sábado, 25 de junio de 2011

Letra 225, 26 de junio de 2011



CATÓLICOS Y EVANGÉLICOS CONFÍAN EN DIÁLOGO DE CALDERÓN CON VÍCTIMAS
Carolina Gómez
La Jornada, 24 de junio de 2011

Por separado las iglesias católica y cristianas evangélicas confiaron en que la reunión que ayer sostuvo el presidente Felipe Calderón con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad no será en vano y rendirá frutos.
Manuel Corral Martín, secretario de Relaciones Institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), descartó que “sea atole con el dedo, los hechos hablarán por sí mismos en el futuro cercano, si realmente no hay muestras de cambio, entonces podría decirse que fue atole con el dedo, pero no lo creo así”.
Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), indicó que el esfuerzo no será “infructuoso”. Señaló que esto constituye el “parteaguas de la ciudadanización de las políticas públicas” y añadió que es prioritario que luego de que el movimiento fue “escuchado cara a cara por el presidente, vigilar que la comunicación no se rompa”.
Por su parte Corral consideró que la reunión “marca un hito” y confió en que la estrategia en contra del narcotráfico experimente cambios que reduzcan los daños a la población. También destacó que por primera vez se vio “el lado humano” de Calderón” y añadió que al menos pareciera que de parte del presidente “sí hay voluntad”, pero dijo no estar tan seguro de que las instituciones que llevan este combate “estén tan dispuestas a cambiar, eso no lo sé”.
El sacerdote sostuvo que de haber modificaciones en la estrategia, éstas tendrían que ser paulatinas, porque dijo que “los virajes estrepitosos significan volcaduras”.
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DIALOGAR NO ES CLAUDICAR, RECUERDA SICILIA A CRÍTICOS
Lorena López
Milenio, 25 de junio de 2011

Un día después de reunirse con el presidente Felipe Calderón en el Castillo de Chapultepec, el escritor Javier Sicilia recordó que no pidió al mandatario suspender la lucha contra el crimen organizado, sino debatir sobre la posibilidad de reorientarla para reducir el número de víctimas inocentes. “El diálogo no significa claudicación de ninguna de las partes, significa ir acercándose a la verdad y poder hacer cosas importantes”, señaló en entrevista radiofónica.
En tanto, en conversación con Azucena Uresti para Milenio, el poeta lamentó que durante el diálogo en el Castillo de Chapultepec el presidente Calderón ese mantuviera firme en no modificar su estrategia de seguridad. “No le pedimos que deje de hacer lo que tiene que hacer, sino que cambie esa forma de hacer las cosas”, apuntó Sicilia. “La reunión de ayer (jueves) nos demostró que se puede dialogar, ser firme y fuerte en la diferencia y abrir espacios para seguir avanzando, ir construyendo y cambiar mentalidades equivocadas”, comentó.

Cuatro horas en Twitter
Por separado, el presidente Felipe Calderón continuó la reflexión sobre su diálogo con el Movimiento por la Paz, al que calificó de “experiencia intensa y aleccionadora”. Durante cuatro horas (las 7 hasta las 11 de la mañana), el mandatario colocó en su cuenta de Twitter 34 mensajes, en los cuales reiteró su pesar por las víctimas del hampa. También insistió en su convicción de que la inseguridad no la causan las fuerzas federales, sino el crimen organizado, y llamó a todos los sectores de la sociedad a hacer su parte para resolver los problema de inseguridad, corrupción e impunidad.
“El diálogo con las víctimas de la violencia fue muy enriquecedor para mí. Creo que para todos. Vamos a darle seguimiento entre todos”, fue el mensaje con el que el Presidente cerró su comunicación luego del diálogo en Chapultepec. Precisó que las tres vertientes de su estrategia son enfrentar a los criminales, reconstruir las instituciones de seguridad y recuperar el tejido social. También aceptó que se deben crear oportunidades para los jóvenes, pero recordó que a todos toca “reconstruir los cimientos de la casa común dañada por el crimen, la corrupción y la impunidad”.
“A unos corresponde gobernar; a todos elegir y vigilar a los gobernantes, ser mejores ciudadanos y estar cerca de los hijos”, dijo. El presidente Calderón reiteró su disposición a “rectificar errores y buscar alternativas”, pero también su decisión de “defender a las familias, cuando su propia autoridad no pueda o no quiera defenderlas de criminales”.
Como lo hizo el jueves en Chapultepec, el Presidente citó un verso que el propio Javier Sicilia tomó de Bertolt Brecht: “Un día vinieron por los comunistas y no dije nada; otro día por los judíos y tampoco dije nada; un día llegaron por mí y no tuve qué decir. “Cuando vinieron por los primeros hubo quien no dijo ni hizo nada. En cuanto estuvo en mis manos actué, con aciertos y errores, pero actué. Y sí debemos pedir perdón por las víctimas que no pudimos defender. Pero no por haber actuado contra los criminales que causan esas muertes”, dijo en tres tweets consecutivos. Insistió en el dolor que le causa la vida segada injustamente de muchos jóvenes inocentes y sus padres pidiéndole encontrar a sus hijos desparecidos.
En este punto recordó que México no llegó de repente a esta situación: “Se fueron acumulando transas e intereses hasta que un día estalló, como la energía de un volcán que entra en erupción”. En la entrevista televisiva que concedió a Milenio, el escritor detalló que para el siguiente encuentro con el Presidente, que se realizará dentro de tres meses, asistirá acompañado de expertos en materia de seguridad para abordar el tema y tratar de lograr que el Ejecutivo acceda a realizar un cambio en su estrategia. Sin embargo, dijo que sería importante que estuvieran presentes los secretarios de Defensa, de Marina y de la SSP.
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FE Y MISTICISMO EN LA POESÍA DE JAVIER SICILIA (II)

Esencialmente poeta, ha publicado también novela, ensayo, biografía y traducciones. En poesía, Permanencia en los puertos (1982), La presencia desierta (1985; ediciones aumentadas: 1996 y 2004), Oro (1990), Trinidad (1992), Vigilias (1994), Resurrección (1995), Pascua (2000), Lectio (2004), Tríptico del desierto (2009); novela: El bautista (1991), El reflejo de lo oscuro (1998), Viajeros en la noche (1999), A través del silencio (2002), La confesión (2008); ensayo: Cariátide a destiempo y otros escombros (1980), La revelación y los días (con Tomás Calvillo, 1987) y Poesía y espíritu (1998); biografía: Concepción Cabrera de Armida, la amante de Cristo (2001) y Félix de Jesús Rougier, la seducción de la Virgen (2007); traducciones: El nombre, de Lanza del Vasto (1988), La locura de Abraham, de Pierre Souyris (1989), Anarquía y cristianismo, de Jacques Ellul (2005) e Historia del protestantismo, de Jean Bauberot (2008). Es muy conocido como articulista en las revistas Siempre!, Proceso y La Jornada Semanal, con la columna “La casa sosegada”, dedicada a temas poéticos y religiosos. Fue incluido en la Asamblea de poetas jóvenes de México, de Gabriel Zaid (1980).
Además, ha editado la poesía de Manuel Ponce y prologado la de Alfredo R. Placencia (El libro de Dios). En 1989, junto con Jorge González de León obtuvo el premio Ariel por el guión de la cinta Goitia, un dios para sí mismo, en 1993, el Fuentes Mares por El bautista, y en 2009 ganó el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, con Tríptico del desierto, que desató una controversia por su manera de inspirarse en los textos de otros poetas.

2. “El viaje hacia la permanencia”: la semilla de un peregrinaje existencial
Su primer libro, Permanencia en los puertos (“tiene en el título una paradoja: el puerto es lugar de partidas y llegadas. Pero ahí se habla de una permanencia, no de un lugar de tránsito”
[8]), contiene ya el germen de una cadena de hallazgos existenciales, expresivos y, por qué no decirlo, espirituales que se suceden en una serie admirable de versos (de siete y once sílabas) que, gracias al molde de la silva construida en clave moderna, le permitieron nombrar los espacios que su fe iba abarcando. En la segunda edición de La presencia desierta, afirma: “Toda poesía narra un largo viaje hacia la luz. En mi caso, ese viaje es, como el título de mi primer libro, una permanencia. En realidad nunca partí. Desde que decidí viajar para encontrar a Dios, Él ya estaba en mí y me aguardaba”.[9]
“El viaje hacia la permanencia”, poema que abre el libro es ya una auténtica bitácora espiritual, signado por un epígrafe tomado del Comentario del Evangelio, de Lanza del Vasto: “Nada de lo que ha vivido se pierde…/ La vida es un modo inmutable del ser”:

Coro



1



Desde el Vértice Tuyo, hacia Tu adentro



la materia palpita con Tu ausencia;



el día generoso



le devuelve la luz de Tu presencia.



Se realiza en la nada de mi centro



La profunda labor de Tu reposo.

2



¡Qué sombras, qué destellos se confunden!



¡Cuánta creación de vida imperceptible



trabaja laboriosa!



¡Qué insistencias de tiempo en Él se funden



bajo este transcurrir indivisible!



Muerte que habita en mí y es prodigiosa!

