LAS DISCÍPULAS DE JESÚS (II)
Ana María Tepedino
Seguidoras
del principio al fin
“Había también unas mujeres
mirando desde lejos, entre ellas
María Magdalena, María, la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé, que
cuando él estaba en Galilea lo seguían y lo atendían: y además otras muchas que
habían subido con él a Jerusalén” (Mr 15.40-41).
Sabemos hoy, por los modernos
estudios de exégesis, que los relatos de la Pasión constituyeron la primera
parte de la tradición puesta por escrito.
Para comenzar el estudio sobre el
discipulado de la mujer, escogemos el texto de Mc 15.40-41, que aparece al
final del evangelio, exactamente en el relato de la Pasión.
En él, las mujeres sirven de
paradigma y simbolizan el discipulado, apareciendo como seguidoras de Jesús
durante todo su ministerio, desde los orígenes de su misión en Galilea hasta el
final en Jerusalén.
El texto escogido es fundamental por
varias razones:
1) El hecho de que se nombren tres
mujeres revela que eran conocidas y reconocidas en la comunidad como personas
que ejercían algún tipo de liderazgo en el movimiento cristiano de Palestina.
2) Por la utilización de los
términos técnicos diakonein y akolouthein, servicio y seguimiento,
aplicados a ellas, se las identifica como discípulas, ya que estos términos
caracterizan el discipulado, como vimos en el anterior capítulo.
Es interesante señalar que, en los
libros en los que se estudia a los seguidores de Jesús, ni siquiera se menciona
a las mujeres, aunque se dedique mucho espacio a los términos técnicos diakonein y akolouthein, con los que Marcos alude aquí a las mujeres.
3) El texto se refiere a las mujeres
diciendo que ellas siguieron a Jesús desde Galilea hasta Jerusalén, hasta la
cruz. Jesús había anunciado que tal itinerario formaba parte de la condición
del discípulo: “El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, cargue
con su cruz y me siga” (Mc 8.34), por lo que el relato, presentándolas fieles
hasta la cruz, las califica como discípulas.
El grupo de los discípulos huye en
el momento de la muerte de Jesús. Las mujeres son las únicas discípulas que
acompañan al maestro hasta el fin de su camino en la cruz.El narrador nos
informa de la presencia y de la forma de actuación de las mujeres en un momento
crucial, después de la muerte de Jesús (cf. Mr 15.37), después de la rotura del
velo del templo (cf. Mr 15.38), después de la confesión del centurión, que
proclama a Jesús Hijo de Dios (cf. Mr 15.39), en el momento en que los «Doce»
lo habían abandonado. Permaneciendo fieles, ellas no lo dejan y se convierten
en las únicas testigos oculares de la ejecución del Maestro. Tal vez el
narrador tuviese la intención de mostrarnos la apertura del movimiento de Jesús
a los grupos antes excluidos a los que ahora se les acoge (gentiles y mujeres).
La exegeta W.
Munro, en su artículo sobre las mujeres discípulas, comenta que la "impresión
dominante en Marcos hasta 15.40 es la de un Jesús que iba en misión rodeado de
un pequeño grupo de hombres, encontrándose a veces con mujeres concretas".
Parece que, hasta ese momento del evangelio, las mujeres quedaban ocultas entre
el pueblo, en medio de la multitud7. Y de repente, se hacen visibles y
prominentes en este final del evangelio.
Teniendo en
cuenta que el relato de la Pasión es el más primitivo de los evangelios y que
en éste se conoce el papel desempeñado por las mujeres, resulta extraño su
anonimato en los capítulos anteriores, habida cuenta de que fueron escritos
posteriormente. Quizá haya que atribuir este hecho a un condicionamiento
cultural del redactor a causa del cual menciona los encuentros entre Jesús y
las mujeres dentro de las casas y manteniendo a aquellas en el anonimato (cf.
Mr 1.28-31; 5.25-34; 5.21-24,.35-43; 7.24-30; 14.3-9).
En el capítulo
anterior vimos que a los rabís judíos sólo los acompañaban hombres, causando
extrañeza el hecho de que Jesús contase con mujeres entre sus seguidores. Quizá
por eso, el narrador retrasara esta referencia a las mujeres como discípulas
hasta casi el final del evangelio, lo que sugiere a Munro que “Marcos conoce la
presencia femenina en el ministerio de Jesús, pero la mantiene en la penumbra”.
