sábado, 27 de noviembre de 2010

Letra 198, 28 de noviembre de 2010


E.U.: LA MAYORÍA DE EVANGÉLICOS IGNORA QUIÉN ES LUTERO Y OTRAS FIGURAS DE LA REFORMA

Protestante Digital, 16 de noviembre de 2010



Nueva York. Casi la mitad de los católicos desconoce la doctrina sobre la eucaristía. Un porcentaje parecido de los protestantes desconoce al reformador Martín Lutero. Son algunas de las conclusiones que proporciona un estudio realizado por el Foro Pew entre los fieles de distintas confesiones en Estados Unidos para conocer su conocimiento sobre su propia fe y las principales enseñanzas de otras religiones.

Los que mejor parados salen son los ateos, agnósticos, judíos y mormones, que superan a los protestantes y católicos al responder preguntas sobre las principales religiones. Por otra parte, la mayoría de los entrevistados no pudieron proporcionar correctamente los principios más básicos de su propia religión.

45% de los católicos que participaron en el estudio no conocían que, según las enseñanzas de la Iglesia, el vino y el pan usados en la Sagrada Comunión no son sólo un símbolo sino que se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo. También más de la mitad de los protestantes no pudieron identificar a Martín Lutero como la persona que inspiró la Reforma protestante en Europa, y casi cuatro de cada 10 judíos no sabían que Maimónides, uno de los rabinos e intelectuales más importantes de la historia, era judío.

La encuesta sobre Religión y Vida Pública divulgada por el Foro Pew buscó examinar un amplio rango de conocimiento religioso, incluyendo la comprensión de la Biblia, las principales enseñanzas de diversas religiones y las figuras religiosas más destacadas de la historia. Estados Unidos es uno de los países más religiosos del mundo industrializado, especialmente en comparación con Europa occidental, donde la mayoría de la población es secular. Sin embargo, los líderes religiosos y educadores se han quejado desde hace tiempo que los estadounidenses saben relativamente poco de religión.

Los participantes en la encuesta respondieron 32 preguntas con diversos niveles de dificultad, incluyendo si podían nombrar al libro sagrado islámico y el primer libro de la Biblia, o decir en qué siglo se fundó la religión mormona. En promedio los participantes del sondeo contestaron correctamente la mitad de las preguntas.



Protestantes poco preparados

Sólo 46 % de evangélicos pudo identificar correctamente a Martín Lutero como la persona que inspiró la reforma protestante, y sólo un 11 por ciento supo que Jonathan Edwards participó en el primer gran avivamiento.

“Tres cuartos de evangélicos son incapaces de identificar que el protestantismo, no el catolicismo, enseña que la salvación proviene sólo a través de la fe”, agrega Smith. Lou Engle, fundador de el movimiento de oración llamado «The Call» advierte un gran peligro en ser espiritual pero desconocer la palabra de Dios: «Si sacas la Verdad puedes creer que estás caminando con Dios pero no es así. Jesús dijo 'escrito está' cuando fue tentado. Esta generación debe decir 'escrito está', conocer la Palabra para vencer al enemigo”.



Los ateos saben más de religión

Los ateos y los agnósticos tuvieron las puntuaciones más altas con un promedio de 21 respuestas correctas, mientras que los judíos y los mormones alcanzaron el segundo lugar con unos 20 aciertos. Los protestantes en general tuvieron una media de 16 respuestas correctas, mientras que los católicos sumaron 15. No es de sorprender que quienes dijeron que asistían a sus centros religiosos al menos una vez a la semana y consideraban a la religión un aspecto importante de su vida tuvieron por lo general un resultado mejor en el sondeo.

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CIEN AÑOS DE REVOLUCIÓN EN MÉXICO: HERENCIAS Y ESPERANZAS FALLIDAS (II)



El escaso interés del régimen calderonista por conmemorar de manera más seria y profunda el centenario de la revolución ha tenido un eco parecido entre la población, pues parecería que únicamente le interesa el tema a los especialistas. Entre ellos, destacan las opiniones de Lorenzo Meyer y Álvaro Matute, expertos en el periodo y críticos severos de los superficiales actos oficiales.

El primero, autor de La segunda muerte de la revolución mexicana (2008), en donde analiza el derrumbe de la mitología que intentó construir un país basado en la promesa de justicia social y el desarrollo industrial administrado por el Estado, no dudó en advertir que los últimos gobiernos no han sabido qué hacer con la devaluada herencia revolucionaria que ahora se encuentra a años-luz de las realidades impuestas por los cambios socio-políticos y económicos gracias a que quienes representaron en su momento el ideario de la Revolución se apartaron del mismo al pensar solamente en sus intereses particulares.

Matute (autor de La Revolución mexicana: actores, escenarios y acciones), por su parte, en una entrevista señaló el momento en que los gobiernos emanados de la Revolución siguieron otro camino:“…la Revolución —por decirlo con un término cinematográfico— vivió un fade out de 1940 a 1946 con el general Manuel Ávila Camacho, y al emerger el primer gobernante civil, Miguel Alemán —que tenía siete años cuando estalló el movimiento— el país cambió. Creo que la Revolución se detuvo ahí. Ciertamente se creó una ideología de la Revolución mexicana que la siguió proyectando cuando ya su arsenal se había agotado, sin embargo se habló de ella como si fuera permanente, cuando los hechos históricos que ocurrieron entre 1910, 1917 o 1920, y la acción de los gobiernos ligada a la Revolución tuvo una acotación histórica”.

Agrega: “Los hechos históricos tienen su durabilidad. Sin embargo, en el caso mexicano, la ideología se prolongó hasta muy cerca del fin del siglo XX, cuando la Revolución había cumplido su tarea. Y vino otro México a reclamar otro tipo de acciones” (Laberinto, supl. de Milenio, 20 de noviembre). Y es que tal vez los alcances del movimiento, tan esquematizados en el discurso oficial posrevolucionario no recogieron suficientemente muchos impulsos que se quedaron a medias, con todo y que algunos artículos de la Constitución de 1917 asentaron algunas de las llamadas “conquistas históricas” de los obreros y campesinos, por ejemplo.

La dinámica histórica, como sugiere Matute, llevó a los presidentes priístas a modificar progresivamente el rumbo del país para adaptarlo a las exigencias de las clases emergentes y a tomar medidas para la modernización del país, algo que no se entendió con claridad al final de la lucha revolucionaria. En el aspecto religioso esto fue muy notorio cuando se consideró, en el sexenio salinista (1988-1994) que la simulación no era el mejor estatus para las relaciones entre el Estado y las iglesias (por primera vez se usó el plural).

Los cambios a los artículos específicos (en particular el 130) abrieron la puerta para que, con mayor o menor triunfalismo por parte de las iglesias que por primera vez atisbaron la posibilidad de hacerse más visibles, el régimen se viera desafiado a practicar la laicidad establecida en la Constitución, pero ante nuevas formas de protagonismo por parte de las cúpulas. El catolicismo, que no vaciló en enfrentar al Estado en los años 20 del siglo pasado, asumió una postura retadora ante lo que consideró como una claudicación de los regímenes revolucionarios o una especie de reconocimiento de su peso social específico.

Las iglesias evangélicas, a su vez, desconociendo su historia basada en la resistencia al maridaje entre el priísmo y catolicismo intentaron salir del “letargo social” en el que se encontraban para toparse de frente con la nueva realidad de gobiernos que han tenido que improvisar en sus políticas pues tampoco imaginaron las dimensiones que ha alcanzado la pluralidad en este campo.

Parecería que la propia “herencia evangélica”, tan cacareada en otras épocas y tan ligada a una mentalidad ansiosa de experimentar el martirologio, quedó desprovista de asideros ideológicos que, como el liberalismo del siglo XIX, le sirvió a las comunidades como plataforma de acción social. Por eso el hecho de que hoy se vean a muchas de estas comunidades al lado de los grupos católicos más reaccionarios no deja de ser una enorme contradicción, impensable en otras épocas. (LC-O)

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LA IGLESIA TERAPÉUTICA

Rubén Bernal

Red de Liturgia del CLAI



Cada día en el trabajo les oigo suplicar a Dios desde su desesperada angustia. ¿Han conocido ellos el mensaje del Evangelio? En una misma frase son capaces de insultar, maldecir, blasfemar y clamar para que el Ser Supremo les socorra. Hablo de muchas personas que, ingresadas en la unidad de Salud Mental, desean que un rayo de luz disipe por completo la oscuridad en la que se encuentran.

Puedo ver como mejoran mentalmente con la ayuda de los profesionales. Como creyente me pregunto a cerca de la salud espiritual de todos ellos. Cuestiono también si las distintas congregaciones eclesiales están capacitadas para ser verdaderas comunidades terapéuticas. ¿Querrán recibir con los brazos abiertos la llegada de feligresía compuesta de gente con trastornos psiquiátricos?

¿Serán las comunidades cristianas lo suficientemente maduras para no etiquetarles como endemoniados, poseídos o similares? ¿Serán cautelosos con ellos para no favorecer los delirios místicos y religiosos?

