SE
BUSCA UN HOMBRE NUEVO
Juan
Simarro Fernández
Protestante Digital, 12 de marzo de 2013
Se busca al hombre nuevo. El mundo lo
necesita. Cuando los cristianos pensamos en el incumplimiento de los valores
del Reino tanto en la iglesia como en el mundo, cuando reflexionamos sobre el
no cumplimiento de los Derechos Humanos en nuestras sociedades, el
incumplimiento, incluso, por los países signatarios, debemos darnos cuenta que
no sólo necesitamos un mundo nuevo, como decíamos en el artículo anterior, sino
que necesitamos, esencial y primariamente, un hombre nuevo. Traed mi lupa, que
quiero buscarlo. Traedme la Biblia, que quiero analizar sus características.
¿Todavía los
cristianos, después de más de dos mil años no hemos podido activar el hombre nuevo
en el mundo? Si lo consiguiéramos, quizás no habría que estar trabajando por el
cumplimiento de los Derechos Humanos en nuestras sociedades. Sería un hombre
tan envuelto en los valores del Reino que irrumpen en nuestra historia con la
venida de Jesús, que el mundo no necesitaría de otras filosofías, ni de
contratos sociales, para que fuera humano, muy humano. Buscad al hombre nuevo,
promocionadlo, convertidlo… y podréis borrar los Derechos Humanos del mapa.
Buscad, buscad, buscad al hombre nuevo.
¿Qué pautas debemos
seguir para buscar o, en su caso, promocionar o convertir al hombre para que
éste sea el hombre nuevo deseado?
Muchas veces decimos
que el hombre nuevo tiene que tener convertida el alma. Quizás nos quedamos
cortos porque con este concepto nos elevamos a misticismos y a acercarnos más a
los ángeles que a los hombres. Promocionar al hombre nuevo es buscar también un
cambio de mente, de prioridades, de actitudes, de relaciones con sus prójimos,
de criterios de juicio y de amor, de valores. ¡Qué difícil es reconstruir al
hombre sobre los valores del Reino! “La vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee”, primer palustrazo para la reconstrucción
del hombre nuevo.
Si el sentido de la vida se une al uso
de los bienes, peligra la fraternidad, el amor, la solidaridad entre los
hombres… peligra el nacimiento del hombre nuevo. Por tanto hay que seguir
buscándolo rechazando la riqueza como prestigio,
el uso del poder como valorador del hombre. El hombre nuevo, para ser realmente
valioso y situarse en los primeros peldaños de relación con Dios, debe
considerarse como el último, como el que sirve: “Sea el mayor entre vosotros
como el más joven, y el que dirige, como el que sirve… Yo estoy entre vosotros
como el que sirve”. Buscad por ahí, por esta línea de humildad, al hombre
nuevo. Dirigid a esos conceptos vuestra lupa.
El
hombre nuevo que hay que rastrear es sabio. No se mete en la necedad de
agrandar sus graneros. No dice: “Alma mía, come y bebe, regocíjate”, de forma
insolidaria y sin compartir. Ese es el viejo hombre, el necio, el que ha de
morir, al que han de pedir su alma. No vale para el mundo. Lo contamina, lo
empobrece. Hay que buscar al hombre nuevo lejos de los servidores de Mamón,
porque “ninguno puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al
otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a
las riquezas”. Aquí están las pautas para rechazar al hombre viejo y buscar al
nuevo.
La
expresión sigue sonando: Se busca. Se busca al hombre nuevo. El forjador de
hombres nuevos es el que se adhiere a la pregunta de Jesús, que valora al
hombre por encima de la ética de cumplimiento en la que muchos religiosos,
viejos cumplidores del ritual, estaban: “¿No vale más un hombre que una oveja?”.
Para
crear hombres nuevos deberíamos hacer que se hicieran esta pregunta: ¿No vale
más el hombre que una empresa? El hombre nuevo valora a sus prójimos por encima
de la economía, mírese ésta como oveja o como empresa. El hombre nuevo ve a sus
congéneres como el auténtico lugar sagrado para Dios. Buscad por estas sendas
santas al hombre nuevo, alejados de la idolatría del dios Mamón, el dios de las
riquezas.
