ESPERANZA DISCIPLINADA
Karl Barth
Instantes.
Santander, Sal Terrae, 2005, pp. 132.
He Qi, Mujeres llegando a la tumba
“Venga tu
Reino”.
Mateo 6.9
A
|
llí donde esté, la Iglesia tiene una
meta: el reino de Dios. Esta meta de la Iglesia constituye una inquietud
permanente —¿cómo podría ser de otro modo?— para los hombres que forman parte
de la Iglesia, cuya actividad no guarda proporción con la grandeza de dicha
meta. Ahora bien, no se debe permitir que ello haga perder el gusto por la existencia
cristiana. Cuando se compara la Iglesia con su meta, bien puede suceder que uno
quiera retirar la mano que había puesto en el arado. Quien no conoce esta
congoja, seguramente no ha visto aún el auténtico dinamismo de esa realidad.
Sólo se puede estar en la Iglesia como está el pájaro en la jaula, chocando una
y otra vez contra la reja. ¡No se trata de nuestra miseria de predicación y
liturgia, sino de algo más grande! Pero allí donde vive la Iglesia apostólica se
conoce en verdad este anhelo, mas no se sale huyendo.
Si realmente esperamos el
reino de Dios, no nos avergonzaremos de encontrar a la Iglesia una, santa y
universal en esta comunidad concreta. La esperanza cristiana, que es lo más
revolucionario que pueda pensarse, y junto a la cual todas las demás
revoluciones no son más que cartuchos de fogueo, es una esperanza disciplinada.
Pone al hombre en el lugar que le corresponde. Allí donde el hombre puede estar
a la vez completamente intranquilo y completamente tranquilo, donde puede estar
así con los demás en la comunidad en la que los miembros se reconocen en el anhelo
y la humildad a la luz del humor divino, ese hombre hará lo que tiene que
hacer. Así, aguardando y apresurándose, va la Iglesia al encuentro del futuro
del Señor.
___________________________
EL CAOS EXEGÉTICO INVADE LA IGLESIA
Juan Stam
Protestante Digital, 13 de septiembre de 2015
La iglesia vive por la palabra que la alimenta y que ella
proclama. Nunca puede ser más saludable de lo que está su interpretación
bíblica. Eso requiere en todos y todas un discernimiento crítico y un
saludable "sospechómetro" ante toda enseñanza. En eso, nuestra
consigna y nuestro imperativo es el mandamiento bíblico de "examinarlo
todo" (1Tes 5:21), "para ver si estas cosas son así" (Hch
17:11).
Siempre ha habido interpretaciones especulativas,
especialmente en la exégesis del Apocalipsis. Pero en años recientes la
interpretación tendenciosa se ha extendido como un cáncer a casi toda la
temática bíblica. Las especulaciones más estrafalarias se transmiten, con la
autoridad de la radio y la televisión, a muchos millones de personas. Algunas
revistas evangélicas publican sin crítica artículos que tergiversan las
escrituras.
Prestigiosas casas editoras, antes más cuidadosas de la
seriedad de sus publicaciones, publican libros que son más propaganda que
exégesis. Y aún los evangélicos cultos parecen estar un poco anestesiados para
quedar insensibles a las evidencias de exégesis dudosa.
De un libro reciente, lleno de interpretación
cuestionable, varios amigos, muy preparados teológicamente, me sorprendieron
con sus entusiasmados elogios. Sospecho que el concepto moderno de
"tolerancia" esté convirtiéndonos de creyentes críticos en creyentes
crédulos. La exégesis es la ciencia histórica que busca la interpretación más
probable de un texto. Los métodos básicos fueron desarrollados por los
humanistas del siglo quince y adoptados y aplicados por los reformadores
protestantes.
La exégesis requiere una empatía grande con el contexto
original del texto mismo con su propia agenda, semántica etcétera. Cumplida esa
tarea exegética, sigue la tarea de "releer" ese mensaje antiguo para
el nuevo contexto nuestro hoy. Esas relecturas deben ser fieles al previo
trabajo exegético pero no deben repetirlo mecánicamente, a espaldas del nuevo
contexto histórico.