Aunque la problemática que planteo se puede trasladar a peñas, clubes, asociaciones, etcétera, me llama particularmente la atención en las iglesias, porque opino que éstas, no solo tienen una labor importante con el prójimo, sino que pueden dar respuesta espiritual y sentido a la vida de personas que lo necesitan.

Creo que deben formarse estructuras medianamente sólidas que faciliten su integración, y que, por otro lado, aseguren auxilio en el caso de que surjan brotes y descompensaciones en el ambiente cúltico o comunitario. Se han producido resultados negativos por un mal proceder en estas situaciones. Si no se toman medidas cuando se ven llegar los temporales, lamentablemente ocurrirán los desastres. El tema es delicado, de hecho, la atención y consejería pastoral, tan importantes, pueden ocasionar más daño que ayuda cuando se pretende suplantar la ayuda psiquiátrica y psicológica profesional. Pero tampoco debe ser una excusa para no hacer nada. Es un camino difícil que debe recorrerse.

Observando el texto de Lucas 4.18 considero que aquel que vino para dar buenas nuevas a los pobres, sanar a los quebrantados de corazón, pregonar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, tiene mucho que hacer con estas personas. No se lo impidamos.

Culto de oración y estudio, 30 de noviembre de 2010

Martes 23 de noviembre, 19 hrs.
JOB RESPONDE A ELIFAZ (Job 16)
Modera: Hno. Pablo F. Sandoval
JOB 16, Nueva Versión Internacional
A esto Job contestó:
“Cosas como éstas he escuchado muchas;
¡valiente consuelo el de todos ustedes!
¿No habrá fin a sus peroratas?
¿Qué tanto les irrita que siguen respondiendo?
¡También yo podría hablar del mismo modo
si estuvieran ustedes en mi lugar!
¡También yo pronunciaría bellos discursos en su contra,
meneando con sarcasmo la cabeza!
¡Les infundiría nuevos bríos con la boca;
les daría consuelo con los labios!
Si hablo, mi dolor no disminuye;
si me callo, tampoco se me calma.
Ciertamente Dios me ha destruido;
ha exterminado a toda mi familia.
Me tiene acorralado, y da testimonio contra mí;
mi deplorable estado se levanta y me condena.
En su enojo Dios me desgarra y me persigue;
rechina los dientes contra mí;
mi adversario me clava la mirada.
La gente se mofa de mí abiertamente;
burlones, me dan de bofetadas,
y todos juntos se ponen en mi contra.
Dios me ha entregado en manos de gente inicua;
me ha arrojado en las garras de los malvados.
Yo vivía tranquilo, pero él me destrozó;
me agarró por el cuello y me hizo pedazos;
¡me hizo blanco de sus ataques!
Sus arqueros me rodearon.
Sin piedad me perforaron los riñones,
y mi hígado se derramó por el suelo.
Abriéndome herida tras herida,
se lanzaron contra mí como un guerrero.
El luto es parte de mi cuerpo;
en el polvo tengo enterrada la frente.
De tanto llorar tengo enrojecida la cara,
profundas ojeras tengo en torno a los ojos;
pero mis manos están libres de violencia,
y es pura mi oración.
¡Ah, tierra, no cubras mi sangre!
¡No dejes que se acalle mi clamor!
Ahora mismo tengo en los cielos un testigo;
en lo alto se encuentra mi abogado.
Mi intercesor es mi amigo,
y ante él me deshago en lágrimas
para que interceda ante Dios en favor mío,
como quien apela por su amigo.
Pasarán sólo unos cuantos años
antes de que yo emprenda el viaje sin regreso.
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
4 – Actividad de evangelización
5 – 2º Domingo de Adviento/ Comunión/ Debate sobre acción social
7 – Reunión de Consistorio
12 – 3er. Domingo de Adviento/ Mesa redonda: "Guadalupanismo y protestantismo"
18 – Cena de Navidad
19 – 40. Domingo de Adviento
24 – Culto de Navidad

A novedad de vida hemos sido llamados, L. Cervantes-Ortiz

28 de noviembre de 2010
1. Novedad de vida y Reino de Dios
La tradición juanina es la que insistió con mayor intensidad en las palabras de Jesús relacionadas con la vida traída por Jesús al mundo y centralizó en su persona misma la forma en que Dios ha hecho presente su intención de dotar a la existencia humana de una dignidad y plenitud que le permita sobreponerse a las adversidades y oposiciones para su realización. Cada ser humano es confrontado con la novedad de vida ofrecida por Jesús a fin de que logre salir de sus propias tinieblas para atisbar la posibilidad de sumarse, en la medida de sus fuerzas, a la praxis efectiva de los valores del Reino de Dios, como prenda de su plenificación en el futuro. De ahí que la propuesta de Jesús, al mostrarse él mismo como “camino, verdad y vida” (Jn 14.6) asimila el pasado tradicional anunciado por la frase histórica “Yo soy…”, tomada del acontecimiento del Éxodo, para proyectarlo hacia un presente continuo en donde la primacía de la vida como existencia plena y digna sea el eje alrededor del cual giren las demás realidades.
Este énfasis liberador, más que la insistencia en los aspectos meramente religiosos, trasciende las fronteras de una comprensión más limitada de la vida, como sobrevivencia, pues como bien anticiparon salmos como el 128, la vida no puede merecer ese nombre si se experimenta como carga y esfuerzo sin sentido (vv. 1-2): es trabajo en vano que sólo ocasiona fatiga y frustración. La presencia de Dios en la vida, sugiere el salmo, constituye la razón de ser de todo, el motor y la plataforma a partir de la cual todo encontrará no solamente un significado sino también las posibilidades reales de articular proyectos de vida acordes con los valores introducidos al mundo por la esperanza en la venida del Reino de Dios. De modo que las afirmaciones juaninas sobre la calidad de la vida, ligadas a la persona de Jesús, no son únicamente fórmulas prescriptivas acerca de una existencia idealizada. Así lo explica C.H. Dodd: “Al introducir el concepto de ‘vida eterna’ en el contexto del pensamiento filosófico griego, el evangelista ha suprimido, sin embargo, la cualidad abstracta y estática que es connatural al ‘misticismo’ griego o helenístico […] Aquí la afiliación de su pensamiento a antecedentes hebreos es importante porque la concepción hebrea de la vida entraña siempre las ideas de acción, de movimiento y de gozo”.
[1]
Como se ve, para esta tradición no existió contradicción entre los alcances escatológicos de la vida nueva (y eterna) anunciada por Jesús y los ideales y esperanzas antiguos, centrados en la afirmación de una vida larga, próspera y acompañada por una gran familia, resumen de las creencias sobre la forma en que Dios bendecía de verdad a su pueblo. Más bien, el cambio de matiz está en que la calidad de vida con que ahora se afronte el nuevo éon (la nueva etapa del plan de Dios en el mundo) no puede verse disminuida por los factores externos que se oponen a la realización del Reino de Dios en el mundo, por lo que la nueva vida es, por decirlo así, la “excepción ética” que el mundo se niega a reconocer como don divino y que, por ello, la combate porque los valores opuestos (anti-valores en realidad), instalados también en el mundo, libran una intensa lucha contra los criterios producidos por la acción de Dios. En este sentido, los portadores de la nueva vida tienen bien ubicada su trinchera al contraponerse a los “ímpetus del mundo” mediante la práctica de una existencia al servicio de los designios divinos. Ésa es la razón por la que las comunidades relacionadas con el “discípulo amado” se volvieron tan exigentes incluso con los integrantes de otras comunidades cristianas de la época, pues consideraban que la simpatía por el mundo en cuanto espacio de negación de la vida procedente de Dios era un retroceso a las formas de vida ya superadas por la venida del Reino anunciado por Jesús.

2. Novedad de vida, capacitación para luchar por la justicia
En Juan 14, la vida y la luz que emanan de Jesús, son algo anhelado por los discípulos que sienten que su señor y maestro los abandona. En diálogo con Pedro, Tomás y Felipe, él mismo les reitera cómo habrá de manifestarse la presencia de Dios en medio de la comunidad: “Vendrá pronto el momento en que, aunque él sea invisible para el mundo, sus discípulos lo verán; viéndole (y, por tanto, poseyendo la visión de Dios), tendrán vida; tendrán ese conocimiento de Dios que es participación real en la inhabitación mutua del Padre y del Hijo”.
[2] Por ello, las acciones de vida y esperanza de los integrantes de la comunidad cristiana representan una auténtica epifanía de la vida ofrecida por Dios en Jesús al mundo, cuyo anticipo máximo es la resurrección. No hay que esperar la muerte para comenzar a disfrutar de la vida eterna pues ésta comienza en el momento mismo en que se asume la obra redentora de Jesús como baluarte de la existencia. La vida tiene que desdoblarse y reproducirse en formas creativas que manifiesten con “obras de justicia” el obligado contraste entre la luz y las tinieblas, para utilizar el lenguaje juanino. Si este contraste se difumina o nubla, las obras de vida quedarán sometidas al poder de la injusticia y la maldad, en algo tan incongruente con la magnitud del esfuerzo divino al que estos textos hacen referencia.
El chileno Gastón Soublette lo expresó impecablemente en su poema “Rostro de hombre”:

La primavera sólo sabe responder con flores e insectos
Y los volcanes con fuego y cólera
La vida sólo sabe responder con la vida
¿No era eso lo único que deseamos a través de nuestra azarosa existencia?
Pues la vida se manifestó
y Pedro y Juan la vieron.
[3]

La esperanza en el regreso de Jesús, tal como la muestra Jn 14, ha de entenderse, entonces, como una afirmación de que la vida derrotará a la muerte, pero con “obras de justicia”, pues tal como lo expresó el apóstol Pablo, los creyentes, hijos e hijas de Dios, poseídos ahora “por la vida de Jesús” (II Co 4.10: “para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos”) y poniendo a funcionar la vida en su máxima expresión (4.12: “De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida”) los/as capacite para actuar en un sentido muy diferente al que prevalece en el mundo: “De igual manera el pecado ya no tiene poder sobre ustedes, sino que Cristo les ha dado vida, y ahora viven para agradar a Dios. Así que no dejen que el pecado los gobierne ni que los obligue a obedecer los malos deseos de su cuerpo [no desperdicien la vida]. Ustedes ya han muerto al pecado, pero ahora han vuelto a vivir. Así que no dejen que el pecado los use para hacer lo malo. Más bien entréguense a Dios, y hagan lo que a él le agrada” (Ro 6.11-13, Traducción en Lenguaje Actual; RV 1960: “…sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia”).
Esta acción de poner los miembros, el ser, la persona entera “al servicio de la justicia” es la manifestación máxima de la vida de Dios en el mundo a través de una práctica humanizante, dignificante y plenificante de la existencia en todas sus formas y manifestaciones.

Notas
[1] C.H. Dodd, Interpretación del Cuarto Evangelio. Madrid, Cristiandad, 1978, p. 159.
[2] Ibid., p. 405. Énfasis agregado.
[3] G. Soublette, “Rostro de hombre”, en L. Cervantes-Ortiz, ed., El salmo fugitivo. Antología de poesía religiosa latinoamericana. Terrassa (España), CLIE, 2009, p. 496.

Todos los días nace el Señor, J.A. Espinosa


Para vencer la pobreza nace el Señor;
para los pobres que sufren nace el Señor.
Por la igualdad de los hombres,
todos los días nace el Señor.

Para traernos amor nace el Señor;
para vencer egoísmos nace el Señor.
Al estrechar nuestras manos
todos los días nace el Señor.

Para quitar la opresión nace el Señor;
para borrar la injusticia nace el Señor.
En todo pueblo que grita
todos los días nace el Señor.

Para esta tierra sin luz nace el Señor;
para vencer las tinieblas nace el Señor.
Para cambiar nuestro mundo
todos los días nace el Señor.

Para traer libertad nace el Señor;
rompiendo nuestras cadenas nace el Señor.
En cada hombre que es libre
todos los días nace el Señor.

Para traernos la paz nace el Señor;
para esta tierra que sangra nace el Señor.
En todo hombre que lucha
todos los días nace el Señor.

Para este mundo dormido nace el Señor;
para inquietar nuestras vidas nace el Señor.
En cada hombre que espera
todos los días nace el Señor.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Letra 197, 21 de noviembre de 2010


CIEN AÑOS DE REVOLUCIÓN EN MÉXICO: HERENCIAS Y ESPERANZAS FALLIDAS (I)

ALC Noticias, 19 de noviembre de 2010


El recuerdo y la celebración del centenario del inicio de la Revolución en México, más allá de representar la ocasión para los obligatorios cortes transversales y evaluaciones históricas es, para muchos, la oportunidad de hacer un ajuste de cuentas con lo que representa la fecha como tal y, sobre todo, con el régimen que se presentó, durante casi 70 años, como su heredero. Las enormes esperanzas que vehiculó el movimiento revolucionario se cumplieron sólo parcialmente, y la manera en que la llamada “familia revolucionaria” se adueñó del control del país, adquirió en varias ocasiones tintes dictatoriales. Las transformaciones sociales fruto de la Revolución, especialmente en las áreas laboral, educativa y campesina, se fueron deformando progresivamente y degeneraron en la entrega de espacios a ciertas dirigencias caudillescas que perduran hasta la actualidad.
Por ello, el sabor que tiene este centésimo aniversario no puede ser sino extremadamente agridulce, pues al hecho de que la celebración la encabece un gobierno que no simpatía ideológicamente con el suceso histórico se agrega la firme sensación de que la Revolución fracasó profundamente al institucionalizarse en un régimen autoritario y corporativo. Algunas de las perspectivas con que antes se revisó el acontecimiento (una “Revolución interrumpida”, por ejemplo) han dejado su lugar a un análisis dominado por el escepticismo y por la aceptación general de una pésima conducción política contaminada por la corrupción predominante en el partido gobernante que surgió para las elecciones de 1929 (en las que fue pre-candidato el obregonista presbiteriano Aarón Sáenz), fecha que se identifica como el parte-aguas en el que “los hijos de la Revolución”, militares y civiles, se asumieron como sus representantes genuinos y definieron el rumbo del país.
Desde el sexenio anterior, en que Vicente Fox utilizó la figura de Francisco I. Madero para simbolizar su ruptura con el sistema priísta (más encariñado con la de Plutarco Elías Calles), se notó la manera en que la clase política ha modificado su comprensión de la historia del país. El énfasis maderista en la no-reelección y su ubicación oficial como “mártir de la democracia” no se ha visto correspondido con una auténtica voluntad de hacer visible el tan pregonado cambio. Las diferencias ideológicas y de comprensión histórica no pueden disminuir, aunque lo desee fervientemente este gobierno, la importancia de la Revolución como verdadera explosión del llamado “México profundo”, precisamente el que ahora está siendo despreciado, mal atendido y violentado. Y es que el ímpetu original de la primera revolución del siglo XX, al convertirse en gobierno de partido único y en monumento histórico, podría decirse que progresivamente fue sufriendo una “descomposición cultural” que con el paso del tiempo la desdibujó demasiado como punto de partida social.
Finalmente, la participación de núcleos protestantes en los primeros años del movimiento obedeció a que su cultura política de raíz liberal, colocó a buena parte de las comunidades en la oposición, lo que se reflejaría más tarde en el espíritu participativo propio de las iglesias “históricas”. Éstas, en medio de una práctica asociativa que les hizo experimentar formas democráticas que contradecían al sistema, contribuyeron con sus acciones cívicas, teñidas de un “juarismo” casi idolátrico, al proceso que desembocaría en 1910 con el estallido en diversas regiones. Incluso, hubo grupos vinculados al magonismo (dirigido por los hermanos Flores Magón), una corriente de inspiración anarquista. Los nombres del presbiteriano Hexiquio Forcada y del metodista José Rumbia Guzmán, auténticos agitadores sociales, sonaron muy fuerte en esta línea organizativa, pues ambos no dudaron en combinar sus labores pastorales con la lucha política.
Además, el protestantismo no tuvo problemas para relacionarse con los grupos de masones anti-porfiristas (sus aliados naturales) y con comunidades espiritistas que se luchaban contra la dictadura. No debe olvidarse que el propio Madero fue un creyente informado de esta última vertiente religiosa, pues como bien ha contado el novelista Ignacio Solares y muchos historiadores, siempre sintió que fue dirigido por un espíritu tutelar. En el norte del país, el nombre de Pascual Orozco, general evangélico, estuvo asociado al movimiento maderista.
Por el lado del zapatismo, el profesor Otilio Montaño colaboró intensamente en la redacción del Plan de Ayala. Y qué decir de personajes como Andrés Osuna y Moisés Sáenz (hermano de Aarón), importantes educadores cuya contribución a una de las vertientes más visibles de la Revolución fue valiosísima, conscientes como estaban de la necesidad de cambio que les producía su fe y la exigente coyuntura en un país que salía de la convulsión. Pocos evangélicos de hoy saben que Sáenz fue el creador de la educación secundaria y un notable defensor de la identidad indígena, prueba de lo cual es su clásico libro México íntegro.
Con la institucionalización del proceso revolucionario, las cosas cambiarían, pues las iglesias renunciaron en bloque a sus proyectos educativo, médico y asistencial (que tanto ayudaron a las clases subalternas) para cederlos a los gobiernos emanados de la Revolución triunfante. Hoy, los limitados recursos que invierten las comunidades evangélicas en esas áreas, especialmente la educativa, están dirigidos a clases económicas altas, en flagrante contradicción con el pasado. Éste es apenas un primer abordaje a lo que todavía puede representar hoy la lucha que comenzó hace exactamente 100 años. (LC-O)

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ORDENAN LA CursivaPRIMERA MUJER RABINO DESDE EL HOLOCAUSTO

Protestante Digital, 12 de noviembre de 2010


AFP. Alina Treier, de 31 años y originaria de Ucrania, se convirtió en rabino durante una ceremonia llena de emoción en una sinagoga del oeste de Berlín. Es la segunda mujer ordenada rabino en Alemania desde Regina Jonas, primera mujer del mundo en acceder a esa función en 1935, que fue asesinada en Auschwitz en 1944, a los 42 años. “Llenemos nuestros corazones de amor. Estemos unidos en el amor del Bien y de la voluntad de oponerse a la violencia y al conflicto”, dijo Treiger en una “Oración a Alemania” pronunciada al final de su ordenación, a la que asistió el presidente federal, Christian Wulff. A finales de noviembre, Alina Treiger debe tomar la dirección de la comunidad de la ciudad de Oldenburgo, cerca de Holanda.

