domingo, 7 de septiembre de 2008

Letra 89, 7 de septiembre de 2008

APOYAR LIBRE DECISIÓN DE LAS MUJERES, PAPEL DE LAS IGLESIAS, SEÑALAN TEÓLOGAS
José Antonio Román

La Jornada, 3 de septiembre de 2008

Un grupo de teólogas de diversas iglesias protestantes expresaron su apoyo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el fallo que emitió hace unos días sobre la constitucionalidad de la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.
En un pronunciamiento señalaron que si bien su postura no es oficialmente la de las iglesias luterana, metodista y bautista, a las cuales pertenecen, ninguna de éstas aplica sanciones explícitas para quien cometa la interrupción del embarazo; también reconocen que el tema es espinoso y que aun dentro de sus propias comunidades existen posturas encontradas. Sin embargo, hay una tendencia a marcar que ninguna de las Iglesias puede imponer su visión a toda la sociedad, más aún tratándose de un Estado laico. La tarea de las iglesias, insiste el documento, es trabajar en el ámbito familiar, en las llamadas escuelas dominicales de enseñanza del Evangelio, tratando de impactar en la vida personal de los fieles y con ello a la sociedad en su conjunto. Inclusive, hace justamente un año, también mediante un documento, las teólogas y pastoras Laura Figueroa Granados, Rosa Hamdan Sánchez, Anne Lutterman-Aguilar, Rebeca Montemayor, Ángela Trejo Haager y Cherie R. White, se manifestaron a favor de la ley sobre el aborto en el Distrito Federal.
"Muchas mujeres han muerto o han visto truncado su proyecto de vida al intentar satisfacer las exigencias de otros. Las mujeres son capaces de decidir en todos los ámbitos vitales y, en especial, acerca de la reproducción, por lo que debe respetarse cada decisión informada y responsable de quienes deseen interrumpir un embarazo no deseado", señalaron en esa ocasión, por lo que ahora expresaron el valor que tiene la decisión de la Corte, con lo que se ratificó también el carácter laico del Estado. Aquí, subrayaron, el papel de las Iglesias es acompañar con respeto las decisiones de las mujeres.
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POR SU DEFENSA DE LAS MINORÍAS RELIGIOSAS, UN RECONOCIMIENTO PARA CARLOS MONSIVÁIS

Jaime Hernández Ortiz

La Jornada Jalisco, 1 de septiembre de 2008


Carlos Monsiváis es un personaje clave para entender la cultura mexicana. Es un cronista de talla excepcional y un profundo analista de las singularidades políticas de nuestro país. Carlos Monsiváis ha recibido a lo largo de toda su vida, un sinnúmero de reconocimientos y premios por su destacado papel en la defensa de las mejores causas civiles y democráticas y por su prolífica carrera de escritor. Respetado por todos los sectores políticos, incluso por sus adversarios ideológicos, y apreciado por sus amigos, que no son pocos, Monsiváis recibió hace dos años el premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; y este año, que cumplió sus primeros 70 años, fue objeto de un homenaje nacional por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Este viernes 29 de agosto recibió un premio más, pero no un reconocimiento literario, académico o político más, sino el de la comunidad religiosa en la que nació. La Fraternidad Teológica Latinoamericana capítulo México (FTL), el Centro de Estudios del Protestantismo (CEE) y la Comunidad de Estudiantes Cristianos, entre otras organizaciones de orientación cristiana-evangélica, le entregaron, en la capilla del Seminario Teológico Presbiteriano, el premio Miguel Caxlán por su inclaudicable defensa en favor de las minorías religiosas.


Caxlán, defensor de los derechos humanos
Sobrio y antisolemne, pero solemne por lo regular en cualquier reconocimiento, esta vez se vio a un Carlos Monsiváis, al punto de las lágrimas, en un evento en el que recordó y cantó los himnos que entonaba en su niñez, la que definió como un "catálogo de villancicos". Sólo Monsiváis sabe lo que significa que protestantes le reconozcan lo que incondicionalmente él ha hecho por el protestantismo, y en general por toda minoría religiosa, en defensa de la libertad de creencias, en su postura crítica contra la persecución y la intolerancia religiosa.

