sábado, 14 de enero de 2012

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EL VATICANO MANDÓ SILENCIAR UNA OBRA SOBRE SEXUALIDAD ESCRITA POR UN PASTOR METODISTA ARGENTINO

El Vaticano mandó silenciar una obra sobre sexualidad y sobre la diversidad de las familias escrita por un pastor metodista. El prefecto de la actual Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal norteamericano William Levada, envió el pasado 5 de noviembre una carta a la editorial católica argentina San Pablo en la que le advertía de que uno de sus libros, escrito por un pastor evangélico, contenía “opiniones contrarias a la doctrina de la Iglesia acerca de la sexualidad” y pedía “remediar cuanto antes tal situación, que es causa de confusión entre los fieles”.

Buenos Aires, viernes, 13 de enero de 2012

En noviembre la editorial tuvo que retirar todos los ejemplares de los comercios, eliminó el libro de sus catálogos y prohibió que se lo publicite en sus publicaciones.

El libro se llama "Parejas y sexualidad en la comunidad de Corinto" y es obra del pastor y teólogo metodista argentino Pablo Ferrer. Había sido publicado por San Pablo en 2010 a partir de la iniciativa de esta editorial de iniciar una colección ecuménica de exégesis y reflexión en torno a temas bíblicos.

“Cuando me convocaron a publicar un libro, me extrañó, pero me pareció muy interesante el planteamiento ecuménico”, destaca Ferrer en diálogo con El País, de España. El pastor tenía en mente escribir un libro sobre parejas y sexualidad “porque Jesús abrió nuevas posibilidades”. Tenía reparos de que la editorial le cambiara algún contenido: “Yo pensaba que si me tocaban una coma, no lo publicaría, pero publicaron todo tal cual… un aplauso por la editorial. Me pareció interesante que un espacio católico abriera el juego. La lectura bíblica tiene una diversidad de interpretaciones. La tuvo al momento de escribirse. La Biblia no es homogénea”.

El libro se publicitó en una hoja que se reparte todos los domingos en todas las iglesias católicas de Argentina y a partir de allí alguien elevó la denuncia al Vaticano. Ferrer no sabe qué contenido de su libro disgustó al cardenal Levada, pero lo imagina. La obra no se refiere a la homosexualidad, al aborto o a los anticonceptivos sino a la diversidad en las familias y a la aceptación del deseo sexual, explica.

“Mi obra trabaja sobre la carta que el apóstol Pablo le responde a la comunidad de Corinto. Desde allí le dicen: ‘Bueno es para el varón no tocar mujer’. Eso implica decir que el deseo es peligroso. Pablo responde que el deseo está. Mi libro habla de la sexualidad como un deseo válido”, explica el teólogo, que da clases de Biblia en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos de Buenos Aires-ISEDET.

“Pablo tiene en cuenta los mandatos, pero también la realidad de las personas y entonces reconstruye los mandatos. Por ejemplo, él se encuentra con que las parejas no se podían separar. Él entonces dice: ‘No se pueden separar, pero si se separan no pueden volverse a casar’. Revisa el mandato de acuerdo con lo que ve en la comunidad y no sostiene situaciones normativas. Esto es lo que ha provocado el revuelo por mi libro”, expone Ferrer. En el libro quedaba bien claro que él no era católico.

Ferrer dice en declaraciones a la prensa: “No me esperaba que sucediera esto, pero evidentemente está muy severa la Iglesia católica oficial. Pero la Iglesia católica es muy grande y he recibido apoyo de curas, religiosos y laicos. A mí el cardenal no me puede hacer nada, pero si fuese un sacerdote, debería estar dando explicaciones”.

Aún no decidió si el libro será publicado con otro sello. Por lo pronto, él ya había cedido los derechos de autor al sello San Pablo. “La editorial también salió damnificada: perdió un montón de dinero con tantos libros que no podrá vender”, comenta el pastor. “Si lo publico en otro lado, agregaría otros capítulos sobre homosexualidad".