Además de ser mujer, es originaria de la ex URSS y llegó a Alemania hace menos de diez años. Por ello afirma encarnar “la unión de tres culturas: judía, alemana y la de la antigua URSS”. Nacida en Poltava, una ciudad de 300.000 habitantes de lo que es hoy Ucrania, estudió en el instituto Abraham Geiger de Potsdam, cerca de Berlín. Creado en 1999, es el primer seminario rabínico en Europa continental desde el Holocausto.

El recorrido de la joven es emblemático de la comunidad judía alemana que, sobre las cenizas de la Shoah, se ha convertido hoy en una de las más dinámicas del mundo y está integrada en un 90% por miembros originarios de la ex URSS. Tras la caída del muro de Berlín, Alemania abrió sus puertas a los judíos del ex imperio soviético, víctimas de un fuerte antisemitismo, al concederles la nacionalidad alemana. Desde 1989, unos 220.000 judíos llegaron de la ex URSS a Alemania que contaba entonces con 30.000 judíos. En 1933, antes del gobierno de Hitler, la comunidad judía estaba formada por unos 600.000. Gran parte de ellos volvieron a partir a Israel, y la comunidad judía en Alemana cuenta hoy con unos 110.000 miembros, cuatro veces más que hace veinte años, según el Consejo Central de judíos de Alemania.


ORDENAN A LA PRIMERA RABINO NEGRA DE LA HISTORIA EN ESTADOS UNIDOS

www.soitu.es, 8 de junio de 2009


EFE. El Instituto Judío y de la Unión de Colegios Hebreos de Cincinnati (EU.) ordenó a Alysa Stanton, de 45 años, como la primera mujer afroamericana rabino de la historia, informó hoy la prensa local. Su intención como rabino, dijo, "es romper barreras y construir puentes hacia la esperanza". Stanton se ordenó junto con otras 29 mujeres y 13 hombres, en una ceremonia que se celebró este sábado en la sede del Instituto Judío y de la Unión de colegios Hebreos de Cincinnati, en el estado de Ohio (noreste). Según recoge la prensa local, Stanton dijo durante la ceremonia sentirse "honrada de ser la demostración visible de la 'nueva cara' del judaísmo".

Stanton se convirtió así en la primera mujer afroamericana rabino de la historia y pronto se mudará a Greenvile, en Carolina del Norte, para atender a la congregación Beit Shalom, a la que atienden 53 familias. Su intención como rabino, dijo, "es romper barreras y construir puentes hacia la esperanza".

La rabino se mudará a su nueva comunidad en agosto con su hija, Shana, de 14 años, a la que adoptó cuando tenía 14 meses de edad. Stanton desde pequeña mostró interés por otras religiones. A los 20 años se convirtió al judaísmo y en 2002 inició sus estudios para ser rabino en Jerusalén, formación que completó en el instituto de Cincinnati.

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PERSISTE DESIGUALDAD DE GÉNERO EN TODOS LOS ESTAMENTOS POLÍTICOS

Julio A. Carles


Ciudad de Panamá, miércoles, 17 de noviembre de 2010 (ALC). Con el paso de los años, las mujeres han logrado alcanzar, a pulso y con el sudor de su frente, algunos escaños políticos sufriendo en carne propia la martilleante tortura de diversas concepciones machistas que, en algunos casos, les han impedido alcanzar mayores conquistas. Esta lucha histórica se remonta a ese dominio de poder que nació en el seno de nuestra misma sociedad, donde el poder político ha sido reservado a los hombres que, desde su posición patriarcal, han impuesto un enfoque androcentrista. Aun así, en América Latina por ejemplo - y a pesar de la discriminación galopante - las féminas han logrado acaparar la atención en las esferas políticas de la región y ocupar, cada vez más, importantes cargos de decisión. Fue así como a principios del siglo XX, diversos grupos feministas comenzaron a movilizarse para luchar en defensa de sus derechos como ciudadanas y de esa manera, solo en el último quinquenio, cinco mujeres latinoamericanas han alcanzado, por elección popular, la presidencia en Argentina, Chile, Jamaica, Costa Rica y, recientemente, en Brasil. Haciendo un repaso de la historia política latinoamericana encontramos que Ecuador se convirtió en el primer país de la región en designar una ministra que ocupó el cargo de la cartera de Asuntos Interiores en 1944. Le siguió Panamá, que seis años después, en 1950, nombró a una ministra de Asuntos Sociales y, un par de años más tarde, a una de Trabajo. Sin embargo, sigue siendo una constante, en la mayoría de los países latinoamericanos, el hecho de que la participación de las mujeres en el poder Ejecutivo continúa increscendo, mientras desciende en los gobiernos locales. Frente a este desalentador panorama, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México y Perú han optado por implementar ‘leyes de cuotas’ para mejorar la participación de las mujeres. Sin embargo, Brasil, Ecuador, Bolivia, Honduras, México, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay registran muy bajos porcentajes de participación femenina. […]

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LÍDERES DE AIPRAL SE CAPACITAN EN ESPIRITUALIDAD REFORMADA Y LITURGIA


San Salvador, 12 de noviembre de 2010 (ALC). Desde el jueves 11 y hasta el domingo 14 de este mes, la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina-AIPRAL, organiza un encuentro sobre "Espiritualidad reformada y renovación litúrgica" en esta capital salvadoreña. Participan unos 30 líderes de las iglesias reformadas y presbiterianas de Mesoamérica y el Caribe. Los objetivos del taller son: capacitar al liderazgo proveyendo elementos para la actualización litúrgica y musical desde una perspectiva latinoamericana, así como procurar seleccionar personas de la región para acompañar la vida espiritual y celebrativa (liturgistas y músicos) de la próxima Asamblea General de AIPRAL, a realizarse en agosto de 2011 en Guatemala. El encuentro es coordinado por Loida Gáffaro de Valera y Elizabeth Hernández, colaborando desde Argentina el pastor Gerardo Oberman.

La actividad dio inicio con un culto organizado por la Iglesia Reformada Calvinista de El Salvador, anfitriona del encuentro. El sábado por la noche preveen un festival de música cristiana.

El domingo por la mañana concluirá con visitas y aportes en las liturgias de las iglesias en San Salvador. El Rev. German Zijlstra, secretario general de AIPRAL, dijo que se espera que los recursos creados en el taller puedan servir a la renovación litúrgica de las congregaciones y a la próxima Asamblea General cuyo lema será "El fruto de la justicia se siembra en paz y comunión".

Culto de oración y estudio, 23 de noviembre de 2010

Martes 23 de noviembre, 19 hrs.
SEGUNDO DISCURSO DE ELIFAZ (Job 15)
Modera: Hna. Marena Ponce
JOB 15.1-14, Dios habla hoy
El que es sabio no responde con palabras huecas ni se hincha con razones que solo son viento; no habla solo por hablar ni usa argumentos sin valor.
Pero tú acabas con la reverencia a Dios: ¡destruyes la devoción sincera!
Tu mala conciencia hace que hables así y que uses palabras engañosas.
No hace falta que yo te acuse, pues tu propia boca te condena.
¿Piensas que antes de ti no hubo ningún hombre, y que ni siquiera existían las montañas?
¿Acaso te crees el consejero privado de Dios, o el único sabio del mundo? ¿Qué sabes tú que nosotros no sepamos?
¿Qué conoces tú que nosotros ignoremos?
¡Nosotros somos gente ya madura, con más experiencia que tu propio padre! ¿No te basta con que Dios mismo te consuele y con que te hablemos suavemente? ¿Por qué te dejas llevar de la pasión y echas chispas por los ojos? ¿Por qué te enfureces contra Dios y das rienda suelta a tus protestas? No hay hombre que sea puro nque esté libre de culpa.
PRÓXIMAS ACTNegritaIVIDADES
27 – 2º Taller de Educación Cristiana
28 – 1er. Domingo de Adviento/ Día de la Unidad Presbiteriana/ Debate sobre Acción Social
DICIEMBRE
5 – 2º Domingo de Adviento/ Comunión

Dignidad de vida y vocación humana en el mundo, L. Cervantes-O.