El
hombre nuevo surge cuando es capaz de invertir los valores de nuestras
sociedades, cuando es capaz de dar el gran giro que trastoca los valores del
mundo y pone a los últimos como los primeros… dura cruz para el hombre viejo,
que se escandaliza ante la inversión de valores que implica la búsqueda del
nuevo hombre, pero “muchos últimos serán primeros” si el nuevo hombre comienza
a reverdecer. Por eso, se busca, se busca al nuevo hombre, al que ha de
trastocar los valores del mundo, el hombre ante el cual las estructuras de
pecado y de maldad van a saltar echas pedazos. […]
El
hombre nuevo sólo se puede montar sobre la destrucción del viejo. Así, los
creadores y promocionadores del hombre nuevo, apoyados en el auténtico Creador
y Regenerador, deben tomar sus herramientas para ir desmontando y destruyendo
al viejo hombre con sus hechos.
Si
queremos ser colaboradores del gran Constructor del hombre nuevo, debemos tomar
nuestras armas: la denuncia, denuncia de toda injusticia, de toda sinrazón, de
toda opresión. Deben tomar, de alguna manera, más bien simbólica, el látigo que
expulsa del templo de la tierra a los vendedores y acumuladores de bienes. Hay
que destruir el concepto de un mundo que se ha convertido en cueva de ladrones
que impiden el renacimiento del hombre nuevo.
El
buscador del hombre nuevo es el que también saca su látigo en los templos que
no son iglesias del Reino, en las iglesias que no trabajan por la extensión de
los valores de ese Reino solidario con los pobres y los sufrientes del mundo.
Hay que desenmascarar estos templos y trabajar por convertirlos en iglesias del
Reino en donde se capten rápidamente los valores que trae Jesús al mundo,
valores solidarios, humanos, de sacar al primer plano a los humillados y
ofendidos, valores de humildad y de servicio.
Sacad
a Dios de esos templos y reconstruidlos con el corazón, con la mente y, si es necesario,
con los huesos, la carne y la piel del hombre nuevo, como ladrillos vivos que
se levantan sobre la Roca. Esta reconstrucción, este volver a la auténtica
iglesia del Reino, es el paso hacia el nacimiento del nuevo hombre.
Hay
que ir desmontando al hombre viejo y quitándole todo vestigio de egoísmo, de
acumulación como algo que da sentido a la vida, de prepotencias vanas y
excluyentes… Hay que crear un hombre nuevo que sea justo, misericordioso,
humilde, servicial, que le duela tanto la pobreza del mundo, que llore hasta ir
viendo que su acción para la eliminación de la pobreza da lugar a novedad de
vida. Busco a ese hombre. Traedme mi lupa de trillones de aumentos… ¡Señor, no
lo encuentro! Sólo tú lo puedes crear, pero queremos ser colaboradores tuyos.
El
hombre nuevo debe ser el hombre convertido y cambiado, el que se involucra en
el acercamiento del Reino de Dios al mundo. Se busca. Cuando lo encuentres
grítalo a los cuatro vientos para que sea imitado por todos y para siempre.
Pero primero, busca para ti esa novedad.
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LÍDERES
ECUMÉNICOS LATINOAMERICANOS REACCIONAN A LA ELECCIÓN DEL PAPA FRANCISCO
Marcelo
Schneider
Consejo
Mundial de Iglesias, 14 de marzo de
2013
Al ser anunciado como
nuevo obispo de Roma, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos
Aires, Argentina, se inauguran tres frentes simultáneamente. Se trata del
primer latinoamericano y jesuita en ocupar el más alto puesto de la Iglesia
Católica y es el primero en adoptar el nombre de Francisco. En las horas
siguientes, diversos líderes ecuménicos del continente expresaron sus
reacciones a la elección.