3



Luz de día y paciencia de serpiente,



ojo infinito y de delicia cima



que a mi esencia desgarras;



¿qué ventura me toca y me reanima,



qué gran amor de Dios ya se presiente



y rompe la estrechez de mis amarras?[10]

Así respondió a la pregunta sobre si la poesía de elementos bíblicos puede ir hacia lo social:

Sí, pero en segunda instancia. El objetivo de toda poesía es profundamente espiritual, no sólo con elementos bíblicos, sino con elementos religiosos y espirituales, y creo que toda verdadera poesía los tiene; es, valga la redundancia, espiritual. Creo, como lo sostenía Tarkovsky, el cineasta, que la misión de todo arte es elevar la conciencia espiritual de los hombres. Si se logra, entonces la poesía adquiere también una función social. Si el hombre crece espiritualmente entonces la sociedad se mejora en sus relaciones económicas, productivas, políticas, culturales. El objetivo de la sociedad dejaría de ser mundano y se volvería trascendente. Una sociedad verdaderamente espiritualizada viviría de manera fraterna y pobre.
[11] (LCO)

Actividades

TODOS/AS ESTÁN INVITADOS/AS A LA SESIÓN DE HOY POR LA TARDE SOBRE MINISTERIOS FEMENINOS

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO


Martes 28 de junio, 19 hrs.
EL HOMBRE Y LA MUJER EN EL AMOR
(Cantares 1.9-17)


Modera: Hno. Raúl Jiménez B.

CANTARES 1.9-17, REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA

La esposa y el esposo

Comparable es tu andar, amiga mía,
al suave trote de las yeguas del faraón.
¡Qué bellas son tus mejillas,
enmarcadas entre los pendientes!
¡Qué bello es tu cuello entre los collares!
¡Vamos a hacerte pendientes de oro
con incrustaciones de plata!
Mientras el rey disfruta del banquete,
mi nardo esparce su fragancia.
Mi amado es para mí
como el saquito de mirra entre mis pechos.
Mi amado es para mí como un racimo de flores de alheña
en las viñas de Engadí.
¡Hermosa eres tú, amiga mía!
¡Hermosa eres tú, y tus ojos son dos palomas!
¡Hermoso eres tú, amado mío,
y además encantador!
La verde hierba es nuestro lecho,
los cedros son las vigas de la casa,
y los cipreses nos cubren como un techo.


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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

JULIO

3 – Comunión/ Reunión de Consistorio
10 – Conferencia sobre Menopausia

14-15 – Ponencias sobre la ordenación de las mujeres

18-22 – Escuela Bíblica de Vacaciones

Alcances divino-humanos de la paternidad, L. Cervantes-O.

26 de junio de 2011




1. La gran metáfora de la paternidad divina
Podría decirse que en las diversas etapas de la revelación contenida en las Escrituras judeo-cristianas aparece un esfuerzo sostenido de Dios por hacerse presente en la humanidad como un auténtico padre, y así poder superar los esquemas y estereotipos dominados por la idea de que, en su carácter de Creador, sustentador de la vida y redentor, ejerce su labor como un ser policiaco y siniestro, más preocupado por instalar una moral de hierro en el mundo que por atender con cuidado amoroso a sus hijos e hijas. La manera en que los autores del Nuevo Testamento captaron la nueva manera de dirigirse a Dios como padre por parte de Jesús y de hacerlo presente en los intersticios de la vida humana aparece como uno de sus mayores logros espirituales en medio de una época (similar a la nuestra) controlada por un uso del poder y la autoridad que poco tiene que ver con el servicio y la sensibilidad. Como escribe A. Torres Queiruga al referirse al primer artículo de la fe cristiana que expresa la experiencia de la paternidad divina en el Credo de los Apóstoles:

Los cristianos no tenemos necesidad de buscar la puerta principal para acercarnos al interior de esa experiencia. La tenemos siempre abierta en el comienzo mismo del Credo, es decir, de nuestro “santo y seña” —eso significa lo de símbolo— de creyentes: “creo en Dios Padre”. Con estas palabras se anuncia el primer artículo de nuestra fe y se abre el acceso a la más genuina oración cristiana. Enunciarlas equivale a asomarse al vértigo del misterio; sólo que se trata de un misterio presentido como cálido, abierto y acogedor: impone respeto, pero no miedo; aparece inmenso, pero no humillante. Todo en la revelación evangélica invita a acercarse a él y a ir temperando a su luz el misterio, pequeño pero entrañable, de nuestra propia vida. Pues Dios como Padre nos revela a nosotros como hijos. Y si de algún modo esta revelación nos alcanza de veras, nuestro entero ser queda iluminado y transfigurado.
[1]

De entre los muchos lugares del Antiguo Testamento en los que esta intuición fue anunciada y desarrollada, destaca Jeremías 31 con su énfasis en la posibilidad de que surgiera un nuevo pacto entre Dios y su pueblo, basado esta vez, ya no en la mera obediencia de una serie de preceptos sino también en el establecimiento y fortalecimiento de una relación afectiva, entrañable y auténtica, de Dios como padre y un pueblo formado por hijas e hijos conscientes del cariño divino. Sólo así puede entenderse el lenguaje paternal con que el profeta refiere la voluntad divina de transformar y evolucionar en el trato con su pueblo: “En aquel tiempo, dice Jehová, yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me serán a mí por pueblo. […] Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (vv. 1, 3, Reina Valera Contemporánea). Al dolor con que había afligido al pueblo, le sucede ahora una disposición reconstructiva de la existencia que encuentra en la voz de un padre la vía para manifestarse y anunciar el perdón y la rehabilitación: “He aquí yo los hago volver de la tierra del norte, y los reuniré de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer que está encinta y la que dio a luz juntamente; en gran compañía volverán acá. Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito” (vv. 8-9).
La esperanza de un retorno a la estabilidad nacional y espiritual encuentra en la metáfora de la paternidad divina la razón de ser de este nuevo pacto y Dios se conduele del sufrimiento de su hijo arrepentido: “Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra. Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. […] ¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿no es niño en quien me deleito? pues desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él misericordia, dice Jehová (vv. 17-18, 20). Estaba abierta, así, la puerta para un nuevo pacto (vv. 28, 31-34).

2. Los alcances divino-humanos: salvación y vida cotidiana
Dice Jaime Sabines en el poema dedicado a su madre, “Doña Luz”, y autor de ese otro gran poema, “Algo sobre la muerte del mayor Sabines”: “Sobre tu tumba,/ madre, padre,/ todo está quieto.// Mapá, te digo,/ revancha de los huesos,/ oscuro florecimiento,/ encima de ti, ahora,/ todo está quieto”.
[2] Esta manera de hablar, de juntar al padre y a la madre, como una manera de percibirlos como una unidad a la hora de ser visualizados desde la filiación más cercana, retoma mucho de lo que, sensiblemente, expresa I Juan 3 sobre la efectiva posesión de la filiación divina: “¡Miren! Dios el Padre nos ama tanto que la gente nos llama hijos de Dios, y la verdad es que lo somos. Por eso los pecadores de este mundo no nos conocen, porque tampoco han conocido a Dios. Queridos hermanos, ¡nosotros ya somos hijos de Dios! Y aunque todavía no sabemos cómo seremos en el futuro, sí sabemos que cuando Jesucristo aparezca otra vez nos pareceremos a él, porque lo veremos como él es en realidad. Todo el que espera confiadamente que todo esto suceda, se esfuerza por ser bueno, como lo es Jesús” (vv. 1-3, Traducción en Lenguaje Actual). De entrada, al propio autor esta conciencia de tener a Dios como un Padre efectivo, transformó (y “ablandó”) su lenguaje para dirigirse a sus interlocutores (“hijitos”), es decir, Juan aprendió la lección de la ternura divina y las trasladó al ámbito de las relaciones fraternas.
Sobre las palabras juaninas que llegan a afirmar que este Dios-Padre “es amor” (4.8, 16) y que podemos, literalmente, abandonarnos sin temor alguno en los abismos de esa paternidad, dice Torres Queiruga:

Verdaderamente, afirmaciones de este calibre rompen toda posibilidad de comentario. Más bien postulan que nos dejemos arrastrar por la fuerza de su movimiento interno, adentrándonos agradecidos y confiados en las aguas infinitas adonde nos intentan llevar. Digamos únicamente que de un Dios que así se nos quiso revelar el hombre puede esperarlo todo y ‘no tiene derecho’ a temer nada. Entre ese todo y esta nada se le ofrece su lugar a la experiencia cristiana. En su centro está el símbolo sencillo y entrañable del Dios que es Padre.
[3]

Experimentar la paternidad divina, sugiere Juan, implica traducirla en relaciones actuales renovadoras de afecto, cercanía y responsabilidad, además de la capacidad de poder ver el rostro de Dios y de nuestros padres humanos no solamente con amor sino también en la justa dimensión de lo que Dios quiere revelarnos a través de ellos, en su forma de ser (identidad) y de hacer (ética). Como lo expresó Rubem Alves al referirse al misterio de la dualidad hombre-mujer:


Me siento mal. ‘Madre’ es un nombre que nunca invocará mi rostro. Soy padre. Estoy excluido. Y con razón: no soy dios, para incluirlo todo. Yo sé que cuando es escuchado este nombre no me toca a mí. […]

A veces, cuando el niño sin madre llora dentro de mí, Madre...

A veces, cuando el niño quiere jugar, Padre...

Cuando anhelo una Madre, Dios es Ella, sólo Ella. Cualquier y agregada a ella sería el fin de mi nostalgia.

Cuando deseo un Padre, Dios es Él, sólo Él: este es el nombre de mi nostalgia, en ese preciso momento...

Si Dios no es llamado por el nombre de nuestra nostalgia más profunda, no hay respuesta. El nombre proferido sin pasión sería una mentira, una blasfemia...”.[4]


El amor de Dios como padre debe transformar nuestra vida y nuestras acciones.


Notas


[1] A. Torres Queiruga, Creo en Dios Padre. El Dios de Jesús como afirmación plena del hombre. Santander, Sal Terrae, 1986, pp. 73-74.
[2] J. Sabines, “Doña Luz” (XVIII), en Maltiempo (1972), Otro recuento de poemas (1950-1991). México, Joaquín Mortiz, 1991, p. 366.
[3] A. Torres Queiruga, op. cit., p. 97.
[4] R. Alves, “A veces”, en Union Seminary Quarterly Review, 40, 3, 1985, pp. 43-53, versión de LC-O, en http://rubemalves-teopoetica.blogspot.com/2007/06/veces.html.

