domingo, 26 de enero de 2020

Letra 655, 26 de enero de 2020


EL AYUNO QUE AGRADA A DIOS
Horacio Simian Yofre

El profeta proclama una palabra del Señor contra el pueblo a propósito del ayuno. El texto se divide en tres secciones. Is 58,1 es una orden del Señor para que el profeta denuncie ciertos pecados y rebeldías del pueblo, y en particular la práctica de algunas formas de piedad sin tener en cuenta sus exigencias profundas (Is 58,2-5).
Hay dos actitudes que están estrechamente unidas en la mente y en la práctica del pueblo: la búsqueda de la voluntad del Señor y el ayuno. Pero es probable que el pueblo espere del Señor sólo las sentencias y decisiones que le convienen (véase Is 30.10-11). Cuando el Señor responde de un modo diferente al previsto, el pueblo se queja de no ser escuchado. Esta búsqueda de la voluntad del Señor está enturbiada por comportamientos injustos (explotación, violencia e hipocresía: Is 58.3-5) que acompañan la práctica del ayuno.
En contraposición a esta manera formalista y meramente ritual de practicar el ayuno, el Señor describe cuál es el auténtico ayuno que él espera: liberación de la opresión y la tiranía, dar de comer al hambriento, vestir al desnudo y evitar la calumnia (Is 58.6-7, 9-10). En tales condiciones el Señor se hace presente y acompaña el camino de su pueblo. Como en el desierto, lo precede y lo sigue, se convierte para él en luz en medio de la noche, lo guía y lo alimenta. La mención del desierto (Is 58,11) desemboca en una afirmación de sabor sapiencial: el pueblo mismo se convierte en huerto y en fuente de aguas (véase Is 41.17-20; Sal 1.3).
La promesa de Is 58,12 implica que la justicia del pueblo en sus relaciones mutuas es la condición para poder reconstruir la nación.

58.13-14 Guardar el sábado. Is 58,13-14 vuelve sobre el tema de la observancia del sábado, que había sido introducido ya por Is 56,1-8. No es imposible que estos dos versos procuren establecer un equilibrio entre una concepción del ayuno, que alguien habría considerado demasiado espiritual y poco concreta, y una práctica cultual verificable, como son las prescripciones que describen el descanso sabático
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AMLO Y LA RELIGIÓN: EL ESTADO LAICO BAJO AMENAZADE B. BARRANCO Y R. BLANCARTE (III)

La entrega que [AMLO] ofreció al pueblo de México es total. Se ha dicho que es un protestante disfrazado Es un auténtico hijo laico de Dios y un servidor de la patria. Sigámoslo y cuidémoslo todos (AMLO y la religión, pp. 133-134). Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados

Resultado de imagen para bernardo barrancoLa segunda parte del libro “AMLO y la irrupción política de las iglesias” (pp. 91-202), incluye la colaboración del sociólogo y periodista Bernardo Barranco, conductor del programa televisivo “Sacro y profano”, que consta de seis secciones. En la introducción se refiere la importancia de la laicidad como un “régimen de libertades que en México hemos construido a jaloneos” y que “ha otorgado a la nación estabilidad frente a los afanes e intereses de los más diversos actores políticos y religiosos”. Advierte que su trabajo no ataca la llamada “4T” (o “cuarta transformación”, que es como ha denominado el presidente López Obrador a su sexenio, como supuesta continuidad de las tres transformaciones iniciales del país) sino que es una defensa del Estado laico, el cual se encuentra ante el riesgo de “exponer de más el espacio público a segmentos fundamentalistas de algunos evangélicos y a las posturas de católicos intransigentes con sed de revancha” (p. 93).
Asimismo, señala que las posibles modificaciones al Estado bajo este régimen es algo que podría lamentarse si se lleva a cabo. También destaca la inesperada y sólida preponderancia que, desde la campaña electoral de 2018, han tenido los grupos evangélicos como nunca antes en la historia reciente de México, además de que la iglesia católica “ve perder sus ancestrales privilegios y reacciona con discrepancia en agendas que podrían convertirse en confrontaciones abiertas con la 4T”. Todo ello va acompañado de otras circunstancias cuestionables como la distribución de la Cartilla moral de Alfonso Reyes y el protagonismo excesivo de algunos líderes religiosos y políticos ligados a AMLO y a su proyecto, entre varios elementos más.
La introducción concluye con un planteamiento inquietante: “Más que pensar en la moralización de la sociedad y en la participación de las iglesias en programas sociales, creo que la cuestión de fondo es otra, y recorre todo el texto: ¿cómo colaboran las iglesias en la construcción de una democracia madura e incluyente?”.
Para Barranco el mayor error que puede cometer AMLO en esta materia “es pretender convertir a las diversas asociaciones religiosas en iglesias de Estado” (p. 95). Y a fin de mostrar la problemática surgida de esta tendencia, expone en la primera sección (“Transformaciones de lo sagrado: debacle católica e irrupción política de los evangélicos pentecostales”) un tema sobre el que ha vuelto muchas veces: el derrumbe católico en América Latina y en México durante los últimos 50 años, lo que ha producido una serie de rápidas transformaciones del rostro religioso de la región.
Como buen conocedor del catolicismo, enumera hasta 11 factores de la crisis de la Iglesia católica que han contribuido a este derrumbe religioso, desde los escándalos ocasionados por la pederastia hasta la “paganización de lo católico”, sin olvidar hacer una nueva crítica a algunos jerarcas como Norberto Rivera, a quien mira como un “miembro de la clase política embelesado por los símbolos y códigos del poder” (p. 99). El aumento de fieles evangélicos ha conllevado un aumento inevitable de su presencia en los espacios socio-políticos, como nunca antes. La forma en que esto ha sucedido tiene un nombre: estamos ante la “irrupción pentecostal” en la política latinoamericana, un creciente fenómeno de visibilización de los sectores cristianos no católicos que consideran que ha llegado su tiempo para influir de manera determinante en el destino de los diferentes países.
El crecimiento de la presencia evangélica en América Latina alcanza ya el 25% de la población, con regiones en donde es mayor como Centroamérica. Esa realidad obliga a replantear estrategias desde la arena política, lo que ha estado sucediendo en mayor o menor medida en Brasil, principalmente, pero también en otros países. Las características actuales de las iglesias evangélicas que antes no estuvieron interesadas en la política las ha llevado a colocarse en esa trinchera gracias a algunos elementos ideológicos tan cuestionables como la llamada “teología de la prosperidad”, el uso del marketing y una fuerte actividad en los medios electrónicos de comunicación. Barranco se sirve de una tabla para mostrar la existencia de partidos filo-evangélicos en todo el subcontinente.
El caso de México (con 6.3 de evangélicos), con un nuevo mosaico religioso, confirma el descenso del catolicismo y, a la vez, la conformación de nuevos sectores activos, como lo ha mostrado el censo de 2010. Esto lleva al autor a referirse a “la falacia del voto religioso” mediante la descripción de lo acontecido con la alianza que llevó al poder a AMLO, en la que participó el evangélico Partido Encuentro Social (PES), como una auténtica “presencia extraña” en el conjunto de fuerzas pretendidamente izquierdistas que lo lanzaron como candidato presidencial. Al interior de esta coalición hubo irritación por la negociación que permitió que este partido tuviera un lugar tan relevante al momento de las elecciones de julio de 2018. Paradójicamente, y para alivio de muchos críticos, el PES perdió su registro electoral, aun cuando obtuvo un buen número de diputados y senadores. Este hecho soporta el argumento de que el voto arrollador por López Obrador no obedeció tanto a la filiación religiosa como al hartazgo hacia el régimen anterior expresado en las urnas, el cual estuvo presente en todas las confesiones e incluso en los sectores irreligiosos.
Lo anterior puso en tela de juicio la efectividad del liderazgo del PES y la amplia pluralidad que permitió que AMLO accediera al poder, quien como candidato comenzó a multiplicar las alusiones religiosas y bíblicas de un modo desmedido: “El candidato parecía en ocasiones un pastor misionero, cuya prédica era un relato simple y contundente: canalizar el hartazgo del pueblo. Por ello, su discurso consistía en prometer moralizar la vida pública del país recurriendo al poder de Estado con la sapiencia religiosa contenida en los libros sagrados” (p. 114, énfasis agregado).
Ésa es la razón por la que AMLO se pareció a Bolsonaro en Brasil, al costarricense F. Alvarado y hasta al guatemalteco Jimmy Morales: un “candidato de Dios” presentándose a sí mismo “al clásico estilo evangélico” (Ídem). Detrás de la alianza política estaba, como en esos países, el eventual avance de las agendas derechistas encarnadas en el discurso conservador del PES, que trató muy mal de disimular Hugo Éric Flores, su dirigente más visible, aun cuando la alianza ideológica no fue tan evidente antes de los comicios. La irrupción política de los evangélicos no podía significar otra cosa que el ascenso de agendas religiosas intransigentes y una nueva forma de “reconfesionalización de la clase política” (p. 115). Al pretender sumar a las iglesias a la moralización del país, AMLO se ha acercado al riesgo de reconfigurar la laicidad del Estado mexicano, esté consciente o no de los alcances que esto podría tener.
En “¿AMLO: homo religiosus o animal político?”, Barranco se acerca a una innegable realidad: “Las creencias religiosas del presidente se han vuelto una cuestión de Estado” (p. 119), es decir, algo que en los sexenios recientes no era un asunto tan relevante para la marcha del país. Ahora, con la forma tan aguerrida en que el presidente ha optado por darle tan amplio lugar a la religión, se discute (hasta frívolamente) si es evangélico o católico, un tema que debería estar en un plano muchísimo menor, especialmente ante la abierta ambigüedad con que se ha comportado al respecto, mandando señales en uno u otro sentido. Sus frecuentes citas de la Biblia y la recurrente incorporación de símbolos religiosos en su discurso producen mucha desazón.
De ahí que se haya tenido que servir de una especie de “vocero religioso” (o “capellán”, como lo han llamado algunos) para atemperar y clarificar, si fuera posible, ese caudal irrefrenable que lo llevó a una forma de “sacralización” de su candidatura (p. 122), mediante la cual quiso imponer algo así como un fetichismo alrededor de su persona. Ese mesianismo de naturaleza mística no ha dejado de percibirse negativamente y ha servido para explicar muchas de sus expresiones relacionadas, por ejemplo, con el “bienestar del alma” o la necesidad de que este régimen garantice la “felicidad” de la población. […] (LC-O)
Protestante Digital, 24 de enero de 2020

