domingo, 26 de enero de 2020

La comunidad se reconcilia y se acerca a su salvador, Hna. Graciela Arellano A.


26 de enero de 2019

Alguien comentó: ¿Por qué están mencionando en las prédicas el aniversario si no es la fecha todavía? Me quedé pensando que cuando se va a tener una celebración, dependiendo de lo grande que sea, se comienzan los preparativos con 3 o 6 meses de antelación.  Esta celebración que vamos a tener más que material es una fiesta espiritual y tenemos que prepararnos espiritualmente.  El tema para meditar este día es ‘La comunidad se reconcilia entre sí y se acerca a su Salvador.’
En este mes se ha hablado de la reconciliación ya no es mucho lo que tengo que decir. Así que empezaré ilustrando ¿Qué es reconciliación?
Dos vecinos que se llevaban muy bien pero un día se pelearon y dejaron de hablarse por mucho tiempo.  Un día uno de ellos enfermó gravemente y se lo llevaron al hospital. Cuando el otro vecino se enteró pensó en ir a hablar con él porque no quería quedarse con el cargo de conciencia en caso de que el muriera. Así que fue al hospital y al entrar en la habitación se acercó y le dijo al enfermo: Vine a verte para hacer las paces contigo. Perdóname y yo te perdono.’ El enfermo como pudo le contestó: ‘Si te perdono y perdóname tú a mí.’ El visitante se quedó unos minutos y se despidió y antes de salir se devolvió y le dijo al oído al enfermo. ‘Que quede claro que si mueres estamos reconciliados, pero si sanas seguimos como estábamos.’ Obviamente esto no es reconciliación. Esto es una reconciliación por conveniencia, por culpa o por el que dirán. 
Veamos que dice el significado de la palabra ‘reconciliación’ en el diccionario. Reconciliación: Restablecer la armonía o la concordia entre dos personas.  Volver a trabar una amistad. 
Hay una palabra que llamó mi atención.‘Armonía’ e inmediatamente me llevo al Salmo 133:1.  Mirad cuan esta misma palabra me llevo a pensar en una orquesta donde hay diferentes instrumentos que tienen diferentes tamaños, formas y sonidos.  Cuando están afinados en la misma nota y empiezan a tocar.  ¡Qué deleite para los oídos porque están tocando en armonía!
Otro ejemplo es el cuerpo humano, el cual está compuesto por diferentes órganos que a su vez forman sistemas que tienen diferentes funciones que permiten el correcto funcionamiento de nuestro organismo.  Es por eso que al enfermarnos, perdemos la armonía y nos sentimos mal. 
¿Qué hace que una orquesta toque maravillosamente? La virtud de sus músicos, la afinación de los instrumentos y un buen director.  
¿Qué hace que un cuerpo funcione armoniosamente? Estar sano, bien alimentado y trabajando.
Es normal que los instrumentos desafinen.  Hay que afinarlos.  Es normal que el cuerpo enferme.  Hay que curarlo.   También es normal que el cuerpo de Cristo que está en la Iglesia tenga problemas, que haya problemas en las familias, matrimonios, hermanos, amigos. ¿Qué hay que hacer en estos casos?  Reconciliarnos, restablecer la armonía y volver a entablar la amistad. 
¿Cómo tener una reconciliación genuina? Mencionaremos tres pasos para lograrlos.

1.     Reconciliarse con Dios: Si no damos este primer paso no podremos dar los demás.  La lectura de Isaías 58 nos da la pauta.  Tenemos que arrepentirnos de lo que estamos haciendo mal. Aquí el pueblo ayudaba, pero con una mala actitud buscaban a Dios y querían saber sus caminos, pero habían dejado la ley de Dios.  Aquí cabe lo que Jesús dijo: Hipócritas, este pueblo de labios me honra, pero no de corazón. Marcos 7:6
Pero el amor y la misericordia de Dios es tn grande que anhela la reconciliación con su pueblo le muestra el camino y le dice nuevamente como debe ser el ayuno y ofrece grandes bendiciones. Si este le obedece, reconciliémonos con Dios. 

2.     Reconciliémonos con nosotros mismos: Una vez reconciliados con Dios, creamos firmemente que nos ha perdonado.  No llevemos cargando todavía el costal de las culpas por no haber sido perfectos hijos, padres, esposos, etc. Tengamos fe en la bondad y misericordia de nuestro Dios.  Creamos en su gran amor. 
Dice Miqueas 7:18 que Dios como tú que perdonas la maldad y perdonas y olvidas el pecado de tu pueblo. Salmo 103:12 Como está lejos el oriente del occidente. Malaquías 3;17 Y serán para mi especial tesoro y los perdonaré como el padre que perdona a sus hijos. Creamos en el amor y perdón de Dios y reconciliémonos con nosotros mismos. 

3.   Reconciliémonos con los demás: Una vez reconciliados con Dios y con nosotros mismos, podemos reconciliarnos con los demás.  La lectura de Mateo 5:23-24, Jesús nos habla a cada uno de los creyentes que acudimos al templo con nuestra ofrenda sea monetaria, de tiempo, de oración o servicio. 
Así como dice Dios en Isaías como deber ser el ayuno.  Jesucristo dice como deber acercarse el que ofrenda.  Si traes tu ofrenda y ahí te acuerdas que tu hermano, una comunidad o familia o dos personas no pueden seguir adelante siendo fructíferos si no están en armonía.  Pero ojo, no olvidemos que somos diferentes, tenemos diferentes maneras de ser, pesar, gustos y precisamente en esto estriba la belleza que podamos aceptarnos y amarnos como somos.

Romanos 12:3: Que nadie tenga más alto concepto de sí mismo. 

Reflexionemos y hagamos las paces con Dios, con nosotros mismos y entre nosotros para acercarnos a nuestro bendito salvador trayendo nuestra ofrenda.  Él nos espera con los brazos abiertos para bendecirnos y se haga realidad.
Mirad cuan bueno y delicioso es, no sólo en el aniversario sino siempre y como una gran orquesta toquemos para nuestro Dios una canción nueva.

No hay comentarios:

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...