de las y los Cristianos.
El obispo de la Iglesia Episcopal de Guatemala, Armando Guerra, explicó a los participantes que la celebración se basaba en la propuesta de la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias y del Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos, cuyo tema está tomado del Evangelio de San Lucas: Vosotros sois testigos de todas estas cosas. “En medio de este testimonio debe florecer la solidaridad con nuestros hermanos y hermanas de Haití para que Dios les consuele, reconforte y reconstruya” afirmó el religioso.
En la predicación, monseñor Valenzuela Núñez, obispo de la Conferencia Episcopal de Guatemala e impulsor del ecumenismo dentro de la Iglesia Católica, recordó que este encuentro por la unidad se viene haciendo aquí desde hace 10 años, y trajo a colación las palabras del Papa Juan Pablo II sobre que “el nuevo rostro del ecumenismo es la unidad a favor de todas las causas justas y a favor de las y los necesitados y por ello”, explicó, “esta oración hoy está dedicada a nuestros hermanos y hermanas en Haití”.
Durante la liturgia se vivieron momentos especiales que hicieron reflexionar sobre la situación del pueblo haitiano y promovieron una actitud de hermandad, la cual se dijo “será necesario mantener activa en el proceso de la post-emergencia, pues es un país cuyas condiciones, tan precarias, lo colocan como el más pobre de América Latina”.
“Queremos compartir con nuestros hermanos y hermanas en Haití, que han sufrido mucho dolor y muerte, la luz de la resurrección, la luz de la esperanza, la luz de la fe”, expresó el reverendo Christoph Schweikle, de la Congregación Luterana de Habla Alemana Epifanía, mientras se ofrecía un cirio pascual a la comunidad reunida.
En la oración también participó el representante del Vaticano en Guatemala, Monseñor Paul Richard Gallagher (Nuncio Apostólico), quien manifestó su voluntad y disposición de contribuir a la unidad de la Iglesia y del pueblo de Dios, como un compromiso importante ante el movimiento ecuménico que aún es joven en este país y ofrece muchas oportunidades de trabajar juntos. Este encuentro ecuménico sirvió, además, para recolectar agua y productos no perecederos para el pueblo haitiano, los cuales serán canalizados a través de Cáritas-Guatemala, sumando al llamado que la Iglesia Católica, a través de todas sus diócesis, y la Iglesia Anglicana, a nivel nacional, están haciendo porque en todos los servicios religiosos y misas se recolecte dinero en efectivo, agua y alimentos, para la nación azotada.
La oración por la unidad cristiana y en solidaridad con Haití se llevará a cabo, también, en varios departamentos del país, iniciándose en Chimaltenango, el sábado 6 de febrero, con una caminata que, a partir de las 3:30 de la tarde, saldrá desde las distintas iglesias hacia el atrio de la Co-Catedral católica, en la cabecera departamental, donde líderes religiosos católicos y protestantes celebrarán la liturgia ecuménica.
LECTURAS BÍBLICAS 2010 (4)
JUAN 3.1-16
Biblia en Lenguaje Sencillo
1-2 Una noche, un fariseo llamado Nicodemo, líder de los judíos, fue a visitar a Jesús y le dijo: ―Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, pues nadie podría hacer los milagros que tú haces si Dios no estuviera con él.
3 Jesús le dijo: ―Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le preguntó: ―¿Cómo puede alguien ya viejo volver a nacer? ¿Acaso puede entrar otra vez en el vientre de su madre? 5 Jesús le respondió: ―Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu. 7 No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo. 8 El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su sonido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así también sucede con todos los que nacen del Espíritu. 9 Nicodemo volvió a preguntarle: ―¿Cómo puede suceder esto? 10 Jesús le contestó: ―Tú eres un maestro famoso en Israel, y ¿no sabes esto?11 Te aseguro que nosotros sabemos lo que decimos, porque lo hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos.
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EL PROGRESO DEL PEREGRINO, JUAN BUNYAN
Viaje de Cristiano a la Ciudad Celestial, Cap. 1
Principia el sueño del autor. Cristiano, convencido de pecado, huye de la ira venidera, y es dirigido por Evangelista a Cristo. Caminando iba yo por el desierto de este mundo, cuando me encontré en un paraje donde había una cueva; busqué refugio en ella fatigado, y habiéndome quedado dormido, tuve el siguiente sueño: Vi un hombre en pie, cubierto de andrajos, vuelto de espaldas a su casa, con una pesada carga sobre sus hombros y un libro en sus manos. Fijando en él mi atención, vi que abrió el libro y leía en él, y según iba leyendo, lloraba y se estremecía, hasta que, no pudiendo ya contenerse más, lanzó un doloroso quejido y exclamó: —¿Qué es lo que debo hacer?
En este estado regresó a su casa, procurando reprimirse todo lo posible para que su mujer y sus hijos no se apercibiesen de su dolor. Mas no pudiendo por más tiempo disimularlo, porque su mal iba en aumento, se descubrió a ellos y les dijo: —Queridísima esposa mía, y vosotros, hijos de mi corazón; yo, vuestro amante amigo, me veo perdido por razón de esta carga que me abruma. Además, sé ciertamente que nuestra ciudad va a ser abrasada por el fuego del cielo, y todos seremos envueltos en catástrofe tan terrible si no hallamos un remedio para escapar, lo que hasta ahora no he encontrado.

Los nuevos desafíos de Dios para la vida cristiana, José Luis Pérez S.

31 de enero de 2010
Los nuevos desafíos de Dios para la vida cristiana, es un tema bastante llamativo, ¿Dios tiene nuevos desafíos para nuestra praxis cotidiana? o ¿Nosotros deberíamos detenernos por un momento para reflexionar sobre nuestros nuevos desafíos en relación a nuestra fe, es decir en relación a Dios? ¿Qué proyecto nuevo puede haber en una sociedad en donde reina la apatía, el sin sentido, en donde la credibilidad ya no es un factor importante, en medio de las rupturas con las tradiciones e instituciones?
¿En qué contexto se sitúa la iglesia, las sociedades, las comunidades, nosotros? Estamos situados en un contexto de individualismo, de competencia, del consumo, de la comodidad, de la desconfianza, del sin sentido, de la incredulidad, del todo se vale, de la ausencia de sueños, de metas. Nosotros como creyentes estamos pasando en estos momentos, muchos ya no confiamos en la institución o en las tradiciones, espero que por lo menos aquí no tengamos ese problema, y si lo tenemos, es síntoma de ese desencantamiento que se ha liberado.
Ante el contexto de la incredulidad, de la desconfianza, de la apatía ¿Cuáles podrían ser los nuevos desafíos que Dios tiene para la vida del creyente? ¿Cómo hacer que Dios sea creíble nuevamente? ¿Qué papel debe jugar el creyente o la comunidad para construir una alternativa de vida diferente a la que está dominando en nuestro tiempo? ¿Qué desafíos existen para los creyentes, ante tantas necesidades que en vez de sorprendernos, se están volviendo como algo “normal” en la sociedad? Hay hambre, violencia, decapitados, oprimidos, violaciones de derechos, muerte… ¿Qué desafíos plantea Dios a su pueblo ante tal situación?
1. La atención leal de Dios a su pueblo
Miqueas hace referencia a un profeta realista, cuya denuncia está fundada cuidadosamente en el análisis de su presente; él comprueba la distorsión, las contradicciones existentes en la vida del pueblo, busca las causas; hace la denuncia responsabilizando a personas o a instituciones que son culpables y señala el establecimiento de la justicia y la restauración de la alianza. Al mismo tiempo que realiza la acusación señala los motivos de esperanza. ¿Qué desafíos plantea Dios para el pueblo hebreo?
En Miqueas 6, por medio del profeta Dios llama a juicio a su pueblo; se presenta como un juez y acusador; el acusado es el pueblo y los testigos son las montañas y las colinas del país.
[1] Los versículos 3 al 5 describen el sentimiento peculiar de Dios hacia su pueblo, es un oráculo de poesía profética, muy llamativo, en donde el juez Dios comienza a pedirle al acusado, Judá, que haga memoria, que recuerde las acciones de Dios en contra del pueblo:

Pueblo mío, ¿Qué te he hecho?
¿Qué te hice, en qué te moleste?
Respóndeme.
[2]
Este oráculo describe implícitamente el comportamiento del pueblo. Es un pueblo por lo menos molesto, que ya no cree, que se ha alejado de toda expectativa de promesas. Miqueas vislumbra la situación crítica y sin salida de Judá. Es un pueblo que ha sido desencantado, ha perdido el sentido de vida, la esperanza, su fe. ¿Qué originó este desencantamiento? Según el contexto histórico de Judá y de Miqueas mismo, es que nos sitúa en un ambiente de problemas económicos, sociales, políticos y religiosos. Los agricultores son víctimas del latifundismo; Moreset, el pueblo de Miqueas estaba rodeado por fuerzas militares y funcionarios reales que no eran muy benéficos. Además de los impuestos, existió un reclutamiento obligatorio de trabajadores que fueron conducidos a Jerusalén. “Latifundismo, impuestos, robo a mano armada, trabajos forzados es el ambiente que rodea al profeta”[3] y al pueblo de Judá.
Ante tales condiciones qué persona, qué pueblo no sufriría un desencanto. En nuestra sociedad actual estamos experimentando algo semejante. Algo ha venido a desencantar las sociedades, a tal grado que se ha dejado de creer por ejemplo en el progreso, en la democracia, en la libertad. Ha sido evidente que la promesa de la modernidad no se ha cumplido, y al parecer ni se cumplirá.
Esta desilusión ha afectado a las comunidades eclesiásticas. Hoy nos cuesta creer en algo, por lo menos el discurso político ya no nos satisface, el proyecto económico de igual manera. Incluso ante tantas circunstancias que enfrentamos cotidianamente muchos han perdido la confianza de la seguridad, de las instituciones, y en muchos casos de la fe. De tal forma que los reclamos y afirmaciones se hacen más audibles, como: “Dios no existe; si Dios es bueno, porque pasó tal circunstancia; si Dios está en todas partes, si es misericordioso y justo, porqué permite más desgracias en donde la gente ya no soporta más,” como el caso de Haití.
Este desencanto, además de lo que ha provocado el desempleo, inseguridad, pobreza, etc, hay instituciones que han ocasionado lo mismo, entre ellas la iglesia. Todo esto ha llevado a las personas a perder la confianza, la fe y el sentido mismo por la vida. ¿En dónde radica la esperanza, la fe, de todas las personas que de alguna manera han sido desilusionadas? El ser humano tiene que refugiarse en algo. El pueblo de Judá al ver que no tiene salida, de sentirse impotente ante la ausencia de justicia, la dureza de la opresión, de los impuestos, para sobrevivir tuvieron que someterse a los cultos babilónicos, sobre todo al culto de Baal. Se alejaron, nos alejamos, ante esto Dios se acerca y nos pregunta:

Pueblo mío, ¿Qué te he hecho?
¿Qué te hice, en qué te moleste?
Respóndeme.
[4]

Este versículo y los que siguen, demuestran una actitud especial de Dios esta es, su atención leal hacia su pueblo y los desafía, les demuestra, les comprueba de que Él no ha sido infiel hacia ellos, les comprueba que nunca ha dejado de atender a sus necesidades, desafía a su pueblo a recordar, a ocupar la memoria y recuerden todo los beneficios de Dios, desde la liberación de Egipto, el éxodo y distintos acontecimientos recogidos en el libro de los Números.[5] ¿Hoy día qué desafíos nos plantea Dios, a una comunidad de creyentes como nosotros?