Actividades y avisos

OREMOS POR EL INICIO DE LAS ACTIVIDADES DE CELEBRACIÓN DEL XXV ANIVERSARIO DE LA IGLESIA

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 28 de enero, 19 hrs.
Modera: D.I. Laura Cabrera B.

Llamamiento: Salmo 126
Oración de ofrecimiento
Himno: “¡Oh, dulce grata oración!” (510)
Círculo de oración y testimonios
Lectura bíblica: Ester 4.9-17
Tema: Ester decide ayudar a su pueblo
Himno: “Salvador, a ti me rindo” (540)
Ofertorio
Bendición pastoral

EN DEFENSA DE UNA CAUSA JUSTA
Samuel Pagán

E
s difícil explicar el desconocimiento de la reina en tomo a una política tan importante del imperio; más aún cuando ya se había enviado la comunicación oficial a las diferentes satrapías. Una explicación a esto es que posiblemente, la reina estaba aislada en el harén (cf. v. 11) y por lo tanto las noticias relacionadas con los asuntos gubernamentales no llegaban a ella.

La escena final (vs. 10-17) describe, con cierto dramatismo, la respuesta de Ester a las peticiones de Mardoqueo. La narración incluye varias citas directas para asegurar la fidelidad en las comunicaciones (vv. 11, 13-14, 16). En la primera reacción de Ester se destaca un detalle del protocolo real persa. La reina rehusó acceder a la petición de Mardoqueo, pues el acceso al rey estaba controlado. Quien llegara al patio interior del palacio para ver al rey, sin ser llamado, debía morir. Sólo el rey podía eliminar esa sentencia. Ester añade, además, que ella no había sido llamada por el rey durante los últimos treinta días. A las palabras de Ester el texto A, la traducción latina antigua y la Vulgata añaden, cómo voy a presentarme ante el rey sin invitación”.

La reacción de Mardoqueo fue directa y firme (vv. 13-14). Ante la actitud temerosa de la reina, actuó con mucha presencia de ánimo. Según el relato, trató a Ester no como a la reina de Persia, sino como a su prima e hija adoptiva (2.7, 10, 22). Le recordó que el edicto real estaba dirigido contra todos los judíos, incluyéndola a ella.

El v. 14 es el más citado de todo el libro de Ester. Incluye una afirmación de esperanza y seguridad. Si Ester no intervenía para salvar a los judíos, la liberación llegaría de algún otro lugar. Posiblemente, Mardoqueo estaba pensando en otro funcionario del imperio, otro líder judío que tuviera el acceso y el favor del rey; o, sencillamente, en una reacción armada de autodefensa de la comunidad judía.