I Juan 3.1-4, 7



Traducción en Lenguaje Actual

¡Miren! Dios el Padre nos ama tanto que la gente nos llama hijos de Dios, y la verdad es que lo somos. Por eso los pecadores de este mundo no nos conocen, porque tampoco han conocido a Dios.
Queridos hermanos, ¡nosotros ya somos hijos de Dios! Y aunque todavía no sabemos cómo seremos en el futuro, sí sabemos que cuando Jesucristo aparezca otra vez nos pareceremos a él, porque lo veremos como él es en realidad. Todo el que espera confiadamente que todo esto suceda, se esfuerza por ser bueno, como lo es Jesús.
Todo el que peca, desobedece la ley de Dios, porque el pecado consiste en desobedecer a Dios. […]Hijitos míos, ¡que nadie los engañe! Todo el que obedece a Dios es tan justo como lo es Jesús.

sábado, 18 de junio de 2011

Letra 224, 19 de junio de 2011




A MI PADRE
Ramón López Velarde


Nunca, señor, pensé que el verso mío



cuando te hablara en él por vez primera


la música filial de los veinte años,


del huérfano infelice la voz fuera.





Nada valió la familiar plegaria;


moriste en plena vida, y ¡qué contraste


tocóles a los tuyos, muerto amado,


en la noche fatal que agonizaste!





Noche con paz de luna; también fuiste


noche más que ninguna tormentosa;


tus horas de martirio florecieron


en mi jardín, como sangrienta rosa.





Todo lo evoco, Padre: tus quejidos;


tus palabras postreras; la voz triste


con que te habló tu hermano sacerdote;


la mañana de otoño en que moriste;


los cirios ¿compañeros de velada?;


la madre y los hermanos, todos juntos;


el ataúd que sale de la casa;


el sollozante oficio de difuntos;


y ¡oh infinita bondad la de los padres!


los ojos muertos de tu faz piadosa


que me vieron por último con lástima


en las orillas de la negra fosa.





Supe después lo enormemente triste


que es la tristeza del hogar vacío


y lloré con la marcha de la madre


para tierras del norte. Mas confío


que te he de ver, oh Padre, para siempre


con mis pupilas de resucitado.

Aquel buen ángel que guardó el sepulcro


de Jesucristo, y que miró extasiado


la tierra redimida, y a las santas


mujeres que buscaban al Amado,


las consoló, verá concluir su oficio


cuando el último Adán encuentre abiertos


los eternos lugares de victoria


y no haya quien pregunte por sus muertos.
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IGLESIAS DICEN: “NOS AVERGÜENZA TANTA VIOLENCIA”
Mayra Rodríguez
ALC Noticias, 16 de junio de 2011

Guatemala. “La vida se respeta, ¡es un don de Dios!”, gritaban unas dos mil personas que, ataviadas de blanco, con globos, banderas, cintas del mismo color y llevando fotografías de familiares víctimas de la violencia, salieron a las calles de Zacapa la tarde del viernes 10 de junio, demandando un alto a la vorágine que ha tocado a todas las familias guatemaltecas, en la que también participaron obispos, sacerdotes y pastores de la Iglesia católica, la Iglesia Luterana y la Iglesia Episcopal.
Después de una hora llegaron al Centro Educativo Juvenil Católico “La Salle”, para participar en una oración ecuménica por la justicia, la vida y la paz, celebrada por monseñor Rosolino Bianchetti, los sacerdotes Ernesto Gutiérrez, Manuel Aldana y el diácono Albino Mauro de la Iglesia Católica; el obispo Virgilio Arreaza y el sacerdote Ramón Ovalle, de la Iglesia Episcopal región Nororiente; el reverendo José Pilar Álvarez de la Iglesia Luterana Guatemalteca, y Misael Méndez, de la Iglesia Evangélica San Juan Apóstol, en representación del Concejo Ecuménico Cristiano de Guatemala.
“Si traen alguna foto o símbolo de algún pariente o familiar que ha sido víctima de esta ola de violencia que impera en nuestro país y departamento, tráiganla a este lugar especialmente preparado para ellos”, invitaba el padre Ernesto a quienes iban entrando al Centro “La Salle” y, después de varias consignas y cantos a favor de la vida y la paz, el pastor luterano, José Pilar Álvarez, dijo que esta oración es un clamor público de los cristianos de Zacapa, que no aguantan más tanta violencia.
La reflexión central fue realizada por Monseñor Bianchetti, obispo de Zacapa y Chiquimula, quien manifestó un “basta ya a que Zacapa, Chiquimula y toda Guatemala sea el territorio de los enemigos de la vida”; dijo que “a veces tenemos la tentación de pensar que a nadie le importa la situación de violencia y pareciera que el terror domina nuestras ciudades y comunidades, pero aquí hay una muestra que no es así y públicamente manifestamos que la vida es un regalo, un don de Dios, que debemos cuidar y de distintas formas debemos decir que este es territorio de paz”.
En la parte final de su reflexión, monseñor Bianchetti afirmó que “la iglesia se avergüenza de lo que pasa en Guatemala y que este país se conozca por noticias como la masacre sucedida en El Petén, tan parecida a lo que, años atrás, pasó en El Quiché” y agregó que “pareciera que los que lo hicieron en El Quiché, ahora lo hacen en otros lugares”. Afirmó que es importante el testimonio de diferentes iglesias y que, como discípulos de Jesús animados por Dios, se debe seguir trabajando por ese gran deseo de vida, y vida en abundancia.
Como un gesto de solidaridad y de encuentro entre los participantes y las familias que han sido víctimas de la violencia, fue encendido un cirio al cual todas y todos se acercaron para compartir la luz y, con velas encendidas, manifestar un rechazo rotundo a la violencia.
Hace un mes fueron masacrados y decapitados 27 jornaleros en el departamento de El Petén. Zacapa es uno de los departamentos donde las armas de fuego parecieran ser parte de la vestimenta masculina. Después de la Firma de la Paz se han alcanzado promedios de hasta 24 muertes diarias en el país. La violencia y la inseguridad son de las principales preocupaciones y situaciones de alarma para la población y para la Iglesia en particular, especialmente en el actual período electoral en el que han recurrido a las armas de fuego para eliminar a los contrincantes en la palestra política.
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FE Y MISTICISMO EN LA POESÍA DE JAVIER SICILIA (I)

Me indigna, de los poetas y de los intelectuales, el hecho de que no seamos dignos de lo que decimos. Es el pecado de nuestro siglo. La poesía trasciende las ideologías, la filosofía, la teología y la ciencia. La poesía toca la verdad que se halla en el corazón de los seres y que por lo mismo es inútil cualquier intento de sistematizarla. Si el poeta para hacer evidente su sustancia la filtra purificando la palabra, debería hacer lo mismo con su propia naturaleza. Grandes poetas son hombres miserables. Al poeta le falta vivir en sus actos aquello que cantan sus palabras.
[1]
J.S.

1. Una trayectoria vital y literaria intensa
Ahora que el poeta Javier Sicilia se encuentra en medio de la vorágine de una lucha social tan visible a partir del asesinato de su hijo Juan Francisco el 28 de marzo en la ciudad de Cuernavaca, Morelos (al sur del Distrito Federal), las palabras con que cierra la entrevista concedida a la también poeta Myriam Moscona adquieren una enorme dimensión vital y poética. Tal como señaló entonces, con un énfasis ético que incubó en su interior con el paso de los años, su trayectoria poética se enfrentó, como nunca antes, a la necesidad de responder a la espiral de violencia que impactó a su círculo más íntimo y lo lanzó, literalmente, a la calle, primero en una marcha por la paz y en protesta hacia la capital mexicana por la escasa respuesta de las autoridades y, en estos precisos días, desde Cuernavaca hasta Ciudad Juárez, la emblemática ciudad norteña que hoy es, tristemente, sinónimo de muerte e impunidad. Los medios de comunicación han dado una amplia divulgación a esta nueva lucha que vive Sicilia, pero pocos se han preocupado por ubicarlo, para el gran público, en el espacio cultural que ha ocupado durante varias décadas. En un portal de Internet, a falta de datos claros sobre su trabajo literario, Marta Molina ha resumido lo acontecido en los días recientes (con muy buena fe, claro está, y bastante información actualizada) y lo ha relacionado con su poesía, pero sin citar ninguno de sus libros o poemas.
[2] No obstante, las preguntas de Molina son útiles para acercarse seriamente a su obra: “¿Quién era Javier Sicilia antes de la muerte de su hijo? ¿Por qué sus demandas como luchador social se quedaron ahora en una sola? ¿Quiénes fueron sus referentes, los que le empujaron a ser como es y a tener la fuerza y la entereza para liderar esta movilización? ¿Quién era antes de convertirse en el punto de mira nacional? ¿Qué hay en su pasado que le hizo inspirar un movimiento unitario contra la guerra y la violencia en México? ¿Por qué dejó de escribir poesía?”.[3] Otro reportaje, de la revista Gatopardo, es sencillamente magnífico.[4]
El presente artículo busca poner en diálogo su profundo compromiso poético con la lucha que ahora encabeza, pues él nunca se ha caracterizado por escribir “textos militantes”, a la manera de un Ernesto Cardenal o un Pedro Casaldáliga, autores emblemáticos de la literatura cristiana de izquierda, ligada, sobre todo en el segundo caso, a la teología de la liberación, sino que más bien ha producido, desde los años 80 del siglo pasado, una poesía de tendencia mística, muy elaborada y más en la línea de autores como Lanza del Vasto, Paul Claudel o T.S. Eliot, reconocidos escritores creyentes. Podría decirse también que, a partir de 1994, el año del estallido zapatista, Sicilia concretó un sano acercamiento hacia la realidad social del país.
Nacido en la Ciudad de México el 31 de mayo de 1956, estudió letras francesas en la Universidad Nacional (UNAM), fue fundador y director de El Telar, coordinador de varios talleres literarios, guionista, miembro del consejo de redacción de Los Universitarios y Cartapacios y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 1995. Profesor de literatura, estética y guionismo en la Universidad La Salle de Cuernavaca. Fundó y dirigió la revista Ixtus y actualmente dirige Conspiratio, ambas con fuerte énfasis religioso, literario y social. Formado en una familia católica, en su adolescencia experimentó una crisis religiosa que, con el paso del tiempo, lo llevó a cuestionarse profundamente las razones de la fe tradicional. Así da testimonio de esa etapa: “Me tocó vivir un catolicismo horrible: el catolicismo del miedo. Fui educado con esa inclinación que ha hecho tanto daño, con ese terror a Dios. Mis años de primaria, como decía Rimbaud, fueron una larga enfermedad. Sufría muchos terrores nocturnos. Con el tiempo fui encontrando al Dios del amor”.
[5] Su padre lo llevó, simultáneamente, a la fe y la poesía (“Mi padre… era un bienaventurado. Su fe era inquebrantable. Era una fe como de niño. Una fe asombrada”[6]), y en el bachillerato su camino como poeta comenzó a perfilarse. Luego de diversas búsquedas religiosas y políticas, y de lecturas y estudios frustrados, abrevó en la literatura francesa y comenzó a frecuentar autores que, en esa lengua, lo condujeron hacia la vertiente mística de la poesía, pues para él, los poetas que la exploran “poseen un magnífico mapa del misterio”.[7]
(LCO)