Estoy cada día más convencido de que la exégesis es una
ciencia histórica, con sus propios métodos y reglas, en busca de la
interpretación más probable de un texto escrito. Creo que la iglesia está en
una crisis exegética en que tanto simples creyentes como también importantes
líderes carecen de métodos y criterios para evaluar con discernimiento las
diversas ofertas exegéticas.
Sobra mencionar la jungla de interpretaciones
especulativas y tendenciosas del Apocalipsis, pero el fenómeno se va
generalizando en los púlpitos y en las cátedras académicas. Un gran signo de
esperanza ha sido el surgimiento de una comunidad exegética inter-confesional.
Gracias al impresionante movimiento bíblico dentro de la iglesia católica y un
despertar de la exégesis evangélica (F.F. Bruce, Gordon Fee y muchos) y otros
sectores de un ecumenismo bíblico, tienden a surgir algunos consensos
exegéticos muy positivos. Eso me animó mucho en mi trabajo sobre el Apocalipsis
pero también en patrística y otros campos de estudio.
Ante esa realidad ninguna exégesis puede ser
aislacionista, "en el closet". Por eso el debate es indispensable y
el cuestionar y debatir es un sagrado deber. En un segundo artículo, el próximo
domingo, resumiré algunos problemas exegéticos que ilustran estos principios en
varios de los muchos campos de interpretación.
_________________________________________
LA BIBLIA DEL OSO CUMPLE 446 AÑOS
Protestante Digital, 25 de septiembre de 2015
En algunos países de habla castellana se celebra en septiembre
el Mes de la Biblia, relacionado con varias efemérides, de las cuales una de
las más importantes se cumple el día 26 de septiembre.
En esa fecha, hace 446 años en la ciudad de Basilea,
Casiodoro de Reina (1520-1594) imprimía los ejemplares de la Biblia en
castellano, traducida desde los originales. En su portada, un oso intentando
alcanzar un panal de miel, de donde adquirió su nombre popular.
Casiodoro de Reina fue un importante estudioso y
traductor de la Biblia que nació en el sur de España, posiblemente en
Montemolín, en torno al año 1520. Durante su vida religiosa desarrolló un
interés particular en traducir la Biblia al castellano.
Siendo un religioso jerónimo, se acercó al
protestantismo, y ante la presión creciente de la Inquisición en Sevilla
decidió huir a Ginebra en 1557. En 1562 fue “quemado en efigie” por la
Inquisición. Posteriormente se embarcaría en la traducción de la Biblia, una
labor ardua y que realizó a pesar de las penurias que le llevaron a emigrar por
Europa más de lo que hubiera deseado. Más adelante su Biblia del Oso sería
corregida por su compañero Cipriano de Valera, en 1602, en la versión también
conocida como Biblia del Cántaro.
De la labor de ambos traductores procede la versión
Reina-Valera, todavía hoy una de las más conocidas y queridas por los
castellanoparlantes. “La Biblia del Oso supuso un gran hito no solo por ser la
primera versión castellana de la Biblia, sino porque esta también establece
unos cánones lingüísticos avalados por la mayoría de los reformistas del exilio
del siglo XVI”, opina el historiador Manuel de León. Explica también el
historiador Gabino Fernández Campos que “pasaron 300 años antes de que se
imprimiera legalmente en España. El Nuevo Testamento, de forma clandestina,
había sido ya publicado, en 1865, por la Iglesia Reformada de Málaga”.