2. La imitación como desafío
El desafío de hacer memoria sigue latente, debido a que, al reconstruir nuestro pasado a partir de la memoria permite recrear nuestro historial, con el fin de que nos podamos identificar y ubicar en lo que somos. Una cualidad de la memoria es rescatar ciertos acontecimientos importantes de nuestra vida, ya que esta es incapaz de recrear todo lo que hemos vivido, mucho menos aquellos acontecimientos menos importantes de nuestra vida. Nosotros que conocemos la historia del pueblo hebreo, sabemos que uno de los acontecimientos importantes que experimentaron, que ha marcado la vida del pueblo y que será difícil de olvidar es el éxodo, el pueblo sólo puede recordar las intervenciones amorosas de Dios en el pasado que graciosamente optó por una multitud de esclavos para darles libertad, vida y que vivieran como seres humanos en una tierra dado por Él. De esta forma el desafío del recuerdo es fundamental.
¿Cuáles son las consecuencias de reconstruir el pasado por medio de la memoria? Surge otro desafío, y es el responder a la pregunta de Dios: “¿Qué te he hecho?, ¿Qué te hice, en qué te molesté?” Cómo responder estas preguntas, mediante el recurso de la memoria, Judá es desafiado a reconocer que como pueblo no ha correspondido en nada en las expectativas de Dios, el desafío para Judá fue admitir su pecado y buscar la forma de resarcir, pero al intentar sanar esta relación entre pueblo y Dios, lo lleva a cabo de una manera torpe y equivocada, y se refleja con las preguntas humanas de los versículos 6 y 7:
¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo?
¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?
¿Se agradará Jehová de millares de carneros,
o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito
por mi rebelión, el fruto de mis entrañas
por el pecado de mi alma?

Estos versículos ilustran la inquietud humana en querer mejorar algo y los excesos a los que podía conducir en algunas ocasiones. Así mismo contienen “en forma de liturgia de entrada una instrucción de Yahvé a su pueblo, que ha multiplicado las ofrendas y sacrificios, y recuerdan el mandamiento impuesto a Israel en los tiempos antiguos: ‘poner en práctica el derecho, amar la fidelidad y caminar humildemente o cuidadosamente con Dios’.”[6]
¿Con qué me presentaré, cómo adorarle, qué hago? Nada de lo anterior (vv.6 y 7), porque no es eso lo que el Señor pide. ¿De qué le sirven al Señor tantas ofrendas, sacrificios y holocaustos, si la maldad, las contradicciones del corazón sigue intacta? Todo lo que el Señor espera es la práctica de la justicia, amar misericordia, humillarse delante de Dios y guardar fidelidad a sus mandatos; lo que ya le había dado a conocer a su pueblo amado era lo que tenía que hacer (v. 8).
Dios por medio del profeta interrumpe la tranquilidad y confort del pueblo, al afirmar que demanda justicia, misericordia y humildad más que sacrificios. Porque ofrecer sacrificios fue por mucho tiempo lo más cómodo, que no implicaba un compromiso mayor. El objetivo era cumplir con las diversas leyes planteadas en el pentateuco para sentirse libres de culpa, y dar por hecho de que cumpliendo toda ley, era suficiente para merecer los favores de Dios.
Una vez más, nos encontramos ante un espejo de nuestras realidades presentes. Somos una sociedad que busca la tranquilidad, el confort, el placer de hacer nada o poco. Los creyentes afirmamos vivir una vida de acuerdo con los principios del Reino de Dios, todo esto queda en muchas ocasiones en meros discursos. Cuantas veces escuchamos entre los protestantes decir: “nosotros somos muy bíblicos”, cuando se le pregunta a alguien porque es presbiteriano, y no pentecostal, metodista, bautista o luterano, la respuesta que se da la mayoría de las ocasiones es: “nosotros partimos de la Biblia”.
Es cierto, unos de los principios de la doctrina protestante es la Sola Escritura. Pero en nuestro actuar diario, podemos ser todo, menos bíblicos. La comodidad es nuestro mayor contrario hoy. Porque creemos que sólo por participar en las actividades de la iglesia, diezmar, ayunar, orar, estamos siendo muy bíblicos, cuando esto no requiere de mayor compromiso. La iglesia se convierte en un centro de negocios, los creyentes somos buenos negociantes; pretendemos quedar bien con Dios, ofreciendo millares de carneros, miles de arroyos de aceite, becerros, holocaustos. Al parecer necesitamos que Dios interrumpa nuestro confort, para que demos un paso más allá y asumamos un compromiso real y dinámico, practicando la justicia, la misericordia, el perdón, la reconciliación hacia nuestros semejantes.
El versículo 9 es la respuesta del que ha estado equivocado y reconoce su error. Los versículos 10 al 12 explicitan con más detalle las acciones contrarias a la justicia que el pueblo ha practicado. Es una manera de decirle al pueblo: “cuando Dios esperaba de Judá unos frutos acordes con los beneficios de la salvación y de la libertad, miren lo que ha hecho.” De ahí que el destino de Judá será el cosechar lo que él mismo sembró; sembró injusticia y pecado, ahora tendrá más injusticia y muerte para sí mismo (v.v. 13-16). Se ve, entonces, que no se trata de una “venganza” de Dios, es el mismo hombre, el mismo pueblo que se autodestruye con obras contrarias al proyecto de Dios.
Todo el capítulo gira en torno a la idea de juicio, éste es el castigo, su propio castigo, nuestro propio castigo. Otro desafío para la vida cristiana actual es romper con la comodidad que este tiempo nos está vendiendo, y asumir el llamado a la imitación de Dios, a ejercer justicia, misericordia, así como él lo ha hecho con nosotros en el pasado.

3. Los desafíos encarnados en la praxis cotidiana del creyente
De esta forma ya en el Nuevo Testamento Pablo nos instruye por medio de los gálatas que deben elegir: o bien la vuelta a la circuncisión y a todo el peso del cumplimiento de la Ley o bien la fe en Cristo y el don del Espíritu. Lo cual Gálatas 5 describe el comportamiento humano, no somos buenos ni en el cumplimiento de la ley, ni en la imitación de la obra de Cristo. Pablo es radical, los presenta como dos sistemas irreconciliables. Y así les aplica el refrán que ya usó en 1 Corintios 5,6: “un poco de levadura leuda toda la masa”
[7]; si dan entrada a una pizca, pueden corromperse del todo.
El Apóstol no está hablando de doctrinas o ideologías abstractas. Por lo contrario, está preocupado justamente de la praxis de vida concreta que genera un sistema u otro. Es decir, lo que está en juego es la “memoria de Jesús”: esto es el plan de misericordia, su opción por los marginados, la abolición de toda discriminación, el amor mutuo como norma de conducta. La vida cristiana no excluye las obras sino que las concentra en el amor fraterno y las mira como frutos que brotan de la fe, no como méritos en virtud de los cuales el hombre se salva por sus propias fuerzas. La fe activa la caridad y es activa por la caridad.
El desafío para la vida cristiana en estos tiempos cambiantes, llenas de contradicciones y de desencanto, es que deben estar encarnados en la vivencia cotidiana de cada uno de los creyentes. La fe no puede ser sólo un discurso; nuestro conocimiento de las Escrituras no debe ser sólo para participar en esgrimas, maratones, o de cualquier tipo de concursos bíblicos; la doctrina, no es su función de aportar conocimiento al individuo para que cuando le hagan su evaluación, responda adecuadamente. Sino más bien es poner en obra, en práctica cada uno de los elementos ya mencionados.
Ya que decir que somos cristianos o protestantes no garantiza nada, asistir y participar a las actividades de nuestra iglesia, tampoco garantiza nada. Lo que da credibilidad a nuestra fe, son nuestros hechos. De esta forma los frutos del Espíritu que enumera el Apóstol son las realidades que hacen del cristiano un miembro libre y solidario de una comunidad libre y solidaria.
El llamado a la libertad con que comenzó el apóstol, es como un camino que el cristiano tiene que recorrer, posibilitado, sí, por el Espíritu que se le dio en el bautismo
[8] y que puede ser guía del caminante, pero con la condición de que éste se comprometa a dejarse guiar. Este dejarse guiar no tiene nada de pasividad. Pablo expresa el compromiso activo y militante del cristiano. El nuevo ser del cristiano exige manifestarse en una praxis cristiana liberadora. Lo contrario sería una incoherencia o una ilusión.