Actividades

TODOS/AS ESTÁN INVITADOS/AS AL NUEVO ESTUDIO DE LOS MARTES, BASADO EN EL CANTAR DE LOS CANTARES

CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 21 de junio, 19 hrs.

EL CANTAR DE LOS CANTARES, POESÍA ERÓTICA (Introducción)
(Cantares 1.1-8)
Modera: Hna. Andrea Naranjo

CANTARES 1.1-8,
REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA

La esposa y las doncellas de Jerusalén
Cantar de los cantares, de Salomón.
¡Ah, si me dieras uno de tus besos!
¡Son tus caricias más deliciosas que el vino,
y delicioso es también el aroma de tus perfumes!
Tu nombre es cual perfume derramado;
¡por eso te aman las doncellas!
¡Llévame, rey mío, a tu alcoba!
¡Alegrémonos! ¡Regocijémonos por ti!
¡Evoquemos tus caricias y no el vino!
¡Razones hay para amarte!
Escuchen, doncellas de Jerusalén:
yo soy una morena hermosa.
Morena soy, como las tiendas de Cedar;
morena soy, como las cortinas de Salomón.
No se fijen en mi piel morena;
es que el sol posó en mí su mirada.
Mis hermanos se enojaron contra mí
y me pusieron a cuidar las viñas;
y yo, que soy mi propia viña, no me cuidé.
Dime, amor de mi vida,
¿dónde das de comer a tus rebaños?,
¿dónde reposas al mediodía?
¿Por qué tengo que andarte buscando
junto a los rebaños de tus amigos?
Si no lo sabes tú, bella mujer,
ve tras las huellas del rebaño
y lleva tus cabritas a los pastos,
cerca de las cabañas de los pastores.

Paternidad divina y paternidad humana, L. Cervantes-O.

19 de junio de 2011


Dios es la patria de todos los hombres. Es la única nostalgia. Desde el fondo de todas las criaturas nos llama Dios, y esa llamada es el encanto que hay en todas las criaturas. Su llamada es escuchada en lo más íntimo de nuestro ser, como la alondra llamando a su compañero en la alborada, o Romeo silbando a Julieta bajo el balcón.[1]
Ernesto Cardenal

1. Paternidad divina: una revelación de amor
Si estuviera en nuestras manos escribir una carta, más allá de cualquier forma de sentimentalismo o culpabilidad, a nuestro padre en determinada etapa de la vida, precisamente aquella en la que la madurez nos asalta, acaso podríamos definir la manera en que su paternidad nos marcó y, con ello, podríamos señalar sanamente la cercanía y la distancia de dicha práctica. Independientemente del gusto que tengamos por este tipo de ejercicios, una carta nos obligaría a vaciarnos, esto es, a volcar en un texto mucho de lo que somos o pudimos ser gracias a la huella de nuestro padre. (La Carta al padre, de Kafka, es un ejemplo de la intensidad a la que puede llegar un ejercicio similar.
[2]) Algo similar podría decirse acerca del pueblo de Dios en las Escrituras, pues es posible preguntarle a ellas, a cada paso de la revelación, cómo se fue “desdoblando” o mostrando la paternidad divina en cada momento de la historia, o qué matices de esa paternidad aparecen con mayor o menor intensidad, sin referirse explícitamente a las acciones paternales en cuanto tales. Así, no faltará quien diga que en el momento del éxodo por el desierto, el cuidado paternal de Dios fue una constante y que en otras ocasiones su autoridad y energía son más visibles.
Evidentemente, se trata de una cadena de situaciones que, por ejemplo, el salmo 139 resume con singular sensibilidad: “Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme… Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre” (vv. 2, 13). Este salmo es una evidencia de la conciencia que desarrolló el pueblo de Dios acerca del cuidado divino, desde la misma procreación, para sus hijos e hijas. En otro momento, el texto se refiere a la mirada divina, casi policiaca, con que rodea a la persona (vv. 7-12), de tal forma que resulta imposible escapar de su observación. Particularmente en el v. 10, luego de preguntarse: “¿Y a dónde huiré de tu presencia?”, el creyente expresa que incluso en “el extremo del mar” (como lo intentó el profeta Jonás), “…me guiará tu mano/ y me asirá tu diestra”, mediante una labor que en otros tiempos diríamos que es típicamente paternal, siguiendo el estereotipo, pero que aquí se justifica plenamente.
Y qué decir de Ro 8.1-17, en donde el apóstol Pablo profundiza en la metáfora de la paternidad divina recuperada y aumentada, y en la que encuentra, nada menos, concentrado el misterio de la salvación realizada por Jesucristo y afirma que la nueva vida según el Espíritu consiste, básicamente, en la capacidad que éste otorga para llamar “padre”, por adopción, a Dios de una manera afectiva y real (v. 15b). Llamar padre a Dios, y entrar en una relación filial con él, Una de las acciones del Espíritu, agrega, es “dar testimonio a nuestro espíritu, de que somos [efectiva y verdaderamente] hijos de Dios” (v. 16). Lo mismo subraya en Gál 4.6, en donde la reflexión teológica es resultado de una constatación espiritual y ontológica que sólo puede ser el motor final para la gratitud y la adoración: “La prueba de que sois hijos de Él es que Dios mandó a vuestros corazones el espíritu de su Hijo, que exclama: “¡Abbá!” ("Papito").


2. Paternidad humana: amor y responsabilidad
Las estadísticas no mienten, aunque resaltan y ocultan realidades profundas: según el censo más reciente en México, el padre está ausente en cuatro de cada 10 hogares y, en total, En total, en 11.4 millones de hogares falta el padre. En contraste, existen 378 mil 400 hogares donde sólo se encuentra éste con sus hijos. Además, si se toman en cuenta los hogares donde hay niños de cero a 14 años, el padre vive solo con ellos en uno de cada 100, mientras que la madre está presente en 16 de cada 100.[3] Ciertamente, la frialdad de los números no se propone ni alcanza a reflejar las situaciones que derivan en lo que ellos muestran, pero son un indicador de lo que está sucediendo actualmente México, pues algo que ha aumentado notoriamente en la sociedad es el grado de exigencia con que hoy se promueve asumir la paternidad, aunque al mismo tiempo, quienes se encuentran ante la obligación de vivirla desde una muy temprana juventud, también están recibiendo, por así decirlo, el golpe de los avances sociales en esta materia. Quienes “debutan” como padres antes de los 20 años reciben hoy una presión que antes no se percibía tanto en el ambiente. [4] (Por cierto, el Episcopado mexicano acaba de descubrir que “la paternidad asemeja al hombre con Dios”.[5])
En este sentido, es llamativa también la forma en que algunas instancias están promoviendo la “licencia paterna”, a fin de que exista más convivencia de los padres con sus hijos/as, pues según un comunicado del Instituto Nacional de las Mujeres, “es una propuesta para revertir la masculinidad tradicional por otra fórmula que tenga como eje central el respeto a los derechos humanos y la dignidad humana de nuestros seres queridos”. La iniciativa pretende contribuir a modificar los códigos de la masculinidad tradicional, sustentada en los atributos asociados a la categoría de lo que socialmente significa ser hombre, como fuerza, valentía, virilidad, violencia y audacia, “que por siglos se han convertido en métodos pedagógicos para casi todas las culturas del mundo”.
[6]
El abismo o la falta de continuidad entre las afirmaciones bíblicas sobre la paternidad divina y las consecuencias de ésta en la vida humana ha sido uno de los grandes problemas para las familias concretas. Ser padre como Dios lo es se plantea hoy, además de cómo un dilema, como una exigencia espiritual que busque hacer presentes los valores del Reino de Dios en el terreno siempre conflictivo de la vida doméstica, de tal forma que si alguien se atreve a decir que es seguidor de Jesús y además es padre de familia, se esperará de él una consonancia profunda entre su fe y su práctica, “vigilado” como está por los integrantes de la misma y los avances de la sociedad en esta materia. Después de todo, también es portador del Espíritu de Jesús que capacita para ver permanentemente el rostro paterno de Dios.