Sin embargo, la pregunta retórica “¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”, identifica a Ester como la esperanza de Mardoqueo. La reacción de Mardoqueo y de la comunidad judía en la diáspora fue de humillación, contrición y protesta. […] Ante el argumento de Mardoqueo, ella se decidió a intervenir e interceder ante el rey.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

Febrero
2 – Santa Cena / R. de Consistorio
9 – 1er panel sobre el XXV Aniversario

La comunidad se reconcilia y se acerca a su salvador, Hna. Graciela Arellano A.


26 de enero de 2019

Alguien comentó: ¿Por qué están mencionando en las prédicas el aniversario si no es la fecha todavía? Me quedé pensando que cuando se va a tener una celebración, dependiendo de lo grande que sea, se comienzan los preparativos con 3 o 6 meses de antelación.  Esta celebración que vamos a tener más que material es una fiesta espiritual y tenemos que prepararnos espiritualmente.  El tema para meditar este día es ‘La comunidad se reconcilia entre sí y se acerca a su Salvador.’
En este mes se ha hablado de la reconciliación ya no es mucho lo que tengo que decir. Así que empezaré ilustrando ¿Qué es reconciliación?
Dos vecinos que se llevaban muy bien pero un día se pelearon y dejaron de hablarse por mucho tiempo.  Un día uno de ellos enfermó gravemente y se lo llevaron al hospital. Cuando el otro vecino se enteró pensó en ir a hablar con él porque no quería quedarse con el cargo de conciencia en caso de que el muriera. Así que fue al hospital y al entrar en la habitación se acercó y le dijo al enfermo: Vine a verte para hacer las paces contigo. Perdóname y yo te perdono.’ El enfermo como pudo le contestó: ‘Si te perdono y perdóname tú a mí.’ El visitante se quedó unos minutos y se despidió y antes de salir se devolvió y le dijo al oído al enfermo. ‘Que quede claro que si mueres estamos reconciliados, pero si sanas seguimos como estábamos.’ Obviamente esto no es reconciliación. Esto es una reconciliación por conveniencia, por culpa o por el que dirán. 
Veamos que dice el significado de la palabra ‘reconciliación’ en el diccionario. Reconciliación: Restablecer la armonía o la concordia entre dos personas.  Volver a trabar una amistad. 
Hay una palabra que llamó mi atención.‘Armonía’ e inmediatamente me llevo al Salmo 133:1.  Mirad cuan esta misma palabra me llevo a pensar en una orquesta donde hay diferentes instrumentos que tienen diferentes tamaños, formas y sonidos.  Cuando están afinados en la misma nota y empiezan a tocar.  ¡Qué deleite para los oídos porque están tocando en armonía!
Otro ejemplo es el cuerpo humano, el cual está compuesto por diferentes órganos que a su vez forman sistemas que tienen diferentes funciones que permiten el correcto funcionamiento de nuestro organismo.  Es por eso que al enfermarnos, perdemos la armonía y nos sentimos mal. 
¿Qué hace que una orquesta toque maravillosamente? La virtud de sus músicos, la afinación de los instrumentos y un buen director.  
¿Qué hace que un cuerpo funcione armoniosamente? Estar sano, bien alimentado y trabajando.
Es normal que los instrumentos desafinen.  Hay que afinarlos.  Es normal que el cuerpo enferme.  Hay que curarlo.   También es normal que el cuerpo de Cristo que está en la Iglesia tenga problemas, que haya problemas en las familias, matrimonios, hermanos, amigos. ¿Qué hay que hacer en estos casos?  Reconciliarnos, restablecer la armonía y volver a entablar la amistad. 
¿Cómo tener una reconciliación genuina? Mencionaremos tres pasos para lograrlos.

1.     Reconciliarse con Dios: Si no damos este primer paso no podremos dar los demás.  La lectura de Isaías 58 nos da la pauta.  Tenemos que arrepentirnos de lo que estamos haciendo mal. Aquí el pueblo ayudaba, pero con una mala actitud buscaban a Dios y querían saber sus caminos, pero habían dejado la ley de Dios.  Aquí cabe lo que Jesús dijo: Hipócritas, este pueblo de labios me honra, pero no de corazón. Marcos 7:6
Pero el amor y la misericordia de Dios es tn grande que anhela la reconciliación con su pueblo le muestra el camino y le dice nuevamente como debe ser el ayuno y ofrece grandes bendiciones. Si este le obedece, reconciliémonos con Dios. 

