COMPETENCIA CRISTIANA
Karl Barth
Instantes.
Santander, Sal Terrae, 2005, p. 86.
Nuestro Señor...
incomprensible es cómo gobierna.
Salmo 147.5
E
|
l cristiano es un auténtico conocedor
en asuntos de señorío de Dios sobre el mundo. Naturalmente, también él se encuentra
cada día de nuevo ante los enigmas del curso del mundo, ante los abismos y las
trivialidades, ante las luces cegadoras y ante las tinieblas del acontecer
general de las criaturas, al que también pertenece la historia de su vida. Naturalmente,
tampoco él tiene una llave maestra para los misterios del gran proceso de la
existencia, que a cada momento se imponen de manera nueva. Al contrario:
precisamente él sabrá que todas esas llaves maestras que el ser humano cree tener
en sus manos no son nada.
Precisamente él, de entre
todos, afrontará continuamente los acontecimientos como el más sorprendido, el
más consternado, el más asustado, o bien el más contento. Precisamente él...,
no como el marrullero que en cada caso lo ha previsto todo y ha vuelto a tener
razón, sino más bien como un niño en el bosque o en Nochebuena, sorprendido con
razón por las inquietudes y tareas que se le imponen... Precisamente él, obligado
a empezar continuamente desde el principio...
Pero todo ello precisamente
porque sabe lo que es importante, y en la medida en que lo sabe. Todo ello
porque es conforme, y en la medida en que lo es, con el lugar del que todo
procede, del que todo, directa o indirectamente, se le hace llegar también a
él: la criatura con su Creador, el hijo con su Padre. Ésta es la competencia
cristiana en asuntos de señorío divino sobre el mundo.
RELATO HISTÓRICO DEL PROCESO DE FORMACIÓN DE LA
CONGREGACIÓN “PRÍNCIPE DE PAZ NORTE” 1990–1993 (II)
A.I. Hiram Palomino López
Posteriormente surgió otro proyecto misionero de “implantación de
Iglesias” promovido por el pastor Samuel Trinidad, para lo cual fue contratado
el pastor Jerry Cross y fue entonces, entre 1991 y 1992, que se le dio a
conocer al Consistorio de la iglesia la existencia de este grupo de oración y
se decidió abrir con estos hermanos un
nuevo lugar de predicación y ministerio cristiano en el norte de la ciudad. Durante
este tiempo nos empezamos a reunir los domingos en la tarde en un salón de la
iglesia y al mismo tiempo empezamos a tener entrevistas y hacer
invitaciones personales a otros hermanos
que vivían en la parte norte del Distrito Federal invitándolos a participar en
este proyecto, con lo cual el grupo fue creciendo. A fin de iniciar los
trabajos formalmente y después de buscar establecimientos que ofrecieran
condiciones idóneas, se rentó el salón para banquetes en un centro social
ubicado en la esquina formada por las avenidas Montevideo y Cien Metros llamado
“Salón Vogue del Alfil Negro”.
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LA MAYORDOMÍA DE LOS BIENES MATERIALES: UNA EXPLORACIÓN
EN LA ÉTICA REFORMADA (II)
C. René Padilla
Thomas Gouge y Riches increased by giving
Thomas Gouge nació cerca de Stratford, Middlesex, en 1605, el mismo año
de la famosa "Conspiración de la Pólvora", un intento fallido de
asesinar al rey Jaime I y a los miembros del Parlamento, en su mayoría
puritanos (González 1982:59). Tal conspiración, organizada por un grupo de
católicos, pasaría a la historia como símbolo de las luchas fratricidas entre
católicos y protestantes en esa "la era de los dogmas y las dudas".
Graduado por la Universidad de Cambridge,
Gouge se dedicó en Londres a un ministerio pastoral caracterizado por la
fidelidad en la exposición de la Palabra de Dios, la sencillez del estilo de
vida y el cuidado especial por los pobres. Un autor anónimo que lo conocía de
cerca diría de él que "tenía una singular sagacidad y prudencia en
ingeniar las maneras más efectivas de mostrar bondad y en administrar y ejercer
su caridad con los mejores propósitos y la mayor amplitud, esforzándose siempre,
en lo posible, por lograr el bienestar tanto espiritual como material de los
pobres".1 No es de sorprenderse que muchos de sus coetáneos creyeran
que nadie estaba en mejores condiciones que Gouge para escribir esta obra, cuyo
título completo reza: Riches Increased by Giving or The Right Use of
Mammon: Being the Surest and Safest Way of Thriving (1992) (Las
riquezas aumentadas mediante el dar o El uso correcto de Mamón: Que es la
manera más segura y garantizada de prosperar).
La presente edición está precedida por la
siguiente cita de William Wilberforce (1759-1833): “Pero creedme, hay una
bendición especial en ser liberal [generoso] con los pobres y en la familia que
lo ha sido, y no dudo que a mis hijos les irá mejor, inclusive en este mundo,
en cuanto a una felicidad real, que si yo hubiera estado ahorrando 20.000 o
30.000 libras esterlinas de lo que se ha dado” (iii).
No es seguro que el famoso parlamentario que
con tanta tenacidad luchó por la abolición de la esclavitud haya leído la obra
que aquí nos ocupa. En todo caso, lo que aquí interesa es notar que la misma
convicción, en líneas generales, había sido elocuentemente expresada por
Gouge alrededor de un siglo antes. En efecto, esta es la tesis central de su
libro: que la mejor manera de prosperar materialmente es ser generoso con los
pobres.