Notas


[1] E. Cardenal, Vida en el amor. 5ª ed. Buenos Aires-México, Carlos Lohlé, 1977, p. 29.
[2] La carta comienza así: “Querido padre: Hace poco tiempo me preguntaste por qué te tengo tanto miedo. Como siempre, no supe qué contestar, en parte por ese miedo que me provocas, y en parte porque son demasiados los detalles que lo fundamentan, muchos más de los que podría expresar cuando hablo”. F. Kafka, Carta al padre. Buenos Aires, Gradifco, 2008, p. 17.
[3] Susana González G., “Papás, ausentes en cuatro de cada diez hogares, revela censo de población”, en La Jornada, 19 de junio de 2011, p. 37.
[4] Mónica Archundia, “Aún adolescentes, se ‘estrenan’ como papás”, en El Universal, 19 de junio de 2011, www.eluniversal.com.mx/ciudad/106643.html.
[5] Monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos, “A todos los papás de México en la celebración de su día”, en www.cem.org.mx/index.php/component/k2/item/196. Tomando como base bíblica Mt 1.20-24, un fragmento del mensaje dice: “En cuanto Creador, Dios puede ser llamado, en el sentido más estricto, ‘Padre’ de todos los hombres. Y con toda verdad podemos afirmar que la paternidad humana es una participación de la paternidad divina. En efecto, la procreación, en cuanto causa biológica de los hijos, es un atributo que asemeja al hombre con Dios. En cierta manera, Dios quiere contar con la asistencia del hombre y la mujer para la procreación, dejando en sus manos la responsabilidad de ejercer sus capacidades generativas”. Cf. Carolina Gómez Mena, “Paternidad ‘asemeja al hombre con Dios’, señala el Episcopado”, en La Jornada, 19 de junio de 2011, p. 37.
[6] Ariane Díaz, “Promueven licencia laboral para padres”, en La Jornada, 19 de junio de 2011, p. 37.

Romanos 8.12-17




Traducción en Lenguaje Actual



Por eso, hermanos, ya no estamos obligados a vivir de acuerdo con nuestros propios deseos. Si ustedes viven de acuerdo a esos deseos, morirán para siempre; pero si por medio del Espíritu Santo ponen fin a esos malos deseos, tendrán vida eterna. Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios. Porque el Espíritu que Dios les ha dado no los esclaviza ni les hace tener miedo. Por el contrario, el Espíritu nos convierte en hijos de Dios y nos permite decirle a Dios: "¡Papá!". El Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu y nos asegura que somos hijos de Dios. Y como somos sus hijos, tenemos derecho a todo lo bueno que él ha preparado para nosotros. Todo eso lo compartiremos con Cristo.

sábado, 11 de junio de 2011

Letra 223, 12 de junio de 2011

La Efusión del Espíritu Santo, Catedral de la Santísima Trinidad, Sibiu, Rumanía. Foto: Nikos Kosmidis



MENSAJE DE PENTECOSTÉS 2011
Consejo Mundial de Iglesias





Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo (Hechos 1:8)




La promesa de Cristo resucitado antes de su ascensión se cumplió el día de Pentecostés, revelándose en dos tipos de poder: en un estruendo "como de un viento recio" y en "lenguas como de fuego" (Hechos 2:2-3). La venida del Espíritu Santo es indescriptible y por ello el evangelista Lucas utiliza la palabra "como".
Este fuerte viento renueva completamente la atmósfera; crea un nuevo clima que da lugar a un entorno vivificante de aliento y energía. Esta energía "llenó toda la casa donde estaban". Los discípulos se encontraron sumergidos, inmersos, "bautizados" por esta energía divina, tal como el Señor les había anunciado: "pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días" (Hechos 1:5).
Las "lenguas como de fuego" simbolizan el otro tipo de poder. Se trata de una manifestación de la energía increada de Dios. El fuego quema, calienta, ilumina. El Espíritu Santo actúa en el mundo "como" el fuego, quemando lo que es peligroso o inútil, pero también calentando, reconfortando y fortaleciendo. El Espíritu Santo será siempre una fuente de iluminación, que revela la verdad sobre el misterio de la Santa Trinidad y de la existencia humana.
El Espíritu Santo llega en un momento en el que "estaban todos unánimes juntos" (Hechos 2:1), durante una celebración de acción de gracias, "el día de Pentecostés". Llega durante una reunión de los fieles, "en medio de los hermanos", que eran "como ciento veinte en número" (véase Hechos 1:15), para transformar la reunión en la Iglesia del Dios Trino y Uno. El "viento recio" no proviene de la tierra, sino "del cielo", del "Padre en los cielos". La presencia ardiente se reparte en lenguas "asentándose sobre cada uno de ellos". Es de esta manera que se revela la relación directa entre el Espíritu y la Palabra de Dios (el Logos), así como el carácter personal de los dones divinos. El Espíritu nos revelará a Cristo como Señor y Salvador (véase 1 Cor. 12:3) y lo llevará, junto con su gracia, al corazón humano. El Espíritu Santo
prosigue la obra salvadora de Cristo, en el espacio y el tiempo, irradiando la energía divina, de formas a menudo incomprensibles para la mente humana. "El viento (pneuma) sopla de donde quiere" (Juan 3:8).
El poder que los discípulos recibieron el día de Pentecostés con la venida del Espíritu Santo no solo hace referencia a su progreso espiritual y crecimiento personal. No se trata únicamente de una iluminación individual, de un estado de éxtasis para que lo disfruten ellos solos. Es un poder que se otorga para la transmisión del Evangelio de la salvación a toda la tierra habitada, oikoumene, para que se continúe la labor de transformación del mundo, la obra que Cristo inició: "pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra" (Actos 1: 8). Los discípulos que hasta entonces se habían mostrado temerosos, se convierten en valientes apóstoles, en aquellos a quienes se ha encomendado proseguir el ministerio de Cristo en el mundo. Y la Iglesia se convierte para siempre en "apostólica".
El firme de deseo de todo creyente es convertirse en un templo del Espíritu Santo, para que, a través de la madurez de los frutos del Espíritu, su personalidad se perfeccione (Gál. 5:22), de modo que pueda convertirse en portador del Espíritu de amor, verdad, santidad y reconciliación en su entorno, tanto para aquellos que están cerca como lejos; y contribuir a la renovación constante de la humanidad.
Cada año la celebración de Pentecostés brinda una nueva oportunidad a todas las comunidades eclesiales y a cada uno de nosotros para vivir en la Eucaristía y la doxología la venida y el don del Espíritu Santo; para renovar nuestra confianza en el poder del Espíritu y para implorar con toda la intensidad de nuestra alma:






Santísimo Espíritu, "ven y mora en nosotros, purifícanos de toda mancha".
Fortalece nuestro valor y nuestra determinación.
Renueva el aliento y el poder de la Iglesia.
Y concédenos la capacidad de convertirnos, en el mundo actual que sufre,
en "mártires" de la cruz y la Resurrección, en testigos de la justicia,
la paz y la esperanza.


Arzobispo Dr. Anastasios de Tirana y Toda Albania, Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania
Sr. John Taroanui Doom, Iglesia Protestante Maòhi (Polinesia Francesa)
Pastor Dr. Simon Dossou, Iglesia Metodista de Benín
Pastor Dr. Soritua Nababan, Iglesia Cristiana Protestante Batak (Indonesia)
Pastora Dra. Ofelia Ortega, Iglesia Presbiteriana Reformada de Cuba
Patriarca Abune Paulos, Iglesia Ortodoxa Tewahedo de Etiopía
Pastora Dra. Bernice Powell Jackson, Iglesia Unida de Cristo (EE.UU.)
Dra. Mary Tanner, Iglesia de Inglaterra
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INVOCACIÓN
José Antonio Pagola
Eclesalia, 8 de junio de 2011

Según San Juan, el Espíritu hace presente a Jesús en la comunidad cristiana, recordándonos su mensaje, haciéndonos caminar en su verdad, interiorizando en nosotros su mandato del amor. A ese Espíritu invocamos en esta fiesta de Pentecostés.

Ven Espíritu Santo y enséñanos a invocar a Dios con ese nombre entrañable de "Padre" que nos enseñó Jesús. Si no sentimos su presencia buena en medio de nosotros, viviremos como huérfanos. Recuérdanos que sólo Jesús es el camino que nos lleva hasta él. Que sólo su vida entregada a los últimos nos muestra su verdadero rostro. Sin Jesús nunca entenderemos su sed de paz, de justicia y dignidad para todos sus hijos e hijas.


Ven Espíritu Santo y haznos caminar en la verdad de Jesús. Sin tu luz y tu aliento, olvidaremos una y otra vez su Proyecto del reino de Dios. Viviremos sin pasión y sin esperanza. No sabremos por qué le seguimos ni para qué. No sabremos por qué vivir y por qué sufrir. Y el Reino seguirá esperando colaboradores.


Ven Espíritu Santo y enséñanos a anunciar la Buena Noticia de Jesús. Que no echemos cargas pesadas sobre nadie. Que no dictaminemos sobre problemas que no nos duelen ni condenemos a quienes necesitan sobre todo acogida y comprensión. Que nunca quebremos la caña cascada ni apaguemos la mecha vacilante.

Ven Espíritu Santo e infunde en nosotros la experiencia religiosa de Jesús. Que no nos perdamos en trivialidades mientras descuidamos la justicia, la misericordia y la fe. Que nada ni nadie nos distraiga de seguirlo como único Señor. Que ninguna doctrina, práctica o devoción nos aleje de su Evangelio.

Ven Espíritu Santo y aumenta nuestra fe para experimentar la fuerza de Jesús en el centro mismo de nuestra debilidad. Enséñanos a alimentar nuestra vida, no de tradiciones humanas ni palabras vacías, sino del conocimiento interno de su Persona. Que nos dejemos guiar siempre por su Espíritu audaz y creador, no por nuestro instinto de seguridad.


