domingo, 27 de mayo de 2018

Letra 570, 27 de mayo de 2018


LOS HOMBRES DEL MAESTRO (XIV)
JUDAS ISCARIOTE
Carlos de Villapadierna

Resultado de imagen para judah iscariot páintingHablamos aquí de la figura más tristemente célebre y más universalmente conocida: Judas Iscariote. Aunque algunas veces se le llama “hijo de Simón” (Jn 6.17; 13.2, 26), el apelativo común es “Iscariote”. En el N. T. encontramos “Ikarioth” e “Iskariotes”, como sobrenombre de Judas, el que traicionó a Jesús y lo entregó a las autoridades judías. “Iskarioth” se halla en Mc 3.19; 14.10; Lc 6.16, y en algunos códices (Mt 10.4 C y Lc 22.47 D). “Iscariotes” aparece en Mt 10, 4; 26, 14; Lc 22, 3; Jn 6, 71; 12, 4; 13, 2, 26; 14, 22, y en algunos códices. Significativamente falta la vocal inicial «I» en el códice C (Mc 3, 19; Lc 6, 16; Jn 6, 71): de este modo “Skarioth” (Mt 10.4; 26.14; Mc 14, 10), “Skariotes” (Jn 12.4; 12.2, 26; 14.22).
Según los cuatro evangelios, Jesús es entregado a las autoridades judías por uno de los Doce, llamado Judas (Mc 14.43; Mt 26.47; Lc 22.47; Jn 18.3). Hijo de Simón Iscariote (Jn 6, 71), se le nombra siempre en último lugar en la lista de los apóstoles (Mt 10.4; Mr 3.19; Lc 6.16) y siempre con la apostilla: “el que lo entregó” (Mt, Mc) o “el traidor” (Lc). En las listas de los apóstoles de Lc 6.14-16 y Hech 1.13, se menciona, en lugar de Tadeo, a un segundo Judas (Mc 3, 18; Mt 10, 2), a quien, por la añadidura de tou Jacobou (= hijo de Santiago) se le diferencia de Judas Iscariote (Cf. Jn 14.22). Los tres sinópticos narran sus relaciones con el Sanedrín (Mt 6.14-16; Mc 14.10-11; Lc 22.3-6): su intervención en la última Cena (Mt 26.25) y el beso en el huerto de Getsemaní (Mt 26.48-50; Mr 14.43-52; Lc 22.47-52). Solamente Mateo (27.3-10) cuenta el arrepentimiento y suicidio de Judas. En el evangelio de Juan se describe más amplia y minuciosamente la evolución psicológica, político-religiosa y relacional con Jesús: -Después del discurso del “pan de vida” la ruptura es total (6.70s) = ”uno de vosotros es un diablo”: “lo decía por Judas, el de Simón Iscariote, porque éste, que era uno de los Doce, le iba a entregar”.
A ello se añaden anomalías en la administración (12.4-6): “¿Por qué este perfume no se ha vendido en trescientos denarios para dar a los pobres?”. “No le importaban los pobres, sino porque era ladrón, y siendo el encargado de la bolsa, sustraía lo que en ella se echaba”. Su decepción le lleva a denunciar el paradero de Jesús (Jn 11.56) y pide por la entrega del Maestro treinta monedas de plata (Mt 26.15 s; Mr 14.10-11; Lc 22.3-6). Jesús habla tres veces del traidor con frases generales (Jn 13.10, 18-20; Mt 26.21-24, cf. Jn 13.21s) y luego lo señala al entregarle el bocado (13.23-29). Cuando Jesús es condenado, Judas se arrepiente de lo hecho y devuelve las treinta monedas; los sacerdotes y ancianos se niegan a recibirlas; Judas se aleja y se ahorca (Mt 27.3-5; Cf. Hch 1.18).
Los autores se preguntan: ¿Por qué semejante persona fue escogido como miembro de los Doce? ¿Qué motivos lo impulsaron a traicionar a Jesús? El final de Judas. La cuestión de su historicidad. Algunas de estas cuestiones pertenecen a la ciencia ficción, otras, al complicado mundo psicológico de la persona, otras, a la misma comprensión o rechazo de la actuación de Jesús que fuerzan en Judas un distanciamiento progresivo. Dejemos, pues, a los comentaristas que sigan hallando convincentes soluciones.
La cuestión de la historicidad tiene respuestas en el contexto de la historicidad de los Doce. Todos los evangelios concuerdan en la narración de la «hazaña» realizada por Jesús, pero incluyen diferentes matices al dibujar su personalidad: hay evidentemente una coloración teológica debida al evangelista y una retrospección eclesial, destacando, entre otras cosas, el aspecto de símbolo para la comunidad cristiana. Solamente en Marcos aparece la expresión: “uno que está comiendo conmigo”, “uno de los doce que moja en el plato conmigo” (14.18-20). “En el Iscariote encuentra la comunidad lo que puede sucederle a ella misma” (M. Limbeck). Mateo interpreta la acción y la suerte corrida por Iscariote a la luz de Zac 11.12s y Dt 21.7s: con la acción de Iscariote se realiza en el seno del pueblo judío una ruptura parecida a la que se produjo entre Samaria y Jerusalén. Cuando los sacerdotes principales -en contraste con Dt 21.7s- compran un terreno con el dinero obtenido con el derramamiento de sangre inocente, cargan sobre su pueblo esta culpa. (M. Limbeck). Lucas llama a Iscariote traidor (6.16) e instrumento de Satanás. El destino de Iscariote es el que aguarda a los impíos (Hch 1.16-20). Para Juan, Iscariote es también instrumento de Satanás (6.70; 13.2), y además ladrón (12.6). La entrega que Jesús hace de su vida no surte efecto en él (13.10), es el hijo perdido (17.12).
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EL CAMINAR DEL DISCÍPULO
DISCIPULADO Y SEGUIMIENTO DE JESÚS

