EL TIEMPO
LITÚRGICO EN EL EL CULTO REFORMADO
10
de marzo de 2013
Una sola cosa pido al Señor,
sólo esto quiero:
sentarme en su casa
sólo esto quiero:
sentarme en su casa
todos los días de mi vida,
contemplar su gracia
y frecuentar su Templo.
contemplar su gracia
y frecuentar su Templo.
Salmo 27.4
Éste es el día que hizo el Señor;
nos gozaremos y alegraremos en él.
Salmo 118.24
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
Salmo 42.2
Para los/as cristianos no hay tiempo sagrado y profano en sentido
estricto, ya que “en todo tiempo y lugar” es “justo y necesario dar gracias a
Dios”
Jean Lebon, Para vivir la liturgia
El domingo, como “día del Señor”, sustituyó al sábado judío, lo que
significó una auténtica “revolución litúrgica” pues la resurrección de Cristo
inauguró un tiempo nuevo.
Jesús es el verdadero sábado, porque él lo realiza. […] Con él ha venido
el verdadero descanso […] El descanso consiste para toda la Iglesia primitiva,
no en consagrar un día a Dios, sino todos los días; y no en abstenerse del
trabajo corporal, sino del pecado…
J.-J. von Allmen, El culto cristiano
EL
TIEMPO EN EL CULTO CRISTIANO
·
Las dos variables del culto: el tiempo y el espacio
·
El culto puede definirse como “la redención del
tiempo humano en el mundo”
·
Forma parte de la anticipación del futuro al que
Dios nos llama: Apocalipsis 4
·
El culto cristiano es una invasión del tiempo divino
(kairós) en el tiempo humano (cronos)
·
Pero lo hace sin enajenar a quienes participan
·
Es parte del esfuerzo divino por romper el tiempo
cíclico, circular (Jueces 2)
La historia de la salvación es la de un pueblo en marcha; es un tiempo
que va de la creación a la nueva creación y este mundo nuevo se construye en el
presente humano, día a día y año tras año.
Jean Lebon, Para
vivir la liturgia
·
La participación y apreciación del culto como una
totalidad
·
La posibilidad de participar en el culto “completo”
·
Los dilemas sobre la “duración” del culto: no
dejarnos dominar por el “tiempo del lucro” o del mercado. Un culto “sin tiempo”
cuya referencia última es el culto eterno y permanente
·
No podemos dejarnos dominar por el tiempo durante el
culto. Ejemplo: importancia de la puntualidad
·
El tiempo del culto es una inversión existencial de
encuentro con Dios y con la comunidad
·
El culto reformado procede de la tradición, pero se
orienta hacia el futuro
¿CÓMO
ES NUESTRO USO DEL TIEMPO LITÚRGICO DOMINICAL?
·
¿Reflejamos, desde la puntualidad, nuestro deseo de
participar?
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¿Es funcional, dinámico, “atractivo”…?
·
¿Mantenemos un ritmo fluido, natural, en nuestras
acciones litúrgicas
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¿Experimentamos adecuadamente el tiempo de la
liturgia?: concentración, distracciones, prisas…
·
¿El “día del Señor” verdaderamente marca una
diferencia en medio de nuestra vida cotidiana?
·
¿Qué podemos hacer para mejorar?
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