Ven Espíritu Santo, transforma nuestros corazones y conviértenos a Jesús. Si cada uno de nosotros no cambia, nada cambiará en su Iglesia. Si todos seguimos cautivos de la inercia, nada nuevo y bueno nacerá entre sus seguidores. Si no nos dejamos arrastrar por su creatividad, su movimiento quedará bloqueado.



Ven Espíritu Santo y defiéndenos del riesgo de olvidar a Jesús. Atrapados por nuestros miedos e incertidumbres, no somos capaces de escuchar su voz ni sentir su aliento. Despierta nuestra adhesión pues, si perdemos el contacto con él, seguirá creciendo en nosotros el nerviosismo y la inseguridad.
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DEL SILENCIO A LA VERDAD Y LA JUSTICIA: SON NUESTROS MUERTOS Y TAMBIÉN SUS NOMBRES
Centro de Estudios Ecuménicos
La Jornada, 26 de mayo de 2011


Estimados estimadas, desde la caravana:

A medida que la Caravana del Consuelo se adentra en lo profundo del dolor de nuestros pueblos, los 40 mil muertos van dejando de ser fría estadística y se tornan en rostros y nombres concretos, dejan de sernos ajenas y ajenos, gente desconocida, para ser entrañables: se llaman Juan, Marisela, Gabriel, Gustavo, Alma, Viviana, Luis… eran hermanas, hermanos, hijos, padres, madres de alguien, ahora lo son de todas y todos.
El primer punto del pacto es la verdad y la justicia. Por eso empezamos por nombrar lo que el miedo y la impunidad ha mantenido hasta ahora en silencio. Nombrar es un acto profundo, decisivo para quien nombra y para quien es nombrado. No es lo mismo decir "el muerto número tal", a decir es mi hija, y se llama Rocío, y era joven y con muchas ganas de vivir.
Nombrar es un acto poderoso, pero no de aquel poder opresor, que al nombrar se apropia de lo nombrado y se convierte en dueño de su destino. Nombrar a nuestros muertos es un acto poderoso porque rompe el silencio ominoso, es un acto subversivo, es el primer paso hacia la verdad y la justicia, es no dejar morir la memoria de los inocentes, grabarla en las plazas y parques, calles y casas de nuestras ciudades y pueblos, grabar sus nombres en nuestro corazón, no dejar que su muerte sea vana, no dejar que la muerte sea la última palabra y que nos suma en el silencio y la desesperanza.
Desde la fe, nombrar es un acto divino que saca del anonimato y la indiferencia a la persona, y la involucra con un proyecto de amor y justicia. Cuando Dios da la humanidad el encargo de nombrar, o cuando llama a alguien por su nombre, lo compromete, le asegura un lugar en la memoria colectiva, lo rescata del caos, lo acerca a sí y le garantiza la paz. Errónea y convenientemente hemos reducido el poder divino de nombrar a la sola apropiación de las personas o cosas, al grado de que hoy, precisamente al no nombrarlas, creemos que simplemente no existen o no nos afectan. No es así.
La caravana del consuelo llegó a Morelia el día 4 y los nombres y rostros de las víctimas emergieron del silencio; hablaron en las palabras, los cantos, los gestos, los rostros de quienes les recuerdan y de quienes quieren recordarles. Es el primer paso para exigir justicia y verdad. En la cuna de la violencia de Estado, donde empezó la guerra de Calderón, se le llama a rendir cuentas por las víctimas de su estrategia de seguridad nacional, a esclarecer y resolver los asesinatos, las desapariciones, los secuestros, las fosas clandestinas, la trata de persona, y el conjunto de delitos que han agraviado a la sociedad, mediante procesos transparentes y efectivos de investigación, procuración y administración de justicia, en que se procese a los autores intelectuales y materiales, incluyendo las redes de complicidad y omisión de las autoridades responsables.
Determinar la identidad de todas las victimas de homicidio es un requisito indispensable para generar confianza. Es el primer paso de una paz verdadera que nazca de la justicia.
El día 5 partimos hacia San Luis Potosí, donde el cálido recibimiento se mezclaba con el temor y la indignación; con todo, más y más rostros y nombres se suman al expediente que se va armando en el recorrido del consuelo, con el cual se exigirá justicia, y se dará acompañamiento yasesoría a las familias involucradas. El temor se respira en la gente. San Luis tan golpeado y empobrecido, sus pueblos y territorios allanados, ultrajados por la avaricia y complicidad de las grandes transnacionales y el gobierno. Al final, prevalece la esperanza y elagradecimiento al poeta y a la caravana por la cercanía, la presencia, la solidaridad.
Se estrujan los corazones, pero se asientan las convicciones: no podemos seguir en el silencio, no podemos permanecer ocultos; hay que salir, dar la cara y los nombres, demandar justicia y dignidad, permanecer fieles al camino no-violento de la paz con justicia y dignidad, resistir a la provocación de responder con guerra a la guerra. Segundo día y la intensidad sube en el corazón de la guerra que no pedimos y que estamos pagando con vidas y esperanzas.


Aún faltan muchas voces por hablar y sumarse a este reclamo. La caravana tiene que movilizar a la nación entera, extirpar nuestros corazones de piedra y devolvernos el corazón de carne que siente y llora, pero también se alegra y se entrega. Esta es la esperanza de los pueblos por los que pasamos y que se suman al caminar rumbo al Pacto Nacional.













Caravana del Consuelo, 5 de junio de 2011

Actividades

HOY, A LAS 17.30 HRS., CELEBRAREMOS EL PENTECOSTÉS CON EL TEMA: "EL ESPÍRITU SANTO, RAZÓN DE SER DE LA VIDA DE LA IGLESIA".

***


CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 14 de junio, 19 hrs.
BONANZA FINAL DE JOB (Job 42)
Modera: Hna. Lidia González


JOB 42
Reina-Valera Contemporánea


Entonces Job le respondió al Señor, y le dijo:
"Yo sé bien que todo lo puedes,
que no hay nada que tú no puedas realizar.
Preguntaste: "¿Quién se atreve a oscurecer mis designios,
con palabras carentes de sentido?"

Yo fui ese atrevido, que habló sin entender;
¡grandes son tus maravillas!

¡Son cosas que no alcanzo a comprender!

Por favor, escucha mis palabras;

quiero preguntarte algo; ¡házmelo saber!

Yo había oído hablar de ti, pero ahora mis ojos te ven.

Por lo tanto, me retracto de lo dicho,

y me humillo hasta el polvo y las cenizas.»

Cuando el Señor terminó de hablar con Job, le dijo a Elifaz de Temán: «Estoy muy enojado contigo y con tus amigos porque, a diferencia de Job, ustedes tienen un concepto erróneo de mí. Pero tomen ahora siete becerros y siete carneros, y preséntense ante mi siervo Job, y ofrezcan un holocausto por ustedes. Job, mi siervo, rogará por ustedes, y yo escucharé sus palabras; así ustedes no quedarán avergonzados por no haber hablado de mí correctamente, como lo hizo Job."
Entonces Elifaz el temanita, Bildad el suhita y Sofar el naanatita fueron e hicieron lo que el Señor les ordenó, y el Señor aceptó los ruegos de Job por sus amigos.


Epílogo
Después de que Job rogó por sus amigos, el Señor sanó también la aflicción de Job y aumentó al doble todo lo que Job había tenido. Después de haber pasado por tan terrible calamidad que el Señor le envió, Job recibió la visita de todos sus hermanos y hermanas, y de sus amigos y conocidos de antes, y juntos disfrutaron de una gran comida en su casa. Ellos le dieron sus condolencias y lo consolaron por la familia que había perdido, y cada uno de ellos le regaló una moneda de plata y un anillo de oro. Y el Señor bendijo a Job con mayores riquezas que las que tuvo al principio, pues llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y además tuvo siete hijos y tres hijas. La primera de ellas se llamó Yemimá; la segunda, Quesiyá; y la tercera, Queren Hapuc. No había en toda la tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job. Y Job les dio herencia, lo mismo que a sus hermanos, por partes iguales. Job pudo ver a todos sus hijos, y a sus nietos y bisnietos, hasta la cuarta generación, pues llegó a vivir ciento cuarenta años. Cuando Job murió, era ya muy anciano.

