Debido a que sigue aumentando el número de víctimas en Gaza, la Alianza Reformada Mundial (ARM) llama a sus iglesias miembros a orar por aquellos que sufren esta violencia y conflicto, y porque haya paz y justicia en esta región del mundo. Llamamos también a las partes implicadas a poner fin a la violencia y alcanzar un acuerdo inmediato de cese al fuego. Las fronteras de Gaza deben abrirse para recibir la ayuda médica que se necesita desesperadamente para los heridos. Para ello, es imperativo que las Naciones Unidas y la comunidad internacional consigan que ambas partes detengan la violencia. Ninguna forma de violencia es aceptable. Los cohetes de Gaza dirigidos a Israel son destructivos y los incidentes suicidas de bombas no pueden ser aceptados. Constituyen una violación de la santidad de la vida. Condenamos enérgicamente los asaltos aéreos y terrestres de las fuerzas de defensa israelíes que causan muertes sin sentido y lesionan a cientos de personas. Deben cesar inmediatamente. Mientras que cada esfuerzo debe realizarse para terminar inmediatamente con las hostilidades, reconocemos también que esta violencia en Gaza es sólo un síntoma de largas décadas de fracaso de la comunidad internacional, del gobierno israelí y del liderazgo de la comunidad palestina para alcanzar una paz justa y duradera que garantice la seguridad, el bienestar y la autodeterminación de los pueblos palestino e israelí. Como se ha dicho frecuentemente, la paz no es sólo ausencia de violencia sino también la presencia de justicia. Todos debemos orar y actuar para frenar los bloqueos, secuestros ilegales, bombas suicidas, muros de separación y todas aquellas formas de opresión que impiden a la gente en Palestina e Israel experimentar la vida en plenitud que Dios desea para todos.
Anhelamos el fin de 60 años de incertidumbre, violencia y opresión, los cuales han dejado su huella en todas las partes implicadas sin considerar su ubicación étnica, religiosa o política. Nuestra ferviente oración es por el fin de la violencia actual en Gaza, reconociendo que ninguna paz real puede ser el objetivo si no va
seguida de una nueva determinación de las partes acerca de que es tiempo de ujn genuino compromiso para una paz justa. Llamamos a nuestras iglesias miembros a orar por quienes se ven afectados por estos desarrollos insensibles y a comprometerse en acciones que detengan la matanza y construyan una paz justa y duradera. Clifton Kirkpatrick, Presidente Setri Nyomi, Secretario general
Anhelamos el fin de 60 años de incertidumbre, violencia y opresión, los cuales han dejado su huella en todas las partes implicadas sin considerar su ubicación étnica, religiosa o política. Nuestra ferviente oración es por el fin de la violencia actual en Gaza, reconociendo que ninguna paz real puede ser el objetivo si no va
seguida de una nueva determinación de las partes acerca de que es tiempo de ujn genuino compromiso para una paz justa. Llamamos a nuestras iglesias miembros a orar por quienes se ven afectados por estos desarrollos insensibles y a comprometerse en acciones que detengan la matanza y construyan una paz justa y duradera. Clifton Kirkpatrick, Presidente Setri Nyomi, Secretario general
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LA VIOLENCIA EN GAZA DEBE DETENERSE INMEDIATAMENTE, DICE EL SECRETARIO GENERAL DEL CONSEJO MUNDIAL DE IGLESIAS
LA VIOLENCIA EN GAZA DEBE DETENERSE INMEDIATAMENTE, DICE EL SECRETARIO GENERAL DEL CONSEJO MUNDIAL DE IGLESIAS
El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Dr. Samuel Kobia, ha condenado “la violencia contra Gaza” y ha llamado “a los gobiernos de la región y otros más” a conseguir la protección de “quienes se encuentran en riesgo [..] en ambas partes de la frontera”.
“Las muertes y el sufrimiento de los últimos tres días son aterradores y vergonzosos, y no dejarán más que muertes y sufrimiento”, dijo Kobia en una declaración del 29 de diciembre. Se refirió a “las más de 300 personas fallecidas, más de 1000 heridas, y otros miles de afectados” en la franja de Gaza como resultado del “bombardeo de una de las zonas más densamente pobladas del planeta”. Esto debe detenerse “inmediatamente”, agregó. La declaración reitera otros llamados del CMI al “gobierno de Israel y a Hamas a respetar las leyes internacionales humanitarias y los derechos humanos” y advierte que en la presente crisis el uso de fuerzas terrestres israelíes profundizará el desastre”. Además, critica “las políticas de cortar los suministros de alimentos, medicinas y combustibles para 1.5 millones de personas en Gaza, y de lanzar cohetes a través de la frontera como un esquema “quirúrgico”. Asimismo, califica de “un terrible periodo de mortandad y pérdidas que ha degenerado en mayor violencia” y señala “la lógica oficial que rechaza sus responsabilidades y que ha llevado a la pérdida de michas vidas”. Recordando una afirmación del comité central del CMI de febrero pasado, que condenaba la “cacería colectiva” de palestinos de Gaza, así como los “ataques a civiles”, Kobia expresó su esperanzada plegaria de que “el nuevo año traiga nuevo valor, liderazgo y nuevo compromiso con el difícil trabajo de establecer la paz en el medio Oriente”.