Por
el Consejo Mundial de Iglesias, el moderador de esa instancia, el pastor
brasileño Walter Altmann identificó la elección de Bergoglio como un síntoma de
transición dentro del propio cristianismo. "En las últimas décadas se ha
producido un cambio radical del centro de gravedad del cristianismo mundial a
los cardenales del Sur. Aunque la mayoría todavía vienen desde el norte, la
elección de un argentino refleja esta nueva realidad", dijo Altmann.
“Alimento
la expectativa de que en el pontificado de Francisco I diálogo ecuménico y la
cooperación puedan intensificarse y profundizarse”, concluyó.
El pastor Carlos Duarte,
presidente de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, con sede en Buenos
Aires, expresó la esperanza para la iglesia ya que “el hermano Bergoglio
pontificado se caracteriza por la humildad y la apertura al diálogo ecuménico e
interreligioso”.
Duarte recordó a los desafíos
contemporáneos que espera que el Papa direccione. "Esperemos que pueda
prestar atención a los problemas que las personas tienen en todo el mundo hoy
en día, ya que los nuevos modelos de familia, la defensa y promoción de los
derechos humanos en todas sus dimensiones", dijo el pastor.
A la edad de 76 años, Francisco I
es considerado un hombre de hábitos sencillos. En la capital argentina, a
menudo se lo ha visto utilizar el transporte público para ir a trabajar. En su
pastorado al frente de la diócesis más grande de Argentina tuvo una fuerte
preocupación en temas relacionados con la justicia social.
El secretario general del Consejo
Latinoamericano de Iglesias (CLAI), Rev. Nilton Giese: Bergoglio reconoce el
compromiso con las causas sociales. “El nuevo papa es una persona con
sensibilidad a los problemas sociales y se destacó por sus mordaces crítica de
los modelos económicos neoliberales. Por lo tanto, creemos que con su apoyo,
podemos fortalecer el trabajo de gestos concretos ecuménicos en América Latina
entre el CLAI y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) sobre temas como
la violencia familiar minería y la juventud ", dijo Giese.
La pastora Marcia Bencke Romi,
secretario general del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas del Brasil
(Conic), espera que el pontificado de Francisco I reflexione un poco sobre el
contexto de dónde viene. “El andar de la Iglesia Católica en nuestro continente
se ha caracterizado por la rica experiencia de la teología de la liberación. En
Brasil, en particular, todavía gratificante convivencia ecuménica con la
Iglesia Católica, que es uno de los fundadores de la Conic. Esperemos que el
nuevo papa pueda seguir fortaleciendo el camino ecuménico”, dijo.
Pero el obispo de la Iglesia
Evangélica Metodista Argentina, Rev. Frank Nully Brown, interpreta un aspecto
de continuidad en la elección del nuevo papa. "La elección de Bergoglio
confirma el sentido de que la Iglesia Católica Romana había tomado en la
gestión de Benedicto XVI", dijo Brown.
Para el presidente de la Iglesia
Evangélica de Confesión Luterana en Brasil (IECLB), P. Dr. Nestor Paul
Friedrich, "la elección podría significar novedad, el cambio, la
oportunidad." Reiterando el compromiso de su iglesia ecuménica, Friedrich
expresó: “Roguemos al Señor de la Iglesia que la elección del nuevo Papa
contribuya al futuro de la comunidad católica en el mundo y sea el fermento
renovador para la ecumene de alianzas y el fortalecimiento del diálogo para el
testimonio común y un Evangelio de Jesucristo, vibrante", dijo el
luterano.
Las reacciones de los argentinos
se dividen en su elección. Por un lado, enfrenta cargos de omisión de
violaciones de derechos humanos en la época de la dictadura militar. Por otro
lado, la afirmación de que el obispo ha ayudado a muchos a escapar de la
prisión en el mismo período.
"Ahora vamos a empezar este
viaje juntos, el obispo y el pueblo, haciendo que el camino de la Iglesia de
Roma sea el camino de la fraternidad, la caridad y la confianza entre
nosotros", dijo el nuevo Papa a la multitud reunida en la Plaza de San
Pedro en la tarde del miércoles 13 de marzo.
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