Conclusión
¿Desde cuándo comenzó a cambiar la experiencia de la sociedad con el tiempo? ¿Cuándo surgió el desencanto que diversas sociedades enfrentan hoy? La Ilustración, cuya base fue la razón, prometió el progreso, este acompañado con los valores de la libertad, la igualdad, la democracia, entre otras. En las primeras décadas del siglo XX surgen los primeros desencantos a raíz de las dos Guerras Mundiales. Con estos acontecimientos diversas sociedades dan por hecho que la promesa de la modernidad, no se llevaría a cabo, porque hasta ese momento la tecnología, producto de la razón y progreso, en vez de construir un futuro llena de esperanzas, exterminaba a miles de personas.
A raíz de este conflicto, Dietrich Bonhoeffer pastor luterano de Alemania, fue uno de los pastores que dio respuesta ante tal desencanto, buscando responder tal desafío, creyendo que la iglesia y el cristiano, debe responder a dicha situación, y escribe la siguiente carta:

¡Queridos hermanos!
En las últimas semanas he recibido cartas y comentarios personales que muestran claramente que nuestra Iglesia, y en Pomerania especialmente nuestro grupo de jóvenes teólogos, está pasando por un momento de difícil tribulación. Habida cuenta de que no se trata de la aflicción de un individuo, sino que son muchos los que experimentan la misma tentación, confío en que me permitáis, queridos hermanos, que trate de dar una respuesta común. No obstante, la carta está pensada para cada uno de vosotros personalmente. Trataré de abordar en ella todos y cada uno de los temas sobre los que me habéis escrito o hablado.
Tenemos que empezar desde muy lejos. Estaremos de acuerdo en que, cuando abrazamos la causa de la Iglesia confesante, dimos el paso con una fe suprema que era, por esa misma razón, una audacia por encima del entendimiento humano. Nos invadían la alegría, la seguridad del triunfo y la disposición a sacrificarnos: toda nuestra vida personal y nuestro ministerio experimentaron un nuevo giro. Naturalmente, no quiero decir que no estuviera presente toda clase de motivaciones de motivaciones secundarias puramente humanas -¿quién conoce su propio corazón?-, pero había una cosa que nos hacía sentirnos tan alegres, tan dispuestos para luchar y también pasa sufrir; sabíamos que merecía la pena jugárselo todo por una vida con Jesucristo y su Iglesia. Creíamos que en la Iglesia confesante no sólo habíamos encontrado la Iglesia de Jesucristo, sino que también habíamos tenido experiencia de ella gracias a la gran bondad de Dios. Para los individuos, para los pastores y para las comunidades había empezado una nueva vida en la alegría de la Palabra de Dios. Mientras la palabra de Dios estuviera con nosotros, no queríamos preocuparnos e inquietarnos por el futuro. Con esta palabra estábamos dispuestos a luchar, a sufrir, a experimentar la pobreza, el pecado y la muerte para entrar finalmente en el reino de Dios. […] ¿Qué fue lo que nos unió y nos produjo una alegría tan grande? Fue el reconocimiento, antiquísimo y que el mismo Dios nos regaló, de que Jesucristo quiere construir su Iglesia entre nosotros, una Iglesia que vive sólo de la predicación del puro y auténtico Evangelio, y de la gracia de sus sacramentos, una Iglesia que obedece sólo a Jesús en todo lo que hace. El mismo Cristo quiere quedarse en una Iglesia como ésta; quiere protegerla y guiarla. Sólo una Iglesia como ésta puede verse libre de todo temor. Esto, y no otra cosa, es lo que reconocieron los sínodos de la Iglesia confesante en Barmen y Dahlem. ¿Fue una ilusión? ¿Se expresaron los sínodos bajo la presión de circunstancias externas, que parecían favorables a la «realización» de esta fe? No, fue una fe suprema, fue la verdad bíblica misma lo que se reconoció abiertamente ante todo el mundo. El testimonio de Cristo conquistó nuestro corazón, nos dio la alegría y nos llamó actuar obedientemente. Queridos hermanos, ¿estamos al menos de acuerdo en que esto fue lo que sucedió? ¿O queremos hoy ultrajar la gracia que tan generosamente Dios nos ha concedido?
Fue entonces cuando se entabló la lucha por la verdadera Iglesia de Cristo. ¿O acaso pensáis que el diablo se tomó tanta molestia para aniquilar a un puñado de obstinados idealistas? No, Cristo se encontraba en la barca y por ellos se calmó la tempestad. Desde el principio la lucha exigió sacrificios. […]
[…] ¿Por qué no han cesado en Pomerania desde hace varios meses los lamentos de que nuestra Iglesia está paralizada, en entredicho, de que una estrechez y tozudez interior nos impide hacer un trabajo fructífero? ¿Cómo ha sido posible que algunos hermanos, que se encontraban en la Iglesia confesante con toda seguridad, digan hoy que han perdido la alegría, que ya no saben por qué no pueden hacer su trabajo bajo el Consistorio de la Iglesia nacional lo mismo que bajo el Consejo de hermanos? ¿Y acaso se puede negar que el testimonio de nuestra Iglesia en Pomerania se debilita cada vez más últimamente, que la palabra de la Iglesia confesante ha perdido en gran medida su poder de despertar la fe y, con ello, de llamar a una decisión? ¿Quién puede negar que las auténticas decisiones teológicas de la Iglesia se ven cada vez más oscurecidas, bajo consideraciones de oportunidad? ¿Acaso no ha tenido todo esto su efecto también en nuestra predicación? Nos preguntamos por qué ha sucedido todo esto. Yo creo que la respuesta no es tan difícil como la gente piensa. La supuesta parálisis en la Iglesia confesante, la falta de alegría y la debilidad del testimonio proceden de nuestra desobediencia. No queremos ahora pensar en otras personas, sino en nosotros mismos y nuestro trabajo. ¿Qué hemos hechos en nuestras comunidades con las primeras y claras decisiones de la Iglesia confesante? […]
[9]

Hermanos y hermanas, nuestro mayor desafío es que podamos transmitir nuestra fe a partir de nuestra forma de vivir, que nuestros hechos sean las garantías suficientes para demostrar la misericordia y la justicia de Dios. Si somos aun, un pueblo con esperanza, de fe; que con nuestro actuar diario podamos animar, alentar a tantos hombres y mujeres que han perdido el sentido de la vida. Que como comunidad de creyentes, con base a nuestra vida cristiana que llevemos puedan ser factores para la construcción de una alternativa de vida.

Notas
[1] Oíd ahora lo que dice Jehová: levántate, contiende contra los montes, y oigan los collados tu voz. Miqueas 1.1 (RRV 1960)
[2] Miqueas 6.3.
[3] José Luis Sicre, “El siglo de oro de la profecía. Isaías y Miqueas”, en Profetismo en Israel, 6ª. Edición, Navarra, Verbo Divino, 2003, p. 297.
[4] Miqueas 6.3.
[5] Walter Brueggemann, Teología del Antiguo Testamento. Un juicio a Yahvé, Trad. J. Molina, Salamanca, Sígueme, 2007, p. 149. La narración sobre Balaán se encuentra en Números 22-24.
[6] Walther Zimmerli, Manual de teología del Antiguo Testamento, Trad. Antonio Piñero, Madrid, Cristiandad, 1980 (Academia Christiana, 11), p. 228.
[7] Gálatas 5.9 (VRV 1960)
[8] 1 Corintios 6.11
[9] Dietrich Bonhoeffer, “A los jóvenes hermanos de la Iglesia en Pomerania. (Finales de enero de 1938)”, en Escritos esenciales, trad. Ramón Alfonso Díez, Santander, Sal Terrae, 2001 (El Pozo de Siquém, 121), pp. 102-105.

Salmo 131, Ernesto Cardenal

No se ensoberbece Señor mi corazón

Yo no quiero ser millonario
ni ser el Líder ni ser Primer Ministro

Ni aspiro a puestos públicos
ni corro detrás de las condecoraciones
yo no tengo propiedades ni libreta de cheques
y sin Seguro de Vida estoy seguro

Como un niño dormido en los brazos de su madre...

