domingo, 21 de junio de 2009

Mujeres y hombres que renuevan la Iglesia, Alicia Winters

7 de junio de 2009

Lilia era esposa de un pastor, una mujer concienzuda y trabajadora. Tomó clases de teología con su esposo, Noel, cuando éste estaba en el seminario y luego fue docente en la escuela dominical y participó activamente en la organización de mujeres. También fue docente y directora en una escuela primaria relacionada con la iglesia. Lilia trataba de apoyar el ministerio de su marido en la Cuarta Iglesia Presbiteriana de Barranquilla (Colombia) de todas las formas posibles. Sin embargo, ni a Lilia ni a nadie en la Iglesia Presbiteriana de Colombia se le ocurrió jamás que ella misma pudiera llegar a ser pastor. La Iglesia nunca había ordenado una mujer. No había una oposición manifiesta a la ordenación de mujeres, pero tampoco había mujeres interesadas en la ordenación. También había muy pocos pastores de sexo masculino, así pues, la súbita muerte de Noel planteó una crisis no sólo para su congregación sino para su presbiterio. ¿Dónde encontrarían un pastor que reemplazara a Noel? Después del funeral, Lilia tomó cartas en el asunto. En medio de su propio duelo sintió su responsabilidad ante la congregación. Mientras la asamblea de la iglesia pensaba en encontrar un reemplazante para Noel, varios ancianos comenzaron a preguntarse: "¿Por qué no Lilia?" El presbiterio fue favorable a la idea. Cuando ingresó la solicitud de la iglesia, el presbiterio preparó un examen especial de ordenación que tomaba en consideración no sólo los estudios de Lilia en el seminario sino también sus años de experiencia junto a su marido. Se convirtió en la primera mujer ordenada en Colombia.
La Cuarta Iglesia siempre había sido una institución activa, pero sus miembros (y el presbiterio) estaban sorprendidos por el dinamismo de la congregación dirigida por Lilia. Creó varias congregaciones nuevas en barrios circundantes a la ciudad e incluso en comunidades rurales que no pertenecían a Barranquilla, congregaciones que un cuarto de siglo después todavía son fuertes e independientes.

En la actualidad, Lilia está jubilada, no obstante, su ordenación y su experiencia como dirigente abrió las puertas a más mujeres pastoras y dirigentes. "Ha sido mi fuente de inspiración", dice Julia, miembro de la misma iglesia y estudia teología.. A la orilla del río (Éxodo 1:1-2:10) Éx narra la historia de los hijos de Israel en Egipto desde dos perspectivas. Primero, encontramos al rey. Su dinastía es reciente y sabe que no cuenta con el apoyo de la población, incluso teme que muchos de sus súbditos unan fuerzas con un enemigo invasor para derrocarlo. Primero planea ponerlos a trabajar más duramente a fin de que no les quede tiempo para conspirar en su contra. Pero tras una "reestructuración" inicial de la fuerza de trabajo, al rey le sorprende constatar que la oposición ha aumentado. La próxima medida es ordenar la matanza de los varones recién nacidos.
Y a partir de aquí, la historia continúa con sutil ironía. Una red de mujeres que trabajan juntas con un objetivo común frustran las intenciones del rey. La red está compuesta de parteras que temen a Dios y se niegan a obedecer la orden del rey. Dios constata su fe y las recompensa. […]
Esta red oficiosa carece de jerarquías. Abarca a mujeres de diferentes edades, estratos sociales y grupos étnicos y raciales. No rechaza a los hombres. De hecho, toda la iniciativa de cooperación está destinada a salvar la vida de un varón. La liberación de este niño por parte de las mujeres equivale a la futura liberación de los esclavos por parte de Dios bajo la dirección de Moisés.
Alianza Reformada Mundial.

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