Algunos autores
no están de acuerdo con esta última afirmación alegando que, a veces, algo que
aconteció en un momento anterior se relata más tarde con el fin de aclararlo y
valorarlo y no para oscurecerlo10. En este caso, Mc 15,40-41 sería una sección
retrospectiva que completa un elemento que faltaba11. Estos autores se basan en
el hecho de que el narrador del evangelio de Marcos retrasa el reconocimiento
de Jesús como «Hijo de Dios» por una persona corriente hasta el momento en que
pueda comprenderse el verdadero sentido de la filiación: el momento de la
muerte en la cruz (cf. Mc 15.37-39). De acuerdo con este razonamiento, el
narrador de Marcos retrasa la referencia explícita a las mujeres como
discípulas y seguidoras hasta aquel momento en el que puede comprenderse el
auténtico sentido del discipulado y del seguimiento: la muerte de Jesús en la
cruz, pues, como vimos antes, una de las características del discipulado es el
itinerario de la cruz (cf. Mc 10,42-45). […]
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EL CAMINAR DEL DISCÍPULO
DISCIPULADO Y SEGUIMIENTO DE JESÚS
EL SEGUIMIENTO Y EL INDIVIDUO
Dietrich Bonhoeffer
El mismo
mediador que nos transforma en individuos es igualmente el fundamento de una comunión completamente nueva. Se sitúa entre el otro hombre y yo.
Separa, pero también une. Así, se corta ciertamente todo camino inmediato hacia
el otro, pero se indica al seguidor cuál es el nuevo y solo verdadero camino
hacia el prójimo, el que pasa por el mediador. […] (Mc 10, 28-31).
Jesús se dirige
aquí a los que, por su causa, se han convertido en seres individualistas, a los
que abandonaron todo cuando él los llamó, a los que pueden decir de sí mismos:
«Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». A ellos se hace
la promesa de una comunión nueva. Según la palabra de Jesús, ya en este mundo recibirán
centuplicado todo lo que abandonaron. Jesús habla aquí de su comunidad, que se
encuentra en él. Quien abandona a su padre por causa de Jesús hallará en ella
un padre, hallará hermanos y hermanas, e incluso campos y casas que le están
preparados. Cada uno se lanza solo al seguimiento, pero nadie queda solo en el
seguimiento. A quien osa convertirse en individuo, basándose en la palabra de Jesús,
se le concede la comunión de la Iglesia. Se halla en una fraternidad visible
que le devuelve centuplicadamente lo que perdió. ¿Centuplicadamente? Sí, porque
ahora lo tiene sólo por Jesús, todo lo tiene por el mediador, lo que significa,
por otra parte, “con persecuciones”. “Centuplicadamente” “con persecuciones”,
es la gracia de la comunidad que sigue a su maestro bajo la cruz. Esta es,
pues, la promesa hecha a los seguidores de convertirse en miembros de la
comunidad de la cruz, de ser pueblo del mediador, pueblo bajo la cruz. (Mc 10.32).
Como para
confirmar la seriedad de su llamada al seguimiento y, simultáneamente, la
imposibilidad de seguirle con nuestras fuerzas humanas, así como la promesa de
pertenecerle en las persecuciones. Jesús precede ahora a los discípulos hacia
Jerusalén, hacia la cruz, y los que le siguen se asombran y temen al contemplar
este camino por el que él les llama.
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DONALD TRUMP ENCARCELA A MIL 600 MIGRANTES
El Universal, 16 de junio de 2018
El Servicio
de Inmigración y Control de
Aduanas está violando la ley al trasladar a indocumentados a cárceles
federales”, señala a El Universal
Alex Gálvez, abogado especialista en inmigración en Estados Unidos.
“Un agente
encubierto amigo mío me llamó el viernes —8 de junio— y me dijo: ‘Alex, están
moviendo a mil 100 indocumentados —del centro de detenciones— de Otay en San
Diego a una cárcel federal en Laredo [Texas]’. Pero para trasladar a una
persona de inmigración a una cárcel federal tiene que haber un cambio de
categoría para cada persona”, explica Gálvez. Alude a que los indocumentados
son detenidos bajo la ley migratoria, y no la penal, que es la que permite
enviar a una persona a una cárcel federal.
Mil 600
indocumentados, incluyendo a solicitantes de asilo, están siendo trasladados a
cinco cárceles federales, sin que se sepa el tiempo que ahí permanecerán y sin
ningún proceso de ley adicional, según el agente. “No son delincuentes y los
llevan a cárceles federales en lugar de buscar otras opciones menos
dramáticas”, dice Gálvez, quien asegura que “vamos a tratar de ayudarlos para
que los muevan a otro lado”.