Confíe Israel en el Señor y no en los líderes

viernes, 22 de enero de 2010

Letra 157, 24 de enero de 2010

“...PERO DIOS TAMPOCO ESTABA EN EL TERREMOTO” (I Reyes 19.11)
Gerardo Oberman
La tierra se sacudió como animal furioso,
temblaron los montes y el mar desató su enojo,
los suelos se abrieron y lo construido fue destruido,
y un pueblo cansado de sufrir vuelve a sufrir.
Vimos sus rostros y oímos sus llantos,
las imágenes estremecían y golpeaban,
personas deambulando, cuerpos aplastados,
destrucción y muerte, dolor y angustia,
tras el terremoto cruel y devastador.
Pero Dios no estaba en el terremoto…
Hijos sin madres, madres sin hijos,
hermanos sin hermanos, amigos sin amigos,
miles y miles de vidas aplastadas en segundos,
historias, esperanzas, sueños, ilusiones
que desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.
El horror dejó su marca indeleble en las miradas perdidas,
en las caras desoladas, en los muertos, en los atrapados, en los mutilados,
en cada vida quebrada por lo no esperado.
Pero Dios no estaba en el terremoto…
Alguien gritó su espanto, otras voces se unieron.
Alguien elevó una plegaria, otras siguieron,
alguien cantó y muchos cantaron,
alguien levantó una escombro
y otros más comenzaron a levantar las piedras,
alguien abrazó a un herido y otros más los cargaron en brazos,
alguien tendió su mano y miles de manos se unieron.
Y Dios estaba entre ellos.
En solidaridad con el pueblo haitiano
Castelar, Argentina, 13 de enero de 2010
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ORGANISMOS DE AYUDA DE LAS IGLESIAS RESPONDEN ANTE EMERGENCIA EN HAITÍ
Susana Barrera
San Salvador, martes, 19 de enero de 2010 (ALC). “Algunas oficinas de organizaciones de cooperación de las iglesias en Haití fueron destruidas por el pasado terremoto que arrasó con ese país, y las que no, sirven de apoyo para responder a la emergencia”, informó Elsa Moreno, coordinadora local del Equipo de Apoyo Rápido de la Acción Conjunta de las Iglesias (ACT), organismo que se ha sumado a Naciones Unidas para la ejecución de un plan de contingencia. “Tenemos dificultades con la alimentación y el agua, los cadáveres por las calles son otra de las amenazas para la salud… la comunicación es limitada y vivimos la desesperación de la gente”, expresó Moreno en un informe a las Iglesias. Añade que entre las necesidades identificadas están el agua, los albergues y establecer la normalidad en las escuelas. Desde la Federación Luterana Mundial se ha observado el desplazamiento de la gente a sus lugares de orígenes “para salir del caos de Puerto Príncipe”. Este organismo prepara un diagnóstico de la situación en otras ciudades como Jeremy, Macaya y Thiote donde, anteriormente, se tenía trabajo. Luego del terremoto de la pasada semana, a la fecha se desconoce lacantidad de personas fallecidas como consecuencia de la tragedia. El último evento de este tipo allí se registró en 1984.
La oficina de Christian Aid, en Puerto Príncipe, capital de Haití, fue destruida, sin embargo no hubo víctimas entre su equipo de trabajo. En el caso de la Federación Luterana Mundial, cuyas oficinas se encuentran bien, los trabajadores están apoyando a sus familias que han sufrido pérdidas, detalla el informe de ACT. Church Word Service-USA ampliará sus oficinas para el personal que se suma a las tareas de respuesta y ha abastecido de material de emergencia y equipo humanitario a Santo Domingo, también afectada por el temblor.
Otras organizaciones como Diakonía-Alemania y el Comité de Desarrollo de la Unidad Metodista, también están recibiendo refuerzo en sus equipos, agregó Moreno. Mientras que Norwegian Church Aid-Ayuda de la Iglesia Noruega- (NCA- AIN), ha provisto de 500 tiendas de campaña, de equipos para purificar agua y un vehículo, además de recibir la visita del secretario general de NCA, Atle Sommerfeldt, al igual Carlos Cárdenas, coordinador regional de la Asistencia para Desastres Presbiteriana, a fin de constatar el alcance de la tragedia.
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LEVANTARÁN CAMPAMENTO FEMINISTA PARA ATENDER NECESIDADES DE LAS MUJERES HAITIANAS
Buenos Aires, viernes, 22 de enero de 2010 (ALC). Desde República Dominicana (CIPAF y la Colectiva Mujer y Salud) y desde Costa Rica (Radio Internacional Feminista) levantarán un Campamento Internacional Feminista que, se pedido lleve el nombre de “Miriam Merlet”, una de las feministas haitianas fallecida durante el terremoto. En un primer momento el campamento se ubicará en la frontera de Jimani y se instalará también un segundo campamento en Pedernales}. Será un espacio de referencia para la solidaridad internacional feminista. “En el mismo instalaremos la Radio Internacional feminista y otros medios feministas que promuevan la solidaridad con las mujeres haitianas. Ese será el espacio de encuentro, intercambio y relación con nuestras hermanas de Haití. Desde ahí vamos a construir de manera colectiva un puente feminista de solidaridad.
Es un espacio colectivo y por eso, las invitamos a todas a pensar y a aportar ideas para expresar de manera creativa y feminista la solidaridad”, afirmaron desde CIPAF y el Colectivo Mujer y Salud, de República Dominicana. La carpa también se ha previsto como un espacio en el cual rescatar la memoria de las feministas luchadoras de Haití que murieron luchando por los derechos de las más desprotegidas, como una especie de homenaje y duelo hacia ellas. Desde la Radio Internacional Feminista destacaron que este campamento será un espacio de re-articulación para fortalecer a las organizaciones feministas de este país, hasta tanto ellas se organicen y puedan tomar posesión de este espacio, ya que hasta el momento no hay rereferentes locales en este sentido.
Esta organización instalará allí una estación de radio digital que será elCampamento de Comunicaciones yel Centro de Comunicaciones, para “contribuir a abrir canales de comunicación con el fin de que las mujeres y sus comunidades tengan voz son censura y sin manipuleo”. La idea es que esta radio en Internet se convierta en un centro de acopio de información para que los medios de comunicación tengan material de primera mano para hacer su trabajo y sin pedir autorización de publicación y sólodando el crédito correspondiente a la fuente. También se trabajará con una radio emisora de baja potencia, móvil y con energía solar que pudiese operar en el caos y que se deje a las haitianas (con su respectiva capacitación) cuando ellas estén listas para darle uso. La carpa es ecológicamente saludable, es decir, las letrinas y lossistemas de tratamiento de aguasresiduales, serán ecológicos. No habrá uso de plásticos innecesarios, se racionalizarán de los recursos no renovables y se utilizará energía solar en cuanto se pueda conseguir y montar.
Atención de la violencia contra las mujeres
Otro de los problemas atendidos es la violencia contra las mujeres, ya que esto se incrementó, así como la violencia contra las nenas en los campamentos (violaciones, abusos, etc.). Se está tratando de organizar un equipo de feministas con experiencia en atención emocional post desastres y trabajar con las mujeres haitianas. Quienes deseen recibir información directa sobre el accionar de las mujeres en Haití, pueden suscribirse al grupo de Google escribiendo a eduhagon@gmail.com.
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LECTURAS BÍBLICAS 2010 (3)
JUAN 2.13-17
Biblia en Lenguaje Sencillo
13 Como ya se acercaba la fiesta de los judíos llamada la Pascua, Jesús fue a la ciudad de Jerusalén.
14 Allí, en el templo, encontró algunos hombres vendiendo bueyes, ovejas y palomas; otros estaban sentados a sus mesas, cambiando monedas extranjeras por monedas judías.
15 Al ver esto, Jesús tomó unas cuerdas, hizo un látigo con ellas, y echó a todos del templo, junto con sus ovejas y bueyes. También arrojó al piso las monedas de los que cambiaban dinero, y volcó sus mesas.
16 Y a los que vendían palomas les ordenó: "Saquen esto de aquí. ¡La casa de Dios, mi Padre, no es un mercado!". 17 Al ver esto, los discípulos recordaron el pasaje de la Biblia que dice: "El amor que siento por tu casa arde como fuego en mí corazón".

Nuevos tiempos para la fe y la acción cristianas, L. Cervantes-O.

24 de enero de 2010

1. Una mirada apocalíptica al futuro
La literatura apocalíptica que encontramos en la Biblia procede de una manera de ver el mundo que asimiló el desencanto por la frustración de las esperanzas populares del pueblo de Israel. A la decadencia y posterior desaparición de la monarquía israelita siguió la aceptación paulatina de que, debido a un misterioso designio divino, Yahvé permitía que su pueblo fuera súbdito y tributario de las potencias de turno. Así sucedió con Babilonia, Asiria, Medo-Persia y Macedonia, en ese orden. Por ello, la escritura del libro de Daniel responde al surgimiento de una nueva mentalidad religiosa, espiritual y cultural que está descrita muy bien en el salmo 74, en varios sentidos: primero, en la necesidad de confirmar si Dios había desechado a su pueblo o no (v. 1: “¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?”) y, sobre todo, a la posible desparición de la profecía como forma de revelación de su voluntad (v. 9: “No vemos ya nuestras señales; no hay más profeta, ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo”). La conciencia del pueblo había asimilado ya las dimensiones del desastre nacional y un resultado fue la resistencia a partir de la escritura apocalíptica, tan diferente de la profética y, paradójicamente, su continuación y profundización.
Si los profetas creyeron, naturalmente con sus excepciones, en la importancia de la conversión del pueblo y sus gobernantes, así como en el valor de la política para la convivencia humana, los escritores apocalípticos estaban más allá de tales convicciones, pues veían cómo se derrumbaban, una y otra vez, las esperanzas de cambio: desaparecían los gobernantes propios y eran sustituidos por virreyes o sátrapas que explotaban al pueblo en nombre de sus emperadores, la religiosidad pasaba a un peligroso segundo o tercer plano, gracias, sobre todo, a un sacerdocio preocupado por su ineficacia para atender las necesidades espirituales de las personas, y, finalmente, la instalación del desengaño en todas las esferas de la vida. La resistencia apocalíptica surgió como una alternativa ante la suma de desengaños. Como explica Hans de Wit:

Los temas claves del libro son la inculturación y la identidad religiosa, el sincretismo, pero, sobre todo, la persecución, la resistencia y el martirio. Obedecen a “experiencias límite” de judíos piadosos en la diáspora, en particular en la época de la helenización. ¿Tiene la historia un significado, de la manera como creían los profetas? ¿Tiene sentido el actuar humano? ¿Por qué todo indica que Dios es impotente y no intervendrá en la historia, no salvará a sus fieles? ¿Será capaz de salvarnos y derrotar a los tiranos?.
[1]

Con base en una profecía de Jeremías (25.8, 11-12, como para mostrar la continuidad entre ambas formas de revelación) y en el enorme interés por lo inmediato (otra herencia de la profecía clásica), además de reconocer la desobediencia a esa antigua palabra profética (v. 6), el libro se pregunta por la suerte de quienes sufren en ese momento. De ahí el interés por calcular los tiempos, las sazones que sólo le pertenecen a Dios. Es como si los números sirvieran para conocer sus misterios. Por ello surgió la Cábala. Como dice De Wit: “No son tiempos para el altruismo. [...] Es importante para el apocalíptico disponer de una palabra ya dicha, ya revelada. [...] A través de un cálculo ingenioso (una especie de pésher que conocemos tan bien por la exégesis judía) el autor del cap. 9 llega al año 164 a.C., el reinado de Antíoco IV Epífanes de Siria” (Idem).

2. La esperanza en el futuro de Dios es una forma de resistencia y rebeldía
Ante la persecución y la lucha por mantener la identidad religiosa del pueblo, y en medio de una sociedad fuertemente dividida, la resistencia espiritual basada en la esperanza era prácticamente la única posibilidad para canalizar la sobrevivencia de la fe colectiva. La letanía litúrgica de 9.4-19 concluye solicitando la intervención divina: “Oh Señor, perdona... no tardes, por amor de ti mismo”. Porque la situación era apremiante:

en un periodo de 10 años hubo cambios radicales en la vida de los habitantes de Judea. El carácter y el status de Jerusalén cambian; se asienta un importante contigente de sirios en ella (1 M 1,35-36); se inicia la “guerra de sumos sacerdotes”; se agudiza el conflicto de clases; la voracidad de la aristocracia toma formas desconocidas hasta entonces; los impuestos se tornan incomparablemente pesados; se pilla el templo; muchos abandonan la ciudad porque un asesinato sigue a otro asesinato. Son escenas que hacen pensar en situaciones latinoamericanas. Nadie sabe en quién confiar, nadie sabe quién se vendió a quién, nadie sabe dónde buscar salvación y justicia. (Idem).