EL SEGUIMIENTO Y EL INDIVIDUO
Dietrich Bonhoeffer

Resultado de imagen para bonhoeffer prisonPero como no se trata de ideales, de valoraciones, de responsabilidades, sino de hechos cumplidos y de su reconocimiento, es decir, de la persona misma del mediador, que se interpone entre nosotros y el mundo, es preciso romper con las relaciones inmediatas de la vida, es preciso que el que ha sido llamado se convierta en un individuo delante del mediador.
Quien ha sido llamado por Jesús aprende que en sus relaciones con el mundo ha vivido en medio de una ilusión. Esta ilusión se llama inmediatez. Le ha impedido la fe y la obediencia. Ahora sabe que no puede tener ninguna inmediatez, ni siquiera en los lazos más estrechos de su vida, los lazos de la sangre que le unen a su padre y a su madre, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, los lazos del amor conyugal, los de las responsabilidades históricas. Después de Jesús, no hay para sus discípulos ninguna relación inmediata en el plano natural, histórico o vivencial. Entre el hijo y su padre, entre el hombre y su esposa, entre el individuo y su pueblo, se halla Cristo, el mediador, puedan o no reconocerle. Para nosotros no hay más camino hacia el prójimo que el que pasa por Cristo, por su palabra y nuestro seguimiento. La inmediatez es una impostura.
Y como conviene detestar la impostura que nos vela la verdad, también debemos detestar, a causa de Cristo mediador, la relación inmediata con los datos naturales de la vida. Siempre que una comunidad nos impida ser un individuo delante de Cristo, siempre que una comunidad reivindique la inmediatez, hay que detestarla a causa de Cristo; porque toda inmediatez es, conscientemente o no, odio a Cristo, el mediador, incluso cuando quiere ser comprendida cristianamente.
Es un grave error de la teología utilizar la mediación de Jesús entre Dios y el hombre para justificar las relaciones inmediatas de la vida. Si Jesús es el mediador, se dice, ha cargado al mismo tiempo con el pecado de todas nuestras relaciones inmediatas con el mundo y, de este modo, nos ha justificado. Jesús es nuestro mediador con Dios para que podamos, con buena conciencia, volver a relacionarnos inmediatamente con el mundo, con este mundo que crucificó a Cristo. De esta forma se reduce a un denominador común el amor a Dios y el amor al mundo. Y la ruptura con los datos del mundo se convierte ahora en incomprensión «legalista» de la gracia de Dios, que pretendería precisamente ahorrarnos esta ruptura.
De las palabras pronunciadas por Jesús sobre el odio a las relaciones inmediatas se hace un “sí” alegre y espontáneo a las “realidades de este mundo, que son dones de Dios”. Una vez más, la justificación del pecador se convierte en justificación del pecado.
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LA POLÍTICA (I)
Roger Mehl

