Guillermo Meléndez
ALC Noticias, 30 de julio de2009
Una emigrante mexicana, ante una orden de deportación dictada por un juez federal, permanece encerrada en la Iglesia Metodista de San Adalberto, en Chicago, por más de 500 días como símbolo de resistencia y lucha por una política migratoria más justa.
Flor Crisóstomo, nacida en Oaxaca, México, decidió emigrar a los Estados Unidos para poder sostener a su familia al dejar atrás a su madre y a tres hijos. Afirma que no fue por vivir el sueño americano, sino a consecuencia de los desiguales tratados comerciales que conducen a una emigración forzosa de millones de mexicanos a través de la frontera. La joven de solo 20 años de edad, quien diera una entrevista a la página digital Rebelión (Andrea García, "Desobedezco sus leyes porque no sirven" www.rebelion.org) manifestó que es miembro de esa iglesia desde que la arrestaron, en 2006, durante una redada en la compañía IFCO Systems, cuando detuvieron en todo el país a 1 200 hombres y sólo dos mujeres. "Fue la redada que marcó el tiempo que estamos viviendo ahora, de enorme persecución contra el migrante indocumentado", manifestó y dijo estar apoyada desde entonces por el Centro Sin Fronteras, que forma parte del trabajo social de esa iglesia.
"Durante dos años desarrollamos mucho trabajo político, pero el proceso de lucha culminó cuando el juez de migración dictó que el 28 de enero de 2008 era el día final para salir voluntariamente del país. Yo decidí quedarme, y aquí me he mantenido, durante más de 500 días, haciendo mucho trabajo." En la entrevista, Crisóstomo habla de las humillaciones que, como mujeres, sufrieron frente a los hombres en el centro de detención donde estuvieron retenidas: "Me sentaban en una silla atada de pies y manos, y me enseñaban documentos para que firmara mi salida voluntaria. Los agentes de migración torturan psicológica y físicamente. Violaron nuestros derechos. Yo no podía quedarme callada después de eso", asegura. También de la labor concientizadora que, desde la iglesia, realizan hablando de la separación familiar por el desplazamiento forzado de inmigrantes en busca de trabajo. Se reúne ella con estudiantes de las universidades de todo el país y les explica en qué se basa el Tratado de Libre Comercio, a contraposición de la imagen idílica de ese mecanismo de sometimiento económico que le explican en las aulas: "Somos más de seis millones de mexicanos indocumentados, el TLC nos negó la oportunidad de mantener nuestro pequeño negocio, le negó a nuestros campesinos poder trabajar sus tierras, y a muchos profesionales el ejercer su profesión. Yo les digo que soy una mujer indígena que nunca quiso llegar aquí a vivir el sueño americano, soy una mujer a la que se le negó el mantener su cultura, su lengua, su tradición, y a su familia junta", afirma Flor. También habla de otros proyectos como el de crear un sistema de medios independientes y el de trabajo con mujeres que están quedando desempleadas al sufrir abuso de sus parejas o ser madres solteras; "Las apoyamos para que realicen trabajos colectivos, que formen sus cooperativas y puedan cambiar sus vidas."
La joven luchadora por lo derechos de los emigrantes se encuentra en la misma iglesia donde estuvo también, en similares condiciones, Elvira Arellano, cuyo caso fue internacionalmente conocido y con quien compartió su primera huelga de hambre tras ser arrestada.
En cuanto a la solución del tema, en la nueva administración de Washington, Flor plantea que la reforma migratoria prometida por Obama, durante su campaña para la elección presidencial, parece desvanecerse después que se han rebasado los cien días de su Gobierno puestos como límite por él mismo. De esa forma las exigencias sobre el tema son aún mayores. Evidencia de ello es que el pasado 25 de junio, varios congresistas, se reunieron con el presidente a fin de que inicie una política más justa y humana. Obama nombró, entonces, a Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interna, como dialogante entre el Congreso y el tema. Luego entonces, la joven indígena reclama que se declaren en moratoria las redadas y las deportaciones hasta tanto se llegue a una definición al respecto. Sobre su destino personal, Flor Crisóstomo, concluye: "Me dicen que lo único que queda es que me deporten o que me den entre 15 y 35 años de cárcel. Es muy difícil de asimilar incluso para mí, pero puedo aceptar cualquier castigo por haber desobedecido una orden federal. Esto es una acción de desobediencia civil. Estoy mostrando que sus leyes no sirven".´ Flor Crisóstomo, de 28 años de edad, nació en Oaxaca. Tiene dos hijos, de 14 y 11 años, y una niña de 9 años, quienes radican en Guerrero. Llegó a Estados Unidos en 2000, donde estuvo brevemente en California. Consiguió empleo en la compañía IFCO Systems en Chicago. En abril de 2006 fue detenida en una redada de ICE. Salió poco después y durante una manifestación conoció a Elvira Arellano. Ambas realizaron una huelga de hambre por algunas semanas en 2006. El 4 de diciembre de 2007 recibió una orden de deportación, por la cual debería salir del país el 28 de enero siguiente.