Se requerían nuevos tiempos y nuevos espacios para la acción de la fe puesta en marcha. Igual que hoy. La respuesta divina viene en la figura de un varón (ángel, personaje típicamente apocalíptico), Gabriel, cuyo nombre significa “el que tiene la fuerza de Dios”, viene a explicar, como una nueva forma de revelación, el significado de las misteriosas 70 semanas en el sentido del “fin de la prevaricación y del pecado, para expiar la iniquidad y traer la justicia perdurable” (v. 24), esto es, para mostrar la respuesta plena de Dios al arrepentimiento expresado por los versículos anteriores. Los detalles de este anuncio corresponden, por decirlo así, al tamaño de la esperanza del pueblo: Dios viene, personalmente, a solucionar los enormes problemas sociales y espirituales.
Antioco Epífanes fue el prototipo del tirano contra el cual tenía que surgir una rebelión popular. “Daniel retoma la antigua idea de los períodos fijos (Hesíodo), pero la reelabora productivamente, enfatizando que, a pesar de todo, los justos recibirán su recompensa. Es una de las diferencias con la profecía. Esto no desemboca en una teología fatalista. No, con todos los medios el autor apocalíptico trata de animar a sus lectores a no abandonar su actitud de lealtad. Lo hace desde la seguridad de que los torturadores no saldrán impunes” (Idem).
El libro de Daniel atisba los nuevos tiempos para la fe y la acción y los anuncia con energía. La venida del Mesías estaba cerca y eso debía fortalecer la fe y capacitarla para enfrentar los peores momentos. La fe cristiana, en ese sentido, es apocalíptica en la medida en que espera la intervención divina en la historia y, al mismo tiempo ofrece caminos para la acción de los creyentes en el mundo. Y es que si la fe no moviliza a las personas, en efecto se le daría la razón a quienes suponen y propagan la idea de que la enajenación religiosa es uno de los grandes obstáculos en la búsqueda del cambio social. Creer en un Dios activo debe producir una fe activa, eficaz en medio de los conflictos, porque está dirigida por una esperanza indomable.
Nota
[1] H. de Wit, “‘Brillarán los entendidos’. El libro de Daniel: persecución y resistencia”, en RIBLA, núm. 35-36, www.claiweb.org/ribla/ribla35-36/brillan%20los%20entendidos.html.

Salmo 7, Ernesto Cardenal

Líbrame Señor
de la SS de la NKVD de la FBI de la GN

Líbrame de sus consejos de guerra
De la rabia de sus jueces y sus guardias

Tú eres quien juzga a las grandes potencias
Tú eres el juez que juzga a los Ministros de Justicia
y a las Cortes Supremas de Justicia

¡Defiéndeme Señor del proceso falso!
Defiende a los exiliados y deportados
los acusados de espionaje y sabotaje
condenados a trabajos forzados

Las armas del Señor son más terribles
que las armas nucleares
Los que purgan a otros serán también purgados

Pero yo te cantaré a ti porque eres justo
Te cantaré en mis salmos
en mis poemas

Letra 156, 17 de enero de 2010

HAITÍ: IGLESIAS MOVILIZAN APOYO A VÍCTIMAS DE TERREMOTO
Consejo Mundial de Iglesias
El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), pastor Dr. Olav Fykse Tveit, ha expresado sus condolencias y solidaridad al pueblo de Haití después del terremoto que ha padecido el país, y ha pedido que se preste rápido apoyo a los esfuerzos de socorro. El fuerte terremoto que golpeó ayer al estado caribeño de Haití ha sido una más en la serie de catástrofes naturales que azotan a esta nación ya vulnerable, la más pobre del hemisferio occidental. El temblor, de violencia 7,3 en la escala Richter, que afectó a la zona en torno a la capital Port-au-Prince el martes 12 de enero hacia las 5 de la tarde, causó graves daños y derribó edificios y líneas de electricidad.
"En nombre de la comunidad de iglesias del Consejo Mundial de Iglesias, expreso nuestras condolencias y solidaridad al pueblo de Haití, cuando experimenta una vez más el peso enorme del dolor, los daños y las muertes causados por una catástrofe natural", dijo Tveit. "Este pueblo ha soportado ya muchos males debidos a la inestabilidad política y a la pobreza."
En 2004, más de tres mil personas murieron a causa del huracán Jeanne, que arrasó la ciudad de Gonaives en el noroeste. La misma zona volvió a ser azotada en 2008 cuando atravesó la región la cuarta de una serie de tormentas tropicales.
En 2004 la inestabilidad política provocó la destitución del Presidente Jean-Bertrand Aristide. Y en noviembre de 2008 el derrumbamiento de una escuela, acusada de mala construcción, causó la muerte de 90 personas. Casi el 80 por ciento de la población de Haití vive en la pobreza.
"El pueblo de Haití debería experimentar ahora con toda rapidez el apoyo y la ayuda de los demás países", dijo Tveit a primeras horas de la mañana del miércoles. "También se prestará apoyo por medio de la labor de la Alianza ACT como expresión de las acciones de las iglesias unidas en todo el mundo." "Tengamos presentes en nuestras oraciones y en nuestro pensamiento a las iglesias miembros de Haití y a todas las personas afectadas por el terremoto", pidió el secretario general del CMI.
Miembros del personal de la Alianza ACT, alianza mundial de iglesias y organismos conexos que trabaja para salvar vidas y apoyar a comunidades en situaciones de emergencia en todo el mundo, dijeron que las iglesias miembros de ACT están respondiendo ya al terremoto. La secretaría de ACT en Ginebra, Suiza, está coordinando una respuesta mundial a la catástrofe.
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CLAI SE PREPARA PARA ENVIAR AYUDA A HAITÍ EN UNA SEGUNDA ETAPA
ALC Noticias
Quito, viernes, 15 de enero de 2010. El CLAI, a través de su secretario general, reverendo Nilton Giese, informó que se encuentran coordinando un diálogo con la Mesa Nacional de República Dominicana y con otros organismos ecuménicos acerca de la acción de las iglesias en la segunda etapa de la ayuda humanitaria a Haití.
"Por el momento hay muchas iniciativas, pero el tiempo corre más rápido que la ayuda. Hay muchas dificultades para hacer llegar los recursos a las víctimas", dice Giese.
Desde la secretaria general del CLAI consideran que en esta primera etapa es conveniente que llegue la ayuda internacional y en una segunda etapa llegue el aporte de las iglesias, cuando toda la ayuda internacional se haya ido.
Para las celebraciones de los domingos 17 y 24 de enero, sugieren tener un momento especial de oración por el pueblo de Haití en todas las iglesias miembros del CLAI. Para ello han colocado una propuesta de oración en su página web, elaborada por el rev. Jorge Zijlstra, secretario regional de la Región Caribe y Gran Colombia.
Junto con el momento de oración, solicitan levantar una ofrenda especial que aplicarán con las iglesias de Republica Dominicana en beneficio de un proyecto solidario al pueblo de Haití. "Es tiempo de expresar nuestra acción solidaria como iglesias. Oremos en nuestras iglesias por el consuelo y la fuerza de Dios para que el pueblo haitiano pueda levantarse y reconstruir su país", finaliza la nota.
CENTROS DE ACOPIO EN EL D.F.
Embajada de la República de Haití: Presa Don Martín No. 53, colonia Irrigación, CP 11500. Delegación Miguel Hidalgo, México, DF, Tel: 5557-2065 Oficina en México de la ONU: Presidente Masaryk 29, colonia Chapultepec Morales, CP 11570. Del. Miguel Hidalgo. Tel: 5263-9762.
Cruz Roja Mexicana: Juan Luis Vives No. 200, 2º piso, col. Los Morales-Polanco, CP 11510. Tels. 1084-4505 y 1084- 4506.
Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF): Prolongación Xochicalco, esq. Repúblicas, col. Santa Cruz Atoyac. Del. Benito Juárez. Gobierno del DF: Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Plaza de la Constitución.
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). Universidad 1449, pueblo de Axotla. Del. Álvaro Obregón (cerca del Metro Viveros). Delegación Iztacalco. Explanada de la demarcación.
CUENTAS BANCARIAS
Embajada de Haití: Cuenta Protección Civil de Haití en HSBC, núm. 4042482604 y clave interbancaria 021180040424826046.
Cruz Roja Mexicana: Cuenta 0404040406, Bancomer (suc. 683). Clave 012180004040404062.
UNICEF: 1976039404, Banamex. Núm. de referencia: 0001001619, suc. 197, a nombre del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. Clave: 002180019760394046.
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LECTURAS BÍBLICAS 2010 (3) JUAN 1.35-51
Biblia en Lenguaje Sencillo
35 Al día siguiente, Juan estaba en el mismo lugar con dos de sus discípulos.36 Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: "¡Miren; aquí viene el Cordero de Dios!"37 Al oír eso, los dos discípulos siguieron a Jesús. 38 Jesús se dio vuelta, y al ver que lo seguían les preguntó qué querían. Ellos preguntaron: ―¿Dónde vives, Maestro? 39 ―Síganme y lo verán ―contestó Jesús―-. Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús, y como eran casi las cuatro de la tarde se quedaron con él por el resto del día.
40 Uno de ellos era Andrés, el hermano de Simón Pedro.41 Lo primero que hizo Andrés fue buscar a su hermano Simón. Cuando lo encontró, le dijo: "¡Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo!" 42 Entonces Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús. Cuando Jesús vio a Simón, le dijo: "Tú eres Simón, hijo de Juan, pero ahora te van a llamar Cefas, es decir, Pedro".
43-44 Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Allí encontró a Felipe, que era de Betsaida, el pueblo donde vivían Andrés y Pedro. Jesús le dijo a Felipe: "Sígueme". 45 Luego, Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo: ―Hemos encontrado a aquel de quien Moisés escribió en la Biblia, y del que también hablan los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José. 46 Natanael preguntó: ―¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret? ―Ven y lo verás ―contestó Felipe―. 47 Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: ―Aquí viene un verdadero israelita, un hombre realmente sincero. 48 Natanael le preguntó: ―Cómo es que me conoces? Jesús le respondió: ―Me fijé en ti cuando estabas bajo la higuera, antes que Felipe te llamara. 49 Entonces Natanael respondió: ―Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios y el Rey de Israel! 50 Jesús le dijo: ―¿Crees eso sólo porque dije que te vi debajo de la higuera? Pues todavía verás cosas más importantes que estas. 51 Y luego les dijo a todos: "Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y también a los ángeles de Dios subir y bajar sobre mí, que soy el Hijo del hombre".
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EL PROGRESO DEL PEREGRINO, DE JOHN BUNYAN
PROLOGO APOLOGÉTICO (III)
Vamos, que mi censor mire sus obras,
Y hallará más oscuros pensamientos
Que en este libro; sí, sepa que tiene
En sus mejores cosas más defectos.
Si apelamos ante hombres imparciales,
Por uno a su favor, yo diez espero
Que prefieran lo dicho en estas líneas
A sus mentiras en brillante arreo.
Ven, Verdad, aun cubierta de mantillas,
Tú informas el juicio, das consejo,
Agradas a la mente y haces dócil
La voluntad a tu divino imperio;
Tú la memoria llenas con las cosas,
Que la imaginación ve con recreo
Y a la vez dan al ánimo turbado
Preciosa paz y bienhechor consuelo.
Sanas frases, no fábulas de viejas,
Manda San Pablo usar a Timoteo;
Mas en ninguna parte le prohíbe
El uso de parábolas y ejemplos,
Que encierran oro, perlas y diamantes,
Dignos de ser buscados con empeño.
Una palabra más. Hombre piadoso
¿Te ofendes? ¿Era acaso tu deseo
Que yo diese otro traje a mis ideas,
O que fuese más claro, más expreso?
Déjame proponer estas tres cosas,
Y al fallo de .mis jueces me someto.
¡Hallo que puedo usar, nadie lo niega,
Mi sistema, si abuso no cometo,
Con palabras, con cosas, con lectores;
Si en el uso de símiles soy diestro
Y en aplicarlos, procurando sólo
De la verdad el rápido progreso.
¿Negar he dicho? No; tengo licencia
(Y también de hombres santos el ejemplo,
Que agradaron a Dios en dichos y obras
Más que cualquiera del presente tiempo)
Para expresar las cosas excelentes
En sumo grado que pensadas tengo.

