martes, 15 de julio de 2008

Letra 81, 13 de julio de 2008

LAS IGLESIAS ANTE LA VULNERACIÓN DE DERECHOS
POR LA TRATA Y EL TRÁFICO DE PERSONAS
www.alcnoticias.org

Buenos Aires, 10 de julio de 2008. Las y los participantes del III Encuentro "Trata y Tráfico de Personas: El compromiso de las iglesias ante la vulneración de Derechos", organizado conjuntamente por el Foro de género del CLAI (Consejo Latinoamericano de Iglesias) de Argentina, y CAREF (Servicio Ecuménico de Apoyo y Orientación a Migrantes y Refugiados), expresaron la preocupación ante la "naturalización" con la que se observan las diversas manifestaciones de la problemática de la trata y tráfico de personas y la dificultad para dimensionar el padecimiento real en el que están sumidas sus víctimas.
El encuentro se realizó en Resistencia, provincia de Chaco, del 4 al 6 de julio, y fue declarado de interés Municipal, Social, Cultural y Comunitario, Provincial y Legislativo.
En el documento final se expresa alarma "ante la falta de garantías y protección real para las víctimas de trata y tráfico una vez que logran escapar de las redes mafiosas que las captaron".
Estamos convencidos, dicen, que para prevenir y combatir eficazmente la trata y el tráfico de personas se requiere un enfoque amplio e internacional en los países de origen, tránsito y destino.
Tenemos certeza, continúan, de la necesidad de poner en práctica todos los instrumentos jurídicos nacionales e internacionales que permitan la persecución y sanción del delito de la trata y tráfico de personas. También expectativa de que desde los diversos ámbitos estatales se asuma el compromiso de proteger y asistir a las víctimas, así como prevenir este delito.
Porque "creemos en el derecho a la vida plena y libre de todas las personas, reafirmamos nuestro total repudio a todas las formas de sometimiento y esclavitud", en la seguridad de que las iglesias se comprometen a sensibilizar a sus miembros sobre la problemática de la trata y tráfico de personas y a hacer su aporte en este sentido hacia la sociedad en su conjunto, así como demuestran su convicción de que las iglesias "brindarán espacio para que las víctimas encuentren un lugar de contención y apoyo".
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Manifiesto a la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM) en relación con la juramentación de la nueva Constitución General (Libro de Gobierno)
www.manifiestopresbiteriano.blogspot.com

Somos un grupo de hombres y mujeres, miembros en plena comunión de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, de diversas iglesias, congregaciones y organizaciones, que estamos atentos al rumbo que ha tomado recientemente nuestra iglesia. Preocupados/as por la manera en que el liderazgo responsable de desarrollar la visión y los planes para el desarrollo de la misma, nos hemos reunido con el fin de dialogar y expresar nuestra comprensión de los procesos eclesiales que nos parece están un tanto viciados debido, entre otras cosas, a que los consensos con que se toman algunas decisiones no implican la participación de un mayor número de miembros de la INPM en sus diversos niveles.
Ante el anuncio de la juramentación y aprobación de la nueva Constitución de la INPM, manifestamos nuestra inconformidad debido a que, en términos bíblicos, teológicos y jurídicos, no cumple con las especificaciones que definen la legalidad de un documento de semejante importancia, puesto que el documento que se pretende juramentar debiera derogar o abrogar la Constitución vigente a fin de garantizar su legitimidad, motivo por el cual resulta evidente su invalidez jurídica en tanto no se lleven a cabo los pasos que la actual Constitución señala, entre los cuales figura, primordialmente, el de que los integrantes de la Comisión de Reformas Constitucionales aparezcan como responsables del documento en cuestión.
Asimismo, sus fuertes inconsistencias, especialmente en términos de la falta de antecedentes históricos y, sobre todo, en cuanto a su orientación ideológica muestran un abierto retroceso en aspectos que consideramos fundamentales para que la INPM renueve su identidad y disposición para cumplir con las exigencias sociales del momento, tal como lo marca el lema reformado: Ecclesia reformata et semper reformanda est (Iglesia reformada siempre reformándose). Esto se aplica especialmente a la manera en que el nuevo documento define los siguientes aspectos:

1. Sobre las atribuciones de la Asamblea General para disolver cuerpos y organismos eclesiásticos sin mediar procesos de disciplina.
2. Ausencia del código de ética para los ministros y oficiales, que aparece en la Constitución vigente.
3. Que únicamente los varones tienen la posibilidad de acceder a los ministerios eclesiásticos, en abierta contradicción con los avances experimentados en el seno de la familia reformada latinoamericana y del resto del mundo y con los logros consagrados en constituciones anteriores.
4. La supresión de una serie de capítulos relacionados con del cuidado del medio ambiente, los derechos de los grupos étnicos, de los niños, mujeres y adultos mayores, así como la apertura a otros ministerios.

