CULTO DE AVANCE Y CONSOLIDACIÓN
Tema anual
La esperanza cristiana, luz para el camino
Primer
semestre
El lenguaje de la esperanza y la espiritualidad de hoy
Enero: JESÚS, esperanza DEL CRISTIANO
ÉL ESTÁ EN EL BARCO CONTIGO
Marcos 4.35-41, Filipenses
4.6-7, Traducción en Lenguaje Actual
35 Ese mismo día, cuando
llegó la noche, Jesús les dijo a sus discípulos: “Vamos al otro lado del
lago”. 36 Entonces dejaron a la gente y atravesaron el lago en una
barca. Algunos fueron también en otras barcas.
37 De pronto se desató una
tormenta. El viento soplaba tan fuerte que las olas se metían en la barca, y
ésta empezó a llenarse de agua. 38 Entre tanto, Jesús se había
quedado dormido en la parte de atrás de la barca, recostado sobre una almohada.
Los discípulos lo despertaron y le gritaron: Maestro, ¿no te
importa que nos estemos hundiendo? 39 Jesús se levantó y ordenó al
viento y al mar que se calmaran. Enseguida el viento se calmó, y todo quedó
completamente tranquilo.
40 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: ¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí?
41 Pero ellos estaban muy
asombrados, y se decían unos a otros: “¿Quién es este hombre, que hasta el
viento y el mar lo obedecen?”.
*
6 No se preocupen por nada.
Más bien, oren y pídanle a
Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. 7 Así, Dios les dará
su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que
protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.
Presiden: Niñas y Niños de la Iglesia
Introito | |
Entonces Moisés y los israelitas entonaron este
canto en honor del Señor:
Cantaré al Señor,
sublime ha sido su victoria;
caballos y jinetes hundió en el mar.
El Señor es mi fortaleza y mi refugio,
él fue mi salvación.
Él es mi Dios, por eso lo alabaré;
es el Dios de mi padre,
por eso lo ensalzaré.
Éxodo 15.1-2, BLP
Preludio: HNO. JACOBO NÚÑEZ CABRERA
La alabanza que brota
del corazón
Habitantes de toda la tierra,
griten
con todas sus fuerzas:
¡Viva
Dios!
¡Adórenlo
con alegría!
¡Vengan
a su templo
lanzando
gritos de felicidad!
Reconozcan
que él es Dios;
él
nos hizo, y somos suyos.
Nosotros
somos su pueblo:
¡él
es nuestro pastor,
y
nosotros somos su rebaño!
Vengan
a las puertas de su templo;
¡denle
gracias y alábenlo!
Él
es un Dios bueno;
su
amor es siempre el mismo,
y su fidelidad jamás cambia.
Salmo 100.1-5 TLA
Oración de ofrecimiento
Himno: “Te exaltaré, mi Dios, mi Rey” (704)
El perdón, fruto de la gracia
Ministro: Pero te confesé mi pecado,
y no oculté mi
maldad.
Me decidí a
reconocer
que había sido
rebelde contigo,
y tú, mi Dios, me perdonaste.
Salmo
32.5
Momento de
oración personal. / Oración audible.
Unidos/as: Dios mío,
tu perdón nos
llega a todos
como una bendición;
tu perdón borra
nuestros pecados
y rebeldías.
Tú bendices y
declaras inocentes,
a los que no actúan con malicia.
Salmo 32.1-2
Himno “Bondadoso Salvador” (92)
La unidad
inquebrantable de la iglesia
Saludo
de la familia Gil Martínez
Himno:
“Unidos/as” (405)
Plegaria comunitaria
El Señor es mi pastor, nada me falta.
En verdes praderas me hace descansar,
junto a aguas tranquilas me lleva.
El Señor me reconforta,
me conduce por caminos rectos
haciendo honor a su nombre.