Literalmente: "La caridad cristiana,
realizada correctamente, es la vía más segura a la abundancia y la felicidad,
premiada generalmente con bendiciones temporales aquí, como también con la
eternidad en el más allá" (42-43). "Un corazón compasivo y una mano
extendida recogerán, distribuyendo; tal dar es recibir; tal generosidad es la
vía más segura a la abundancia" (45-46). "El dar a los pobres no es
la manera de desperdiciar nuestra riqueza, sino el arte de progresar y la
manera más expedita de obtener riquezas" (100).
Para corroborar esta enseñanza el autor
recurre ante todo a las Escrituras.3 De ellas infiere que Dios tiene
compasión por los necesitados y premia a quienes los socorren en su necesidad;
que la única usura apropiada para el cristiano, por lo tanto, es la que se
atreve a hacer el bien y esperar la recompensa de Dios. Sobre la base de
Proverbios 19.17, exhorta al lector:
No temas ser usurero, así que presta a Dios,
hazlo tu deudor, y de seguro él te pagará el capital y los intereses. Dale
tiempo (que él seguramente se lo tomará) y no sólo te pagará la deuda sino te
recompensará la molestia (49).
¿No es la más alta sabiduría asegurar nuestra
propiedad? ¿Y qué manera mejor se puede imaginar para asegurarla, que el
ponerla en buenas manos? ¿Y qué manos más seguras que las del Señor? Ponla en
las manos de los pobres de Dios, que así las pones en las manos de Dios (113).
Para mostrar que este principio bíblico
funciona en la vida práctica, Gouge cita varios ejemplos de cómo en efecto Dios
ha recompensado la generosidad para con los necesitados en tiempos bíblicos (como
en el caso de la mujer sunamita que auxilió al profeta Eliseo, y en el caso de
Job) y posteriormente.
A nuestro autor no le cabe duda que, así como
Dios recompensa la generosidad con bienes materiales, también castiga con la
pobreza la avaricia o la indiferencia hacia los pobres. Según él, "la
tacañería para con los pobres es el camino más expedito a la pobreza"
(42). Por eso advierte: "Si quieres evitar la mendicidad, no alejes de tu
puerta a los mendigos de Dios ... El guardar lo que se debe dar encierra el
mayor peligro. La maldición divina puede secar en tu mano lo que aprietas en
ella con
tra el
mandato divino" (46-47). "Ellas [las personas sin caridad] son
malditas en todo: todo lo que tienen es maldito... sin obras de caridad nada es
limpio, es decir, nada te es bendito y santificado, todo está contaminado y
maldito" (103). Para Gouge, como para Calvino antes que él, la falta de
generosidad hacia los pobres es totalmente incompatible con la profesión de fe
en Jesucristo. "Porque —pregunta— ¿quién es cristiano sino el que se
conforma a la ley y a la vida de Cristo?" (152).
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IGLESIA DE INGLATERRA: HISTÓRICA CONSAGRACIÓN
DE SU PRIMERA OBISPA
Protestante Digital, 26 de enero
Los
anglicanos celebraron este domingo el nombramiento de Libby Lane en una
ceremonia con un gran impacto mediático.
Libby Lane, la primera obispa
de la Iglesia de Inglaterra tomó posesión de su cargo este domingo tras la
ceremonia religiosa celebrada en York.
Una
ceremonia a la que acudieron unos 110 obispos, algunos miembros de la Comunión
Anglicana venidos de lugares lejanos como Nueva Zelanda o Sudáfrica. También
representantes de otras confesiones -había metodistas, bautistas, reformados y
ortodoxos- así como un gran número de laicos, que completaban el aforo de la
catedral. Y es que eran muchos los que no
querían perderse un momento histórico para la Iglesia de Inglaterra.
La
consagración de Libby Lane también tuvo un impacto mediático notable, no sólo
en la prensa nacional o en la televisión, sino en las redes como twitter, donde
el hashtag #BishopLibby fue de las tendencias destacadas del día.
“Todos sentimos que este
momento es importante”, dijo Libby Lane.
“Toda la atención que se ha centrado en mí es algo abrumador. Por eso hoy, en
mi consagración, me agarro a la promesa de la Biblia, con la seguridad de que
todo esto no depende de mí... Porque el Dios que me ha llamado es fiel: él lo hará (1 Tesalonicenses 5.24)”.
Ceremonia con sobresalto
La
ceremonia no estuvo, sin embargo, exenta de algún sobresalto. El principal se
produjo cuando la consagración estaba a punto de tener lugar, y el arzobispo de
York John Sentamu preguntó a la congregación: “¿Es ahora vuestra voluntad que
Libby Lane sea ordenada?” Una voz, posteriormente identificada como del
reverendo Paul Williamson, que lideró una larga campaña contra la
ordenación de mujeres, gritó: “¡No!”.
En
respuesta, Sentamu leyó una declaración preparada que explica los procesos
legales que hacían la consagración legal; y recordó a la congregación que al
inicio del servicio el registrador principal de la provincia, Lionel Lennox,
había leído el mandato de la Reina para la consagración. “No hay ningún
impedimento en la legislación para que obedezca el mandato de Su Majestad”,
dijo el arzobispo. Tras repetir la pregunta, toda
la congregación respondió afirmativamente.
“Estoy
muy contento de que hubiese una voz de la disidencia”, dijo luego el reverendo
Kate Bottley. “Pero aún más contento de que había más de 2.000 voces que
gritaron que la consagración era nuestra voluntad”. Para el obispo de
Liverpool, Paul Bayes, el acto “no es el final del
viaje para la Iglesia de Inglaterra, sino un hito en el camino”. En definitiva “un día muy importante y lleno
de simbolismo para nuestra Iglesia”, expresó el obispo John Inge.
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