21 de noviembre de 2010
1. La protesta profética contra la vida indigna y carente de plenitud
La tradición bíblica fue y es, a todas luces, libertaria, emancipadora. Si para la teoría política una revolución no concluye sino hasta que produce nuevas leyes y un nuevo acuerdo social (constitución), el legado bíblico del acontecimiento del Éxodo estuvo en plena consonancia con ese ideal: apenas salió el pueblo de la esclavitud, Dios en voz de Moisés procedió a establecer las bases legales de la nueva convivencia en libertad y dentro del marco del pacto antiguo con los antecesores/as, las madres y padres de Israel (Ex 20ss). La búsqueda de la vida digna para el pueblo tenía que pasar por un proceso de concientización religiosa y social que colocara el amor y la obediencia hacia Yahvé como centro espiritual que posibilitara y acarreara el ejercicio de una nueva existencia como colectividad, partiendo del irrestricto respeto por la vida individual y familiar. Para la época de Miqueas, en el siglo VIII a.C., la sociedad israelita se había alejado del ideal producido por aquél proceso y había instalado profundas desigualdades en su seno. De ahí que, ante la crisis nacional que se avecinaba, los profetas de la época (pertenecientes a la llamada etapa clásica de este movimiento religioso) aparecieron para denunciar la forma en que había sucedido ese alejamiento e hicieron intensos llamados a los gobernantes y al pueblo para retomar el camino. Su discurso, plagado de llamados al arrepentimiento, apelaba, sobre todo, a la observación y el reconocimiento de la injusticia estructural, así como al grado de desobediencia hacia la ley de Dios, que era, por así decirlo, como el signo de contradicción de la vida social.
Jorge Pixley resume así la perspectiva dominante del profeta en el famoso cap. 6: “La sección A' (5,9-6,7) nuevamente ataca el mal, la corrupción de medidas falsas, la violencia y la mentira (6,9-15). Contiene una querella (rîb) contra Israel, en la que se acusa al pueblo de olvidar las obras salvíficas de Yavé y pretender con sacrificios cubrir las injusticias (6,1-8)”.
[1] .El libro, para Pixley, sienta las bases espirituales para que la protesta profética contra la vida indigna que se había instalado como la “normalidad” se convierta en una auténtica insurrección, como se aprecia claramente en 3.9-11, en donde se critica la pretensión de justificar teológicamente la opresión, en flagrante violación del derecho divino establecido en la Ley mosaica. La advertencia y amenaza del v. 12 (“Sión será arada como campo y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas”) muestra las dimensiones del problema.
El pueblo es llamado a levantarse mediante una arenga que no sólo intenta abrirle los ojos, sino que, a la luz del pasado salvífico y redentor, coloca al pueblo una vez más como protagonista de su propia historia, con una actitud muy lejana a aceptar las imposiciones de sus clases gobernantes. Pixley explica cómo se trató de censurar este llamado incluso a la hora de redactar la versión final del cap. 2 para aligerar la lectura desde una clase social atacada por el texto:

Los traductores por lo general quitan la acción del pueblo como enemigo en el v.8, pues suponen que Miqueas fue censurado por dirigirse a los ricos y no pueden entender al texto, que claramente hace del pueblo el actor (y probablemente también el interpelado en la profecía censurada). El texto hebreo es claro sobre que es el pueblo el que se ha alzado. Una vez eliminado el pueblo como el interpelado, los imperativos del v.10 (“¡Alzaos, id, pues no es tiempo de descanso!”) se tienen que leer como un llamado a los ricos a huir. Si se tradujera en el v. 8 a “mi pueblo” como sujeto, entonces resultaría que ¡el pueblo es quien debe alzarse, pues no es tiempo de descanso!
[2]

De modo que hasta una revolución puede ser un acto de amor de Dios hacia su pueblo…
2. Amar al prójimo, a quien se ve, vocación humana para “vivir en el mundo”
Cada prójimo/a es portador/a de la imagen invisible de Dios, una imagen que se puede calificar de “moral”, dicho en términos más o menos legales. Si esa imagen va por doquier como una expresión visible de la presencia de Dios en el mundo, entonces no habría escapatoria para decir que no es posible amar a Dios y que este amor, como plantea I Jn, sólo es viable a partir de personas concretas. Estamos hablando entonces de una doble encarnación del amor de Dios en el mundo: siguiendo las pautas del Cuarto Evangelio, I Jn desea profundizar radicalmente en el hecho de que si Dios “vino en carne” en Jesús de Nazaret, también el prójimo es encarnación de Dios en el mundo y que a través de él es posible hacer visible el amor a Dios, el invisible. James Wheeler lo resumió así: “El amor de Dios hacia nosotros es un amor que engendra praxis de amor entre nosotros, y si no existe tal praxis el amor que Dios nos tiene no está en nosotros. A su vez, el amor nuestro a Dios sólo es posible y se verifica en nuestro amor al hermano. Si no existe el amor mutuo, entonces el amor a Dios es un mero decir (4:20). Esto es, en la praxis concreta de amor se verifica, realiza y completa tanto el amor que Dios nos tiene como nuestro amor a Él”.
[3]
Resulta bastante claro que I Jn 4 desarrolla amplia y creativamente la doctrina antropológica de la imagen de Dios en el ser humano: “El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”, dice primero (v. 8). Y si Jesús fue el Amor Encarnado, él enseña a “descubrir” en los demás la posibilidad de reflejar a Dios, en medio de toda su imperfección. “Nadie ha visto jamás a Dios” subraya más adelante (v. 12) para preparar el golpe final mediante otra audaz y comprometedora observación: “…pues como él, así somos nosotros en este mundo” (v. 17), y así afirmar contundentemente: “Si alguno dice: Yo amo a Dios y odia (misé, de donde vienen misantropía y misoginia) a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (v. 20). He aquí la fuente de la mayor de las revoluciones: la revolución del amor guiada por una experiencia de proj(x)imidad que es capaz de encontrarse con Dios en las demás personas, es decir, como iconos de Dios en medio del mundo.
Una revolución social (y no como ahora se vive en México, una “revolución de los ricos” (Carlos Tello M.),
[4] la cual, al parecer, comenzó en 1995, aunque otros la sitúan desde el sexenio de 1946-1952,[5] entonces, sólo puede verse como el ejercicio ético del amor más crítico dominado no sólo por un ansia de justicia sino también por el deseo de poner a funcionar un amor que produzca, sobre todo, igualdad y respeto sobre la base de la común imagen de Dios de la cual todos/as somos portadores/as. Estamos en el mundo, dice I Jn, para vivir existencias llenas de amor, de un amor cósmico, pero sobre todo concretado en los seres que nos rodean, incluso aquellos que nos producen alergia con su cercanía… No un amor fingido, contra el cual advierte en 3.18 (igual que Pablo en Ro 12.9a). Es lo que el biblista mexicano Raúl H. Lugo denomina el “amor eficaz”: “no existe otra alternativa; un amor a Dios que no se verifica en el amor concreto al prójimo, no es verdadero amor a Dios” y “Amor eficaz quiere decir, hoy por hoy en nuestro continente, lucha a brazo partido por la eliminación de las causas que producen la muerte de los pobres. Esta es la única manera, no solamente de amar al prójimo, sino de permitir que el amor de Dios se manifiesteNegrita en el mundo”.[6]
Notas
[1] J. Pixley, “Miqueas el libro y Miqueas el profeta”, en RIBLA, núm.35-36, www.claiweb.org/ribla/ribla35-36/miqueas%20el%20libro.html
[2] Idem.
[3] J. Wheeler, “Amor que genera compromiso. La estructura manifiesta de I Juan”, en RIBLA, núm. 17, www.claiweb.org/ribla/ribla17/8%20james.htm. Énfasis original.
[4] Antonio Castellanos, “Urge revertir la revolución de los ricos: Tello Macías”, en La Jornada, 9 de mayo de 2007: “..el sector privado empezó a buscar el poder en 1975, como una reacción entre otras cosas al movimiento estudiantil de 1968. Tomaron el poder y una forma fue conquistando ‘el futuro a través de las universidades privadas’. En 1975 los neopanistas empezaron a conquistar el poder de la periferia al centro. Fue ‘la revolución de los ricos’, en la que ahora unos cuantos se llevan la mayor parte del pastel”.
[5] Alicia Quiñones, “Álvaro Matute, “La revolución se detuvo con Miguel Alemán”, en Laberinto, supl. de Milenio, 20 de noviembre de 2010, http://impreso.milenio.com/node/8868145.
[6] R.H. Lugo R., “El amor eficaz, único criterio. (El amor al prójimo en la primera carta de San Juan)”, en RIBLA, núm. 17, www.claiweb.org/ribla/ribla17/9%20RODRIQUEZ.htm.

I Juan 4.11-21


Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de que nosotros vivimos en Dios y de que él vive en nosotros, es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y declaramos que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo. Cualquiera que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en Dios y Dios en él.

Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él. De esta manera se hace realidad el amor en nosotros, para que en el día del juicio tengamos confianza; porque nosotros somos en este mundo tal como es Jesucristo. Donde hay amor no hay miedo.

Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo, pues el miedo supone el castigo. Por eso, si alguien tiene miedo, es que no ha llegado a amar perfectamente. Nosotros amamos porque él nos amó primero.

Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Letra 196, 14 de noviembre de 2010


FINLANDIA: EL ESTADO IMPONE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO A LA IGLESIA
Pablo J. Ginés

La justicia civil en Finlandia ya multa a los clérigos que no aceptan al clero femenino. Un pastor luterano se negó en 2007 a compartir el altar con una pastora y ahora el Tribunal Supremo del país le condena por "discriminación de género".