ALC Noticias


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PABLO ESTÁ VIENDO SITUACIONES DE SEPARACIÓN
Entrevista a Pablo Manuel Ferrer, autor del libro Parejas y sexualidad en la comunidad de Corinto
Adrián Hernández



El pastor de la Iglesia Argentina Metodista, Pablo Manuel Ferrer (38), presentó su libro, Parejas y sexualidad en la comunidad de Corinto, en el espacio de reflexión creado por el Mes de la Biblia (septiembre 2010), en la sede de San Pablo, Riobamba 230. En la presentación, el pastor metodista desarrolló el tema de la diversidad en el amor, como introducción a su obra, acompañado por el padre Aldo Ranieri, quien continuará los siguientes miércoles de septiembre, desde las 19, con la formación bíblica.
Pablo Ferrer es docente del área Nuevo Testamento en el Instituto Universitario ISEDET, donde se doctoró en Teología. Además, enseña en institutos católicos, en la Escuela Bíblica “Nuestra Señora de Sión” y en la Congregación del Divino Maestro de San Isidro.
Ferrer accedió a responder telefónicamente la entrevista desde su despacho de la Parroquia Evangélica Emanuel, del barrio de La Paternal. Al ser consultado sobre la importancia de que su libro sea publicado en una editorial católica, explicó que “el conocimiento y búsqueda bíblica pueden trascender fronteras denominacionales de un lado, como del otro. Me nutro de hermanos y hermanas católicas también. No es conocimiento católico o conocimiento metodista. Es parte del ecumenismo que ayuda a crecer en el conocimiento bíblico”.

¿Este conocimiento de la Biblia borra la frontera implícita que plantea “de un lado” y “del otro”?
No creo que haya idea de borrar, sino de respetar. Es bueno saber que existe gente que tiene otra tradición, otra forma de comprender, de celebrar y de entender la divinidad. Es bueno compartir y que el otro siga viviendo su creencia y le permita a uno mismo vivir su propia religión.

¿En la comunidad de Corinto, cuál es el fin del matrimonio?
En realidad, no hay un fin. El matrimonio no tiene un fin. Yo planteo que Dios nos llama a la vida en paz y a una vida en sociedad. Para algunas posturas, ésta será una decisión que se tomará a través del matrimonio. Para otras, no será así. Ésta es la grandeza de Pablo. Mientras algunas posiciones descartan todo contacto en pareja, y otras insisten en que es determinante el estar casado, Pablo relativiza el matrimonio, la viudez, la soltería, el estar separado o juntado con otra persona de común acuerdo.

En su libro, sostiene “si el proyecto de pareja unida por mutuo acuerdo no resulta, entonces, no se debe perder de vista el llamado a la paz”. ¿Qué significa esto?
En Corinto, hay personas que no están unidas por el matrimonio formal, sino por uniones de hecho, por mutuo acuerdo, que Pablo considera válidas también. Les otorga un valor salvíficos para la persona no creyente (e integrante de la pareja). Evidentemente, Pablo ve situaciones de separación. El mandato es “no se separen”, reglón seguido, advierte: “pero, si se separan”… Es decir, empieza a relativizar los mandatos que son tan duros y tiene presente las situaciones que se viven ahí. Éste es el valor para nuestro tiempo: Poner mandatos estrictos termina, a veces, destruyendo a las personas. Pablo anuncia que Dios no nos ha llamado a cumplir mandatos, sino a la paz.

¿Cuál es la diferencia entre un mandato y un consejo de Pablo?
Para algunas cosas, Pablo impone un mandato que comprende como un mandato de Jesús. En otros casos, se anima a dar un consejo: “esto lo digo yo, no el Señor”. ¿Qué pasa? Con el tiempo, con la tradición —para nosotros—, el consejo de Pablo, como el mandato de Jesús, quedó como un nuevo mandato. Yo estoy en una corriente de interpretación bíblica, en la que los consejos de Pablo los entendemos como consejos para ese momento, y que él entiende qué es lo mejor para esa situación. El problema es cuando lo transformamos en un mandato. Es un tema para reflexionar en estos tiempos.