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LA INSTITUCIÓN SE CONSOLIDA
Protestante Digital, 14 de noviembre de 2009
Calificada por Dilthey como “la exposición literaria y científicamente más perfecta del cristianismo desde sus orígenes”, esta obra, como toda obra maestra de un gran escritor, tiene una historia fascinante y enriquecedora. Apareció por primera vez en marzo de 1536 en Basilea. Calvino estaba por cumplir 27 años y se había refugiado en esa ciudad para dedicarse al estudio y para defender por escrito a sus hermanos franceses perseguidos. En esta primera edición, la obra, escrita en latín, se divide en seis capítulos: I. De la ley, una explicación de los Diez Mandamientos. II. De la fe, explicación del Credo Apostólico. III. De la oración, exposición de la Oración del Señor. IV. De los sacramentos. V. Declaración de que los cinco restantes sacramentos católicos no lo son. VI. De la libertad cristiana, de la autoridad eclesiástica y de la administración política. Se trata de una exposición sencilla de los principios fundamentales de la fe organizada de la manera tradicional que resume las doctrinas esenciales de la naciente fe reformada. En palabras de Leonard, se trataba que "después de la liberación de las almas (por Lutero) se fundara una civilización [...] Estaba reservado al francés y jurista Calvino el crear más que una nueva teología un hombre nuevo y un mundo nuevo". Tal como lo expresaba él mismo en la Epístola que aparece como prefacio, dirigida al rey Francisco I de Francia, que además de pretender justificar a los protestantes acusados de doctrinas perversas, exponía, más que un sistema, una vida experimentada por un alma profunda y ardiente. La carta al rey está fechada el 23 de agosto de 1535. La segunda edición, publicada en Estrasburgo, conservó el contenido esencial de la primera y está marcada por el profundo acercamiento de Calvino a la carta a los Romanos, a los Padres de la Iglesia, y a los escritos de Lutero, Melanchton y Bucero. Esta nueva edición, de agosto de 1539, expone en su "Epístola al lector" los motivos de la nueva edición: básicamente “preparar e instruir a los que se querrán aplicar al estudio de la teología que fácilmente puedan leer la Sagrada Escritura y aprovecharse de su lección entendiéndola bien”. Los seis capítulos de la edición de 1536 aumentaron a 17: Del conocimiento de Dios; del conocimiento del hombre y del libre albedrío; de la ley; de la fe; de la penitencia; de la justificación por la fe, y de los méritos de las obras; de la similitud y diferencia del Antiguo y Nuevo Testamentos; de la predestinación y providencia de Dios; de la oración; de los sacramentos; del bautismo; de la Cena del Señor; de la libertad cristiana; de la autoridad eclesiástica; de la administración política; de los cinco sacramentos falsos y de la vida del hombre cristiano. La tercera edición latina apareció también en Estrasburgo en marzo de 1543, cuando Calvino ya estaba de nuevo en Ginebra. En la nueva edición, Calvino le dedica a los temas eclesiásticos tres veces más extensión que en las dos anteriores
capítulos sobre los votos monásticos (IV) y las tradiciones humanas (XII), y amplió notablemente el capítulo sobre el bautismo (XVII). casi la cuarta parte de la obra es nueva. La cuarta edición latina apareció en Ginebra a comienzos de 1550; en ella el autor agrega numerosas citas de los padres antiguos para apoyar su argumentación. Trata más ampliamente la doctrina de la Biblia, la cuestión de los santos e imágenes, y, en el capítulo XIII habla ampliamente sobre la conciencia. Los capítulos se dividen en secciones, para una lectura más fácil. Esta misma edición se imprimió en 1553 por Roberto Stephanus en Ginebra, siendo la mejor de las ediciones, porque por primera vez trae las citas bíblicas completas (con versículos, una innovación para la época). La quinta y última edición en latín, base de todas las versiones en otros idiomas (excepto el francés) fue publicada por Stephanus, en Ginebra, en 1559. Fueron días difíciles para Calvino, quien aun estando enfermo revisó completamente la obra, dándole un orden nuevo que es la admiración incluso de sus detractores. La obra quedó dividida en cuatro libros, divididos en 80 capítulos, de la siguiente forma: I. Del conocimiento de Dios (caps. 1-18). II. Del conocimiento de Dios Redentor en Cristo; el cual ha sido manifestado primeramente a los Padres debajo de la Ley, y a nosotros después en el Evangelio (caps. 1-17). III. Qué manera haya para participar de la gracia de Jesucristo, qué provechos nos vengan de aquí, y de los efectos