¿Quién es un tribunal civil para decirle a un clérigo lo que debe creer o dejar de creer acerca del clero femenino y su eficacia pastoral o sacramental o litúrgica? ¿No hay separación Iglesia-Estado? No en Finlandia: la Iglesia Evangélica Luterana en Finlandia es la oficial del país, ligada al Estado y el Tribunal Supremo ha condenado a una multa (no muy grande, pero significativa) al pastor Ari Norro por negarse en 2007 a servir en el altar junto a la presbítera Petra Pohjanraitio. Aunque hace años que esta iglesia luterana de tradición muy liturgista "ordena" mujeres como "presbíteros" (con su alzacuellos y su camisa negra) parte del clero no acepta esta situación, entre ellos una asociación con un enfoque misionero llamada "Asociación Luterana Evangélica" a la que pertenece Ari Norro.

En la primavera de 2007, Norro fue invitado a ayudar como pastor en el servicio dominical en una iglesia en Hyvinkää, al sur de Finlandia. Una vez allí, descubrió que estaba establecido que la "presbítera" Petra Pohjanraitio distribuyera la comunión. Antes de comenzar el servicio religioso, Norro explicó a la clériga que por sus creencias apostólicas no podía servir en el altar con ella. El caso pasó a los tribunales civiles, y después de dos sentencias ahora ha llegado al Tribunal Supremo, donde se ha dictaminado que los miembros de la iglesia estatal tienen que acatar las mismas reglas sobre “la igualdad de género" y que “las acciones que son tomadas en base a la fe no pueden infringir los derechos humanos, lo que incluye la discriminación por género,” según queda señalado en la orden judicial.

No está claro si esta norma se aplicaría también a la Iglesia Católica -que no tiene relación oficial con el Estado- o a la Iglesia Nacional Ortodoxa de Finlandia, muy pequeña, que no ordena mujeres pero sí es oficial y se financia a través del Estado. ¿Se les puede denunciar por no tener clero femenino?
Luteranos muy litúrgicos de convicciones confusas
La Iglesia Luterana oficial de Finlandia agrupa en teoría al 80% de los finlandeses (4.3 millones) aunque casi nadie va a la iglesia en domingo. Es muy similar al anglicanismo; de hecho, forma parte de la "Comunión de Porvoo", que agrupa a 12 iglesias, luteranas del norte de Europa y también a la Iglesia de Inglaterra, que establecen entre ellas su "plena comunión" y de hecho permiten celebrar la comunión de forma conjunta. Aunque les gusta la liturgia vistosa, las mitras, báculos y demás símbolos de tradición católica, no creen en la doctrina católica de los sacramentos y la transubstanciación.
La Iglesia Luterana Nacional de Finlandia acepta el divorcio en ciertos casos; también acepta el aborto en caso de peligro para la vida de la madre, de violación y de "graves malformaciones". Tiene clero femenino, pero aún no ha aceptado la homosexualidad, al contrario que la vecina Iglesia estatal luterana sueca (con la que mantiene "plena comunión"), que tiene una obispa lesbiana activa en Estocolmo.
Grupos luteranos ya tantean unirse al catolicismo
En Inglaterra, el clero y los fieles conservadores pueden plantearse ingresar en el catolicismo a través de los ordinariatos anglocatólicos, manteniendo sus costumbres y liturgia, como han anunciado ya que harán 5 obispos anglicanos. Hay quien piensa que la constitución apostólica Anglicanorum Coetibus puede usarse para crear ordinariatos similares para luteranos litúrgicos cercanos al anglicanismo, como los que hay en Escandinavia.
Si los pastores conservadores como Ari Norro son multados por mantener sus creencias de siempre (y eso es lo que el Tribunal Supremo está pidiendo) puede que una oferta de ordinariato católico resulte interesante para muchos. Se sabe que al menos un grupo luterano de Estados Unidos llamado Iglesia Católica Angloluterana, que cuenta con una veintena de comunidades, inició en verano los contactos con la Congregación para la Doctrina de la Fe para ingresar en la Iglesia católica en grupo, según informa el diácono Keith Fournier en el digital norteamericano Catholic Online. Combinan elementos propios del anglicanismo, otros de tradición luterana y aceptan el Catecismo de la Iglesia católica, así como el documento conjunto de 1999 sobre la doctrina de la justificación que firmaron católicos y luteranos.
El pasado 17 de noviembre de 2009, Dwight Longenecker, antiguo pastor anglicano, hoy sacerdote católico, afirmaba que muchos luteranos, baptistas, metodistas y evangélicos admiran la liturgia y espiritualidad católica, al Papa y los santos, y que pueden encontrar más fácil aceptar el catolicismo a través de un «entorno anglicano» como el de los ordinariatos anglo-católicos. Esto podría pasar con muchos fieles en Estados Unidos, pero también en Escandinavia, con iglesias luteranas con gustos litúrgicos, pero cuya doctrina moral, sexual y sacramental va a la deriva.
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LA IGLESIA NO CAMBIA
Octavio Rodríguez Araujo
La Jornada, 11 de noviembre de 2010

Cuando Benedicto XVI, jefe mundial del catolicismo, declaró hace unos días que España atraviesa un periodo de laicismo agresivo y lo comparó con los tiempos de la Segunda República, lo que hizo fue ratificar el aval y el apoyo que su Iglesia le dio a la dictadura de Francisco Franco, caudillo de España por la gracia de Dios.

La Segunda República, me permito recordarlo, instituyó la separación de la Iglesia y el Estado en su Constitución de 1931, y en su artículo 26 señaló que todas las confesiones religiosas serán consideradas como asociaciones sometidas a una ley especial y, más importante aún –por su significado en México después de que el vocero de la Arquidiócesis dijo que por encima de nuestras leyes estaban las de Dios–, fue que explícitamente señalaba que quedarían disueltas las órdenes religiosas que estatutariamente impongan, además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado. Esto y más lo echó abajo el franquismo y al Papa alemán le ha molestado que ese laicismo de la República Española haya sido retomado por los gobiernos posteriores a la larga noche de la dictadura que no sólo fue fascista sino favorecedora de las órdenes religiosas más reaccionarias del siglo XX, entre ellas el Opus Dei y la Legión de Cristo, ahora tan de moda por los crímenes de Marcial Maciel.

La Jornada (6/11/10) citó una significativa declaración de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que reúne a víctimas y familiares de la represión de Franco: Es lamentable que Benedicto XVI haga esas declaraciones en uno de los países donde se han producido más abusos de todo tipo por religiosos católicos, y que haya desaprovechado la oportunidad de pedir perdón por el apoyo de la Iglesia católica a la dictadura. No conforme con esas reaccionarias declaraciones, que nos recuerdan el nefasto papel de la Iglesia católica en la persecución de judíos y musulmanes, la Inquisición y las bendiciones papales al fascismo europeo y latinoamericano, Benedicto volvió a la carga en contra del Estado laico, del aborto, de los anticonceptivos, del condón, de la homosexualidad y de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Y, por si no fuera suficiente, en el colmo de la chabacanería estética, consagró la feísima iglesia diseñada por Antoni Gaudí que ni siquiera está terminada.

En México sabemos muy bien lo que significan declaraciones como las mencionadas, realizadas por el jefe mundial de la Iglesia católica. Las padecimos en los tiempos de Calles y el maximato, cuando hubo encíclicas directamente dirigidas a incitar a la rebeldía contra nuestra avanzada Constitución (previa, hay que decirlo, a la de la Segunda República española) y a desobedecer a los gobiernos de nuestro país. Las padecemos ahora en voz de la alta jerarquía eclesiástica y de los grupos de católicos seglares que representan a las fuerzas más reaccionarias de nuestra maltratada nación, a la contrahistoria y a los valores cuasi fascistas que insisten en revivir.

En unos días saldrá a la luz un libro que titulé (provocadoramente, lo confieso) La Iglesia contra México. Este libro, con veintiún autores*, será una aportación al debate sobre el tema. Se abordan los problemas de la intervención de la Iglesia contra el laicismo y sus campañas no olvidadas contra el comunismo (aunque éste no esté de moda en la actualidad); sus ataques a las instituciones de la República y a las leyes que permiten el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo y a las limitaciones para que curas y monjas se apoderen de la educación de los niños, por lo menos en las escuelas públicas. Se destaca también su oposición a los homosexuales, al condón, a la píldora del día siguiente, a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, a la libertad de las mujeres, incluso católicas, para decidir sobre su propio cuerpo, a la democracia, a la ciencia y a la libertad de creencias. También hace referencia a otros temas de enorme importancia como la relación con el narco y al uso de la religión como fuente de poder.

La Iglesia católica (y no es la única) sigue insistiendo en la imposición de sus obsoletos valores religiosos en la esfera pública y, por quién sabe qué razones, continúa pensando colectivamente (como institución) que el hecho de que en algunos países tenga seguidores (su famoso rebaño de fieles) la autoriza a meterse en el reino del César en lugar de conformarse con el reino de Dios, que debiera ser bastante. ¿Habrá en la Iglesia católica otro papa como Juan XXIII? Bueno sería que hubiera otro aggiornamento como lo intentó ser el Concilio Vaticano II: buscar lo positivo de los tiempos nuevos y establecer un fructífero diálogo con el mundo de nuestra época con énfasis en lo que une a la humanidad y no en lo que la separa.