Carlos Martínez, investigador del CEE, y colaborador de La Jornada, fue el encargado de hablar de la vida de Miguel Gómez Hernández, Miguel Caxlán, pastor evangélico, fundador de la primera comunidad evangélica La Nueva Esperanza, en San Juan Chamula, Chiapas, y que murió asesinado como otros tantos evangélicos por ejercer su derecho a creer de forma distinta a la tradicional: "Ese día los intentos antes fallidos tuvieron el fin que los adversarios de Miguel Caxlán habían buscado con tanta insistencia. Primero lo secuestraron y lo empujaron hacia el interior de un automóvil, ya dentro lo amordazaron y atacaron con un picahielo, las muchas marcas del arma quedaron como indelebles huellas en su cuerpo. Los secuestradores se lo llevaron a San Juan Chamula, cabecera del municipio tzotzil, en Chiapas, bien conocido por la saña con que los caciques trataban a quienes dejaban de cumplir con el llamado sistema de usos y costumbres.

Fue un 24 de julio de 1981 cuando el líder de la pujante iglesia evangélica tzotzil ya no pudo escapar de sus perseguidores. Una vez ya en Chamula sus captores lo torturaron brutalmente, le arrancaron el cuero cabelludo, le desollaron el rostro, le extirparon un ojo, le arrancaron la lengua y la nariz. Después se lo llevaron al monte, ahí lo colgaron de un árbol. Sus hermanos evangélicos, que lo buscaban desde el primer momento que supieron de su secuestro, encontraron a Miguel Caxlán inerte, el vaivén del viento movía su cuerpo. Los diarios locales de la época algunas menciones hicieron del asunto, que llamó la atención de los habitantes de San Cristóbal de Las Casas, la antigua capital de Chiapas."

Añadió que aun cuando el concepto no aparecía, se consideró un defensor de los derechos humanos; fue uno de los primeros en hacer peticiones urgentes a las autoridades para que se protegieran los derechos humanos de los indígenas protestantes.

Carlos Mondragón, doctorando en psicología social e investigador de la UNAM, a nombre de la Fraternidad Teológica capítulo México al entregar el reconocimiento al escritor señaló la influencia que ha tenido: "Nuestro pensamiento social ha sido enriquecido con la mirada crítica del poder y de las fuerzas más retrógradas de nuestro país que Monsiváis ha plasmado en sus escritos de toda la vida… El reconocimiento que ahora le hacemos es un acto de justicia. Le agradecemos a Carlos las muchas veces que en sus escritos y verbalmente ha denunciado o hecho públicos los actos de intolerancia que la comunidad protestante-evangélica ha sufrido durante las décadas que a él le ha tocado presenciar o que a sus oídos han llegado. Reciba este pequeño presente como una muestra de nuestro reconocimiento y manifestación de que lo que hace, aunque a veces no se lo digamos, no pasa desapercibido para muchos miles de nosotros".


Invisibilidad social

Carlos Monsiváis venía de la Cámara de Diputados donde horas antes había cuestionado el silencio de la izquierda sobre la persecución religiosa (La Jornada, 30 de agosto). En su intervención Monsiváis recordó las innumerables veces que a su casa llegaron testimonios de miles de perseguidos. Y en referencia al himno Cerca de Dios quiero morar, dijo que ese himno se entonaba cuando morían sus familiares, "que espera que eso suceda, no pronto, en mi caso". Monsiváis destacó la lectura de La Biblia, el biblicisimo que fomentó el nacimiento de muchas iglesias libres y el papel de la Biblia Reina-Valera, "a la que regreso con frecuencia". Cuestionó el papel de la contrarreforma durante la Inquisición, contra todos los sospechosos de luterizar, y por la osadía de tener un libro, ya ni siquiera la Biblia. Señaló además a la disidencia religiosa y la libertad de conciencia como un hecho bíblico, pues la "cultura católica, regida por Tomás de Aquino le negaba facultades a la conciencia". Por ello, añadió, el libre albedrío es el instrumento básico de la reforma liberal. En este sentido, "reivindicar la reforma juarista, el juarismo, significa la posibilidad de ser distinto hoy día". Monsiváis recordó los chistes que sobre él se hacían y las mofas que se anulaban unas a otras, "cuando los protestantes éramos una minoría ridícula o cerca de eso": "Tú eres nadie y eres una franca anomalía", "sé que no eres católico pero deseo que te vaya bien en esta vida y la otra"; "que por qué no tenía un nombre como los de mi religión, por ejemplo Carlos Nabucodonosor Monsiváis"; y que no sabe dónde van a terminar los letreros: "Este hogar es católico y no acepta propaganda protestante…no aceptamos new age… no aceptamos discos pirata...". Monsiváis señaló la invisibilidad social del protestantismo, de templos quemados, de pastores asesinados, que su descargo, denuncias ante el Ministerio Público y autoridades, nunca "había oído para ellos". Pero nada tan parecido a lo de Miguel Caxtlán, por ello, dijo, "me siento muy honrado y acepto con gratitud este reconocimiento, porque Caxtlán no es un mártir sino un héroe de la libertad de expresión".

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