2.     Reconciliémonos con nosotros mismos: Una vez reconciliados con Dios, creamos firmemente que nos ha perdonado.  No llevemos cargando todavía el costal de las culpas por no haber sido perfectos hijos, padres, esposos, etc. Tengamos fe en la bondad y misericordia de nuestro Dios.  Creamos en su gran amor. 
Dice Miqueas 7:18 que Dios como tú que perdonas la maldad y perdonas y olvidas el pecado de tu pueblo. Salmo 103:12 Como está lejos el oriente del occidente. Malaquías 3;17 Y serán para mi especial tesoro y los perdonaré como el padre que perdona a sus hijos. Creamos en el amor y perdón de Dios y reconciliémonos con nosotros mismos. 

3.   Reconciliémonos con los demás: Una vez reconciliados con Dios y con nosotros mismos, podemos reconciliarnos con los demás.  La lectura de Mateo 5:23-24, Jesús nos habla a cada uno de los creyentes que acudimos al templo con nuestra ofrenda sea monetaria, de tiempo, de oración o servicio. 
Así como dice Dios en Isaías como deber ser el ayuno.  Jesucristo dice como deber acercarse el que ofrenda.  Si traes tu ofrenda y ahí te acuerdas que tu hermano, una comunidad o familia o dos personas no pueden seguir adelante siendo fructíferos si no están en armonía.  Pero ojo, no olvidemos que somos diferentes, tenemos diferentes maneras de ser, pesar, gustos y precisamente en esto estriba la belleza que podamos aceptarnos y amarnos como somos.

Romanos 12:3: Que nadie tenga más alto concepto de sí mismo. 

Reflexionemos y hagamos las paces con Dios, con nosotros mismos y entre nosotros para acercarnos a nuestro bendito salvador trayendo nuestra ofrenda.  Él nos espera con los brazos abiertos para bendecirnos y se haga realidad.
Mirad cuan bueno y delicioso es, no sólo en el aniversario sino siempre y como una gran orquesta toquemos para nuestro Dios una canción nueva.

Isaías 58.3-8 / Mateo 5.21-26, TLA

3 Sin embargo, andan diciendo:
“¿Para qué ayunar,
si Dios no nos ve?
¿Para qué sacrificarnos,
si a él no le importa?”
En el día de ayuno
ustedes hacen negocios
y maltratan a sus trabajadores.
Ese día discuten, se pelean,
y se agarran a golpes.
¡Si quieren que escuche sus oraciones
no ayunen de esa manera!
Ese tipo de ayuno
no me agrada para nada.
Ustedes agachan la cabeza
como una caña del río,
y vestidos de luto
se acuestan sobre la ceniza.
Y a eso le llaman “ayuno”
y “día agradable para Dios”.
¡Pero en realidad no es así!
El ayuno que a mí me agrada
es que liberen a los presos
encadenados injustamente,
es que liberen a los esclavos,
es que dejen en libertad a los maltratados
y que acaben con toda injusticia;
es que compartan el pan
con los que tienen hambre,
es que den refugio a los pobres,
vistan a los que no tienen ropa,
y ayuden a los demás.
Los que ayunan así
brillarán como la luz de la aurora,
y sus heridas sanarán muy pronto.
Delante de ellos irá la justicia
y detrás de ellos,
la protección de Dios.

*

21 Recuerden que hace mucho tiempo Moisés dijo: “No maten, pues si alguien mata a otro, será castigado”. 22 Pero ahora yo les aseguro que cualquiera que se enoje con otro tendrá que ir a juicio. Cualquiera que insulte a otro será llevado a los tribunales. Y el que maldiga a otro será echado en el fuego del infierno.
23 Por eso, si llevas al altar del templo una ofrenda para Dios, y allí te acuerdas de que alguien está enojado contigo, 24 deja la ofrenda delante del altar, ve de inmediato a reconciliarte con esa persona, y después de eso regresa a presentar tu ofrenda a Dios.
25 Si alguien te acusa de haberle hecho algo malo, arregla el problema con esa persona antes de que te entregue al juez. Si no, el juez le ordenará a un policía que te lleve a la cárcel. 26 Te aseguro que no saldrás de allí sin que antes pagues hasta la última moneda que debas.

sábado, 18 de enero de 2020

Letra 564, 19 de enero de 2020


LOS EUNUCOS EN LA BIBLIA: A PROPÓSITO DE ISAÍAS 56
H. Baltensweiler

Baptism of Ethiopian EunuchI.  Eunoûchos fue entendido ya por los griegos como un término compuesto de eune = lecho y echo = guardar y significaba, por consiguiente, “guardián del lecho”. Sin embargo, existe también la opinión de que la palabra es un semitismo En todo caso, eunoûchos designa primariamente el guardián del harén, y puesto que, por regla general, esta función era desempeñada por hombres castrados, la palabra adquirió el significado de castrado, eunuco Ciertamente, cuando un eunoûchos desempeña un alto cargo estatal (cf. Hch 8.26ss), a menudo no resulta fácil distinguir si el término alude a una castración efectiva o si se trata únicamente de un simple título. Cuando el término eunoûchos se usa para designar a los animales castrados o a las plantas estériles tiene un sentido figurado El verbo eunouchizo (usado literalmente sólo en 2 ocasiones) designa exclusivamente el acto de la castración castrar, capar, emascular.