El futuro de Dios y las acciones humanas, L. Cervantes-O.

17 de enero, 2010

1. El malentendido de la vida cotidiana
Acaso el Eclesiastés sea un libro difícil precisamente por asumir la existencia con una mirada que va más allá de los esquemas religiosos superficiales y acaso también su dificultad radique en que, al reflejar el espíritu de la época en que fue escrito, se acerque más a nuestra situación para mirarnos en él como si fuera un espejo crítico de la banalidad con que el mundo quiere atraparnos. El Predicador, enigmático hablante del libro, se sitúa en el cap. 2 ante la posibilidad de agasajar a su corazón con la alegría del vino y el placer. La palabra clave, vanidad, lo vacío, lo hueco, lo asalta inmediatamente a la hora de juzgar su decisión de vivir de esta manera.

El libro de Eclesiastés empieza afirmando que todo es hebel. Hebel es la palabra hebrea que tradicionalmente ha sido traducida por vanidad. Pero esta palabra, en hebreo, tiene una gama de significados mucho más amplia que el concepto vanidad. Algunos de estos significados son: soplo, viento, suspiro, vacío, nada, vaciedad, irrealidad, ilusión, fatuidad, fantasma e ídolo. El término vanidad viene del latín vanus y significa: vacío, hueco, inútil, ineficaz, nulo. La Septuaginta
tradujo hebel por mataiótes que significa inútil o ineficiente.
Por eso, debe ser afirmado que el termino vanidad —tan típico de Qohélet
y característico de su pensamiento— debe ser comprendido con el sentido de inutilidad o de algo inestable y poco duradero, y no en el sentido más común que tiene la palabra vanidad en nuestra cultura, esto es, el deseo inmoderado de atraer admiración u homenajes, ni mucho menos en el sentido de presunción, frivolidad o futilidad.[1]

El problema que expone en el v. 3 es algo muy difícil de realizar: vivir así y, con todo, “andar en sabiduría”. A partir del v. 4 habla de un esfuerzo notorio por “vivir bien”, de la mejor manera posible. En el 7, compra el trabajo de otras personas para redoblar el beneficio para su persona. El v. 10 expresa cómo llegó al extremo de la futilidad, al “no negarse nada que vieran sus ojos”, algo así como un consumidor incontrolable en una gran tienda departamental de hoy. Este exceso hedonista rompe ampliamente con la típica frugalidad que uno podría esperar de un autor judío. La gran interrogante de todo el libro es el trasfondo de esta búsqueda frenética del placer (1.3): “¿Qué provecho obtiene una persona de todo su trabajo con que esfuerza debajo del sol?”. Una versión más sencilla, dice: “Realmente, en esta vida nada ganamos con tanto trabajar” (TLS).

De esta manera, luego de la fuerte afirmación sobre el hebel, Qohélet pone una pregunta que tiene que ver con el sentido del trabajo. El trae a tono la situación de millones de trabajadores que día a día se fatigan desde el amanecer hasta el anochecer.
¿Qué provecho? o sea, ¿Qué nos queda después del trabajo? ¿Tan solo el cansancio? ¿Hay un sueldo? ¿Qué sueldo?; ¿Qué provecho?, puede también ser dicho de la siguiente manera: ¿Cuánto será nuestro sueldo al fin de mes?
Provecho es la traducción de la palabra hebrea yithron. Palabra que también puede significar: ganancia, superávit y ventaja. El origen de este término debe ser buscado en el medio comercial. Era un término técnico usado en el momento de hacer un balance.
La pregunta de Qohélet tiene que ver con la utilidad o inutilidad del trabajo, Pues no hay nada peor que el trabajo inútil y —como veremos luego— monótono. Trabajar inútilmente sabiendo con anticipación que el trabajo no tendrá frutos. Será estéril. No alcanzará ni para echarle algo a la olla. No alcanzará para educar los hijos. No alcanzará para nada... (Idem).

2. Trabajo humano y futuro de Dios
El Ecl.esiastés, con su obsesión por el trabajo inútil, pone sobre la mesa el peligro de alterar el sentido de la vida en aras de la vacuidad. Gutiérrez califica al libro como exponiendo la imagen de un Sísifo semítico, es decir, aquella persona de la imaginería griega que no termina nunca de subir una cuesta con una piedra, cuyo peso lo obliga a volver a hacerlo interminablemente. Un balance crítico de esta situación llega, en el v. 13, a reconocer que con sabiduría es posible sobreponerse a la tragedia del trabajo inútil. El v. 17 no vacila en exponer el dolor vital más profundo contra la existencia misma y contra el trabajo (v. 18). El v. 19 todavía cuestiona la validez de una sabiduría que no alcanza a dar razón plena de una existencia así.
De ese modo, al llegar al v. 24, la mano de Dios es vista como aquella que provee una existencia tranquila a las personas, sin pretensiones ni amarguras excesivas. Porque parece que a mayor pretensión y afán, mayor amargura y resentimiento. Solamente que los contextos en que puede situarse una reflexión de este tipo deben ser bien analizados, especialmente cuando se mira alrededor y se aprecia que las condiciones vitales son más favorables, como siempre, para unos cuantos que para la mayoría. Eclesiastés está del lado de las mayorías que no tienen acceso a lujos ni excesos. Su mirada crítica sobre la actitud ambiciosa desemboca en una serie de conclusiones que la pone en entredicho radicalmente. La felicidad humana no se encuentra en la acumulación de objetos sino en la posibilidad de mirarse, cotidianamente, en camino constante hacia la felicidad que viene de la mano de Dios. Dios, a quien le agrada, concluye, le da sabiduría, ciencia y gozo (v. 26). ¡Todo al mismo tiempo! Él decide finalmente, con su designio total adjudicar espacios a cada persona. Pero incluso reconocer todo ello es vano…

Pero, y siempre los peros cuando llega el momento del balance, Qohélet afirma que es más ventajoso el saber, pues la sabiduría permite ver el Sol (vivir) a quien la tiene. Y aún da un consejo: en los días del bien goza el bien; y en los días de la adversidad considera (7,14a). Considera, o sea, reflexiona. Felicidad y tristeza, bien y adversidad, son obras de Elohim, creadas por Él a fin de que Adán no pueda conocer el futuro (7,14b). Días de bien y días de adversidad se suceden en la existencia bajo el frío mirar de la ocasión y del destino. Ocasión que puede ser entendida como azar. Así, Qohélet afirma en 9,11 que todo es tiempo y azar (pega)
. Sin embargo, y aquí está la sabiduría de Qohélet, en los días de adversidad no hay que ser infeliz, hay que considerar y reflexionar. De este modo, el sabio debe ser feliz en los días de bien y calmo y reflexivo en los días adversos. Basta a cada día su propio mal, enseñará Jesús siglos más tarde (Mt 6,34). (Idem).

Por todo ello, parece como si Jesús, en Lucas 12, intentara responder crítica y audazmente las dudas de Eclesdiastés cuando en el v. 15, y para contestar la pregunta sobre una herencia, enfatiza que la vida humana no depende de la abundancia de bienes. “Hay que ser rico para con Dios” (21), concluye Jesús y poner el futuro y la esperanza del trabajo en sus manos. Afanarse sólo acarrea preocupaciones en exceso. Jesús, de esta manera, ofrece un mensaje de una actualidad insuperable: poner las obras personales en la perspectiva del Reino de Dios es lo mejor que puede hacerse (v. 31). El Eclesiastés y Jesús mismo serían hoy unos duros críticos de la mentalidad que domina a nuestro tiempo, época de los excesos exteriores y enormes limitaciones interiores espirituales.
Nota
[1] Jorge Luis Rodríguez Gutiérrez, “¿Qué provecho tiene Adán de todo su trabajo con que se fatiga bajo del sol? (Ecl 1.2)”, en RIBLA, núm. 30, www.claiweb.org/ribla/ribla30/que%20provecho%20tiene%20adan.html.