que se sigan (caps. 1-25). IV. De los medios externos o ayudas de que Dios se sirve para llamarnos a la compañía de Jesucristo su Hijo y para entretenernos en ella (caps. 1-20). Los libros I y II forman la tercera parte de la obra, los libros III y IV otra tercera parte cada uno. Aproximadamente la cuarta parte del contenido total es completamente nueva. Las características de esta edición definitiva son cruciales: por un lado, toma en cuenta las controversias teológicas de la época y refuerza las posiciones protestantes frente a las católicas y de los demás grupos disidentes. Calvino escribe para los nuevos pastores, dotándolos de un arma valiosísima para su tarea. Además, incorpora, por otro lado, los resultados de sus propios estudios bíblicos: el estudio de la Biblia le sirve para establecer la verdadera doctrina: la Institución se convierte en una “teología bíblica” que pone en orden todos los conocimientos de acuerdo a la sistematización del autor. La primera edición en francés, aparecida en Ginebra en 1541, lleva como título completo: Institution de la religion chrestienne, “en la cual se comprende una suma de piedad, y casi todo lo que es necesario a conocer la doctrina de salud. Compuesta en latín por Jean Calvin, y traducida en francés por él mismo”. La "Epístola al lector" se convierte, en esta traducción en un "Argumento del presente libro", que presenta a la obra como guía para el estudio de la Biblia. Más tarde, cada edición latina es seguida por una traducción francesa revisada. (LC-O)
capítulos sobre los votos monásticos (IV) y las tradiciones humanas (XII), y amplió notablemente el capítulo sobre el bautismo (XVII). casi la cuarta parte de la obra es nueva. La cuarta edición latina apareció en Ginebra a comienzos de 1550; en ella el autor agrega numerosas citas de los padres antiguos para apoyar su argumentación. Trata más ampliamente la doctrina de la Biblia, la cuestión de los santos e imágenes, y, en el capítulo XIII habla ampliamente sobre la conciencia. Los capítulos se dividen en secciones, para una lectura más fácil. Esta misma edición se imprimió en 1553 por Roberto Stephanus en Ginebra, siendo la mejor de las ediciones, porque por primera vez trae las citas bíblicas completas (con versículos, una innovación para la época). La quinta y última edición en latín, base de todas las versiones en otros idiomas (excepto el francés) fue publicada por Stephanus, en Ginebra, en 1559. Fueron días difíciles para Calvino, quien aun estando enfermo revisó completamente la obra, dándole un orden nuevo que es la admiración incluso de sus detractores. La obra quedó dividida en cuatro libros, divididos en 80 capítulos, de la siguiente forma: I. Del conocimiento de Dios (caps. 1-18). II. Del conocimiento de Dios Redentor en Cristo; el cual ha sido manifestado primeramente a los Padres debajo de la Ley, y a nosotros después en el Evangelio (caps. 1-17). III. Qué manera haya para participar de la gracia de Jesucristo, qué provechos nos vengan de aquí, y de los efectos que se sigan (caps. 1-25). IV. De los medios externos o ayudas de que Dios se sirve para llamarnos a la compañía de Jesucristo su Hijo y para entretenernos en ella (caps. 1-20). Los libros I y II forman la tercera parte de la obra, los libros III y IV otra tercera parte cada uno. Aproximadamente la cuarta parte del contenido total es completamente nueva. Las características de esta edición definitiva son cruciales: por un lado, toma en cuenta las controversias teológicas de la época y refuerza las posiciones protestantes frente a las católicas y de los demás grupos disidentes. Calvino escribe para los nuevos pastores, dotándolos de un arma valiosísima para su tarea. Además, incorpora, por otro lado, los resultados de sus propios estudios bíblicos: el estudio de la Biblia le sirve para establecer la verdadera doctrina: la Institución se convierte en una “teología bíblica” que pone en orden todos los conocimientos de acuerdo a la sistematización del autor. La primera edición en francés, aparecida en Ginebra en 1541, lleva como título completo: Institution de la religion chrestienne, “en la cual se comprende una suma de piedad, y casi todo lo que es necesario a conocer la doctrina de salud. Compuesta en latín por Jean Calvin, y traducida en francés por él mismo”. La "Epístola al lector" se convierte, en esta traducción en un "Argumento del presente libro", que presenta a la obra como guía para el estudio de la Biblia. Más tarde, cada edición latina es seguida por una traducción francesa revisada. (LC-O)
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