¿Cómo concluye en la idea de corrupción sexual?
Yo propongo repensar la idea de porneia. Mi idea es traducir, como corrupción, algo que corrompe la naturaleza humana en su aspecto individual y social, y sacarle a porneia la idea de inmoralidad que implica un cumplimiento de normas. En cambio, la corrupción tiene que ver con la relación entre seres humanos. La corrupción sexual es el deseo desenfrenado que rige los demás deseos. En nuestro tiempo, es evidente en los medios masivos de comunicación, que plantean que el deseo sexual soluciona otra serie de deseos. Es como el deseo por excelencia a alcanzar.

¿Y la respuesta de Pablo?
Él se opone al grupo que sostiene “no hay que tocar mujer”; cero deseo. Pablo contesta que eso resulta imposible, a menos que se trate de un carisma de Dios. Sugiere que cada varón tenga su mujer, y cada mujer, su varón; que al deseo sexual no hay que reprimirlo e intentar controlarlo, sino canalizarlo. Pablo no pone a los hijos como el producto que debe obtenerse del deseo. Mantiene el deseo como un fin en sí mismo. Desde nuestra tradición, pietista u occidental y cristiana, nos hemos prohibido el disfrute del deseo por sí mismo. En consecuencia, debe haber una utilidad: los hijos.

¿Por qué sostiene que Pablo da una respuesta inclusiva sobre la mujer considerada “impura”?
En la comunidad de Corinto, un grupo encuentra, en la mujer, el peligro de caer en pecado. En 1 Corintios, Pablo involucra tanto al varón como a la mujer en la decisión. Reconoce que hay deseo en los dos sexos, en oposición al mandato que recibe Pablo de “no tocar mujer”, que implica que la mujer no tiene decisión: deseo para tocar al varón.

Pablo recoge el debate de Corinto entre el poder y el deseo. ¿Cuál es la respuesta?
Pablo democratiza el poder, un poder compartido. Debe producirse de mutuo acuerdo: “que no se nieguen el uno al otro”. La negación no lleva a ningún lado. En un matrimonio, se da mucho. Una de las partes le quita el cuerpo a la otra o la obliga cuando no siente ganas o no quiere. En realidad, hay una posesión compartida y deben ser de mutuo acuerdo.

Otro tema de su libro es el deseo y el carisma de Dios. ¿Cómo lo interpreta?
El deseo está, afirma Pablo. Luchar con eso no tiene sentido. Hay que disfrutarlo. Pablo admite que, en sí mismo, hay un carisma. (Nos preguntaríamos: ¿borró el deseo o corrió el deseo sexual hacia otra cosa?). No es una decisión de Pablo no tocar una mujer para mejorar cierta cosa. El carisma es algo concedido por Dios a una persona, no para beneficio propio, sí para el beneficio de la comunidad. Si el carisma de abstención sexual es el más importante, quienes gozan de él pueden gobernar la comunidad, los demás no. El capítulo 13 expresa que el único carisma y el más importante es el amor. Allí había una guerra de carisma. Pablo está resquebrajando la idea de jerarquía de carisma y, por lo tanto, la jerarquía de quienes poseen esos carismas. En la actualidad, creo que uno puede percibir esto también.

¿Es importante el carisma en una comunidad?
Pablo trabaja esto en 1 Corintios, capítulo 14. Él escribe que prefiere el carisma profético. Una persona habla y es para edificación de la comunidad. Éste es un criterio que usa Pablo para determinar cuándo hay un carisma y cuándo hay una característica de una persona. Dios no le dio un carisma a Moisés para convertirse en un superhéroe, sino para liberar a su pueblo. Yo me permito preguntarle a una persona, si lo tuyo es un carisma, ¿cómo beneficia a tu prójimo?

En el libro, atribuye al autor bíblico un conocimiento sobre el matrimonio ideal y el posible. ¿Cómo es el matrimonio posible?
Pablo dirá lo ideal es que todos sean como yo, si no es así, hay otros que están viviendo otras realidades posibles; no la ideal, sino la que fue posible vivir. Entiendo que Pablo subraya que mi realidad que entiendo como ideal, como la otra que entiendo como posible, es igual frente a los ojos de Dios. El carisma de abstención sexual, el casado, el separado, el juntado, son diferentes posibilidades que tienen el mismo valor ante los ojos de Dios. No le da o le quita un mayor acercamiento a Dios.