Salmo 5, Ernesto Cardenal

Escucha mis palabras oh Señor
Oye mis gemidos
Escucha mi protesta
Porque no eres Tú un Dios amigo de los dictadores
ni partidario de su política
ni te influencia su propaganda
ni estás en sociedad con los gángsters

No existe sinceridad en sus discursos
ni en sus declaraciones de prensa

Hablan de paz en sus discursos
mientras aumentan su producción de guerra

Hablan de paz en las Conferencias de Paz
y en secreto se preparan para la guerra

Sus radios mentirosos rugen toda la noche

Sus escritorios están llenos de planes criminales
y expedientes siniestros
Pero Tú me salvarás de sus planes

Hablan con la boca de las ametralladoras
Sus lenguas relucientes
son las bayonetas…

Castígalos Oh Dios
malogra su política
confunde sus memorándums
impide sus programas

A la hora de la Sirena de Alarma
tú estarás conmigo
tú serás mi refugio el día de la Bomba

Al que no cree en la mentira de sus anuncios comerciales
ni en sus campañas publicitarias
ni en sus campañas políticas
tú lo bendices

Lo rodeas con tu amor
como con tanques blindados

domingo, 10 de enero de 2010

Letra 155, 10 de enero de 2010

MUJERES INDÍGENAS CREAN LA PRIMERA COMUNIDAD DE TEÓLOGAS DE ABYA YALA
ALC Noticias, 4 de enero de 2010


Berlín, El Salvador. Dos días antes del VI Encuentro Continental de Teología India realizado en El Salvador (del que ALC informó oportunamente) se llevó a cabo el primer encuentro de Teólogas Indígenas de Abya Yala con el lema "Unidas para apoyar a la comunidad". En el encuentro se resolvió crear la Comunidad de Teólogas Indígenas de Abya Yala, así como se emitió un mensaje final.
Mujeres de los pueblos Aymara, Quechua, Kichua, Náhuatl, Maya Quichè, Maya Kakchiquel, Qom, Kaigang, junto a hermanas que se solidarizan con el proceso de reflexión y acción, se convocaron los días 29 y 30 de noviembre de 2009 en el municipio de Berlín, El Salvador.
"Nos reconocemos descendientes de las culturas milenarias, herederas de las abuelas y abuelos valientes mártires luchadoras como Bartolina Sisa, Gregoria Apaza, Micaela Bastidas, Tomasa Tito, Digna Ochoa, Comandanta Ramona, Transita Amaguana, Dolores Cacuango, que fueron asesinadas, violadas, humilladas, torturadas, desaparecidas, exiliadas por la defensa de la vida, de la tierra, de los hijos e hijas, por la justicia y derecho a la vida de los pueblos indígenas. Somos también semilla viva de mujeres anónimas, madres e hijas, que día a día cultivaron nuestros saberes ancestrales y transmitieron la cultura de generación a generación, como Rigoberta Menchu, Rosa Ribeiro, Domitila Chungara.
Somos herederas de la historia de opresión, persistencia y resistencia de nuestros pueblos. Nos reconocemos cuidadoras de las semillas naturales y ancestrales, cultivadoras de la tierra y de las luchas de los pueblos excluidos, generadoras y recreadoras de la vida y de la comunidad, transmisoras de la medicina natural y la sabiduría sagrada, preservadoras del equilibrio y armonía de la Pachamama, Nan Uleu, Tlalli, Pats, ‘Enauacna. Reconocemos que la espiritualidad ancestral pasa por nuestros cuerpos e integra a la familia y se expresa en el idioma, la vestimenta, los modales, la música, los bailes, la fiesta, los símbolos, los ritos, los mitos que nos dan energía para seguir en el camino", afirman en la declaración final.
Las teólogas dialogaron sobre Teología, Biblia y Pastoral desde la comprensión y experiencia de mujeres indígenas "entendimos que hay la necesidad de ampliar la manera de entender la teología, la hermenéutica bíblica y la pastoral incorporando seriamente nuestras cosmovisiones, códigos culturales, manifestaciones simbólicas, espiritualidades. Entendimos también que hay la necesidad de rescatar los hilos rotos, quemados y tejer creativamente mantos multicolores que vayan más allá de las instituciones y nos constituyan en comunidad abierta, acogedora y hospitalaria".
"Alzamos nuestra voz de lucha esperanzada y urgimos a la humanidad a construir y seguir paradigmas alternativos de vida a partir de nuestra vida de pueblos y cosmovisiones indígenas basados en el Suma Qamaña, Sumaj Kawsay, Ñandereko, Da Nca’alaxa ‘Enauac, Inh Fé Tupe, Xochitlalpan, Endanazaaca, Buen vivir o Vida Plena por un mundo donde quepan otros mundos", subrayan.
Convocan a las demás hermanas indígenas y hermanas solidarias con su causa a unirse a la flamante comunidad. Así como invitan a los hermanos indígenas y hermanos solidarios con la causa indígena a ver, escuchar y apoyar la voz y experiencia diferentes de las mujeres indígenas, a respetar sus procesos y a asumir nuestra palabra en la elaboración teológica, bíblica y pastoral como comunidad, con respeto y acogida. "Vislumbramos un mundo colorido, con olor a tierra húmeda, con sabores y colores diferentes", finalizan diciendo.
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EVANGÉLICOS SOLICITAN A LA PGR QUE PROMUEVA CONTROVERSIA EN CONTRA DE LAS BODAS GAY
Daniel Blancas Madrigal
Crónica, 8 de enero de 2010

Con el argumento de que se vulneraron derechos de los niños, católicos y evangélicos solicitaron ayer a la Procuraduría General de la República que promueva una acción de inconstitucionalidad en contra de las reformas que permitieron el matrimonio entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal, así como la adopción de menores.
De aceptar la petición, la PGR tendría que presentar la acción ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyo pleno ha discutido ya otros tópicos polémicos aprobados en la Asamblea Legislativa del DF, como la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.
Al final, y después de organizar debates y mesas de análisis, el alto tribunal lo declaró constitucional.
A la Oficialía de Partes de la PGR se presentaron representantes de la Confraternidad de Iglesias Cristianas y Católicas y de la Asociación de Abogados Católicos. Presentaron dos escritos, en los cuales rechazaron las modificaciones legales.
"La reforma es inconstitucional al ir en contra de la normatividad internacional que protege tanto el interés superior del niño como su bienestar y desarrollo", señalaron en sus documentos.
Ante esto, iglesias cristianas evangélicas en conjunto con Voz de los Mártires exigieron al titular de la Secretaría de Gobernación, Fernando Gómez Mont, a la Presidencia de la República y al Legislativo que se integre una oficina dedicada a resolver los problemas de esta índole, pues "las direcciones y subsecretarías de asuntos religiosos han quedado rebasadas en sus distintos ámbitos de competencia", establece el diagnóstico.

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LECTURAS BÍBLICAS 2010 (2)
JUAN 1.15-28 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
15 Juan habló de aquel que era la Palabra, y anunció: "Ya les había dicho que él estaba por llegar. Él es más importante que yo, porque vive desde antes que yo naciera".
16-18 Dios nos dio a conocer sus leyes por medio de Moisés, pero por medio de Jesucristo nos hizo conocer el amor y la verdad. Nadie ha visto a Dios jamás; pero el Hijo único, que está más cerca del Padre y que es Dios mismo, nos ha enseñado cómo es Dios. Gracias a lo que el Hijo de Dios es, hemos recibido muchas bendiciones.
19-20 Los jefes de los judíos, que vivían en Jerusalén, enviaron a algunos sacerdotes y a otros ayudantes del templo, para que le preguntaran a Juan quién era él. Juan les respondió claramente: —Yo no soy el Mesías.
21 Y ellos volvieron a preguntarle: —¿Eres Elías? Juan les respondió: —No; no soy Elías. Pero los sacerdotes y sus acompañantes insistieron: —¿Eres tú el profeta que Dios iba a enviar? —No, dijo Juan.
22 Finalmente, le dijeron: —Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. Dinos, ¿quién eres tú? 23 Juan les dijo lo mismo que el profeta Isaías había anunciado acerca de él: —Yo soy el que grita en el desierto: "Preparen el camino para el Mesías".

24-25 Entonces los mensajeros de los fariseos le dijeron a Juan: —Si tú no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas? 26 Juan contestó: —Yo bautizo con agua. Pero hay entre ustedes uno a quien todavía no conocen. 27 Aunque yo llegué primero, él es más importante que yo, y ni siquiera merezco ser su esclavo.
28 Todo esto pasó en el pueblo de Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan bautizaba.

LEER EL EVANGELIO DE JUAN EN PROFUNDIDAD (II)

La figura de Juan el Bautista es, según como se mire, contradictoria. Por una parte, es grande y extraordinaria, pero al mismo tiempo, se presenta llena de humildad y totalmente subordinada a la de Jesús. En este sentido podemos leer unas palabras del propio Jesús que definen este carácter contradictorio de la figura de Juan: "Yo os digo que entre todos los nacidos de mujer no hay profeta mayor que Juan; pero el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él". Toda la dignidad de Juan radicaba en la tarea de preparación que debía llevar a cabo, pero, una vez llegada la plenitud de la salvación, la figura del Bautista debe disminuir y desaparecer, para dar paso al único y verdadero Salvador.
En cierto modo, esta característica de Juan es la que debería tener la Iglesia con respecto a la persona y a la obra de Jesús. La Iglesia no es ningún fin en sí misma, no es ninguna realidad absoluta. Su razón de ser estriba en la misión de precursora de Jesús., que es donde se encuentra la salvación.

