Jeremías (1509), Miguel Ángel
17 Mi alma está alejada de la paz
y ha olvidado la dicha.
18 Dije: Mi esperanza se perdió
igual que mi confianza en Yavé.
19 Acuérdate de mi miseria y vida errante,
de mi ajenjo y amargor.
20 Mi alma recuerda, sí, y se me hunde.
21 Esto reflexiono en mi corazón,
y por ello esperaré.
22 El amor de Yavé no
se ha acabado,
ni se han agotado sus
misericordias;
23 se renuevan cada
mañana.
Sí, tu fidelidad es grande.
24 Dice mi alma: “Yavé es mi parte,
por eso en él esperaré”.
25 Bueno es Yavé para los que esperan en él,
para el alma que lo busca.
26 Bueno es esperar en silencio
la salvación de Yavé.
27 Bueno es para el hombre
soportar el yugo desde su juventud.
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