LA CELEBRACIÓN DE LOS DÍAS DE MUERTOS EN MÉXICO
La festividad
indígena dedicada a los muertos en México
México, Conaculta, 2006 (fragmentos)
Pocas veces
se pone uno a reflexionar acerca de
las costumbres. Un ejemplo de ello es el gran mito sobre el Día de Muertos en
México, fecha que se ha convertido en un lugar común promovido por la industria
turística nacional e internacional. Alimentado por intelectuales nacionales y
extranjeros hoy es declarado patrimonio intangible de la humanidad.
Sin embargo,
cuando uno profundiza en el estudio sobre la muerte, sus ritos, costumbres y
protectores, no puede creer todo lo que los medios de comunicación dicen sin
ponerlo en tela de juicio, sobre todo cuando se ha tenido la fortuna de
observar esta celebración en otros países del mundo católico y protestante.
*
Fiesta de muertos para la vida,
cambios de costumbres y espacios para los muertos ahora nacionales, familiares,
cercanos, humanos, la mayoría esperando aún la resurrección, mientras que otros
ya no creían en ella: masones, protestantes y extranjeros demandaron también
sitio para reposar después de muertos ya que la Iglesia católica se los había
negado, ahora la muerte laica se los ofrendaba y las constructoras
internacionales con la globalización construyeron los panteones de nacionalidades
que hoy por hoy no entendemos qué función tuvieron.
Elsa Malvido, “La festividad de todos santos
y fieles difuntos, y su altar de muertos en México, patrimonio ‘intangible’ de
la humanidad”
*
Hablar de los rituales del cuerpo
para salvar el alma equivale a referirnos a un conjunto de ceremonias y
prácticas religiosas que se contemplan principalmente en los sacramentos,
mismas que fueron avaladas por la Iglesia católica en el Concilio de Trento
hacia 1545-1563, y que a pesar de los avatares del tiempo y de la
secularización de las costumbres se han mantenido vivas en México como en otras
partes del mundo católico.
Hacia esas
fechas la Iglesia emprendía la contrarreforma católica, movimiento que se
destinó a combatir los embates de la reforma protestante cuyos principios, al
negar el poder salvador de diversas normas, creencias y rituales externos, así
como la intervención de la Iglesia en la relación entre Dios y el hombre,
habían fracturado, desde tiempo atrás, la antigua unidad en la que se había
cimentado el poder eclesiástico de la Iglesia romana.
Con el propósito
de recuperar, consolidar y extender ese poder, y al mismo tiempo impugnar los
principios protestantes, en las sesiones conciliares se dejó en manos de un
selecto grupo de teólogos y moralistas la tarea de sistematizar la doctrina que
en adelante debería normar la vida y la muerte de los creyentes del mundo
católico de entonces. En virtud de su carácter altamente normativo y por llevar
implícita la justificación del ejercicio del poder, hacia la segunda mitad del
siglo XVI y durante casi dos siglos, dicha doctrina, en el imperio español y
sus colonias, se convertiría en la ideología dominante que contribuiría con la
Iglesia y la Corona a mantener una ortodoxia cerrada lejos de los embates del
protestantismo, que garantizara la unidad espiritual y temporal requerida por
el imperio.
*
Para exaltar la existencia del libre
albedrío negado por el protestantismo y al mismo tiempo justificar el ejercicio
de indulgencias, sufragios y culto a las ánimas, en la doctrina se asegura que
las almas en la cárcel del purgatorio estaban privadas de la alegría de ver a
Dios y de la libertad que les otorgara el cristianismo para luchar por su
salvación, puesto que esa facultad había sido la causa del pecado desde los
tiempos de Adán y Eva.
Al carecer de
esa libertad, las almas tenían segura su salvación, puesto que ya no podían
pecar, pero tampoco les era permitido luchar por su salvación, razón por la
cual su estancia en esa prisión temporal dependía forzosamente de las
indulgencias y sufragios que los fieles vivos, y en especial los devotos de las
ánimas, pudieran o quisieran ofrecer, por caridad, para saldar la deuda
pendiente y de este modo abreviar el tiempo de tormento e incluso rescatar
cuanto antes las almas de sus amados difuntos.
María Concepción Lugo Olín, “Rituales católicos del cuerpo para salvar el alma”
*
En el caso particular de la
celebración más importante en nuestro país, Día de Muertos, es producto de dos
tradiciones culturales: la hispana y la prehispánica. La mayor parte de los
pueblos campesinos de México la festejan, tanto indígenas como mestizos, ya que
coinciden con el fin del ciclo agrícola de muchos productos, entre ellos, el
maíz de temporal y la calabaza. Es época de abundancia, en contraste con las
carencias que padecen los agricultores el resto del año. [...]