Benedicto/Ratzinger no ha querido reformar su iglesia ni entender lo que la mayoría de la gente, religiosa o no, desea en su vida cotidiana. Cree, neciamente, que sigue viviendo en la España de los reyes católicos del siglo XV y su limpieza religiosa. Piensa que vive todavía en la época de las conquistas y sometimientos de entonces, nada cristianos por cierto aunque se les llamara evangelización. La intolerancia sigue esparciéndose desde el Vaticano en similar proporción que sus nexos y complicidades con las fuerzas más conservadoras y poderosas del mundo cristiano, razón por la cual pierde adeptos y aceptación entre las nuevas generaciones.

* Los autores son: John M. Ackerman, Rafael Barajas (El Fisgón), Bernardo Barranco V., Roy Campos (Consulta Mitofsky), Fernando del Paso, Álvaro Delgado, Rodolfo Echeverría Ruiz, Javier Flores, Felipe Gaytán Alcalá, Antonio Helguera (Helguera), Juan Luis Hernández, José Hernández (Hernández), Marta Lamas, María Consuelo Mejía (Católicas por el Derecho a Decidir), María Marha Pacheco, Braulio Peralta, Samuel Ramos Palacios, Gonzalo Rocha (Rocha), Octavio Rodríguez Araujo, Pablo Serrano Álvarez y Josué Tinoco Amador.

Culto de oración y estudio, 16 de noviembre de 2010

JOB SE DIRIGE A DIOS (Job 14)
Modera: Hno. David Ábrego
JOB 14.1-9, Dios habla hoy
El hombre, nacido de mujer, tiene una vida corta y llena de zozobras.
Es como una flor que se abre y luego se marchita; pasa y desaparece como una sombra.
¿Y en este hombre has puesto los ojos, y contra él quieres entablar un juicio?
No hay nadie que pueda sacar pureza de la impureza.
Si tú eres quien determina cuánto ha de vivir el hombre, y le pones un límite que no puede pasar, aparta de él tus ojos y déjalo en paz; ¡déjalo disfrutar de su vida de asalariado!
Cuando se corta un árbol, queda aún la esperanza de que retoñe y
de que jamás le falten renuevos.
Aunque ya esté vieja la raíz y el tronco se esté pudriendo en el suelo, al sentir la frescura del agua, reverdecerá; echará ramas como una planta tierna.

La vida plena y los dones de Dios para el servicio, L. Cervantes-Ortiz

14 de noviembre de 2010

Romanos 12.4-18

Dios Habla Hoy

Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los miembros sirven para lo mismo, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros de un mismo cuerpo. Dios nos ha dado diferentes dones, según lo que él quiso dar a cada uno.

Por lo tanto, si Dios nos ha dado el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; si nos ha dado el don de servir a otros, sirvámoslos bien. El que haya recibido el don de enseñar, que se dedique a la enseñanza; el que haya recibido el don de animar a otros, que se dedique a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo cuidado; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría.

Ámense sinceramente unos a otros. Aborrezcan lo malo y apéguense a lo bueno. Ámense como hermanos los unos a los otros, dándose preferencia y respetándose mutuamente.

Esfuércense, no sean perezosos y sirvan al Señor con corazón ferviente.

Vivan alegres por la esperanza que tienen; soporten con valor los sufrimientos; no dejen nunca de orar.

Hagan suyas las necesidades del pueblo santo; reciban bien a quienes los visitan.

Bendigan a quienes los persiguen. Bendíganlos y no los maldigan.

Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran. No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos.

Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos.

Queridos hermanos, no tomen venganza ustedes mismos, sino dejen que Dios sea quien castigue; porque la Escritura dice: "A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré, dice el Señor.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Letra 195, 7 de noviembre de 2010


A DIOS NO SE LE MUEREN SUS HIJOS

José Antonio Pagola
Eclesalia, 3 de noviembre de 2010


Jesús ha sido siempre muy sobrio al hablar de la vida nueva después de la resurrección. Sin embargo, cuando un grupo de aristócratas saduceos trata de ridiculizar la fe en la resurrección de los muertos, Jesús reacciona elevando la cuestión a su verdadero nivel y haciendo dos afirmaciones básicas. Antes que nada, Jesús rechaza la idea pueril de los saduceos que imaginan la vida de los resucitados como prolongación de esta vida que ahora conocemos. Es un error representarnos la vida resucitada por Dios a partir de nuestras experiencias actuales.
Hay una diferencia radical entre nuestra vida terrestre y esa vida plena, sustentada directamente por el amor de Dios después de la muerte. Esa Vida es absolutamente "nueva". Por eso, la podemos esperar pero nunca describir o explicar.
Las primeras generaciones cristianas mantuvieron esa actitud humilde y honesta ante el misterio de la "vida eterna". Pablo les dice a los creyentes de Corinto que se trata de algo que "el ojo nunca vio ni el oído oyó ni hombre alguno ha imaginado, algo que Dios ha preparado a los que lo aman".
Estas palabras nos sirven de advertencia sana y de orientación gozosa. Por una parte, el cielo es una "novedad" que está más allá de cualquier experiencia terrestre, pero, por otra, es una vida "preparada" por Dios para el cumplimiento pleno de nuestras aspiraciones más hondas. Lo propio de la fe no es satisfacer ingenuamente la curiosidad, sino alimentar el deseo, la expectación y la esperanza confiada en Dios.
Esto es, precisamente, lo que busca Jesús apelando con toda sencillez a un hecho aceptado por los saduceos: a Dios se le llama en la tradición bíblica «Dios de Abrahán, Isaac y Jacob». A pesar de que estos patriarcas han muerto, Dios sigue siendo su Dios, su protector, su amigo. La muerte no ha podido destruir el amor y la fidelidad de Dios hacia ellos.

Jesús saca su propia conclusión haciendo una afirmación decisiva para nuestra fe: «Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos». Dios es fuente inagotable de vida. La muerte no le va dejando a Dios sin sus hijos e hijas queridos. Cuando nosotros los lloramos porque los hemos perdido en esta tierra, Dios los contempla llenos de vida porque los ha acogido en su amor de Padre.
Según Jesús, la unión de Dios con sus hijos no puede ser destruida por la muerte. Su amor es más fuerte que nuestra extinción biológica. Por eso, con fe humilde nos atrevemos a invocarlo: "Dios mío, en Ti confío. No quede yo defraudado" (Salmo 25.1-2).
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ESTADO LAICO Y CRISTIANISMO LAICO
José María Castillo
Teología sin Censura, 23 de octubre de 2010