II. En el AT (casi la mitad de los pasajes aparecen en Ester) saris, cuando se emplea sin una reflexión especial, designa a un funcionario de la corte cuya condición de castrado no consta (Gn 39.1, Putifar, Gn 40.2 el copero y el panadero, 1 Sam 8.15 y los libros de los Reyes, funcionarios de la corte en general). Se trata, por consiguiente, de un uso puramente honorífico del vocablo, pues el eunuco no podía pertenecer a la asamblea de Israel (cf. Dt 23.1) Por esta disposición Israel se separa claramente del culto a la fertilidad existente en su entorno,  que  encontró  su  punto  culminante no sólo en el coito cultual, sino también en la auto-emasculación en honor del dios (como nos consta respecto al culto de Cibeles en Asia menor, al de Atis, y al de Artemisa en Efeso) En la era escatológica, el eunuco (Is 56.3ss), que hasta entonces estaba excluido de la comunidad, participará de la salvación de Dios.

El judaísmo rabínico mantiene la condena vetero-testamentaria de la castración Por otra parte, distingue entre aquellos que son estériles a consecuencia de una malformación corporal y aquellos que han sido castrados por una intervención humana Esto se basa en la obligación de contraer matrimonio, que se deriva de Gn 1.28. Es cierto que, en la época neotestamentaria y bajo la influencia helenística, empieza a imponerse una praxis más laxa así Josefo nos narra que Herodes tenía eunucos en su palacio.

III. En el NT, el tesorero de la reina Candace es designado como eunoûchos (Hch 8.27). Es probable que esto no haya que interpretarlo literalmente. El vocablo podría indicar simplemente un alto cargo de la corte. Pero si el tesorero era realmente eunuco, en su conversión podríamos ver el cumplimiento de la profecía de Is 56.3-5: desde el día de pascua, la era salvífica y mesiánica ha hecho irrupción y por eso tales gentes pueden ser admitidas en la comunidad de la salvación; el tesorero sería entonces un prosélito a medias, ya que en cuanto eunuco no podía serlo plenamente. Así, las barreras hasta ahora existentes quedarían rotas en un doble sentido: el evangelio se anuncia a los que son prosélitos a medias y a aquellos que hasta ahora estaban excluidos de la comunidad de la salvación.

El verbo eunouchízo se encuentra tres veces, unido al sustantivo eunoûchos, en Mt 19, 12, donde se describen los diferentes tipos de eunucos: 1) los que lo son por una malformación congénita; 2) los que fueron hechos eunucos por los hombres; y 3) los que a sí mismos se han hecho tales por amor del reino de los cielos.

Esta división muestra que Jesús no habla simplemente del celibato, sino de la incapacidad para el matrimonio. Sólo se enumeran los casos de eunuquismo, mientras que otros motivos que impiden contraer matrimonio no se consideran. En los dos primeros miembros de su enumeración, Jesús recoge la clasificación corriente en el judaísmo. Es el tercer punto, el de los que a sí mismos se hacen eunucos por amor del reino de los cielos, el que supone una novedad. Con ello aparece claro que lo que intenta subrayar este pasaje es justamente este tercer punto. Mientras que en los dos anteriores hay que pensar en una castración en sentido literal, esto resulta inverosímil con respecto al tercer punto. En la primitiva cristiandad estuvo representada la interpretación literal de este pasaje y hubo casos aislados de auto-emasculación, p. ej. el de Orígenes. No obstante, el mismo Orígenes más tarde se expresó claramente contra la interpretación literal de Mt 19, 12.

Resultado de imagen para esther en el harénQuizá lo que ocurre en este pasaje es que Jesús reacciona contra una difamación que iba dirigida contra él y sus discípulos. Se le reprochaba que vivía célibe por ser eunoûchos (cf. el reproche de Mt 11.19: comilón y bebedor). Jesús responde con la referencia al reino de Dios. La alegría por el reino de Dios puede ser tan grande que uno puede estar dispuesto a renunciar a todo los demás en favor del reino de Dios, a veces incluso al matrimonio.