Un padre que perdona siempre..., A.I. Martha Aguilar Arellano

12 de junio de 2011


Lucas 15.11-32


Sin duda que ésta es una historia que tiene mucho para explorarse, pero en esta ocasión me detendré a considerar solo tres aspectos de la misma. Pero antes de ello me gustaría que reflexionáramos acerca de dónde saco Jesús esta historia: ¿fue algo que se le ocurrió así nada más, por inspiración momentánea, o algo que fue construyendo con base en la observación de ese ser tan complejo que es el ser humano y que incluye: hombres mujeres, niños y niñas? Yo me inclinaría por la segunda opción, porque a Jesús le interesaba llegar a lo más íntimo y más profundo del ser humano, porque le interesaba y le sigue interesando nuestra problemática de vida no para dejarnos perdidos en ella sino para ofrecernos soluciones; soluciones que nos sirvan para el momento que estamos viviendo y al mismo tiempo nos conecten con los propósitos de su reino.
El primer aspecto que me gustaría tocar es el familiar: cómo era esta familia, parecía ser una familia incompleta aunque no por ello dejaba de ser familia. Quien faltaba, de quien no se hace mención, ya se dieron cuenta, efectivamente era la mamá, o será que como en ese tiempo ni las mujeres ni los niños contaban, Jesús se hizo al molde y las circunstancias del momento, pero no choca ésto con los valores del reino del cual nos vino a enseñar y de lo cual dejó muestras evidentes. De no ser así, ¿se habría acercado a la mujer samaritana...?, habría preguntado en medio de la multitud: "¿Quién me ha tocado...?", o habría dejado que la turba enardecida apedreara a la mujer que ya había sido condenada sólo para salvar su propia apariencia de justicia?
Evidentemente que no, pues a Jesús le interesaba ese 50% de la humanidad, que siempre ha sido relegado. Parecería ser, que más bien la mamá había muerto, y por eso era más bien una familia incompleta, lo cual viene a trastocar los roles en el resto de la familia.
En segundo lugar están los hijos, y ellos se van al extremo en sus comportamientos y el mayor, casi casi se olvida de vivir, se le olvida que es un joven y aún tiene mucho que disfrutar de la vida, que no es enclaustrándose en el trabajo como va a encontrar el significado de su vida lo cual deja ver en el amargo reclamo que hace a su padre, según el v. 29: “Mas el, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos”. él otro en cambio se va la extremo de la irresponsabilidad y la vida fácil sin obligaciones y el si seguramente se había tomado la libertad de matar más de un cabrito para disfrutarlo en compañía de sus amigos o mejor dicho, de sus amigotes ya que a este se la habían borrado de su mapa mental las obligaciones, porque solo vive para sí, por eso, más que el cumplimiento de sus obligaciones, lo que se esperaría de él son las retribuciones impulsadas por el amor a sus seres queridos que este caso eran: su hermano y su padre.
Pero es que acaso a Dios no le gusta la libertad, pero la Biblia nos muestra su repudio por la esclavitud cuando Israel padece servidumbre en Egipto él extiende su diestra para liberarlo (Dt 15) o Dios está en contra de la alegría y el disfrute de la vida? cuándo la misma Biblia nos dice: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo ¡regocijaos! Y toda buena dadiva y todo don perfecto proviene de Dios". Entonces, ¿qué es lo que Dios quiere? Dice el conocido terapeuta familiar, Jorge Maldonado: “Hallo que es la voluntad de Dios que nos encontremos a nosotros mismos a fin de cumplir con nuestra vocación en el mundo y en la historia. En la historia? se cuestionará alguien? Sí en la historia, porque todo lo que cada quien haga en la vida de alguna manera va a repercutir en otros y por eso nuestro actuar no se puede liberar de ninguna manera del devenir de la Historia de la humanidad somos responsables no solo de nuestra propia historia sino aún de la historia de nuestro entorno y de nuestro hermano. No podemos hacernos desentendidos y responder como ya alguien lo hizo en el pasado ¿ Soy yo acaso guarda de mi hermano?".
Pero qué es entonces lo que hizo mal el hijo que decidió tomar su propio camino, evidentemente tenía mucha prisa por disfrutar de la vida; buscaba; diversión, alegría, aventuras, libertad, experimentar, gozar la vida y lograr lo que todo joven busca y que más bien tiene la obligación impostergable de definir su propia identidad, por eso cuando busca independizarse de la tutela paterna o materna; se revela y dice: quiero vivir mi propia vida, es mía y de nadie más; yo tengo libertad para escoger mis propios amigos, mi tiempo es mío y yo se como lo voy usar; y mas frases semejantes a estas que sin duda habrán experimentado aquí muchos padres de adolescentes, y aún nosotros mismo cuando también estuvimos atravesando por esta etapa.
Pero entonces qué pasó si mi derecho y hasta obligación es la búsqueda de mi propia identidad, en dónde está el error. El v. 13 nos da la respuesta: ( uno), “juntándolo todo, (dos), se fue lejos a una provincia apartada, (y por último): allí desperdicio sus bienes viviendo perdidamente. Porque “todo me es lícito, pero no todo edifica”
El joven es su inexperiencia, creyó que podía hacerlo todo y no cayó en cuenta de que aun cuando hay cosas que se pueden hacer finalmente no son para nuestro bien.
De estas tres cosas quiero destacar una, la que dice “se fue lejos a una provincia apartada” , quiso poner tierra de por medio pero la vida y sus problemas no se resuelven huyendo ni dándoles la espalda. La vida en sí misma es ya todo un problema que hay que afrontar y resolver dándole la cara, porque si no lo hacemos, donde quiera que vayamos seguiremos llevando nuestro problema a cuestas, no se puede resolver un desacuerdo ignorándolo, porque si tu y yo estamos en algún desacuerdo tenemos que hablarlo, tal vez ninguno cambié de opinión, pero si lo enfrentamos alguna solución podremos encontrar, el joven se fue lejos porque no quería ninguna intromisión, pero eso no resolvió su problema por el contrario lo agravó.
Hay una reflexión que pregunta lo siguiente:


¿Qué es la vida? Y al mismo tiempo responde:
Es un reto… hazle frente.
Es una lucha… peléala.
Es un misterio… descífralo.
Es una alegría… compártela.
Es una obligación… cúmplela.
Es un romance… gózalo.
Es una tragedia… supérala.
Es una melodía… cántala.
Es un sueño… realízalo.

Es un viaje…hazlo.
Es una promesa… cúmplela.
Es un juego… juégalo.

Y qué decir de el hijo mayor, en su amargura se olvido de si mismo de vivir y de lo más importante que tenía, ¿ y que era eso tan importante, el padre se lo dijo: Hijo, tú siempre estas conmigo, y todas mis cosas son tuyas?
Por último, reflexionaremos algo sobre el padre, el padre de esta historia estaba solo, si es que estamos de acuerdo con la posibilidad de que fuera viudo. El vacío que había dejado la ausencia de la esposa aún pesaba en su corazón, quizá por eso nos pareciera que es demasiado complaciente con el hijo menor, no se nos olvide que el amor implica disciplina lo cual no significa violencia de ningún tipo. Pero también significa respeto por el otro, en la narración, no se nos deja ver si el padre trató de detenerlo, a lo mejor sí, pero el hijo no estuvo dispuesto a cambiar y el padre optó por respetar su decisión.
Cuando Jesús hace uso de las parábolas es para darnos un referente más cercano que nos pueda hacer más accesible el llamado de su reino. Es entonces cuando la figura del Padre se transforma en la de Dios que nos ama y nos respeta de manera que no nos ata involuntariamente hacia sí, sino que nos permite si así lo decidimos ir tras la tentación del Huerto “seréis como Dios”, porque queremos ir tras nuestra propia libertad y no la de Dios , y es Dios mismo quien nos abraza cuando después de darnos de frentazos con nuestra propia sabiduría y necedad humillados podemos clamar “Padre , he pecado contra el cielo y contra ti”. Y en su gran amor nos integra y nos hace parte de su reino.
Pero no solo eso, sino que aún con el hijo que equivocadamente se cree “obediente e impecable” es sumamente amoroso cuando responde al reclamo lleno de rencor y amargura del hijo mayor. “Hijo, Tu siempre esta conmigo”, te has puesto a pensar hermano que privilegio tan grande es el que disfrutamos, pues si nos equivocamos aún seguimos disfrutando de los cuidados y amor de Dios y no por eso nos quita sus bendiciones sino por el contrario nos asegura, “todas mis cosas son tuyas” no importa si te equivocas en tu deseo de hacer la voluntad de Dios, de todos modos mis bendiciones siguen siendo tuyas.
¡Qué amor tan grande el se este padre que nos compartió Jesús! Por un lado, no nos rechaza cuando nos damos cuenta que sin él estamos perdidos sino con abrazo lleno de amor y de poder nos aparta del mal para llevarnos hacia sí mismo. Y por el otro si nos equivocamos nos sigue amando para seguir llevándonos hacia sí mismo. Gracias Dios y Padre, por tu gran amor, que siempre perdona.

Del "terror de Isaac" al Abbá de Jesús (II), Andrés Torres Queiruga



El símbolo sigue impresionándonos con su grandeza: Abraham continúa representando un modelo grandioso para nuestra fe (Ro 3.28; cf. 1.17; 3.20-27.30; 4.2-5, 16-24; Gál 2.16; 3.6-12, 24) y un estímulo para abrirnos activamente a la voluntad de Dios (Stg 2.21-24; Jn 8.39-40). Y desaparecen las connotaciones oscuras que pueden provocar el rechazo o envenenar el inconsciente, cultivando una imagen de Dios que no esté ya a la altura del rostro paterno que se nos reveló en Jesús. En este sentido, todo cuidado es poco, pues fácilmente bajo expresiones piadosas o conceptos en apariencia profundos pueden colarse matices que, en realidad, reproducen el viejo significante en nuestro concepto de Dios, ya siempre menesteroso de por sí. […]
"La narración es una obra maestra que presenta a Dios como Señor cuyas demandas son absolutas, cuya voluntad es inescrutable y cuya palabra final es gracia. Abrahún demuestra la grandeza moral del fundador de Israel, afrontando a Dios, queriendo obedecer la palabra de Dios en toda su misteriosa dureza". (Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo, 1992).

sábado, 4 de junio de 2011

Letra 222, 5 de junio de 2011




AMOR SUSTENTABLE (II)
Liz Basáñez
Reporte Índigo, Piensa núm. 212
www.reporteindigo.com/piensa/articulo/amor-sustentable

Parejas sintonizadas
Las parejas que se mueven bajo el Fenómeno Miguel Ángel y que buscan cambiar, ajustar o adquirir nuevas habilidades, suelen hacer adaptaciones conductuales en pro de su pareja, esta interdependencia implica una fuerte y frecuente influencia a través de diversos dominios conductuales. De tal forma, la búsqueda del “yo ideal” no es una actividad solitaria. Así, el tener una pareja sintonizada bajo un egoísmo sabio o el Fenómeno Miguel Ángel es crucial para lograrlo.
La interdependencia y compromiso provocan implicaciones directas en la pareja. La percepción de apoyo emocional por parte del otro en momentos de estrés es un predictor sumamente importante de bienestar dentro de la relación.
Lo anterior se fortalece aún más cuando existe una similaridad entre ambas partes de la pareja.
Los psicólogos describen frecuentemente esta similaridad en términos de balance cognitivo, gustos implícitos y comparación social. Pero tras las nuevas investigaciones, la propuesta se amplía a que ambos elementos de la pareja tengan la misma sincronicidad en temperamentos, es decir, que si uno de ellos tiene una necesidad implícita por buscar nuevos elementos en su vida para un crecimiento personal, la otra persona también lo posea en sí misma.
Entonces, cuando la interdependencia y similaridad del otro se perciben también como un apoyo para alcanzar las metas personales, la sensación de bienestar crece aún más dentro de la relación de pareja.
Las metas personales pueden variar, pero los psicólogos han establecido una distinción entre las metas enfocadas en el crecimiento y madurar a aquellas enfocadas en seguridad y protección.
Esto es de vital importancia, porque aquellas parejas que estén íntimamente relacionadas y con la voluntad de apoyar al otro, pero con metas vitales distintas (uno se enfoca a crecer y desarrollarse y el otro a ser protegido y sentirse seguro) tendrán menor éxito que aquellas parejas que tengan una similaridad en las metas esenciales de cada uno.