Por todo lo anterior, solicitamos que se considere seriamente no aprobar este documento y abrir nuevamente el diálogo para conseguir que una nueva Constitución de la INPM refleje auténticamente el sentir, las opiniones y las necesidades de la iglesia, entendida ésta como un espacio plural adonde incluso los grupos minoritarios (congregaciones, consistorios, presbiterios, sínodos, etcétera) sean respetados por las mayorías mediante un sano ejercicio cristiano y democrático.
Finalmente, solicitamos la creación de una Comisión de Derechos Humanos al interior de la INPM, que funcione de manera autónoma para defender, orientar y recomendar acerca de todo lo relacionado con los intereses de las minorías marginadas, y en cuya integración se contemple no sólo a oficiales de la iglesia sino a miembros de reconocida autoridad espiritual, moral e intelectual.
Encomendamos al Señor Jesucristo todos los trabajos y determinaciones de este respetable cuerpo de gobierno y reiteramos nuestro compromiso por la unidad y edificación de la Iglesia, que es su Cuerpo y presencia en el mundo (Efesios 2.11-22).

México, D.F., 5 de julio de 2008

Fe, economía y espiritualidad en el Antiguo Testamento, L. Iván Jiménez J.

13 de julio de 2008

Interpretar la Biblia desde la economía (II), José Míguez Bonino

No hay duda que el sentido de estas interpretaciones responde a una concepción de la fe centrada en la vida eterna, la purificación del alma de toda preocupación por las cosas materiales, un cierto desprecio por este mundo con sus tentaciones y halagos. ¿Cómo ver, entonces, en la referencia ‘económica’ de estos padres?: ¿Son la crítica de la riqueza, la desconfianza cuando no el rechazo de la propiedad privada, el comercio y la prosperidad, la condena, en varios de ellos, de la esclavitud y la insistencia en la caridad, fundamentalmente, como alguna vez lo propusiera Max Weber, la expresión de una piedad ultramundana? ¿No será también y a la vez una hermenéutica, en el idioma de una espiritualidad más o menos platónica, de la tradición bíblica de la justicia, del derecho de los pobres? ¿O tal vez, como otros lo han sugerido, la reminiscencia —compartida también en mitos griegos y romanos— de una edad de oro primitiva, identificada en la visión bíblica con el jardín del Edén, donde todas las cosas eran compartidas y reinaba una plena paz y abundancia? En cuyo caso, el pecado ha corrompido ese ‘tiempo primigenio’ y la ‘purificación del alma’ de esa corrupción es la preparación para la recuperación, escatológica y/o ultraterrena, de ese Edén. ¡Sólo así el ‘joven rico’ podrá alcanzar ‘la vida eterna’!
Juan Calvino ha quedado establecido, a partir de interpretaciones, a veces abusivas, de las tesis de Max Weber, como la figura religiosa que, por su teología y la piedad o actitud religiosa que engendró, impulsó y legitimó el desarrollo del capitalismo. Como, a la vez, Calvino representa una línea de la Reforma particularmente estricta en su insistencia en la suficiencia de la Escritura, resulta especialmente interesante considerar, aunque sea brevemente, la ‘hermenéutica’ con la que las interpretó.
Si leemos, para mantenernos en perspectiva, su comentario a la historia del ‘joven rico’, nos sorprende la semejanza con lo que leímos en Clemente: (1) el propósito de la demanda de Jesús no es condenar la riqueza sino la avaricia, rescatar al joven (‘funcionario’ dice Calvino, siguiendo a Lucas) de su obsesión por las cosas terrenales y remitirlo al ámbito de la vida eterna; (2) no basta despojarse de las riquezas; es esencial darlo ‘a los pobres’ —el propósito no es la desposesión sino el amor; (3) las riquezas, sin embargo, son un grave obstáculo, porque, debido a la corrupción del alma humana, se posesionan del ser humano y lo alejan de Dios y del prójimo. “Conservar lo que Dios ha puesto en nuestras manos, siempre que, sosteniéndonos a nosotros mismos y a nuestra familia sobria y frugalmente, demos una por
ción a los pobres es más virtuoso que derrocharlo todo”. La enseñanza que verdaderamente se sigue de ese relato es “la oculta enfermedad de la avaricia”. Despojarse de las riquezas es el único remedio posible para alguien que “permanece atado a su riqueza y arde de avaricia”. Porque, “es cierto que las riquezas no nos impiden por sí mismas el seguir a Dios, pero, a consecuencia de la perversidad de la mente humana, es casi imposible que los que tienen gran abundancia no sean intoxicados por ella...por así decirlo, encadenados por Satanás e impedidos de elevar su pensamiento al cielo; por el contrario, se entierran y se atan y se esclavizan totalmente a la tierra”. Pero, con Clemente, añade que no basta con despojarse de su riqueza porque “el despojar a los demás y a sí mismo del uso del dinero, no merece aplausos; por eso Cristo aplaude, no simplemente el vender sino el ayudar con generosidad a los pobres”
.
Sin embargo, sin adherir a la interpretación weberiana, es evidente que Calvino enfrenta problemáticas económicas distintas a las de los primeros siglos, que asume otras responsabilidades ‘políticas’ y que define una interpretación original de las Escrituras, dentro de los parámetros generales de la Reforma. En primer lugar, lo hace dentro de un marco teológico que explicita con toda claridad en la sección sobre “La función de la ley moral”
de la Institución de la Religión Cristiana: La ley moral, que está presente en la conciencia humana, aunque entenebrecida por el pecado, y que supremamente se formula con toda claridad en las demandas de la ley en la Escritura, particularmente en la ley moral mosaica, tiene tres funciones igualmente necesarias: acusadora, coercitiva y educativa.