Otra base para la comprensión de este pasaje nos la suministra la comparación con Mt 5.29s (en donde se habla de sacarse los ojos y cortarse las manos): comparadas con el reino de los cielos, todas las demás cosas de la vida son irrelevantes y debe renunciarse a ellas en caso de conflicto.

Lothar Coenen et al., dirs., Diccionario teológico del Nuevo Testamento. I. Salamanca, Ediciones Sígueme, 1990, pp. 274-275.

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AMLO Y LA RELIGIÓN: EL ESTADO LAICO BAJO AMENAZA, DE B. BARRANCO Y R. BLANCARTE (II)

Roberto Blancarte.,En la primera parte del volumen (pp. 15-90), Roberto Blancarte (profesor-investigador de El Colegio de México), profundiza varios de los análisis que ha producido en los últimos años, en los que, con particular agudeza, ha señalado persistentemente los riesgos de la actuación de AMLO, desde antes de triunfar en las elecciones presidenciales de 2018.

En la primera sección (“Los liderazgos populistas y la religión”) ubica la actuación de AMLO en el marco de lo que está aconteciendo en la política mundial actual en torno a gobernantes populistas tales como Trump en Estados Unidos, Johnson en Gran Bretaña o Bolsonaro, en Brasil. Algunas de sus características son similares: se oponen a la globalización, son nacionalistas, nativistas y proteccionistas. Otra constante es que varios de ellos están reintroduciendo “a la religión en el espacio del Estado, de donde había sido expulsada, poniendo en riesgo los objetivos de garantizar la libertad de conciencia, la igualdad y la no discriminación”, lo que conlleva también un peligro para la laicidad del Estado. […]

El liderazgo personalista es otro de los aspectos comunes que apunta hacia un “mesianismo político”, sobre todo cuando se apela a fuentes sagradas o religiosas que contribuyan a legitimar el poder: “La mezcla entre religión y política, a través de una especie de cesaropapismo contemporáneo, tiene frecuente-mente efectos nocivos para las libertades de las personas, sobre todo aquellas que, compartiendo o no una preferencia religiosa, no necesariamente coinciden en las visiones morales que éstas generan” (p. 17). En este contexto, contradictoriamente, el Estado laico se ve atacado desde dentro por quienes tendrían la obligación de afirmarlo, pues uno de los problemas que causa el populismo es que se puede afectar el entramado jurídico que garantice el respeto irrestricto a las libertades. De ahí que la introducción de elementos religiosos en la gestión pública puede distorsionar la labor de los funcionarios, máxime cuando éstos asumen que parte de su labor está al servicio de sus convicciones o dogmas.

“AMLO y la religión: el estado laico bajo amenaza”, de B. Barranco y R. Blancarte (II)Con ello en mente, quedan bastante claros los ejemplos que proporciona sobre el accionar de AMLO, quien ya como presidente no ha cejado en su intento por hacer visible su creencia en que ciertos postulados religiosos pueden ser útiles para renovar o “regenerar” al país. Su crítica es incisiva, al referirse a un tema concreto: “El combate a la corrupción no es, para López Obrador, parte de una lucha cívica, ciudadana o gubernamental. No; se trata de una lucha religiosa, identificada además con una convicción religiosa en particular, la cristiana. Mezclada además con posturas económicas nacionalistas. Como si se quisiera construir una alianza católico-cristiana-nacionalista en la que el jefe del Ejecutivo es una especie de supremo sacerdote que conduce al pueblo a su salvación tanto material como espiritual (p. 26, énfasis agregado)”. (LCO)
Protestante Digital, 17 de enero

Actividades y avisos


OREMOS POR LA REUNIÓN DE TRABAJO DE HOY CON LOS NUEVOS MINISTERIOS

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 21 de enero, 19 hrs.
Modera: A.I. Vicente Orozco G.

Llamamiento: Salmo 126
Oración de ofrecimiento
Himno: “A solas con Jesús” (512)
Círculo de oración y testimonios
Lectura bíblica: Ester 4.1-8
Tema: Angustia y búsqueda de ayuda
Himno: “El que habita al abrigo de Dios” (683)
Ofertorio
Bendición pastoral

ESTER PROMETE INTERCEDER POR SU PUEBLO
Samuel Pagán

E
l cap. 4 puede dividirse en dos secciones. La primera (vv. 1-3) presenta la reacción de Mardoqueo y de la comunidad judía del imperio ante la política de exterminio del rey. La segunda (vv. 4-17) incluye una serie de comunicaciones entre Ester y Mardoqueo. La narración continúa la trama que comenzó en el capítulo anterior, cuando Amán organizo el plan para destruir al pueblo judío (3.8-11).