Una Biblia “en
forma”
A pesar del paso del tiempo, la Biblia Reina-Valera (con sus
revisiones posteriores) sigue siendo una de las más utilizadas para el estudio
y la lectura de la Biblia. La Biblia Reina-Valera sigue viva... en los
móviles. Cada vez es más común acceder al texto bíblico desde los dispositivos
móviles, ya sea para la lectura, el estudio o el compartir versículos en redes
sociales. Casi todas las apps más populares para la lectura de la Biblia
incluyen la versión Reina-Valera entre sus opciones “por defecto” y de forma
gratuita. Este es el caso de la aplicación Biblia! que permite acceder de forma
gratuita a dos Biblias en español, entre ellas la Reina-Valera 1960 y la
Actualizada, siendo sin duda la versión más extendida entre las múltiples apps
que se ofrecen desde las diversas plataformas.
__________________________________
CONTROL POLICIAL ALEMÁN HALLA BIBLIA DE LUTERO
DE 1634
Un ejemplar de 1634 de la Biblia de Lutero, ha sido hallado por
las fuerzas de seguridad alemanas durante un control policial en la ciudad
hanseática de Lübeck, en el norte el país. El ejemplar, encuadernado en piel y
publicado por la Von Stern'sche Druckerei —editorial fundada en 1614— con el
número 9, incluye en la parte interior de la tapa una anotación a mano, precisó
hoy la policía.
Esta Biblia de Martín Lutero (1483-1546) fue confiscada
por los agentes en agosto pasado y desde entonces se busca al legítimo
propietario del ejemplar. La policía no quiso dar más detalles sobre las
circunstancias del hallazgo al seguir en curso la investigación. La editorial
publicó desde su fundación en el siglo XVII alrededor de 60 ejemplares de la
Biblia. Según el experto literario Wolfgang Schellmann, este ejemplar, muy
elaborado, constituye una rareza que no se ve desde hace 20 años en ninguna
subasta.
_____________________________________
AYOTZINAPA ANTE LA FE
Poco, muy poco han podido decir y hacer las iglesias durante
estos 12 meses transcurridos después de la tragedia que ha marcado nuevamente a
la historia de México y le ha instalado, una vez más, la realidad de la muerte
en su centro mismo. La visión sacrificial de la vida y la muerte sigue
presidiendo la perspectiva de la mayoría de las comunidades de fe y, de manera
inconsciente, se siguen buscando propósitos ocultos en cuanto suceso sigue
mostrando la incapacidad del país y de sus gobernantes para superar las formas
cada vez más salvajes de la impunidad galopante.
Las voces más incómodas (Luis González de Alba,
Christopher Domínguez, por ejemplo) recuerdan continuamente que señalar al
Estado con el dedo flamígero como culpable único de esta masacre, deja de ver
que dentro, detrás y en las entrañas del engranaje de muerte que propició el
acontecimiento se encuentran los grupos delincuenciales que durante décadas han
estado medrando con la pobreza de uno de los estados más golpeados del país.
Qué mejor recurso para las iglesias que el silencio
cómplice, adocenado, medido ante los riesgos de volverse incómodas también para
el sistema. Y, para quienes dicen que han acompañado el dolor de las familias
desde esa misma fe, nada mejor también que señalar la apatía como resultado de
una visión teleológica que abandona a los grupos religiosos en su nublado afán
por entender, mínimamente, lo que sucede en este país oscuro, lleno de signos
de muerte por todas partes.
La fe se oscurece, se adelgaza y se retuerce ante semejantes
exigencias de una auténtica kénosis, de una solidaridad activa y efectiva, de
respuestas espirituales coherentes y protestatarias. ¿O será que acaso el
legado del Nazareno sigue tan lejos de las instituciones que fingen
representarlo que no queda de otra más que esconder el rostro y negarse a
reconocer sus compromisos intrínsecos en la tarea de proclamar una esperanza
que cada vez se ve más lejana de aplicarse en realidades como la que ahora
atraviesa esta sociedad? Las iglesias se han negado a apostar la totalidad de
sus recursos para estar a la altura de los hechos y siguen encerradas en sus
propios conflictos, más llevaderos, en apariencia, que una carga tan grande
como ser la “conciencia moral” de una sociedad. (LCO)
No hay comentarios:
Publicar un comentario