sábado, 9 de abril de 2011

Cultos de Semana Santa 2011



Alberto Durero, Crucifixión, ca. 1500




CULTOS DE SEMANA SANTA


Tema:


EL DIOS CRUCIFICADO: LA PASIÓN SEGÚN SAN JUAN




La cruz ni se ama ni se puede amar. Y sin embargo, sólo el Crucificado es el que realiza aquella libertad que cambia al mundo, porque ya no teme la muerte. El Crucificado fue para su tiempo escándalo y necedad. También hoy resulta desfasado ponerlo en el centro de la fe cristiana y de la teología. Con todo, únicamente el recuerdo anticuado de él es el que libera a los hombres del poder de los hechos presentes y de las leyes y coacciones de la historia, abriéndolos para un futuro que no vuelve a oscurecerse. Hoy lo que interesa es que la iglesia y la teología vuelvan a concentrarse en el Cristo crucificado, para demostrar al mundo su libertad, si es que quieren ser lo que dicen de sí mismas, es decir, la iglesia de Cristo y teología cristiana.


Jürgen Moltmann, El Dios crucificado




Marcos nos ofrece un Jesús que toca los límites más hondos del abandono y sólo después de la cruz puede ser reconocido como Hijo de Dios. En Lucas el abandono no es presentado de forma tan cruda y radical y la pasión y crucifixión aparece como la ocasión para manifestar la grandeza del amor y del perdón divino. La narración de Juan es muy diversa. Es la narración de un Jesús dueño de su propio destino cuya vida nadie se la quita sino que él la entrega voluntariamente (cf. Jn 10.18). Es su glorificación. Casi la entronización de un rey en el mundo…






Domingo 17, 10.30 hrs.


Jesús, Jerusalén y la vida recuperada




Expositor: L. Cervantes-O.




Dirige: A.I. Angelita Martínez








Domingo 17, 17.30 hrs.


Vésper de Palmas




Alabanza y reflexión








Lunes 18, 19 hrs.


La humildad de Jesús y el anuncio de la traición




Expositor: A.I. Ricardo Ruiz O.




Dirige: D.I. Israel Núñez C.








Martes 19, 19 hrs.


El gozo de Jesús en el mundo: la obediencia al Padre




Expositora: A.I. Edith Martínez Vázquez




Dirige: A.I. María Elena Paredes








Miércoles 20, 19 hrs.


El Espíritu anunciado por Jesús: guía hacia la verdad




Expositor: Lic. Raúl Méndez Y.




Dirige: A.I. Vicente Orozco G.








Jueves 21, 19 hrs.


Comunión, presencia en el mundo y vida eterna




Expositor: L. Cervantes-O.




Dirige: Consistorio



Hacer hoy teología de la cruz implica sobrepasar la preocupación por la salvación personal, preguntando por la liberación del hombre y su nueva relación con la realidad de los inextricables círculos en su sociedad. ¿Quién es el verdadero hombre a la luz del hijo del hombre rechazado y resurgido para la libertad de Dios?
Realizar hoy teología de la cruz significa, por último, tomar en serio a la teología reformada en sus exigencias crítico-reformadoras, haciendo que sobrepasen la crítica a la iglesia para convertirse en crítica a la sociedad. ¿Qué significa el recuerdo del Dios crucificado en una sociedad oficialmente optimista que camina por encima de muchos cadáveres?
J. MOLTMANN


Viernes 22, 12 hrs.


El Dios crucificado y la abolición del sufrimiento humano




Expositor: L. Cervantes-O.




Dirige: Consistorio



Quien reconozca a Dios en la bajeza, debilidad y muerte de Cristo, no lo hace en la supremacía y divinidad soñada por el hombre que busca a Dios, sino en la humanidad que él mismo ha abandonado, rechazado y despreciado. Y esto destruye su soñada semejanza con Dios, que lo convirtió en un monstruo, y lo hace volver a su humanidad, que hizo suya el verdadero Dios.
J. MOLTMANN





Domingo 24, 7 A.M.