JIMMY CARTER ABANDONA LA CONVENCIÓN BAUTISTA DEL SUR POR DISCRIMINAR A LA MUJER
Protestante Digital, 25 de julio de 2009
Nueva York. Carter, ex presidente de Estados Unidos y cristiano evangélico bautista, abandona la Convención Bautista del Sur tras 60 años de membresía; y luchará junto con Desmond Tutu, Koffi Annan y otros líderes mundiales para que las religiones no discriminen a la mujer.
En el artículo "The words of God do not justify cruelty to women" (Las palabras de Dios no justifican la crueldad hacia las mujeres, The Observer, supl. de The Guardian, Inglaterra, 12 de julio), Jimmy Carter justifica su abandono de la Convención Bautista del Sur, tras 60 años de pertenencia a la misma, como una difícil y dolorosa decisión "inevitable" debido a que en su opinión sus líderes seleccionaron unos versículos determinados de la Biblia para justificar sin base bíblica real la preponderancia (o la superioridad) del hombre sobre la mujer. A partir de aquí Carter argumenta contra prácticamente todas las religiones por haber marginado históricamente a la mitad de la sociedad mundial, que representan las mujeres. También crítica a los líderes que no se atreven a cuestionar esta discriminación: "Tradición y religión son áreas poderosas y lo bastante importantes como para desafiarlas". Su artículo contiene, de forma explícita e implícita, un valor en desuso en su sentido positivo: "los ancianos"; una sabiduría que hace que los miedos se desvanezcan con los años a la hora de decir lo que honestamente se piensa; cómo uno se libera de los temores a no ser aceptado, del pavor al qué dirán y cómo nos presionarán. The Elders (Los ancianos) Carter, que ha dedicado su vida a causas humanitarias globales, no es una voz solitaria clamando en el desierto.
En el artículo "The words of God do not justify cruelty to women" (Las palabras de Dios no justifican la crueldad hacia las mujeres, The Observer, supl. de The Guardian, Inglaterra, 12 de julio), Jimmy Carter justifica su abandono de la Convención Bautista del Sur, tras 60 años de pertenencia a la misma, como una difícil y dolorosa decisión "inevitable" debido a que en su opinión sus líderes seleccionaron unos versículos determinados de la Biblia para justificar sin base bíblica real la preponderancia (o la superioridad) del hombre sobre la mujer. A partir de aquí Carter argumenta contra prácticamente todas las religiones por haber marginado históricamente a la mitad de la sociedad mundial, que representan las mujeres. También crítica a los líderes que no se atreven a cuestionar esta discriminación: "Tradición y religión son áreas poderosas y lo bastante importantes como para desafiarlas". Su artículo contiene, de forma explícita e implícita, un valor en desuso en su sentido positivo: "los ancianos"; una sabiduría que hace que los miedos se desvanezcan con los años a la hora de decir lo que honestamente se piensa; cómo uno se libera de los temores a no ser aceptado, del pavor al qué dirán y cómo nos presionarán. The Elders (Los ancianos) Carter, que ha dedicado su vida a causas humanitarias globales, no es una voz solitaria clamando en el desierto.
Hace estos pronunciamientos en nombre de un grupo internacional de líderes, hombres y mujeres, religiosos y políticos, fundado por Nelson Mandela para confrontar las causas del sufrimiento de la humanidad: The Elders. The Elders (Los Ancianos) incluye al arzobispo anglicano Desmond Tutu y al ex-secretario general de las Naciones Unidas Koffi Annan, entre otros; y expresan que "La justificación de discriminación contra las mujeres y niñas basada en la religión o en las tradiciones, como si fuera algo prescrito por una Autoridad Suprema, es inaceptable" y hacen un llamado a líderes de todas las esferas a "confrontar y cambiar enseñanzas y prácticas malsanas" que justifican esta discriminación. Para Jimmy Carter, la discriminación hacia las mujeres que las religiones ejercen no sólo conculca la Declaración Universal de los Derechos Humanos, también las enseñanzas de los propios fundadores de las grandes religiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario