PRIMERAS REACCIONES DE JOB Job 3.1-10
Modera: Hno. David Ábrego
SOBRE EL LIBRO DE JOB
Del mismo modo que Rudolf Otto y Karl Barth, Martin Buber ve a Job como un “rebelde con fe” y, por tanto, un siervo de Dios. Los tres hombres de Dios parecen quedarse cortos en cuanto a las amargas ironías que contiene el Libro de Job, que es la razón por la que yo prefiero la ironía de la respuesta de Calvino, “Dios tendría que crear nuevos mundos, si pretendiera satisfa-cernos”, o bien la ironía, más compleja, de Kierkegaard: «Pon tus ojos en Job, aunque te horrorice: no es esto lo que él desea, si tú no lo deseas». No podemos estar satisfechos, porque Jehová no creará más mundos, y nosotros necesitamos sentirnos horrorizados ante Job, aunque él no lo pretenda. Los límites del deseo son también los límites de la literatura. La percepción de Kierkegaard es increíble: no es la creación, sino el creador, lo que abruma a Job. Nuestro deseo del bien es inconmensurable, no en relación con el bien mismo sino con el creador del bien. […] Job, en el tono de Jeremías, aceptó escoger la adversidad.
HAROLD BLOOM Ensayistas y profetas
JOB 3.1-5, NVI
Después de esto, Job rompió el silencio para maldecir el día en que había nacido. Dijo así:
“Que perezca el día en que fui concebido/
y la noche en que se anunció:/
"¡Ha nacido un niño!"./
Que ese día se vuelva oscuridad;/
que Dios en lo alto no lo tome en cuenta;/
que no brille en él ninguna luz./
Que las tinieblas y las más pesadas sombras/
vuelvan a reclamarlo;/
Que una nube lo cubra con su sombra;/
que la oscuridad domine su esplendor.
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
SEPTIEMBRE
4 – V Reunión de mujeres: Olivar del Conde
7 – Reunión de Consistorio
12 - Seguimiento de lecturas bíblicas
15 - Noche Mexicana
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