La resurrección: fe de Magdalena y las demás mujeres




Expositora: Hna. Graciela Arellano




Dirigen: Hnas Nelly Arroyo y Lidia González





La anticipación del resurgimiento de los muertos en el de Jesús de entre los muertos puede tener un efecto estimulante para hombres abiertos al mundo y al futuro. Pero nada significa, pues no los alcanza, para hombres cerrados al futuro y privados de esperanza, para el hombre encorvado en sí mismo y para el narcisista enamorado tristemente de sí mismo. Sólo los sufrimientos sustituyentes y la entrega de Cristo en su muerte de cruza “por ellos” lleva esperanza a los desesperanzados, futuro a los condenados a la caducidad y nuevo derecho a los injustos. J. MOLTMANN



Domingo 24, 11 A.M.


Concierto de Resurrección, Coro Laudate Dominum


Jesús resucitado: fe, incredulidad y esperanza








Expositor: L. Cervantes-O.
Dirigen: Hna. Noemí Pastor y D.I. Miguel Medina
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CELEBRACIONES DE LA RESURRECCIÓN

Rubem Alves

Los cristianos incluyeron una declaración extraña en su Credo. Decían que creían y deseaban la resurrección del cuerpo. Como si el cuerpo fuese la única cosa que importara… ¿Pero habrá algo que importe más? ¿Habrá una cosa más bella? Él es como un jardín, donde crecen flores y frutos.
Crece la risa,/la generosidad,/ la compasión,/ el deseo de luchar,/ la esperanza;/ la voluntad de plantar jardines,/ de engendrar hijos,/ de dar las manos y pasear,/ de conocer…
Y él desborda las aguas que van subiendo, y ellas salen de él, y el desierto seco se vuelve un oasis regado. Así es: en este cuerpo tan pequeño, tan efímero, vive un universo entero y, si pudiera, bien que daría su vida por la vida del mundo. En nuestro cuerpo se revela el deseo de Dios. A fin de cuentas, lo que nos susurra la doctrina de la encarnación es que Dios, eternamente, quiso tener un cuerpo como el nuestro. ¿Había usted pensado en esto? ¿Qué en Navidad lo que se celebra es nuestro cuerpo, como algo deseado por Dios?
Pero el cuerpo no es sólo fuente que desborda: es un cuello que acoge. El oído que escucha el lamento, en silencio, sin decir nada… La mano que asegura a la otra…
El poema, que es magia que transustancia el mundo, colocando en él cosas invisibles, sólo reveladas por la palabra. La capacidad mágica de escuchar las lágrimas de alguien, lejos, nunca visto, y llorar también.
Mi cuerpo desborda y fertiliza el mundo…
El mundo desborda y mi cuerpo lo recibe…
Tan simple, tan bello.
Pero algo extraño sucedió. Algo nos tentó, y comenzamos a buscar a Dios en lugares perversos.
Pensamos encontrar a Dios donde termina el cuerpo: y lo hicimos sufrir y lo transformamos en bestia de carga, en enemigo a ser silenciado, y así lo perseguimos, hasta el punto de elogiar la muerte como camino hacia Dios, como si Dios prefiriera el olor de los sepulcros a las delicias del Paraíso.
Y nos volvemos crueles, violentos, permitimos la explotación y la guerra. Pues si Dios se encuentra más allá del cuerpo, entonces todo puede hacérsele al cuerpo.
Escribí estas cosas como celebraciones de resurrección.
En la esperanza de la resurrección de los muertos.
Para exorcizar la muerte, que nosotros mismos alimentamos con nuestra carne.
Invocaciones de alegría y belleza.
Quien tiene alegría y ama la belleza puede luchar mejor.
Los cuerpos resucitados son guerreros más bellos porque traen en sus manos los colores del arco-iris.
Y los cuerpos se transforman entonces en simiente que fecunda la tierra para que nazca el futuro…



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