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LIBRO POR ENTREGAS
EL PROGRESO DEL PEREGRINO, DE JOHN BUNYAN (1628-1688)

PROLOGO APOLOGÉTICO (II)


Solidez necesita quien escribe
De las cosas divinas, es muy cierto;
¿Pero me falta solidez porque uso
Metáforas? ¿Acaso no sabemos
Que con tipos, metáforas y sombras
Vino la ley de Dios y su Evangelio?
En estas cosas el varón prudente
No encuentra repugnancia ni defectos;
Los halla sólo el que asaltar pretende
La excelsa cima del saber supremo.
El prudente se inclina, reconoce
Que Dios habló por diferente? medios
Con ovejas, con vacas, con palomas,
Con efusión de sangre de corderos,
Y es feliz al hallar la luz y gracia
Que puso Dios en símbolos diversos.
No seáis presurosos en juzgarme
Falto de solidez, rudo en exceso:
Lo que parece sólido, no siempre
Tiene la solidez que nos creemos,
No despreciamos cosas en parábolas;
A veces recibimos lo funesto,
Y privamos al alma de las cosas
Que le pueden hacer grande provecho.
Mi frase oscura la verdad contiene,
Como el oro la caja del banquero.
Solían los profetas por metáforas
Enseñar la verdad: sí, quien atento
A Cristo y sus apóstoles estudie,
Verá que la verdad así vistieron.
¿Temeré yo decir que la Escritura,
Libro que a todos vence por su mérito,
Está lleno doquier de analogías,
De figuras, parábolas y ejemplos?
Pues ese libro irradia los fulgores
Que nuestra noche en día convirtieron.


Texto completo: www.iglesiareformada.com/ Bunyan_Peregrino.html

La fe bíblica ante los cambios de época, L. Cervantes-O.

10 de enero, 2009
1. Deuteronomio: origen y desarrollo en la historia de Israel
El biblista Shigeyuki Nakanose ha hecho un resumen muy aleccionador del origen y desarrollo del Deuteronomio, pues atraviesa, literalmente, todos los periodos de la historia de Israel y prácticamente viene a ser como el núcleo de todo el Antiguo Testamento:

En 1805, Wilhelm M. L. de Wette, en el estudio de la crítica de las fuentes, muestra la vinculación entre el “libro de la ley”, encontrado en el Templo de Jerusalén en la época de la reforma de Josías (2R. 22,8) y el núcleo más antiguo del Deuteronomio (capítulos 12-26 en su casi totalidad), que es denominado por algunos estudiosos como “Protodeuteronomio”. Esa teoría es desarrollada y profundizada con muchas modificaciones. Los últimos estudios sobre el tema afirman que el material contenido en el núcleo central del Deuteronomio o “Protodeuteronomio”, tiene su origen en el período pre-estatal. Ese material recibe agregados en el transcurso de la historia y es especialmente retrabajado en el Norte a mediados del siglo VIII. Con la caída de Samaria muchos israelitas vienen al Sur y traen sus tradiciones. Entre ellas viene el material del Deuteronomio que sirve de plataforma para las reformas de Ezequías y de Josías. En esas reformas los escribas de la corte revisan, amplían y editan el núcleo antiguo y lo transforman en 4,44—26,68. Más tarde, en el exilio y el post-exilio, ese texto es retrabajado y recibe una introducción: los capítulos 1-4, y una conclusión: los capítulos 29-34, a fin de responder a las nuevas situaciones y ser incluido en el conjunto del Pentateuco. A partir de ahí el Deuteronomio se convierte casi en un “puente”: el punto final del Pentateuco y el comienzo de la Historia Deuteronomista (Josué a Reyes).
[1]

El vínculo del Deuteronomio, por un lado, con el Pentateuco, y por el otro, con la interpretación profética de la historia, tal como aparece en los libros de Josué a los Reyes, lo muestran como un verdadero documento de transición espiritual, teológica y literaria, pues sus diferentes etapas de redacción manifiestan una conciencia de que el pueblo de Dios, constantemente adaptó su fe a las diversas épocas que le tocó vivir. Cada etapa representa un esfuerzo notable en el proceso de comprensión de la voluntad de Dios en medio de las nuevas circunstancias de la existencia material del pueblo y de las exigencias planteadas por el entorno geográfico, económico y social. Ubicado cronológicamente en el periodo anterior al surgimiento del Estado monárquico, el libro describe de manera clara el despertar de una conciencia alternativa a la situación imperante en el contexto:

La liturgia era la fuente de abastecimiento de la memoria de la liberación (Dt. 16,1.3.6.12) y del compromiso de la alianza. Así, en el corazón de la vida del pueblo las leyes son preservadas como expresión de su fe en el Dios de la vida y en sí mismo. Como memoria de la liberación de una situación de injusticia para una situación de fraternidad, la liturgia se vuelve un espacio de concientización y apertura a las cuestiones sociales: el compartir y la solidaridad son las consecuencias de la alianza con Dios. La gratitud al Dios vivo y liberador tiene que ser expresada no sólo con el culto, sino con el servicio a los hermanos más pobres y necesitados: el extranjero, el pobre, el huérfano y la viuda (Dt. 24,4s), para concretar una sociedad en la que no haya pobres (Dt. 15,4). (Idem)

Por otro lado, la figura de Moisés, dominante desde el libro del Éxodo, comenzará a eclipsarse como una señal de la alborada de los nuevos tiempos. Moisés intenta seguir teniendo influencia sobre la vida del pueblo, pero Yahvé le explica que está incapacitado para entrar a la “tierra prometida” porque pertenece al “viejo régimen”. Los capítulos finales, redactados en el exilio y después, introducen un cambio de escena que será doloroso para Moisés, pero que coloca al pueblo como principal prioridad de Dios. Sin dejar de reconocer su amplio protagonismo en la historia de liberación, Moisés va a pasar al plano que le corresponde para dejar su lugar a un nuevo liderazgo. Sus condiciones físicas ya no eran las mismas y Yahvé mismo ha marcado el final de su labor y el surgimiento de nuevos cuadros dirigentes (31.2-3). “Todo eso hace del libro del Deuteronomio un don de Dios ofrecido por Moisés como testamento al término de su vida. Los judaítas siempre lo tuvieron en gran estima, tanto que Esdras hace de él el eje para la elaboración de sus leyes sobre lo puro e impuro y sobre la raza elegida” (Idem). Ante el cambio de época, se requiere una renovación de la alianza y un compromiso irrestricto hacia la Ley de Dios, especialmente ante la disyuntiva tan clara de elegir la vida o la muerte.

2. Pautas deuteronomistas para entrar a una nueva época con fe y aliento
En primer lugar, y desde una óptica posterior al exilio que renovó la interpretación de la historia en la última etapa de redacción del libro, se subraya el esfuerzo divino por librar al pueblo de sus enemigos en la época de Esdras (31.3-5). La exhortación para esta nueva etapa es enfática: “Sean fuertes y valientes” (v. 6). Moisés entonces llama a Josué y, delante del pueblo, repite esas mismas palabras como consigna para su encargo: “Dios mismo será tu guía y te ayudará en todo” (v. 8). Se destaca inmediatamente la escritura de esta “ley” (v. 9) y la necesidad de leerla al pueblo y a los inmigrantes extranjeros cada siete años en la fiesta de los tabernáculos (v. 11). Se nota claramente la inclusión posterior de esta adición relacionada con la lectura de la ley para ejemplo de las comunidades. “La observancia de la ley (Dt. 31; 32,45-47) gana relevancia en el período de Nehemías y Esdras, funcionarios de Persia: “Y a todo aquel que no observe la ley de Dios —que es la ley del rey—, será castigado rigurosamente, con la muerte o el destierro, con multa o prisión (Esd. 7,26)” (Idem).
Yahvé se aparece entonces a ambos líderes, el antiguo y el nuevo, para llevar a cabo una especie de “transmisión de poderes” (v. 14). El anuncio (y recuento retrospectivo) de lo que el pueblo hará en el futuro en relación con los “dioses ajenos” es el contenido del discurso divino, es decir, el horizonte no es totalmente bueno, pero se trata de “información confidencial” que Dios le da a ambos dirigentes (vv. 16-18; 20-21). La orden es, entonces, escribir un cántico que le pasa revista a la historia del trato de Dios con el pueblo, a la vista del incumplimiento del pacto. Con todo, la exhortación para Josué sigue siendo la misma: Tienes que ser fuerte y valiente” (v. 23). Esta nueva ley, filtrada por la experiencia de anarquía, desobediencia e invalidación del pacto con Dios a través de la historia, es “promulgada” solemnemente, como ya se dijo, como testamento de Moisés. Su palabra es dura: “…los conozco muy bien. Yo sé que ustedes son tercos y rebeldes. Si ahora que estoy con ustedes, desobedecen a Dios, ¿qué no harán cuando ya me haya muerto?” (v. 27).
El capítulo concluye con palabras amargas acerca del futuro sin Moisés y las tendencias que se impondrán en la existencia comunitaria del pueblo (v. 29). Es el sabor del regreso del exilio el que resuena inevitablemente, pues la orientación del texto no es triunfalista sino sumamente realista. De ahí que el panorama que se le pintaba a Josué no fue amable y la historia deuteronomista que arranca con el libro que lleva su nombre arrastra el estigma de una visión sombría en donde la nota optimista seguirá siendo el llamado al esfuerzo y la valentía, ante el augurio que el Moisés postexílico había lanzado. Porque los cambios de época implican siempre un esfuerzo en muchos sentidos: de aceptación de las cosas buenas y malas del pasado, de adaptación a las nuevas condiciones de vida y a los estilos de liderazgos que no siempre serían como el de Josué, y de renovación de la fe en medio de situaciones adversas. Si consideramos como “secreto de Estado” el hecho de que Josué conocía anticipadamente o no el destino del pueblo, la actitud del dirigente debía modificarse para bien del pueblo, especialmente ante la enorme tarea de conquista y ocupación de la tierra que venía por delante.
Hoy, que como sociedad y pueblo de Dios entramos también a territorios inhóspitos e impredecibles por la carga de décadas de errores y esperanzas incumplidas, la fe viene en nuestro auxilio como en el caso de Moisés, en forma de advertencia y de énfasis en nuestras responsabilidades espirituales: se requiere mantener la constancia en la familiaridad con la palabra divina, único recurso que nos puede permitir remontarnos por encima de los vaivenes y la volubilidad de gobiernos, políticas y acciones. La mano de Dios estará con su pueblo siempre.
Nota
[1] S. Nakanose, “Para entender el libro de Deuteronomio: ¿una ley a favor de la vida?”, en RIBLA, núm. 23, 1996, http://claiweb.org/ribla/ribla23/para%20entender%20el%20libro%20de%20deuteronomio.html.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

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