De esta manera,
no podemos decir que las festividades de días de muertos sean una evocación del
pasado prehispánico. Al contrario: es una re-presentación de la identidad, una
re-creación de los orígenes de un pueblo sincrético y sintético. Se sintetizan,
suman, los cuerpos, somas, y las ideologías, sistemas culturales, mestizando no
sólo nuestras características físicas, sino también nuestras mentalidades y
saberes. No podemos concebir el mundo nuevo sin la perspectiva de los otros que
ahora son nosotros. […]
Los pueblos de
predominancia indígena han sufrido cambios en sus sistemas simbólicos y de vida
a partir de la segunda década del siglo pasado, debido a la presencia de los
grupos […] de ideología cristiana no católica predominantemente. Al abrazar el
credo de los cristianos, el indígena acepta los dogmas y creencias impuestos
por esta institución religiosa. Al aceptar este sistema de vida, impuesto por
los dogmas de fe, se apartan de la tradición, símbolos y sistemas de códigos de
la comunidad, separándose y alejándose del resto.
En este sentido,
el ritual de Día de Muertos se contrapone con los derechos y obligaciones
contenidos en los dogmas de fe del cristianismo. De acuerdo con dicha religión
está prohibido realizar homenajes, ritos y culto a los muertos: sólo Dios es
sujeto de veneración y pleitesía. De esta manera, al olvidar las raíces del
ritual, una celebración agrícola y de convite en torno a la comunidad (tanto de
vivos como de muertos), se desvanece porque muchas personas se alejan de la
comunidad para convertirse en miembros de otro grupo.
José Éric Mendoza Luján,
“Que viva el día de muertos. Rituales que hay
que vivir en
torno a la muerte”
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CARAVANA SUMA 12 MIL MIGRANTES
Roselia Chaca, María Peters, Fredy Martín y Édgar Ávila
A dos
semanas de que un grupo de migrantes hondureños ingresó sin papeles a
territorio mexicano a través del río Suchiate —que divide a Guatemala de
México—, van más de 12 mil centroamericanos que han seguido el ejemplo.
Ayer, unos 4 mil
salvadoreños atravesaron el puente tomados de las manos. Apenas tocaron suelo
mexicano, el grupo avanzó a Tapachula, Chiapas. Con este, suman tres grandes
grupos caminando por territorio nacional. Por la mañana, el cónsul de México en
Guatemala, Mauricio Hurtado Ituarte, propuso a los salvadoreños ingresar por el
puente fronterizo Rodolfo Robles, para ponerse a disposición del Instituto
Nacional de Migración (INM) y ser llevados a un albergue para tramitar el
refugio. Sin embargo, el ofrecimiento fue rechazado por los migrantes, quienes
optaron por ingresar caminando por el río. Tras peregrinar río arriba para
burlar la vigilancia policiaco-migratoria, el contingente cruzó el puente
haciendo vallas humanas para evitar ser arrastrados por la corriente.
Hombres,
mujeres, niños y adultos mayores caminaron los casi 300 metros de ancho del río
apoyados por sus connacionales debido a que se desvanecían por el gran
esfuerzo. En el lado mexicano ya los esperaba un contingente de más de un
centenar de policías y agentes del INM que trataban de convencerlos de
retroceder, ya que —les señalaron— estaban violando las leyes migratorias.
“Sólo queremos paso libre, la intención no es quedarnos en México, sino ir a
Estados Unidos”, respondían. “Vamos a retroceder, nos vamos a retirar del lugar
para evitar una confrontación”, dijo finalmente un jefe de la Policía Federal
(PF), al tiempo de retirarse en sus unidades. La caravana continuó su recorrido
en México de Ciudad Hidalgo —localidad fronteriza con Guatemala — a Tapachula,
pero decidieron descansar en la comunidad de Zaragoza y reanudarán su marcha
este sábado.
Yunes apresura el paso. Ante los rumores de que la segunda caravana que salió de
El Salvador hace unos días es más “violenta”, los migrantes hondureños que integran
el primer contingente prefirieron avanzar lo más rápido posible hacia el estado
de Veracruz. Trepados en tráileres, camionetas y algunos caminando, ayer los
integrantes de la primera Caravana Migrante arribaron al sur de esa entidad,
donde el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares (PAN) les ofreció transportación
para que puedan abandonar el territorio lo antes posible por cuestiones de
seguridad y salud.
“Atendemos todas
las indicaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en torno al
apoyo de esta caravana, pero es importante también ver la seguridad y la salud
de los veracruzanos, para mí es la prioridad”, dijo el mandatario en un mensaje
difundido en sus redes sociales.
Desde ayer por
la tarde, cientos de migrantes centroamericanos, en su mayoría de Honduras,
cruzaron los límites de Oaxaca con Veracruz y se adentraron a diversos
municipios sureños de este último estado. Las regiones de Acayucan,
Cosamaloapan y, sobre todo, Sayula de Alemán, concentraron al mayor número de
integrantes de la caravana que, según estimaciones de los organizadores, suman
4 mil, pero de acuerdo con el gobierno estatal son unos 5 mil. La Universidad
Veracruzana, la más grande del sureste mexicano, anunció que movilizará a sus
estudiantes de Medicina para atender a los hombres, mujeres y niños de Honduras,
Guatemala y El Salvador.
Por ahora, una
primera versión indica que el grupo intentaría moverse hacia el puerto de
Veracruz, el principal polo económico y de desarrollo, tanto turístico como de
movimiento de carga de todo el país. Por otro lado, los centroamericanos que
viajaban en la segunda Caravana ayer pernoctaron en el parque central de
Huixtla, Chiapas, sin afectar las actividades de los lugareños.
El Universal, 3 de noviembre de 2018
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