No es evidente que se pueda o deba elaborar una ética cristiana cuyo objeto sea la política. La historia de la cristiandad en Occidente ha hecho esta misión imposible o aparentemente inútil durante mucho tiempo. En efecto, en una sociedad no pluralista y oficialmente cristiana, el soberano (príncipe o magistrado) era naturalmente cristiano y debía practicar una política que estuviera en lo esencial de acuerdo con el evangelio y con las orientaciones de la Iglesia. Además, se admitía la existencia de dos campos distintos, el temporal y el espiritual.
A esta dicotomía correspondían dos tipos de poderes distintos, el poder temporal, ejercido por el Estado, y el poder espiritual, ejercido por la Iglesia. Los dos poderes estarían ordenados a Dios, pero gozaban de una auténtica autonomía en sus mutuas relaciones. Sin duda, este esquema era teórico y nunca se aplicó con todo rigor. El príncipe o magistrado se consideraba como jefe temporal de la Iglesia o de las iglesias y se aprovechaba de este privilegio para intervenir en los asuntos de la Iglesia e incluso para defenderla, a sangre y fuego, frente a los herejes. Por otra parte, las autoridades eclesiásticas consideraban que, en ciertas circunstancias, podían amonestar al soberano o al menos aconsejarle. Con todo, sigue siendo cierto que el esquema de la separación entre lo temporal y lo espiritual constituía el telón de fondo de la vida social e impedía el nacimiento de una verdadera ética de la política.
Ahora bien: la secularización de la vida pública, la constitución de una sociedad pluralista, el confinamiento de las iglesias a su tarea espiritual (la salvación de las almas), la total independencia del Estado en relación con toda autoridad clerical y la marginación de la religión, considerada como asunto meramente privado, han modificado por completo la situación. Ya no hay una sociedad cristiana, y si el titular del poder político es cristiano, el hecho no pasa de ser una circunstancia individual, sin repercusiones políticas visibles. Se puede decir que en nuestras sociedades modernas a separación entre lo temporal y lo espiritual ha adquirido una rigidez que no había tenido en el pasado y que la autoridad política ya no se entiende a sí misma como “ministerio instituido por Dios”. Esta radicalización de la dicotomía entre lo espiritual y lo temporal plantea un problema al teólogo y le incita a elaborar una ética de lo político. Se ha visto singularmente impulsado, y hasta obligado, por los acontecimientos históricos de las últimas décadas: la constitución de poderes políticos que profesan abiertamente una ideología no sólo laica, sino conscientemente anticristiana, el totalitarismo resultante, la supresión sistemática de los adversarios y, lo que es todavía peor, la voluntad de arrancarles su espíritu de oposición sometiéndolos a tratamientos quimio-psiquiátricos, el racismo institucionalizado...
Todos estos acontecimientos han producido en la conciencia cristiana un enorme sobresalto. Ésta ha comprendido que si la actual separación entre lo temporal y lo espiritual pudo ser fecunda en algún momento de la historia, es decir, salvar la libertad de la Iglesia y protegerla de las seducciones del poder, una separación tan radical se ha convertido para todos los hombres en fuente de esclavitud, y para el Estado, en ocasión de su demonización totalitaria. La teología ha entendido que no le basta enseñar la sumisión a las autoridades (aun cuando no pudiera ocultar este tema bíblico), sino que debe tratar de definir los límites razonables del poder político, sin por ello tratar a la Iglesia como un contrapoder.

Actividades y avisos


AGRADECEMOS A DIOS LA VISITA DE LOS REPRESENTANTES DE AIPRAL Y LA COMUNIÓN MUNDIAL REFORMADA

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 29 de mayo, 19 hrs.
Modera: A.I. Lauro Adame Brito

Llamamiento: Salmo 119.81-88
Oración de ofrecimiento
Himno: “Abre mis ojos para ver” (141)
Círculo de oración (nuevos miembros)
Lectura bíblica: Ezequiel 35
Tema: Contra Edom
Himno: “Cuán gloriosa será la mañana” (207)
Ofertorio
Bendición pastoral 

ORÁCULO CONTRA EDOM
Julio Lamelas Míguez

E
z 35-36 pueden leerse juntamente. Se trata de dos oráculos: uno de condenación contra Seír (Edom) (Ez 35) y el otro de consolación (Ez 36), dirigido a los montes de Israel.

El objeto de la acusación en Ez 35.1-15 es el odio y la envidia contra Israel, es decir, contra las dos naciones, Judá y Samaría, y especialmente, la concu-piscencia sobre la tierra.

Se trata en primer lugar de una maldición contra Edom, ese pueblo rival que parece haberse alegrado de la destrucción de Israel y sacado provecho de su exilio. También a Edom llegará el turno de la invasión y el saqueo (Ez 35.1-4, 14-15). Esta región se extendía al sur del mar Muerto por ambos lados del desierto de Araba, hasta el golfo de Aqaba. A través de ella pasaba un importante camino comercial, única salida posible al mar Rojo para los israelitas. Esta situación así como los abundantes yacimientos de metales, muy apetecibles para los israelitas, provocaron pronto enfrentamientos guerreros entre ambos pueblos (véase Nm 20.14-21). Saúl luchó contra los edomitas (1 Sm 14.47) y David los sometió después de una batalla en el valle de la Sal (2 Sm 8.13-15). Contra Salomón quisieron rebelarse sin éxito (1 Re 11.14-22.25b). Tras la división del reino parece que se independizaron, pero en torno al año 800 a. C. pasaron a depender de Asiria y dos siglos después fueron sometidos por Nabucodonosor (Jr 27.6; 49.7-22; Ez 32.29).

Después de la destrucción de Jerusalén, se extendieron hacia el norte por la región antiguamente judía (Ez 35.10; 36.5), apoderándose de la tierra para explotarla y saquearla; de ahí las amenazas de los profetas contra este pueblo (véase Abd 1.1-21 -toda su profecía-; Ez 25.12-14; Sal 137; Is 34.5-17; 63.1-19 y todo Ez 35).
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
JUNIO
3 – Santa Cena / Reunión de Consistorio
10 – Taller sobre responsabilidad ciudadana

sábado, 26 de mayo de 2018

Modelos igualitarios de seguimiento y discipulado, Rev. Dr. Darío Barolin

27 de mayo de 2018

Áquila y Priscila: judíos que vivían en Roma, que se exilian en Corinto por ser judíos/cristianos. Priscila y Áquila (v. 18, Rom 16:3) y Áquila y Priscila (v. 26; 1 Cor 16:19; 2 Tim 4:19). Aunque las tradiciones más antiguas, en este último caso, los ordenan al revés.