Posdata, te amo
En la película P.S. I Love You (Posdata, te amo), cuando él se entera que va a morir, genera estrategias para “esculpir” el “yo ideal” de ella, llevándola a potenciar sus habilidades, sueños, deseos y aspiraciones para que sin él o a pesar de él, pudiera florecer y brillar de la mano de otra pareja.
La similaridad entre ambos es innegable, no solo comparten gustos, actividades que de la misma forma disfrutan, balance cognitivo, sino también tienen una sincronía en su forma de decodificar y enfrentar la vida. Tras la “guía” post-mortem de él, ella re-descubre sus intereses profesionales, fortalece sus relaciones de amistad y con su madre, encuentra pareja y vuelve a retomar su “yo ideal”.

Hombre de familia
En la película Family Man (Hombre de familia), el rol de la esposa, madre de los niños, representa claramente las características de una pareja con:

• Cariño activo.
• Muestras de afecto hacia él (a pesar de que llegue muy tarde el día de Navidad y se haya perdido el momento de los regalos y esté molesta por esa conducta).
• Apego incondicional hacia su pareja y lo que él hace.
• Apoyo a pesar de que ella no esté de acuerdo con los intereses de él (regresarse a vivir a Nueva York, querer comprar un traje por encima del presupuesto familiar).
• Las necesidades de ella están antes de las de él. Pone límites claros en las responsabilidades y momentos independientes de cada uno. Ella dedica los martes para ella misma, mientras él es responsable del cuidado total de los niños. Cuando él no sabe qué hacer, ella se mantiene amorosamente firme y decidida en defender su espacio.

Finalmente el hombre frío, materialista, egoísta e interesado en el exterior cambia por un hombre empático, amoroso, pendiente de las necesidades de su pareja y promoviendo su bienestar y deseo por estar con ella, pues lo hace sentir un hombre auto-realizado, le “esculpe” su “yo ideal”: sus verdaderos deseos y aspiraciones, develando las habilidades internas que inclusive él desconocía tener.

Una relación estable, sana y satisfactoria
Las estadísticas arrojan dos factores importantes para una relación estable, sana y satisfactoria: Mantener un “mapa del amor” de la vida de la otra persona y procurar el cariño, la admiración y el interés de la pareja.
El mapa del amor es estar actualizado constantemente en los gustos, frustraciones, deseos y sueños más importantes del otro. No dar por sentado nada, pues los seres humanos cambiamos constantemente tanto externa como internamente y las parejas satisfechas a lo largo del tiempo tienen un mapa del amor actualizado y presente de cada uno de sus miembros.
El mantenimiento cotidiano del cariño y admiración por el otro lleva a una relación de pareja bajo una base firme de amistad. En otras palabras, para criar, crear y mantener un cariño y admiración por la pareja significa el ser tierno y apasionado hacia él o ella, asombrarse y estimularle una alta autoestima; aprobarlo, reconocerlo y dedicarle tiempo (en cantidad y en calidad); tratarlo con afecto y cariño y demostrar lo complacido que se siente al estar con la otra persona (muchas personas se “guardan” esa sensación sin compartírsela a la otra persona, a pesar de sentirla de forma intensa).
¿Qué tanto crías, creas y mantienes estos sentimientos hacia tu pareja, especialmente cuando hay momentos de estrés o la pareja está en conflicto?
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ORDENAN PRIMERA OBISPA EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA SANTIDAD PENTECOSTAL (CUBA)
José Aurelio Paz
ALC Noticias, 3 de junio de 2011

La reverenda Beatriz López Albuin, de la Iglesia Santidad Pentecostal, ha sido considerada la primera obispa de esa denominación en el mundo, al ser impuesta de tal rango en acto celebrado, recientemente, en el templo “Pórtico de Salvación”.
López Albuin fue ascendida a ese honorífico grado, a partir de su trayectoria y su testimonio, por decisión unánime de la trigésima quinta Conferencia Nacional de esa entidad eclesial, que fuera celebrada el pasado febrero, la cual solicitó a la más alta jerarquía de la Iglesia Santidad Pentecostal tal nombramiento.
“Para dar fe de su vida y su ministerio, estamos hoy ante el altar, ministros de diferentes generaciones, familiares y otros miembros de nuestra Iglesia”, expresaron los presentes en la liturgia, ante el obispo ordenante reverendo Douglas Beacham, y “pedimos así que, con el poder del Espíritu Santo, se le consagre como obispa de la Iglesia Santidad Pentecostal, ante este pueblo y para el mundo.”
Luego de ser examinada, públicamente, y dejar constancia por escrito de sus votos ante Dios, Beachman declaró su idoneidad para el alto rango honorífico que se le concede y procedió a ordenarla “para esta obra, con lo que confiamos nuestra seguridad de que el Espíritu Santo es el intercesor directo de su llamado”, concluyó al colocarle el manto, como símbolo de la autoridad de Dios y el callado, expresión de protección, seguridad y amor hacia su pueblo. Así mismo le fue entregada una Biblia, “como norma de fe y conducta por la cual nos regimos.”
Entre sus votos, la nueva obispa prometió “fomentar la piedad y practicarla según tenga oportunidad, haciendo bien a todos y mayormente a los de la familia de la fe. Prometo contribuir a la paz y defender la verdad y la justicia de Dios.”
Beatriz López Albuin es la tercera mujer ordenada a ese cargo en Cuba. Las otras dos son anglicanas. La primera, Nerva Cot Aguilera (fallecida el pasado año) y la boliviana Griselda Delgado del Carpio, actual obispa de la Iglesia Episcopal en Cuba, nombramientos que, evidentemente, son un reconocimiento a la fuerte presencia femenina dentro del llamamiento a ser siervos y siervas de Dios en la Isla.
Nació en la Ciudad de Pinar del Río, al oeste de esta capital, fruto de una familia pobre. A la edad de los 14 años ocurrió su conversión en el seno de la Iglesia Santa Pentecostés y, meses después, recibió el llamado de Dios al santo ministerio durante una campaña evangelística, graduándose de estudios teológicos en 1982 y, en ese mismo año, fundó el Instituto Bíblico Pentecostés, del cual sería su directora y profesora. Desde su nombramiento como pastora desarrolló una trayectoria de casi 30 años ministrando en más de una docena de congregaciones y en tres denominaciones: Iglesia Santidad Pentecostal de Cuba, Iglesia Metodista y la Liga Evangélica.
Ha ocupado la superintendencia Nacional (máximo cargo en el país dentro de su obra) por diez años y actualmente, también es la coordinadora del Programa de Emergencias y Ayuda Humanitaria del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), así como la persona que coordina el Foro Cubano de la Alianza ACT.
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PROPONEN A ENCINAS DECÁLOGO PARA LIBERTAD RELIGIOSA
Rafael Montes
El Universal, 3 de junio de 2011

Por segunda vez en su campaña electoral, Alejandro Encinas, candidato de la coalición "Unidos podemos más" a la gubernatura mexiquense, se reunió con agrupaciones religiosas, en un encuentro al que no asistieron los aspirantes del PAN y el PRI, a pesar de haber sido invitados.
En un hotel de la capital de la entidad, Encinas respondió a la convocatoria realizada por diversas iglesias del Estado de México agrupadas en el Observatorio Eclesial, las cuales propusieron al candidato un decálogo que garantice el Estado laico y la libertad religiosa.
Los diez puntos del documento son: Respetar y promover la laicidad del Estado; favorecer el respeto a la libertad de conciencia y el libre derecho de credo e ideología política; combatir la discriminación por motivos religiosos; no permitir que las condiciones religiosas limiten los derechos a la escuela, la salud y los servicios públicos; respetar la legislación que separa al Estado de la iglesia; aplicar la ley sin distingos de jerarquía o credo religioso; respetar el marco jurídico de los derechos humanos a la educación, la alimentación y la justicia.
También pidieron al candidato garantizar la seguridad ciudadana de mujeres y jóvenes, conducir su campaña electoral y su eventual gestión pública con los valores éticos de honestidad, dignidad, diálogo, equidad y justicia; además solicitaron que las condiciones religiosas personales no influyan en las decisiones políticas. Alejandro Encinas expresó su coincidencia con dicho decálogo y comentó que dos reformas constitucionales recientes respaldan la petición de los grupos religiosos. Una de ellas formaliza el carácter laico del Estado y otra, eleva a rango constitucional los derechos humanos, entre ellos la libertad de creencia religiosa. […]

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...