La manifestación del sábado 23 de octubre, por las calles de Madrid, en la que numerosos colectivos de ciudadanos y de creyentes han expresado su protesta por la mal disimulada "confesionalidad" de un Estado (el español) que constitucionalmente es "no-confesional" (Const. Española, art. 16, 3), plantea, entre otras, una cuestión que los cristianos tendríamos que afrontar con lucidez, valentía y libertad. Esta cuestión se refiere, no a la confesionalidad religiosa del
Estado, sino a la confesionalidad religiosa del Cristianismo. Digo esto porque parece razonable sospechar que bastantes ciudadanos (sean o no sean cristianos) ven un serio problema en la confesionalidad religiosa del Estado. Lo cual es, efectivamente, un problema importante, que necesita ser debidamente matizado por los expertos en Derecho Constitucional. Y por eso entiendo que es enteramente razonable y necesario que muchos ciudadanos, sean o no sean creyentes, protesten por el hecho de que sus dineros se dediquen a costear una confesión religiosa (la Iglesia) o a pagar los viajes del papa.
Pero creo que es de suma importancia caer en la cuenta de que, para los cristianos, el problema de fondo no es el problema de la confesionalidad religiosa del Estado, sino el de la confesionalidad religiosa del Cristianismo. Digo esto porque, a mi manera de ver (no hablo ahora de los ciudadanos no-creyentes), la cuestión más seria que se le plantea a la Iglesia y se nos plantea a los cristianos, no es que el Estado español aclare, según el Derecho Constitucional, el significado y los límites de sus relaciones con la Iglesia (y con las demás confesiones religiosas), sino que la Iglesia y los cristianos nos aclaremos sobre nuestras relaciones con el Evangelio de Jesús.
La pregunta que, con lucidez, valentía y libertad, tenemos que afrontar los cristianos es la siguiente: si leemos atentamente los evangelios, ¿podemos asegurar que Jesús fundó y quiso una "confesión religiosa", es decir, una "religión", como otra más entre tantas otras religiones que hay en el mundo? A los cristianos - y más a los católicos - nos han educado en el convencimiento de que el Cristianismo es una religión. Es más, siempre se nos ha dicho que el cristianismo es la única religión verdadera. Lo que supone obviamente que todas las demás son falsas. Pero, con el Evangelio en las manos, ¿podemos afirmar que eso es así con toda seguridad?
Por supuesto, Jesús fue un hombre profundamente religioso. Su intensa y frecuente relación con el Padre del cielo, su prolongada oración al Padre del cielo, su predicación sobre el Reino de Dios, la fe en Dios, la bondad de Dios, todo eso pone en evidencia la intensa religiosidad de Jesús. Es, pues, correcto decir que Jesús fue un profeta de Dios, un carismático religioso, un místico que vivió una profunda experiencia de Dios. Pero también todo eso pone de manifiesto que la religiosidad de Jesús no se acomodó, ni se ajustó, ni estuvo de acuerdo con la religión establecida, ni siquiera con el hecho religioso tal como suele ser vivido y practicado en casi todas las confesiones religiosas que conocemos. ¿Por qué?
Según el gran relato del Evangelio, Jesús fue un hombre conflictivo. De forma que el relato global del Evangelio es el relato de un conflicto. Un conflicto tan grave, que acabó en violencia y muerte: la muerte violenta de Jesús. Ahora bien, lo decisivo, en este relato, está en que el conflicto, que se nos relata, fue el enfrentamiento de Jesús con la religión. La religiosidad de Jesús fue una religiosidad "marginal", es decir, él vivió su relación con el Padre al margen de la religión oficial. Nunca, en los evangelios, se nos dice que Jesús fuera a orar al templo, ni que participara en los sacrificios rituales que imponía la liturgia del templo. Ni Jesús construyó un templo o una capilla aparte. Sabemos, además, la denuncia tan grave que hizo Jesús contra el templo, del que dijo que había sido convertido en "una cueva de bandidos". Por otra parte, Jesús tuvo conflictos frecuentes con los observantes religiosos por causa de su no observancia de preceptos que imponía la religión(observancia del sábado, del ayuno, de las purificaciones rituales...). Jesús, además, se enfrentó a los sacerdotes y, sobre todo, a los sumos sacerdotes. Hasta el extremo de que fue el consejo supremo del Sanedrín el que decretó su muerte y forzó al procurador romano, Pilatos, para que firmara la ejecución de Jesús en una cruz.
Es verdad que la teología de san Pablo presenta una interpretación distinta de la muerte de Cristo, como sacrificio y expiación por nuestros pecados. De forma que la decisión de la muerte de Jesús fue una decisión del Padre, para nuestra redención y salvación. Esto es lo que san Pablo explicó en sus cartas entre los años 50-55. Pero sabemos que, algunos años después, a partir del año 70, los evangelios, empezando por el de Marcos, nos dejaron claro que una cosa es la "interpretación teológica", que dio
Pablo de la vida y la muerte de Cristo, y otra cosa es el "relato histórico" que presentan los evangelios de cómo fue la vida y por qué ocurrió la muerte de Jesús. Es cierto que los cristianos tenemos que saber armonizar la "interpretación teológica" de Pablo con el "relato histórico" de los evangelios. Pero el hecho es que, en la historia del cristianismo, esta armonización se ha hecho de forma que la "interpretación teológica" de Pablo ha sido más determinante, para la teología cristiana, que el "relato histórico" de los evangelios.
La consecuencia ha sido que el Cristianismo y la Iglesia se han orientado y configurado, ante todo, como una "religión" (templos, sacerdotes, sacramentos, dogmas, poderes religiosos...), siendo así que, en realidad, Jesús de Nazaret no pensó en nada de eso, ni en su vida se dedicó a poner en práctica nada de eso. De ahí que los grandes temas de Pablo son los que han configurado la "teología" cristina, mientras que los relatos de la vida de Jesús han quedado, en la vida y funcionamiento de la Iglesia, relegados a un segundo término, como elementos inspiradores de la "espiritualidad" cristiana.
Así las cosas, y volviendo al comienzo de esta reflexión, lo más lógico tendría que ser que los cristianos nos preocupemos, ante todo y sobre todo, por vivir um "cristianismo laico", como lo vivió Jesús de Nazaret. Porque, si vivimos así nuestra relación con Jesús, lucharíamos más contra el Estado confesional y nos esforzaríamos mucho más por nuestra "religiosidad laica" y nuestra profunda espiritualidad, la "religiosidad alternativa", que vivió y nos enseñó Jesús.


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CALVINO LE PUJSO LETRA A LA REFORMA: O. MALY


"Podríamos entender a la Reforma como una obra musical, en la cual Lutero escribió la música, y vino Calvino y le puso letra".

En el Día de la Reforma se recuerda también la figura del francés Juan Calvino, junto con Lutero uno sus impulsores fundamentales. "Lutero fue el inspirador de la Reforma, el iniciador, sobre todo por venir del clero mismo y por el impacto profundo de sus 95 Tesis. Si yo tuviera que definir un poquito la relación entre Lutero y Calvino diría que podríamos entender a la Reforma como una obra musical, en la cual Lutero escribió la música, y vino Calvino y le puso letra", expresó el pastor Osvaldo Maly, de la Iglesia Reformada de Tres Arroyos, denominación cristiana de raíz calvinista.
"Cuando Lutero clavaba las 95 Tesis Calvino apenas tenía ocho años. Lo que Lutero logra es abrir las ventanas hacia la Palabra de Dios, e invita a iniciar el diálogo profundo sobre la necesidad de volver a las Escrituras".
Tal cual le sucedió a Lutero, Calvino sufrió una profunda transformación al tomar contacto con el Evangelio, que sería el puntapié inicial para el comienzo de su prolífica obra y de la reforma que posteriormente iniciaría. "Se encontró con un Jesucristo que le muestra con sus hechos y con su vida que la conciencia no tiene límites ni puede ser contenida por una estructura. Que uno está frente a Dios y no hay estructura que lo limite. Entendió que existe una relación muy franca entre Jesucristo y el hombre".

La conversión
Abogado como su padre, proveniente de una familia acomodada, "llegó a la teología gracias a su afición por el estudio, por el conocimiento. Le gustaba mucho escribir, era su pasión, y el hecho de ser un estudiante con mucha capacidad le permitió acceder a literatura que no era frecuente en aquella época porque recién se había descubierto la imprenta, y no era fácil tener una biblioteca a mano. Siendo muy joven, a los 18 ó 20 años, estudió el latín y a partir de allí comenzó a tener un contacto con la Escritura, luego cuando estudió griego y hebreo comenzó a darse cuenta de que muchas de las cosas que se enseñaban en la iglesia dominante estaban en contradicción con lo que decía la Palabra de Dios. Y ahí comenzó su camino, en pleno surgimiento de la Inquisición, las hogueras y la proliferación de mártires, de un lado y del otro. Tuvo sus dudas, también tuvo que huir, y escaparse, un tiempo. Es por esos años, aproximadamente a los 26 años, que escribió el primer tomo de su obra cumbre, 'La institución de la religión cristiana', que es una especie de catecismo y magistralmente expresa y argumenta, con su estilo de abogado, cada uno de sus postulados".

Seguir reformando
"Si tengo que hacerme una imagen de Calvino diría que él tenía en una mano la Biblia y en la otra la realidad", sostuvo Mali. "Analizaba la realidad en base a las Escrituras, y escribía y vivía de acuerdo a eso, para él era algo esencial. Y esto se ha ido manteniendo a través de los siglos en nuestras iglesias reformadas: la idea es seguir reformando, siempre, nunca quedarnos en el tiempo ni creamos nuevas estructuras con visión de eternidad, sino que nuestra expresión de la fe debería, por lo menos, estar siempre abierta al movimiento del Espíritu y debemos analizar siempre la realidad. En ese sentido Calvino ha sido muy claro, y nosotros hacemos lo posible por continuar siendo fieles a su legado".

Calvino
Juan Calvino nació en Noyon, localidad de la Picardía, en el norte de Francia, el 10 de julio de 1509. Hijo del secretario del obispado de su ciudad natal, cursó estudios de humanidades en famosos colegios parisienses y más tarde de leyes en las universidades de Orleans y Brujas, donde tuvo como maestros a importantes pensadores de la época. En 1532, Calvino evidenció sus sólidos conocimientos de latín e historia con su edición del tratado de Séneca De clementia (Sobre la clemencia).
Poco después de publicar esta obra, Calvino se convirtió al protestantismo. A principios de 1535 se instaló en Basilea, Suiza, y allí apareció al año siguiente su obra fundamental, Christianae religionis institutio (Institución de la religión cristiana). Con esta obra, traducida al francés en 1541, Calvino se convirtió en uno de los principales teólogos protestantes.Desde 1538 hasta 1541 residió en Estrasburgo, donde creó una nueva liturgia y asentó nuevas instituciones parroquiales, al tiempo que dirigía personalmente una congregación. En esos años participó en varios concilios entre católicos y protestantes y conoció a importantes teólogos luteranos como Melanchton y Martín Lutero.
En Ginebra aplicó sus ideas religiosas, de gran austeridad, y por medio de las ordenanzas eclesiásticas organizó la iglesia de Ginebra, que sería la base de todas las iglesias del protestantismo reformado. Juan Calvino murió en Ginebra el 27 de mayo de 1564, a los 54 años de edad.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...