Una estructura piramidal, jerárquica que oprime y mata, que practica la política del "Hood Robin". Que desconoce la creación de Dios y que lejos de encontrar en el amor el prójimo su dicha y su alegría, su satisfacción mayor es endiosarse a sí mismo oprimiendo a quienes lo rodean. SH o la creación de Dios. En ese contexto Dios vino a habitar en medio nuestro para salvar a su creación del mismo pecado que ha enmarañado nuestro pensamiento, nuestros valores, nuestras relaciones.

En ese contexto Jesús nos habló del amor al prójimo, nos recordó que lo importante no es ni el dinero, ni el poder, ni si somos hombres o mujeres, ni el color de nuestra piel, ni nuestro pasaporte sino el amor al prójimo. Es eso lo que nos hace verdaderamente humanos y verdaderamente hijas e hijos de Dios.

La respuesta de los líderes del tiempo de Jesús rechazó y mató a Jesucristo en la Cruz. Sin embargo, gloria sean dadas a Dios, su poder lo levantó de la muerte y con ello su salvación se ha manifestado y se manifiesta presente en medio nuestro.

1. El propósito de la actividad salvadora de Dios en Jesús es, para Pablo, la creación de una nueva comunidad, un nuevo pueblo de Dios que vive ahora el futuro del reino de Dios. Dentro de esta comunidad escatológica, cualquier distinción las distinciones de raza, sexo e historia religiosa son eliminadas y trascendidas. Las barreras que separan a las personas son abolidas. Todos los discípulos son iguales ante Dios y entre sí. Para Pablo: "Si alguno está en Cristo, es una nueva criatura; lo viejo ha pasado, ha llegado lo nuevo"(2 Cor 5:17).

2. Esa comunidad que ya vive y anticipa el Reino de Dios es una comunidad de iguales: (Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.)

• Priscila y Áquila no son la excepción en los evangelios aparecen una multitud de mujeres en una gran variedad de acciones. Restringiéndonos al cuerpo paulino:
• Evodia y Síntique de quienes Pablo dice que lucharon a su lado por el evangelio (Fil 4:2); • Febe (Rom 16:1 La palabra diakonos aquí está en masculino; es la misma palabra que Pablo usa para describirse a sí mismo y Apolos en 1 Corintios 3: 5, Tíquico en Ef 6:21 y Col 4:7, y Timoteo en 1 Tim 4: 6. Parece claro que Febe es una ministra en la iglesia en Cencreas.)
• Es significativo que Pablo nombre a Priscila primero y la describa a ella y a Áquila como "compañeros de trabajo". La palabra "colaboradores" es un término de igualdad usado en otro lugar por Pablo mismo y Apolos (1 Cor 3: 9), y Euodia, Síntique y Clemente (Fil 4: 2-3).

• El segundo texto intrigante es el saludo a Andrónico y Junias como apóstoles (v. 7). No está claro en griego si Junias es masculino o femenino; la ortografía es la misma en griego. No se puede tomar una decisión final sobre la base del texto. Algunos padres de la iglesia primitiva, sin embargo, interpretaron el saludo como una referencia a un equipo de marido y mujer. Crisóstomo pensó que era significativo que una mujer "fuera considerada digna de la denominación de apóstol".
• Priscila y Áquila una comunidad sin jerarquías.
◦ El otro aspecto a desarrollar es que las distintas actividades que desarrollaban los y las líderes de la comunidad lo hacían en un sentido de igualdad. Para Pablo son compañeros de trabajo.
• Priscila y Áquila en Romanos 16:3, seis mujeres
• Pablo y Apolo (1 Cor 3:5).
• El ejemplo más impactante es sin embargo la carta a Filemón.
◦ Hermano Timoteo, colaborador Filemón (v.1), compañero (v. 17) hermano (v. 20)
◦ hermana Apia, compañero de milicia Arquipo (v. 2)
◦ mi hijo Onésimo (v.10), va como hermano (v.16)
◦ Epafras, compañero (v.23), Marcos, Aristarco, Demas y Lucas (colaboradores (v. 23)
◦ Pablo y Teokila (madre de Teclas) pintura del siglo V en Éfeso en la cueva de Pablo y Tekla.



• Resumen: Pablo encarnó en su ministerio Gál 3:28.

4. Ésta es la historia que Pablo vivió y quiso dar a su ministerio: de Saulo a Paulo.

5. Lutero y los demás reformadores hablaron de Sola Gracia para recordarnos que sólo la gracia de Dios puede darnos la salvación, que sólo su gracia puede rescatarnos del pecado y puede transformar nuestras vidas.

Sola gracia no es una mera declaración de perdón otorgada por un juez que nos declara inocentes.

Sola gracia es el amor de Dios que se acerca a nosotros superando nuestros pecados, desmantelando nuestros prejuicios y transformando nuestras vidas.

Sola gracia es la experiencia de Pablo cuando camino a Damasco, sediento de sangre y venganza y peor aún creyendo que su odio y muerte era una causa de Dios se encontró con la gracia de Dios: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hch 9:4).

