OREMOS POR
TODOS LOS HERMANOS/AS ENFERMOS DE LA IGLESIA
***
CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 6 de octubre, 19
hrs.
Modera: Hno. Hugo Jorge Molina
Llamamiento: Salmo
132.1-9
Oración de ofrecimiento
Himno: “Con cánticos, Señor”
(79)
Círculo de oración y
testimonios
Lectura bíblica: Daniel 7.19-28
Tema: Los cuatro monstruos (II)
Himno: “Cristo está conmigo”
(330)
Ofertorio
Bendición pastoral
LAS CUATRO FIERAS
José Héctor Lüdy
L
|
as tres primeras bestias son
terribles pero Daniel no dice de ellas que se levantasen; contra el cielo. Con
especial detenimiento insiste en la cuarta bestia y en el pequeño cuerno que
profiere blasfemias. Con esto, el autor de Daniel anticipa que el fin de este
poder monstruoso y arrogante ya está determinado por el solo hecho de haberse
atrevido contra el cielo, como sucedió al rey Baltasar en el capítulo 5. Las
cuatro bestias son monstruosas por su tamaño, su aspecto y su voracidad. Son
mezclas de animales creados por Dios, diferentes entre sí y tienen un valor
decreciente, como los metales de los cuales estaba construida la estatua del
sueño del rey Nabucodonosor. También es importante destacar que todas las
bestias, aunque potentes, obedecen a una determinación que les es impuesta.
Aunque no se
diga expresamente que sea Dios quien asigna a las bestias sus poderes, así lo
sugiere el uso de la voz pasiva —“le fue dado el poder”—, recurso frecuente en
el período posexílico para designar la acción divina. La cuarta visión ilustra la duración de estas
situaciones, épocas en las que se entrecruza una especie de competencia por
parte de los poderosos contra el plan de Dios. ¿Cuándo cesará esa competencia?
Cuando se reconozca que sólo Dios es Señor de la historia, y que sólo el plan
divino garantiza la vida de los hombres y de la creación, y que cualquier
proyecto humano debe fundarse en la voluntad de Él. Sólo cuando se reconozca
esta dinámica, el futuro será esperanzador.
Por el contexto
se desprende que Daniel asiste “en sueño” a una sesión del juicio de Dios. La
descripción del anciano es solemne. Por otra parte, es difícil precisar el
origen de esta imagen de Dios como un "viejo juez" posiblemente
encuentre antecedentes en algunas expresiones del AT usadas para referirse al
contraste que existe entre la caducidad de la vida del hombre y la perennidad
de Dios. Entre los tronos puestos para juzgar destaca el trono de fuego del
anciano: un río de fuego salía delante de él; por las ruedas que posee se
asemeja a la descripción de la teofanía que hace el profeta Ezequiel a uno más
pequeño.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
11 – Reunión Congregacional
18 – Culto de Evangelización
25 – Reunión de la CMIRP
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