Letra 80, 6 de julio de 2008

CANTAR XLV
Con usura
Ezra Pound
http://amediavoz.com/pound.htm#CANTAR%20XLV

Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra
Con bien cortados bloques y dispuestos
de modo que el diseño lo cobije,
con usura no hay paraíso pintado para el hombre en los muros de su iglesia
harpes et lutz (arpas y laúdes)
o lugar donde la virgen reciba el mensaje
y su halo se proyecte por la grieta,
con usura
no se ve el hombre Gonzaga,
ni a su gente ni a sus concubinas
no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa
sino para venderlo y pronto
con usura,
pecado contra la naturaleza,
es tu pan para siempre harapiento,
seco como papel, sin trigo de montaña,
sin la fuerte harina.
Con usura se hincha la línea
con usura nada está en su sitio (no hay límites precisos)
y nadie encuentra un lugar para su casa.
El picapedrero es apartado de la piedra
el tejedor es apartado del telar
con usura
no llega lana al mercado
no vale nada la oveja con usura.
Usura es un parásito
mella la aguja en manos de la doncella
y paraliza el talento del que hila. Pietro Lombardo
no vino por usura
Duccio no vino por usura
ni Pier della Francesca; no por usura Zuan Bellini
ni se pintó "La Calunnia”
No vino por usura Angélico; no vino Ambrogio Praedis,
no hubo iglesia de piedra con la firma: Adamo me fecit.
No por usura St. Trophime
no por usura St. Hilaire.
Usura oxida el cincel
Oxida la obra y al artesano
Corroe el hilo en el telar
Nadie hubiese aprendido a poner oro en su diseño;
Y el azur tiene una llaga con usura;
se queda sin bordar la tela.
No encuentra el esmeralda un Memling
Usura mata al niño en el útero
No deja que el joven corteje
Ha llevado la sequedad hasta la cama, y yace
entre la joven novia y su marido
Contra naturam
Ellos trajeron putas a Eleusis
Sientan cadáveres a su banquete
por mandato de usura.

Versión de Javier Calvo


Ezra Pound (1885-1972)
Poeta y ensayista norteamericano nacido en Hailey, Idaho, en 1885. A los 12 años ingresó a Cheltenham, una escuela militar donde estudió griego y latín. Luego ingresó a la Universidad de Pennsylvania para aprender otras lenguas, y a partir de 1906 se estableció en Europa, principalmente en Italia e Inglaterra, desde donde promovió dos grandes movimientos de vanguardia: el imaginismo y el vorticismo. A finales de la segunda guerra mundial fue acusado de alta traición y detenido por los aliados en Italia, y en 1946, tras ser declarado paranoico, fue internado en un sanatorio mental en Washington. Como crítico contribuyó a la renovación de la poesía y apoyó entre otros, a T.S. Eliot y James Joyce. Murió en Venecia en 1972.