Pablo experimentó en Cristo un amor único que lo transformó y trastocó su vida. Aquello que añoraba, que lo hacían sentir un VIP con acceso a lugares exclusivos entre la humanidad ahora es pura basura (Fil 3:7-8). Pablo descubrió la Sola gracia de Dios y trastocó su vida. Créanme hermanos, uno no conoce la gracia de Dios hasta que no nos pone nuestro mundo, nuestros valores patas para arriba.

Esa experiencia de gracia es lo que le permite al apóstol Pablo descubrir una verdad básica y fundamental: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gál 3.28).

Y eso tiene consecuencias tremendas queridos hermanos y hermanas, si en Cristo somos uno cada vez que nosotros erguimos a un ser humano por encima de otro negamos a Dios mismo.

Hechos 18.18-28, TLA

18 Pablo se quedó algún tiempo en la ciudad de Corinto. Después se despidió de los miembros de la iglesia y decidió irse a la región de Siria. Priscila y Áquila lo acompañaron. Cuando llegaron a Cencreas, que es el puerto de la ciudad de Corinto, Pablo se rapó todo el pelo porque le había hecho una promesa a Dios. Luego, se subieron en un barco y salieron rumbo a Siria.
19 Cuando llegaron al puerto de Éfeso, Pablo se separó de Priscila y Áquila. Fue a la sinagoga, y allí habló con los judíos acerca de Jesús.20 Los judíos de ese lugar le pidieron que se quedara unos días más, pero Pablo no quiso. 21 Se despidió de ellos y les dijo: "Si Dios quiere, regresaré a verlos". Luego partió en barco y continuó su viaje hacia Siria. 22 Cuando llegó al puerto de Cesarea, fue a saludar a los miembros de la iglesia. Después salió hacia la ciudad de Antioquía.
23 Pablo se quedó en Antioquía sólo algunos días, y después se fue a visitar varios lugares de las regiones de Galacia y de Frigia, donde animó a los seguidores a mantenerse fieles a Jesús.
24 Por aquel tiempo llegó a la ciudad de Éfeso un hombre que se llamaba Apolo. Era de la ciudad de Alejandría, y sabía convencer a la gente con sus palabras, pues conocía mucho de la Biblia. 25 Apolo sabía también algo acerca de Jesús, y hablaba con entusiasmo a la gente y le explicaba muy bien lo que sabía acerca de Jesús. Sin embargo, conocía solamente lo que Juan el Bautista había anunciado.
26 Un día Apolo, confiado en sus conocimientos, comenzó a hablarle a la gente que estaba en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Áquila lo escucharon, lo llevaron a su casa y le explicaron en forma más clara y directa el mensaje de Dios.
27 Como Apolo quería recorrer la región de Acaya, los miembros de la iglesia escribieron una carta a los cristianos de la región, para que fuera bien recibido por todos. Cuando Apolo llegó a Acaya, ayudó mucho a los que, gracias al amor de Dios, habían creído en Jesús. 28 Apolo se enfrentaba a los judíos que no creían en Jesús, y con las enseñanzas de la Biblia les probaba que Jesús era el Mesías.

sábado, 19 de mayo de 2018

Letra 569, 20 de mayo de 2018


LOS HOMBRES DEL MAESTRO (XIII)
SIMÓN, EL ZELOTE O CANANEO
Septimio Cipriani

Resultado de imagen para simon zelote apostolTambién llamado el Cananeo en Mt 10.4 y Mr 3.18. En el Evangelio de Lucas (6.15) y en los Hechos (1.13) es denominado el Zelote (o Celotes).
S. Jerónimo y algunos antiguos exegetas griegos han interpretado el sobrenombre de Cananeo en el sentido de ser oriundo de Caná: es más, alguno ha tratado de identificarlo con Natanael, oriundo precisamente de Caná de Galilea (Jn 21.2), o incluso con el novio de las bodas (Jn 2.1ss.). El apelativo procede del arameo qan'ana, palabra equivalente a la griega zelote, o sea, diligente. Mas ignoramos el motivo por el que ha sido llamado de este modo: quizá porque perteneció al partido nacionalista judío de los Celotes, o tal vez por haberse mostrado “diligente” en la observancia de la Ley. Aparte del nombre y del hecho de que era uno de los 12 apóstoles del Señor, los documentos del N. T. no dicen más de él.
Varios antiguos escritores (Chronicon Pasch.: PG 92, 591.607.610; Pseudo Hipólito, De XII Apostolis: PG 10,953; Beda, Super Acta Apost. 1: PL 92,943) y algunos exegetas modernos (J. Freundorfer, etcétera) lo identifican con Simón, uno de los cuatro “hermanos”, es decir, primos o parientes, de Jesús, mencionados en el Evangelio (Mr 6.3; Mt 13.55). Si fuera cierta la hipótesis, él sería el mismo Simeón (forma semítica de Simón), también pariente de Jesús, que había gobernado como Obispo la Iglesia de Jerusalén, del 62 al 107, sucediendo a Santiago el Menor, según el testimonio de Hegesipo y de otros antiguos escritores. Durante la guerra judaica, se trasladaría a Pella junto con los demás cristianos; moriría a muy avanzada edad en tiempos del emperador Trajano y durante el mandato del gobernador Attico (cfr. S. Jerónimo, Chronicon, ed. R. Helm, Berlín 1913, 192-194).
Según una tradición abisinia, Simón el Cananeo, tras haber realizado el apostolado en Samaría y haber sido luego Obispo de Jerusalén, habría sido crucificado: algunas figuras antiguas lo presentan crucificado. Otras tradiciones, más bien legendarias, señalan que habría evangelizado otras regiones siendo por último decapitado.
La liturgia latina lo festeja, junto a S. Judas, el 28 de octubre; en la Iglesia griega y en la copta se festeja el 10 de mayo.
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EL CAMINAR DEL DISCÍPULO
DISCIPULADO Y SEGUIMIENTO DE JESÚS