Aunque camine por valles sombríos
no temeré mal alguno,
porque tú estás conmigo,
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Salmo 23.1-4, BLP
Himno:
“Cerca de ti, Señor” (314)
Oración
de intercesión A.I. Edith Martínez Vázquez
El mensaje que produce
esperanza
Lectura del A.T.: Isaías 41.8-13
Lecturas del N.T.: Marcos 4.35-41; Filipenses 4.6-7
Reflexión bíblica
ÉL ESTÁ EN EL BARCO CONTIGO
Candidata al Santo Ministerio Tania Tamez Grenda
Una fe fortalecida y
firme
Himno:
“Todas las promesas” (151)
Las ofrendas del
pueblo de Dios
Ustedes serán enriquecidos en todo
sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de
nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. II Corintios
9.11
Himno
“Los panes y los peces” (438)
Bendición comunitaria
Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.
Deuteronomio 31.8
Bendición congregacional coral
Himno “Del amor divino” (319)
Postludio
Intereses de la comunidad
ACOMPAÑAMIENTO
BÍBLICO
Gente renacida para una esperanza viva (I Pedro 1.1-12) (II)
Dr.
Salatiel Palomino López
2. Esperar con los pies bien plantados en la tierra
S |
i
bien los creyentes somos “hijos del mañana” (Rubem Alves) y ejercemos una
espiritualidad intensamente escatológica, o sea, apegada al porvenir pleno de
la libertad gloriosa de las hijas e hijos de Dios —lo cual es el núcleo y la
esencia de la esperanza genuina: “porque lo que alguno ve ¿a qué esperarlo?”
(Ro 8.24)—, dicha espiritualidad o estilo de vida no es escapista ni intimista,
no trata de negar la realidad contradictoria y dolorosa, ni simple e
irresponsablemente se fuga a un mundo ideal más allá de la tragedia actual, no
se refugia en una nube celestial huyendo de las realidades terrenas, ni se
esconde en un rincón íntimo de seguridad cuasi-monacal, ilusoria, olvidándose
ingenuamente de las tragedias y desafíos del presente.
Al
contrario, la dotación sobrenatural de la esperanza no es un fin en sí misma,
sino un recurso, una herramienta “para”. Así, se dice que fuimos renacidos o
renacidas “para”, para algo más, es decir, para construir el futuro con un
propósito activo que tiene como escenario la realidad conflictiva, amenazante y
desesperanzadora del presente. Esta esperanza se manifiesta como inconformidad
con lo que ahora sucede. Pablo dice: “No os conforméis a este siglo (Ro 12.1).
La esperanza nos mueve a transformar la realidad actual, no mediante el rechazo
infantil y egoísta al dolor y el sufrimiento reales, sino mediante el esfuerzo
para vivir victoriosamente frente a ellos.
El
apóstol Pedro recuerda a los destinatarios de su carta que, para vivir con los
pies bien plantados en la tierra, si es necesario, tendrán que “ser afligidos
en diversas pruebas” (v. 6) y que su fe ha de ser “sometida a prueba” (v. 7);
incluso, más adelante en esta misma carta les previene diciendo, “Amados, no os
sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa
extraña os aconteciese” (4.12). En otras palabras, el dolor, la prueba, los
contratiempos de la vida, el sufrimiento, la tragedia no deben tomar por
sorpresa a la gente de fe y esperanza. Jesucristo nunca nos engañó
ofreciéndonos una religión fácil y placentera. […]
Las comunidades cristianas del Asia Menor a las que Pedro se dirigió estaban pasando por duros ataques en su contra por parte de paganos y judíos juntamente, pero, además de las persecuciones espontáneas y populares locales, para estos tiempos la represión ya parecía haberse convertido en una política oficial contra las cristianas de parte del Imperio Romano. En 3.15, Pedro aconseja a los creyentes a “[estar] siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”.
En esta exhortación, las palabras “defensa” (apologia) y “demande” (aitounti, aitía) son términos técnicos que se refieren a demandas judiciales, acusaciones o cargos oficiales, y a respuestas o defensas formales a las acusaciones presentadas ante un tribunal. Las creyentes estaban siendo citadas formalmente ante los jueces y gobernadores. El emperador Trajano, algún tiempo después de esta carta, dio órdenes de detener y perseguir a las cristianas. […] Tales son las crudas realidades históricas que no pueden ser ignoradas, frente a las cuales acontece la espiritualidad de la esperanza promovida por el apóstol Pedro entre las Iglesias del Asia Menor… y las de México, en tiempos del Imperio Romano o de la pandemia del covid-19.
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