sábado, 8 de enero de 2011

Letra 203, 9 de enero de 2010


JUNIA, LA APÓSTOL TRANSEXUADA (II)
Cristina Conti
Lupa Protestante, 15 de noviembre de 2010

Cuando estudiaba en el seminario, tuve el privilegio de tomar un curso con Bruce Metzger como profesor invitado. El Dr. Metzger es miembro del comité editor del Nuevo Testamento Griego. Recuerdo que un día le pregunté sobre el tema de Junia y él me dijo que efectivamente se trataba de una mujer y que su nombre era Junia, porque el nombre masculino Junias simplemente no existe. ¿Por qué, entonces, se ha traducido ese nombre como si fuera un nombre masculino? Y lo que es tal vez peor, ¿por qué el Nuevo Testamento Griego, incluso en su última edición (NTG27) sigue apegado a la forma masculina Iouniân, el acusativo del masculino Junias (un nombre que no existe)? Lo que motiva el problema es que en griego los nombres propios se declinan como si fueran sustantivos.
En el texto griego del Nuevo Testamento, Andrónico y Junia llevan las desinencias del acusativo, como objetos directos del verbo aspázomai (saludar). De modo que el nombre aparece como Iounian y la única diferencia estaría dada por el acento escrito que se le coloque. Digo “que se le coloque” intencionalmente, puesto que si bien algunos manuscritos tardíos tienen acentos escritos, la mayoría de los manuscritos más antiguos y más confiables no los tienen.
En los manuscritos unciales (que carecían de acentos escritos), el nombre IOYNIAN podría ser tanto la forma acusativa del femenino IOYNIA como del masculino IOYNIAS. Sin embargo, los primeros manuscritos con acentuación, B2 (s. VI o VII), D2 (s. IX), y el famoso minúsculo 33 (s. IX) traen Iounían, que es inconfundiblemente el acusativo del nombre femenino Iounía, es decir Junia.
En la mayor parte de la tradición latina, el nombre se cambió por Ioulía (Julia), que, por supuesto, es también un nombre femenino. Lo mismo ocurre en uno de los testigos más antiguos, el P46 (c. 200), que también trae Ioulía. Otro importante testimonio textual en favor de un nombre femenino es la versión copta sahídica (s. VI-VII), que trae sencillamente IOYNIA, ya que en dicho idioma los nombres propios no se declinan. Ante tantas pruebas, resulta inexplicable que los editores del NTG27 sigan usando el masculino Iouniân a pesar de todas las evidencias en contra. Y que además avalen su lectura apelando a manuscritos unciales que carecen de acentos escritos, mientras colocan obstinadamente un acento circunflejo en la última vocal, convirtiendo así al nombre en masculino.
Hay que tener en cuenta que la edición número 13 de Nestle (1927) fue la primera que cambió abruptamente, y sin explicaciones, la sílaba acentuada del nombre para convertirlo en el masculino Junias. Antes de esa fecha, para Nestle, el nombre era femenino. Las ediciones subsiguientes a la de 1927 –y las ediciones de Nestle-Aland desde 1956– se han limitado, también sin dar explicaciones, a seguir esa tendencia. Comprendo que muchos miembros del comité editor deben sentir que los dogmas de su iglesia se desmoronan sobre sus cabezas, pero creo que es hora de llamar a las cosas (y a la apóstol Junia) por su nombre. Aunque, según Peter Lampe, ya en algunos manuscritos minúsculos del siglo IX, el nombre aparecía en la forma masculina Iouniân, se cree que el primer comentarista que consideró que el nombre era masculino fue Egidio de Roma (1245-1316).
Como protestante, debo reconocer con vergüenza que Lutero, en su traducción de la Biblia al alemán, fue quien popularizó dentro del protestantismo el nombre masculino Junias. Ocurre que, para su traducción de Romanos, él se basó en gran parte en el comentario de Stapulensis sobre Romanos (1512), que traía Junias, en lugar de Junia. Leyendo esa obra fue que Lutero llegó a su conclusión de la justificación sólo por fe. Sin embargo, aparte de que Lutero estuviera comprensiblemente apegado a tal comentario, sospecho que su bien conocida misoginia tuvo mucho que ver en su elección de un nombre masculino para la persona que acompañaba a Andrónico. La sospecha se acrecienta al tener en cuenta que el texto griego que Lutero usó para su traducción, el de Erasmo –la mejor compilación del Nuevo Testamento griego de aquella época– acentuaba el nombre en su forma femenina. Y la sospecha se convierte en certeza al ver que Lutero no vaciló en hacer agregados a este versículo, describiendo a Andrónico como “el varonil”, a Junias como de la familia Junia, para terminar diciendo que ambos eran “hombres” notables entre los apóstoles. El texto griego, en cambio, no trae descripciones, ni dice que eran hombres.
A pesar de algunas opiniones contrarias, los testimonios textuales a favor de un nombre femenino son abrumadores. La opción de basarse exclusivamente en los manuscritos unciales, y acentuar la palabra donde se les ocurra, no se justifica en vista de que un texto oscuro siempre debe ser aclarado con otros manuscritos confiables, y en este caso tenemos nada menos que el B2 y el 33 (la familia de manuscritos D no es muy confiable). El hecho de no tomarse el trabajo de buscar la aclaración de un término ambivalente como IOYNIAN, ya está mostrando la inclinación de ciertos traductores (y también de ciertos editores del NTG), cuya postura ideológica no les permite creer que una mujer haya sido apóstol.
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LA SANTA MUERTE, VIRGEN DE NARCOS Y POLÍTICOS
Radio Nederland, 7 de enero de 2011
El culto a la Santa Muerte ha ido creciendo en México. No solo pasó de las clases marginales a las élites, sino que cruzó fronteras hacia Centroamérica, Estados Unidos y Canadá. El periodista José Gil, hizo un gran reportaje sobre esta nueva manifestación religiosa en México, que bajo el título La Santa Muerte, la virgen de los olvidados, acaba de ser publicado como libro.
¿Cómo fue que la muerte se convirtió en la virgen de los olvidados?
Durante siglos en México la imagen de la muerte fue marginada, perseguida y satanizada. Ya desde 1797 sus seguidores le piden lo mismo que hoy día: protección. Se le pide lo que el Estado y el gobierno deberían otorgar, como justicia y empleo. Muchas de las inconformidades sociales se han canalizado a través de esta fe. En 1995, el año de la mayor crisis de la historia moderna de México, llamada El efecto tequila, que no emborrachó a los mexicanos sino que los derribó- la gente perdió los ahorros de toda su vida, su casa, su coche, su negocio. Fue precisamente ese año cuando creció el número de adeptos a la Santa Muerte. Fue la desesperación, la búsqueda, lo que la catapultó y dejó de ser de ser un culto exclusivamente de pobres y abrazó a la clase media.
¿La virgen de Guadalupe ha perdido terreno frente a la “Niña Blanca”?
Se complementan. Todos los adeptos a la Santa Muerte son católicos y guadalupanos pero buscan en la “Niña Blanca” lo que ya no encuentran en la Iglesia Católica: la confianza en su institución. Hay una gran crisis económica, política, institucional, de familia y la crisis ha dejado un hueco que han llenado los cultos populares como el de la Santa Muerte.
¿Cómo es que la virgen de los olvidados se coló en las élites?
A las cúpulas les gusta mucho el esoterismo y esa es una gran debilidad. Por ejemplo, el Secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, la lideresa del sindicato de maestros Elba Esther Gordillo, el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, se han acercado a la Santa Muerte para pedirles mantenerse en el poder. Las súplicas de los políticos son muy distintas a las de los pobres”, concluye nuestro entrevistado.
La Santa Muerte: ¿un culto de maleantes?