EL SEGUIMIENTO Y EL INDIVIDUO
Dietrich Bonhoeffer

Si alguno viene a mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío.
Lucas 14.26

Resultado de imagen para agent of graceLa llamada de Jesús al seguimiento convierte al discípulo en un individuo aislado. Quiéralo o no, debe decidirse, y debe decidirse solo. No se trata de una elección personal, por la que pretende convertirse en un individuo aislado; es Cristo quien transforma al que llama en individuo. Cada uno es llamado individualmente. Debe seguir individualmente. Temeroso de encontrarse solo, el hombre busca protección entre las personas y cosas que le rodean. De un golpe descubre todas sus responsabilidades y se aferra a ellas. Quiere tomar sus decisiones al abrigo de estas responsabilidades, no desea encontrarse solo, frente a frente con Jesús, no quiere tener que decidirse mirándole solo a él. Pero ni el padre ni la madre, ni mujer ni hijos, ni pueblo ni historia, pueden proteger en este momento al que ha sido llamado. Cristo quiere individualizar al hombre, que no debe ver más que al que le ha llamado.
En la llamada de Jesús se ha consumado ya la ruptura con los datos naturales entre los que vive el hombre. No es el seguidor quien consuma esta ruptura, sino Jesús mismo en el momento en que llama. Cristo ha liberado al hombre de las relaciones inmediatas con el mundo, para situarlo en relación inmediata consigo mismo. Nadie puede seguir a Cristo sin reconocer y aprobar esta ruptura ya consumada. No es el capricho de una vida llevada según la propia voluntad, sino Cristo mismo quien conduce al discípulo a la ruptura.
¿Por qué debe ser esto así? ¿Por qué no hay un crecimiento, un progreso lento y santificante desde los órdenes naturales hasta la comunión con Cristo? ¿Cuál es el poder irritante que se interpone entre el hombre y las categorías de su vida natural dadas por Dios mismo? ¿No es esta ruptura un metodismo legalista? ¿No es una forma lúgubre de despreciar los excelentes dones de Dios, desprecio que no tiene nada que ver con la libertad del cristiano?
Es cierto; algo se interpone efectivamente entre el que ha sido llamado por Cristo y los datos de su vida natural. Pero lo que se interpone no es un lúgubre despreciador de la vida, no es un código de piedad, es la vida y el Evangelio mismo, es Cristo mismo. Con su se ha interpuesto entre mí y el mundo. No puedo volver atrás. Él está en el medio. A quien ha llamado le quita la relación inmediata con estos datos del mundo. Él quiere ser el medio, todo debe suceder únicamente por él. Cristo se encuentra no sólo entre mí y Dios, sino también entre mí y el mundo, entre mí y los otros hombres y cosas.
Él es el mediador, no solamente entre Dios y el hombre, sino también entre hombre y hombre, entre el hombre y la realidad. Puesto que el mundo ha sido creado por él y para él (Jn 1.3; 1 Cor 8.6; Heb 1.2), él es el único mediador en el mundo. Después de Cristo, no hay para el hombre relación inmediata ni con Dios ni con el mundo; Cristo quiere ser el mediador. Existen numerosos dioses que se ofrecen a conceder al hombre un acceso inmediato' también el mundo busca por todos los medios una relación inmediata con el hombre; pero precisamente en esto radica la hostilidad a Cristo, el mediador. Los dioses y el mundo quieren arrebatar a Cristo lo que él les ha quitado: el privilegio de relacionarse única e inmediatamente con el hombre.
Romper las relaciones inmediatas con el mundo no es más que reconocer a Cristo como Hijo de Dios, mediador. Esto no consiste nunca en un acto caprichoso por el que el hombre se liberaría a causa de un ideal cualquiera, de sus lazos con el mundo, cambiando un ideal menor por un ideal superior. Esto sería fanatismo actuar por propia autoridad, e incluso significaría volver a en una relación inmediata con el mundo. Sólo el reconocimiento de un hecho cumplido, el hecho de que Cristo es el mediador separa al discípulo del mundo de los hombres y de las cosas.
La llamada de Jesús, en la medida en que se la comprende como una palabra del mediador, no como un ideal, realiza en mí esta ruptura completa con el mundo. Si se tratase de examinar atentamente unos ideales, habría que buscar, en cualquier caso, un acuerdo, que podría repercutir quizás en beneficio de un ideal cristiano, pero que nunca podría ser unilateral. Desde el punto de vista de la idealidad, partiendo de las “responsabilidades” de la vida, no se podría justificar una devaluación radical de las categorías vitales naturales frente a un ideal de vida cristiana.
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¿POR QUIÉN VOTARÁN LOS EVANGÉLICOS’
Roberto Blancarte
Milenio, 15 de mayo de 2018

Resultado de imagen para roberto blancarteEn México hay, grosso modo, unos 13 millones de protestantes y evangélicos, o “cristianos”, como muchos de ellos prefieren ser llamados. Representan alrededor de 10 por ciento de la población y, por lo tanto, más o menos el mismo porcentaje del electorado. Se han convertido, por lo mismo, en parte de un mercado de electores, codiciado por más de un partido político o candidato.
Y ellos han tomado conciencia de ello, por lo que también, desde hace ya por lo menos dos décadas, han intensificado sus contactos con el mundo de la política y se han replanteado su relación con el poder.
Antes recitaban Romanos 13: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios y las que hay, por Dios han sido establecidas”.
Ahora, sin renegar de dichas enseñanzas, han buscado otros pasajes bíblicos que se acomodan a su nueva visión de la sociedad y la política en México. Antes, por lo mismo, la mayoría de ellos votaba por el PRI, porque era el partido que defendía el Estado laico y éste era el garante de sus derechos como minoría religiosa.
Una época, todavía reciente y en algunos lugares presente, en la que sus Iglesias eran peyorativamente llamadas sectas y ellos “aleluyas”. Sin embargo, desde que el partido dominante comenzó a desmoronarse y dejó de ser un partido laico para comenzar a defender posturas cercanas a la jerarquía católica, muchos evangélicos sintieron que era el momento de buscar otras opciones, más conservadoras o más liberales. Fox les vendió la idea de que, así como la Iglesia católica era un monopolio en el ámbito religioso, también el PRI lo era en el político. Muchos se fueron con él, a pesar de la cercanía de ese candidato con la Iglesia católica.
Sin embargo, el voto protestante o evangélico nunca ha sido monolítico. Su propia historia religiosa, doctrinal e institucional hace que en estas Iglesias haya una enorme diversidad de posturas. Y aunque muchas han tendido al conservadurismo y al corporativismo, hay muchas otras que no.
Para muestra, un botón: el fin de semana pasado, la Asociación de Profesionistas y Empresarios de México, A.C., ligada a la Iglesia de la Luz del Mundo, organizó un enorme congreso titulado: “Laicidad; una conquista que jamás perderemos”. Sus posturas muestran un claro distanciamiento de las posiciones más conservadoras de algunos partidos que quisieran captar y representar todo el voto evangélico.

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OREMOS POR TODAS LAS ACTIVIDADES DE ESTE MES

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 22 de mayo, 19 hrs.
Modera: Hna. Eunice Palomino L.

Llamamiento: Salmo 119.73-80
Oración de ofrecimiento
Himno: “Hay poder en Jesús” (592)
Círculo de oración (jóvenes) y testimonios
Lectura bíblica: Ezequiel 34.1-11
Tema: Los malos gobernantes de Israel
Himno: “Dios cuidará de ti” (366)
Ofertorio
Bendición pastoral


CONTRA LOS PASTORES DE ISRAEL
Julio Lamelas Míguez

E
z 34.1-31 es uno de los grandes discursos de la segunda actividad pastoral de Ezequiel, desarrollo quizá de Jr 23,1-8 y en cierta manera modelo del discurso que Jesús pronunciará en Jn 10. Dios "ha hecho salir" a su pueblo de los diversos países en donde estaba disperso (Ez 34.12) y lo lleva de nuevo a su tierra (Ez 34.13). Se trata de la promesa de la vuelta del destierro: el pueblo de Israel es comparado a un rebaño que, dejando los parajes tenebrosos, va a encontrar buenos y nuevos pastos (Ez 34.12-14).
Esta nueva migración del pueblo se realizará bajo la dirección del Señor que en persona será el pastor del rebaño-Israel. Ocupará el lugar de los pastores de antaño cuyas funciones habían ejercido tan lamentablemente (Ez 34.2-10). Son aquellos reyes y autoridades civiles que habían desempeñado funciones bastante negativas e injustas en relación con el pueblo. Por eso Ezequiel, opuesto a Sedecías (véase Ez 21,30), pero simpatizante y compañero de exilio de Jeconías a quien considera descendiente legítimo de David, aplica a éste no el título de "melek" (rey) pues no dejaba de tener ciertas connotaciones negativas, sino el de "nasi" (príncipe) y "ebed" (siervo), para expresar su subordinación al Señor, el auténtico y único rey-pastor de su pueblo Israel.
La actitud de Dios-pastor es totalmente opuesta a la de los reyes políticos de aquel momento: cuidaré y reuniré a mis ovejas (Ez 34, 10ss). Recordemos que el título de pastor es de los que se atribuyen más corrientemente a los reyes y a los dioses del Antiguo Oriente, sobre todo porque gran parte de la población de estos territorios vivía de la agricultura y la ganadería. Al célebre rey de Babilonia Hammurabi (siglo XVIII a. C.) y al rey asirio Asurbanipal (siglo VII a. de C.) se les aplica este título. También ls 44,28 lo atribuye a Ciro.
Pero los reyes son llamados "pastores" de su pueblo en cuanto representan a la divinidad, ya que el verdadero pastor del pueblo es el Dios de ese pueblo; él es el pastor supremo que encomienda a sus lugartenientes, los pastores subordinados, el que reúnan a su rebaño y se ocupen de él.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