CREDO (Carlos Bonilla Avendaño)

Creemos en que Dios nos ama
con el cuidado y la ternura de un buen padre;
con la fuerza y la resistencia de una buena madre.
Creemos que ese Dios Amoroso
nos hizo a Su imagen y Semejanza:
a su imagen y semejanza creó la Naturaleza:
multicolor, diversa, interdependiente,
en permanente transformación,
en constante creación,
y a Su imagen y semejanza fuimos hechos
hombres y mujeres,mujeres y hombres de todas las etnias,
de todas las naciones,
de todas las religiones
y de ninguna;
hombres y mujeres de todas las culturas,
de todas las orientaciones sexuales,
de todas las profesiones y oficios,
mujeres y hombres que reflejamos la imagen de Dios
y al mismo tiempo arrastramos la herencia
del pecado social y personal de quienes nos antecedieron en este mundo.
Creemos que ese Dios Amoroso
envió a su Hijo Jesucristo,
a anunciar e inaugurar el más grande regalo de todos los tiempos,
la Mejor Noticia que ha recibido nuestra sufriente Humanidad:
la Noticia de que Dios quiere que vivamos en Confianza,
que vivamos en Esperanza,
que vivamos en Amor,
y que nos llama a construir comunidades llenas de confianza,
llenas de esperanza,
llenas de amor,
comunidades en donde todas y todos nos reconocemos como hermanos y hermanas,
comunidades en las que compartimos el Pan y el Vino,
las utopías y las luchas cotidianas,
los sufrimientos y las penas,
el arrepentimiento y la reconciliación.
Comunidades que anuncian y son signos
del Reino de amor y de justicia
que Dios quiere compartir con todos y todas las que digan sí a la confianza,
sí a la esperanza, sí al amor.
Creemos en Jesucristo,
Nuestro Hermano Mayor en la familia de Dios,
Nacido de mujer por el poder del Espíritu,
hijo de María,
la llena de gracia,
la que cantó al Dios que llena de bienes a los pobres,
y despide a los ricos con las manos vacías,
Creemos que Jesucristo garantiza, con su muerte en la Cruz,
y con su gloriosa Resurrección,
la victoria total sobre la muerte, el sufrimiento y la explotación,
y nos da la certezade que ese mundo en el que Dios enjugará toda lágrima,
ese mundo al que estamos llamadas todas y todos,
ya está en medio nuestro,y crece y se manifiesta, por la acción del Espíritu Santo,
entre todos los pueblos y naciones,
entre todas las iglesias y todas las religiones,
en todos los lugares y en todas las generaciones,
a pesar de la violencia,
a pesar de la opresión,
a pesar de los Imperios y Poderes de este Mundo,
a pesar del aparente triunfo de quienes buscan y hacen el Mal.
Creemos en la Iglesia,en esa Comunidad de Creyentes
que procura ser Comunidad de seguidoras y de seguidores
de la causa de Jesús de Nazareth,
que es la causa de quienes sufren pobreza,
de quienes sufren hambre y sed de justicia, de quienes hoy lloran,
de quienes son víctimas del odio, del insulto, de la exclusión,
Creemos en la Iglesia
Que es Una y Diversa,
Santa y Pecadora,
Comunitaria y Ecuménica,
llamada a ser luz y sal de la Tierra,
convocada a ser signo de la gran Mesa Común
alrededor de la cual se sentarán las mujeres y los hombres
de la Nueva Humanidad,
viviendo en plenitud y para siempre
la total reconciliación de las y los humanos entre sí,
con la Naturalezay con Dios,
en el Nuevo Orden del Amor.
Creemos que ese Dios Amoroso
nos convoca a ser constructores y testigos de la Nueva Humanidad,
que Su Espíritu nos ilumina y fortalece en el diario caminar hacia los
Nuevos Cielos y la Nueva Tierray que por Cristo, con El y en El,
nos da la gracia de ser ciudadanas y ciudadanos de ese Nuevo orden,
ahoray en la hora de nuestra resurrección. Amén