Los policías, los narcotraficantes, los soldados tienen en común las súplicas a la Santa Muerte de protección. Se trata de “oficios” en los que no se sabe si uno regresará con vida. El 4 de enero los diarios de circulación nacional dieron la noticia de la captura de David Romo, líder del Santuario Nacional del Ángel de la Santa Muerte, junto con nueve personas acusadas de secuestro. David Romo se autoproclamó “arzobispo primado de la Iglesia Católica Apostólica Tradicional México-Estados Unidos”. Romo tuvo muchas confrontaciones con Jonathan Legaria Vargas, alias comandante Pantera, quien era líder de otro templo dedicado a la Santa Muerte y fue quien erigió una estatua de 22 metros de alto de la Niña Blanca, en el noreste de la Ciudad de México.
En el 2008, el comandante Pantera fue asesinado y hubo diversas versiones periodísticas que vinculaban a David Romo con la muerte de su rival. Ambos personajes se disputaban el derecho a monopolizar el culto a la Niña Blanca. David Romo es acusado de secuestro, fraude, robo de varios delitos más. Exorcismos contra la criminalidad y la Santa Muerte La Iglesia Católica no quiere saber nada del culto a la Santa Muerte. Es milenaria la intolerancia del catolicismo hacia otras religiones o hacia variantes del cristianismo, como sucedió con el protestantismo luterano que sumergió a Europa en una de sus peores guerras y también una de las más largas. Todo lo que no era católico era herético y hasta satánico.
En pleno siglo XXI, la Arquidiócesis de México pretende capacitar más sacerdotes exorcistas que luchen contra "prácticas satánicas" que provocan la violencia. El sacerdote Pedro Mendoza Pantoja, coordinador de los exorcistas en la Ciudad de México, apunta sus baterías en contra la ola de delitos en México provocados por “ la influencia del diablo”. Un devoto de la Niña Blanca entrevistado por quien escribe estas líneas opinó: “La Iglesia Católica está preocupada por perder tantos fieles y habla de la Santa Muerte como un rito satánico para desprestigiarnos. En realidad lo que les duele es la pérdida de limosnas. Si la gente se les aleja es por la cantidad de curas pederastas que hay y por todos los robos y estafas que han cometido obispos y arzobispos como Onésimo Zepeda, que ya tiene juicios en su contra por quitarle a una viejita 130 millones de pesos. Los exorcistas deben empezar por la misma Iglesia Católica”. (www.rnw.nl/espanol)
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QUIEREN EXPULSAR A EVANGÉLICOS EN POBLADO DE QR
Radio Quintana Roo, 5 de enero
Un lapso de tres días, fue el tiempo que le dieron a la familia evangélica para que abandone la comunidad de Trapich, o de lo contrario, los habitantes de esta localidad estarán tomando justicia por su propia mano, por haber destruido lo que consideran una “aparición divina” en un árbol de cedro. De acuerdo con información dada a conocer por el subdelegado de la comunidad de Trapich, donde la mayoría de los habitantes se encuentran indignados por la acción de una familia evangélica, Faustino Poot Huchim, hizo mención que ante la molestia de los habitantes de este poblado, por la acción tomada por esta familia, es necesario que abandonen la comunidad o de lo contrario la gente podría tomar otras acciones en su contra.
Siguió diciendo que “es necesario que las autoridades resuelvan este conflicto, o la gente va a tomar justicia por propia mano, ya que lo que hicieron, para la gente fue muy grave, y para que se puedan calmar o tranquilizar los vecinos de la comunidad, deben de recibir un castigo ejemplar”. Agrega que “antes de todo esto esta familia fue creyente en la religión católica, y hace unos años, de la noche a la mañana esta familia se convirtió en evangelista, y con sus acciones están afectando nuestra religión”, asimismo indicó que no sólo es un grupo de personas que están en su contra sino que es casi todo el pueblo, integrado por aproximadamente 400 personas. […]

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