27 – Culto de Avance y Consolidación / 
Taller bíblico-doctrinal: Fe cristiana y participación política

¿Para qué se evangeliza?: Jesús y el Reino de Dios, Lic. Olivia Quezada


20 de mayo de 2018

1. Identidad del Reino

1.1 Sin duda, cuando Jesús está dando estas instrucciones y habla con tanta facilidad ya de este concepto que ahora nos resulta tan familiar, es porque estaba situado en el contexto socio-político de su época y nos lo demuestra desde el inicio de su ministerio, ya que su enunciado introductorio después de llamar al arrepentimiento siempre fue muy claro: “ El Reino de los cielos se ha acercado”.

1.2 También tiene claro que al constituir un Reino, debe darle carácter y forma de lo cual les habló ya de los principios fundamentales de él; las bienaventuranzas como las conocemos, le dan esta estructura de Reino que Él quiere enseñar, donde estos nuevos seguidores, deben comenzar a entender un nuevo proyecto, desde luego, para el mundo de su época, nada fácil; un Reino donde el sentido de todo tal parecía totalmente inverso, donde la paradoja cobraba importancia.

1.3 Así que para que exista ese Reino, debe haber un Rey y también súbditos de ese Rey. Jesús nunca hace énfasis en sí mismo, sino que le da al Padre la honra cuando enseña la oración y dice “Venga tu Reino”. Es por ello que continúa enseñando cómo es entrar a ese Reino, cuáles son los requisitos para esos súbditos.

2. Realidad del Reino
2.1 Problemas cotidianos
El afán y la ansiedad, ¿cómo eximirnos de ello? Por lo visto no es un problema actual nada más. Hoy que vivimos la época del stress. La del énfasis en la relajación la de las enfermedades mentales más sofisticadas incluso, debido a las presiones, al afán; en este tiempo donde se hace culto al capitalismo, al afán por tener, por acumular para de alguna manera llenar vacíos y no querer enfrentar las verdaderas causales de estas enfermedades, llamémosles neurosis. En la sociedad del primer siglo, no parecía que las circunstancias fueran tan distintas y es aquí donde Jesús da una de las enseñanzas más bellas que tal vez hemos con frecuencia pasado por alto.

¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura medio metro? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; Pero os digo, que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

2.2 v. 30 - Jesús hace una observación incisiva, casi molesta; toca un tema aparentemente no desconocido para ellos y tampoco para nosotros. La fe. “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos o qué beberemos, o qué vestiremos?”. E insiste: “Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas”.

2.3 Búsqueda del Reino
Y aquí Jesús nos insiste en búsquedas de manera inversa ya que nos está sugiriendo que esto no se hace cuando realmente existe fe. Y en esto de las búsquedas, viene a mi mente precisamente una parábola del Reino que muchas veces pasamos desapercibida y se encuentra en Lc. 15:8-10. Este relato nos habla de una mujer que está buscando una moneda, pero no es cualquiera, es una moneda de plata que equivalía al salario de diez días, así que queriendo destacar su diligencia en lo que le interesa, la exultó de tal forma que fue digna de compararse con Dios al buscar la moneda perdida, igual como busca Dios al mismo pecador, y aún más todavía, se prodiga en su relato rescatando esa parte primordial que tenemos las mujeres más desarrollada en nuestro lado derecho cerebral, que es el de la comunicación, diciendo que seguramente esa mujer reuniría al encontrar esa buscada moneda a todas sus amigas y vecinas para que se gozaran juntamente con ella; lejos de querer destacar lo que evidentemente no tenía sentido hacer, El se pronuncia por destacar lo prolijo de la característica femenina.

3. Proclamación del Reino
3.1 Así que un Reino de esta calidad merece proclamarse, merece atenderlo con toda la diligencia posible. Ya que nos han dado los requisitos de él y además que viendo la situación del mundo que estamos viviendo, yo creo que no hay mejor Kerigma, mejor Buena Nueva, mejor Anuncio que ese Reino que indudablemente su Plan de gobierno sí está impregnado de justicia y amor.

3.2 ¿Para qué entonces debemos evangelizar?
3.2.1 Para mostrarnos primeramente súbditos de ese Reino.
3.2.2 Para demostrarle a ese Rey que le creemos.
3.2.3 Para compartir las riquezas del Reino.

Lo mismo que Jesús vino a anunciar y realizar, esto es, el Reino de Dios, es lo que debe constituirse en el objeto unificador de toda la teología cristiana, así como de la moral y de la pastoral cristianas: la mayor realización posible del reino de Dios en la historia es lo que deben proseguir los verdaderos seguidores de Jesús.

Ignacio Ellacuría, “Aporte de la teología de la liberación a las religiones abrahámicas en la superación del individualismo y del positivismo”, en Revista Latinoamericana de Teología, 10, 1987, p. 9.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...