El relato comienza relacionando los eventos que se describen en los caps. 3 y 4: Luego que supo Mardoqueo t do lo que se había hecho...” (v. 1). Una vez más las. comunicaciones internas del palacio beneficiaron a Mardoqueo (cf. 2.21-22; 4.1, 7), aunque ya se había promulgado un edicto público sobre la suerte de los judíos (3.13-15).

La reacción de Mardoqueo y de la comunidad judía en la diáspora fue de humillación, contrición y protesta. […] La indicación de que Mardoqueo “se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor” (v. 1) revela que no era un lamento fúnebre, sino un grito de protesta. El texto de la LXX interpreta correctamente la expresión y añade la frase, un pueblo inocente ha sido condenado a muerte.

La reacción de los judíos en las diferentes provincias ante la política del imperio fue similar a la de Mardoqueo. La comunidad reaccionó con luto, ayuno, llanto y lamentación”. Además, el texto indica que cilicio y cenizaera la cama de muchos (v. 3). A la reacción de dolor y contrición, el pueblo añadió el ayuno. El texto no hace una referencia explícita a Dios; sin embargo, menciona el ayuno, que era una práctica religiosa generalmente acompañada de la oración (véase 1 S 7.6; Esd 8.21, 23; Neh 9.1; Joel 2.12; Jon 3.8).

En la segunda sección del relato (vv. 4-17), se presentan tres escenas en la comunicación entre Ester y Mardoqueo (vv. 4, 5, 10-17). Cada escena presupone la anterior, y contribuye a la formación de un cuadro de la intimidad de los protagonistas. Además, revelan la naturaleza del peligro y la preocupación de Mardoqueo.

El v. 4 presenta la reacción de Ester ante el dolor y la protesta de Mardoqueo. La reina envió vestidos para que pudiera llegar al palacio, pero éste rechazó la oferta. Quería continuar con la demostración de dolor y protesta, posiblemente porque las causas que las originaron no habían sido superadas.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

26 – Celebración de cumpleaños
2 – Santa Cena / R. de Consistorio

Dios perdona y cura a su pueblo, Pbro. Alejandro Zamorano Ávila

19 de enero de 2020

viernes, 17 de enero de 2020

Isaías 57.14-21 / Romanos 3.21-31, TLA

14 Entonces Dios dijo:
"¡Abran paso, abran paso,
preparen un camino llano,
para que pase mi pueblo!
15 Porque yo soy el Dios eterno
y mi nombre es santo.
Yo vivo en un lugar alto y sagrado,
pero también estoy con los pobres
y animo a los afligidos.
16 Pueblo mío,
no siempre voy a acusarte,
ni estaré enojado todo el tiempo.
Yo mismo te hice,
y no quiero que
te desanimes.
17 »Israel, a causa de tu pecado
por un tiempo estuve enojado contigo;
entonces te castigué y me alejé de ti.
Pero ustedes los israelitas
se pusieron muy caprichosos
y se rebelaron contra mí.
18 Yo he visto su desobediencia,
pero les quitaré su rebeldía
y les daré descanso.
A todos los que están tristes
19 los haré entonar
este canto de acción de gracias:
'¡Paz al que está lejos,
paz al que está cerca!
¡Yo perdonaré a mi pueblo!
20 Pero los malvados
son como un mar agitado
que no se puede calmar;
sus olas arrastran barro y suciedad.
21 ¡No pueden vivir en paz!'.
Les juro que así es".

*

21 La Biblia misma nos enseña claramente que ahora Dios nos acepta sin necesidad de cumplir la ley. 22 Dios acepta a todos los que creen y confían en Jesucristo, sin importar si son judíos o no lo son. 23 Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios. 24 Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados. 25-26 Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si confiamos en que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que antes hicimos. Él es justo, y sólo acepta a los que confían en Jesús.
27-28 Ante Dios, no tenemos nada de qué estar orgullosos. Pues Dios nos acepta porque confiamos en Jesucristo, y no por obedecer la ley de Moisés. 29 Dios no es solamente Dios de los judíos; en realidad, él es Dios de todos, sean o no judíos. 30 Hay un solo Dios, y es el Dios que acepta a todos los que confían en Jesucristo, sean judíos o no lo sean. 31 Pero si confiamos en Jesús, eso no quiere decir que la ley ya no sirva. Al contrario, si confiamos en él, la ley cobra más valor.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...