¿Cuáles son los desafíos desde la mirada de Pablo y que, en el presente, se ocultan en la comunidad?
En cuanto a lo sexual, ciertas situaciones quedan solapadas. Una es la homosexualidad. Por ejemplo, a personas que yo conozco, que integran la comunidad y con tendencia homosexual que no se declara, no se las elige como presidente o como miembro de un consejo parroquial. Todos lo sabemos, sin embargo, no lo ponemos en la superficie. En nuestra Iglesia, una persona separada no es algo que se oculte, lo concebimos como algo que puede suceder.

En su Iglesia, ¿cómo trabajan pastoralmente la situación de personas separadas y vueltas a casar?
Es válido volver a formar una familia, una pareja o decidir quedarse solo. Cuando se rompe un proyecto matrimonial, se efectúa una revisión. Pastoralmente, yo acompaño cada uno de esos proyectos tratando de que sea lo más sano posible, verdadero, tratando de que no se repitan algunas experiencias.


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EL SANTO OFICIO VETA UN LIBRO SOBRE FAMILIAS DIVERSAS

A. Rebossio

El País, Madrid, 10 de enero de 2012

Una editorial católica argentina se lo encargó a un pastor evangélico - "La sexualidad es un deseo válido",

El antiguo Tribunal del Santo Oficio, la Inquisición, ha mandado silenciar una obra sobre sexualidad y sobre la diversidad de las familias escrita por un pastor evangélico argentino y publicada por una editorial católica del país sudamericano. El prefecto de la que ahora es Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal norteamericano William Levada, envió el pasado 5 de noviembre una carta a la editorial San Pablo en la que le advertía de que este libro contenía "opiniones contrarias a la doctrina de la Iglesia acerca de la sexualidad" y pedía "remediar cuanto antes tal situación, que es causa de confusión entre los fieles". La editorial retiró a finales de noviembre todos los ejemplares de los comercios, eliminó el libro de sus catálogos y prohibió su promoción en sus publicaciones.

El libro se llama Parejas y sexualidad en la comunidad de Corinto y es del pastor evangélico argentino Pablo Manuel Ferrer. Había sido publicado por la editorial San Pablo en 2010 para iniciar una colección ecuménica sobre temas bíblicos. Por eso se invitó a teólogos de otras iglesias a participar.

"Cuando me convocaron a publicar un libro me extrañó, pero me pareció muy interesante el planteamiento ecuménico", relata Ferrer. El pastor tenía en mente escribir un libro sobre parejas y sexualidad "porque Jesús abrió nuevas posibilidades". Tenía reparos de que la editorial le cambiara algún contenido: "Yo pensaba que si me tocaban una coma no lo publicaría, pero publicaron todo tal cual... Me pareció interesante que un espacio católico abriera el juego. La lectura bíblica tiene una diversidad de interpretaciones. La tuvo al momento de escribirse. La Biblia no es homogénea", dice.

El libro se publicitó en una hoja que se reparte todos los domingos en todas las iglesias católicas de Argentina y a partir de allí alguien elevó la denuncia al Vaticano. Ferrer no sabe qué contenido de su libro disgustó al cardenal Levada, pero lo imagina. La obra no se refiere a la homosexualidad, al aborto o a los anticonceptivos sino a la diversidad en las familias y a la aceptación del deseo sexual. "Mi libro habla de la sexualidad como un deseo válido", explica el pastor, que se refiere a la carta de San Pablo a los corintios en que se admite la diversidad de familias.

"Mi libro puede haber provocado ruido porque digo que la familia integrada por papá, mamá e hijo es una de las posibles construcciones familiares", se explaya Ferrer. Cuando su libro fue retirado de las librerías, el pastor se sorprendió: "A mí el cardenal no me puede hacer nada, pero si fuese un sacerdote, debería dar explicaciones".

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