Cristianismo, calvinismo y capitalismo, L. Cervantes-Ortiz

6 de julio de 2008

Interpretar la Biblia desde la economía (I), José Míguez Bonino

Como relatos, símbolos, oraciones, mandamientos o reflexiones, las alusiones a la dimensión económica de la vida humana recurren a lo largo de toda la Biblia. No podría ser de otra manera en un libro que consiste en gran medida en el relato de momentos, personas, acontecimientos. Y, sea cual fuere nuestra interpretación, la actividad económica —lo que el ser humano hace para mantener y reproducir su vida— lo acompaña en todos los tiempos y lugares. Naturalmente, a lo largo de casi mil años, las condiciones económicas, los sistemas de su funcionamiento, las estructuras que se van generando, son diversas. El camino entre el nomadismo pastoril de los patriarcas y la economía del Imperio Romano es largo y tortuoso. Ni siquiera puede definirse en etapas uniformes y sucesivas, pues distintos modos de producción, distribución y consumo y las relaciones sociales (familiares, políticas, culturales) que los acompañan, vehiculan y condicionan, se superponen y combinan de diversas maneras en el tiempo y el espacio.

Ocurre, sin embargo, que la Biblia es a la vez una serie de escritos diversos, un ‘canon’ que la comunidad cristiana asume en su totalidad y un ‘libro sagrado’ que se supone debe guiar la comprensión y la conducta de los creyentes. El problema de la interpretación de esa ‘dimensión económica’ en la Biblia se plantea, por lo tanto, por lo menos a tres niveles: uno es la ubicación de una determinada alusión bíblica a lo económico en el espacio y las condiciones en que se generó; otro tiene que ver con la interrelación entre esas varias alusiones, en búsqueda de analogías, correspondencias o desarrollos que pudieran apuntar a una ‘visión bíblica de lo económico’ y una tercera es, ¿cómo ‘releer’ una y otra cosa en el presente. En esta breve presentación he elegido unos pocos ejemplos de interpretaciones de textos con referencia económica en distintos momentos de la historia de la interpretación bíblica.

El tema de la riqueza, los pobres, la caridad ejerció una particular atracción para los padres de los primeros siglos. Su preocupación es predominantemente pastoral y dirigida a la perfección de esa vida espiritual que era para ellos el sentido esencial del Evangelio. ¿Cómo se alcanza esa plena participación del alma en lo divino y qué papel juegan las cosas terrenales en esa búsqueda? Relatos como la historia del ‘joven rico’, o Zaqueo, parábolas como las de ‘el rico y Lázaro’ o del tesoro escondido, aparecen frecuentemente en las homilías y tratados.

Clemente de Alejandría toma la historia del joven rico como eje de su reflexión acerca de “¿Quién es el rico que ha de salvarse?” Clemente plantea el tema con una pregunta decididamente antropológica y ética: “¿Qué es lo que persuade [al joven rico] a alejarse del Señor y del ruego, la esperanza y la vida que antes había buscado con ardor?” Sin duda, la orden de abandonar sus posesiones. Y, ¿por qué esa orden?: no es simplemente para desposeerlo sino para que “destierre de su alma sus nociones acerca de la riqueza, su excitación y sentimientos mórbidos con respecto a ella, las ansiedades que son las espinas...que ahogan la simiente de la vida”. El propósito del Señor no es desposeerlo sino guiarlo a “liberarse de las pasiones del alma”.

Y para eso no es solo necesario abandonar las riquezas sino “hacer buen uso de ellas”: reconociendo que las posee “más a causa de sus hermanos que de sí mismo”. La riqueza en sí no es mala, pero se torna peligrosa “porque es difícil para el alma no ser seducida y corrompida por los lujos y los floridos encantos que acompañan a una gran riqueza”. Sin duda, el sentido dominante del texto es ‘espiritual’: El mayor peligro que corremos, al escuchar un texto como éste es “escuchar sus palabras en forma carnal”; mas bien debemos “con la debida investigación e inteligencia, buscar y aprender el significado oculto en ellas”. “El renunciamiento, pues, y la venta de todas las posesiones, debe entenderse referido a las pasiones del alma”. Sin embargo, en forma subordinada, aparecen también dos temas claros a los padres: el peligro de las riquezas y la obligación de compartir y, por consiguiente, la administración de las riquezas para beneficio de los demás.Estos dos temas aparecen con mayor radicalidad en otros padres, particularmente en comentarios a la parábola de “el rico y Lázaro”.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...