Es la primera
vez en muchos años que el gobierno federal estadounidense decide internar a
indocumentados en cárceles federales. “Imaginemos el miedo que deben estar
sintiendo estas personas al saber que van a una cárcel federal y lo que les va
a tocar ver y vivir ahí, sin haber hecho nada malo”.
Hasta antes de
la administración Trump quienes cruzaban la frontera o llegaban a EU sin
papeles y eran detenidos recibían como sanción la deportación, en proporción a
la violación administrativa cometida. Sólo a los reincidentes se les ncaban
cargos penales y podían ser encarcelados. Ahora, en cambio, todos los que
ingresan sin papeles “van a enfrentar esos cargos criminales”, alerta Gálvez.
“Es como matar
dos pájaros con una misma piedra: al ser llevados a cárceles federales van a
poder levantar cargos en su contra —aunque sea su primera vez y no tengan
cuentas con la ley—, serán enviados a un juez penal —no de inmigración— y
también les abrirán el proceso de deportación. Lo que estamos viendo es cómo
esta administración está creando una máquina de deportación, perfeccionando la
manera en que va a deportar altos números de indocumentados, de una manera
ecaz, como nunca lo hemos visto”, dice.
Además, al
levantarles cargos federales y luego deportarlos, “les están cerrando la puerta
permanentemente a esas personas que tal vez podían arreglar su situación legal
—en EU— en el futuro. Cuando una persona sale deportada con cargos federales
por lo pronto en 10 años no puede volver al país, pero podría ser para
siempre”, detalla el abogado. De acuerdo con las últimas estadísticas de la Oficina
de Inmigración y Control Aduanas (ICE, por sus siglas en ingles), en los
últimos tres meses se han incrementado sustancialmente el número de detenidos
sin papeles. Por tercer mes consecutivo en mayo fueron detectados y detenidos
más de 50 mil indocumentados.
Incluso a quienes piden asilo se les están ncando cargos federales, lo que, subraya Gálvez, “también es anticonstitucional”. En Estados Unidos, dice, “existe el derecho a pedir asilo aun cuando ingreses de manera indocumentada”. Incluso así, recomienda que quienes sean presentados ante un juez penal o de inmigración, “digan que están pidiendo asilo”, porque de ese modo “están protegidos por la ley; tienen derecho a pedir asilo y ser protegidos al menos durante el tiempo que dura el proceso y deberían poder seguirlo en libertad”.
Ante estas acciones del gobierno, lo que sigue, dice Gálvez, son las demandas en las cortes federales “contra el abuso de sus derechos”. Aunque reconoce que tomará tiempo demostrar que este tipo de medidas contra los indocumentados son inconstitucionales, “y que el daño que están haciendo es muy grande, esta es la nueva guerra que estamos peleando. Hay que agregar la separación que están haciendo de los hijos; es inhumano por donde sea que lo veamos y es contra la ley. En Estados Unidos respetábamos los derechos humanos de todas las personas, con o sin documentos”. Hoy en cambio, a los migrantes “les están quitando la humanidad” y sus derechos.
Incluso a quienes piden asilo se les están ncando cargos federales, lo que, subraya Gálvez, “también es anticonstitucional”. En Estados Unidos, dice, “existe el derecho a pedir asilo aun cuando ingreses de manera indocumentada”. Incluso así, recomienda que quienes sean presentados ante un juez penal o de inmigración, “digan que están pidiendo asilo”, porque de ese modo “están protegidos por la ley; tienen derecho a pedir asilo y ser protegidos al menos durante el tiempo que dura el proceso y deberían poder seguirlo en libertad”.
Ante estas acciones del gobierno, lo que sigue, dice Gálvez, son las demandas en las cortes federales “contra el abuso de sus derechos”. Aunque reconoce que tomará tiempo demostrar que este tipo de medidas contra los indocumentados son inconstitucionales, “y que el daño que están haciendo es muy grande, esta es la nueva guerra que estamos peleando. Hay que agregar la separación que están haciendo de los hijos; es inhumano por donde sea que lo veamos y es contra la ley. En Estados Unidos respetábamos los derechos humanos de todas las personas, con o sin documentos”. Hoy en cambio, a los migrantes “les están quitando la humanidad” y sus derechos.
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