H. van Muyden (1909), Calvino es recibido nuevamente en Ginebra, 1541
I Pedro 5.1-4
Quiero darles un consejo a los líderes de la iglesia. Yo también soy líder como ellos, y soy testigo de cómo sufrió Cristo. Además, cuando Cristo regrese y muestre lo maravilloso que es él, disfrutaré parte de su gloria. Mi consejo es el siguiente: Cuiden ustedes de las personas que Dios dejó a su
cargo, pues ellas pertenecen a Dios. Cuídenlas, como cuida el pastor a sus ovejas. Háganlo con mucho gusto, como Dios quiere, y no por obligación. No lo hagan para ganar dinero, sino con un gran deseo de servir. No traten a los que Dios les encargó como si ustedes fueran sus amos; más bien, procuren ser un ejemplo para ellos. Así, cuando regrese Cristo, que es el Pastor principal, ustedes recibirán un maravilloso premio que durará para siempre.
I Pedro 5.1-4
Quiero darles un consejo a los líderes de la iglesia. Yo también soy líder como ellos, y soy testigo de cómo sufrió Cristo. Además, cuando Cristo regrese y muestre lo maravilloso que es él, disfrutaré parte de su gloria. Mi consejo es el siguiente: Cuiden ustedes de las personas que Dios dejó a su
cargo, pues ellas pertenecen a Dios. Cuídenlas, como cuida el pastor a sus ovejas. Háganlo con mucho gusto, como Dios quiere, y no por obligación. No lo hagan para ganar dinero, sino con un gran deseo de servir. No traten a los que Dios les encargó como si ustedes fueran sus amos; más bien, procuren ser un ejemplo para ellos. Así, cuando regrese Cristo, que es el Pastor principal, ustedes recibirán un maravilloso premio que durará para siempre.
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