domingo, 25 de julio de 2021

Culto de adoración, avance y consolidación, 25 de julio de 2021

 

CULTO DE AVANCE Y CONSOLIDACIÓN



Deuteronomio 28.1-14 / Romanos 15.7-13, Traducción en Lenguaje Actual


1 Moisés continuó diciendo: “Si ustedes obedecen todos los mandamientos de Dios que hoy les he dado, serán su pueblo favorito en toda la tierra, 2 y recibirán siempre estas bendiciones:

3 Dios los bendecirá dondequiera que vivan, sea en el campo o en la ciudad. 4 Dios bendecirá a sus hijos, y a sus cosechas y ganados. 5 Dios los bendecirá en sus hogares, en sus viajes, y en todo lo que hagan. Siempre serán muy felices en el país que Dios les dará. 6 Nunca les faltarán alimentos y siempre tendrán pan en la mesa.

7 Dios les dará a ustedes la victoria sobre sus enemigos. 8 Podrán venir contra ustedes ejércitos en orden de batalla, pero tendrán que huir en completo desorden. 9 Si obedecen a Dios en todo, él cumplirá su promesa y ustedes serán su pueblo especial. 10 Entonces todos los pueblos verán que ustedes son el pueblo de Dios, y les tendrán miedo.

11 Cuando ya estén ustedes en la tierra que Dios prometió dar a sus antepasados, él los tratará con bondad. Les permitirá tener muchos hijos, y hará que sus ganados se multipliquen. Todo lo que ustedes siembren producirá abundantes cosechas, 12 pues Dios abrirá los cielos, donde guarda la lluvia, y regará los sembrados de ustedes. En todo lo que ustedes hagan, siempre les irá bien. Nunca tendrán que pedir prestado nada; al contrario, ustedes tendrán de sobra para prestarles a otros países.

13 Si ustedes obedecen los mandamientos de Dios y nunca lo desobedecen ni adoran a dioses falsos, 14 siempre serán el país más importante del mundo”. […]

7 Por eso, es necesario que se acepten unos a otros tal y como son, así como Cristo los aceptó a ustedes. Así, todos alabarán a Dios.8 Pues Cristo vino y sirvió a los judíos, para mostrar que Dios es fiel y cumple las promesas que les hizo a nuestros antepasados. 9 También vino para que los que no son judíos den gracias a Dios por su bondad. Pues así dice la Biblia:

Por eso te alabaré
en todos los países,
y te cantaré himnos.

10 También leemos:

Y ustedes, pueblos vecinos,
alégrense junto con el pueblo de Dios.

11 En otra parte, la Biblia dice:

Naciones todas, pueblos todos,

¡alaben a Dios!

12 Y también el profeta Isaías escribió:

Un descendiente de Jesé

se levantará con poder.

Él gobernará a las naciones,

y ellas confiarán sólo en él.

 

13 Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría. Que les dé la paz que trae el confiar en él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza.


Año XXVII, Núm. 29, Domingo 25 de julio de 2021


Preside: Hno. Alberto Chávez C. 


Introito

Den gracias al Señor, porque él es bueno,

porque su amor es eterno.

Den gracias al Dios de dioses,

porque su amor es eterno.

Den gracias al Señor de señores,

porque su amor es eterno.    Salmo 136.1-3, DHH

 

Preludio: Hno. Jacobo Núñez Cabrera

 

Celebramos la grandeza divina

Al único que hace grandes maravillas,

porque su amor es eterno.

Al que hizo los cielos con sabiduría,

porque su amor es eterno.

Al que extendió la tierra sobre las aguas,

porque su amor es eterno.

Al que hizo el sol y la luna,

porque su amor es eterno:

el sol, para alumbrar de día,

porque su amor es eterno;

la luna y las estrellas, para alumbrar de noche,

porque su amor es eterno. […]

¡Den gracias al Dios del cielo,

porque su amor es eterno!      Salmo 136.4-9, 26

 

Oración de ofrecimiento

Himno: “¡Cuán grande es Él!” (74)

 

Experimentamos la gracia del Señor

Ministro: La verdad es que no entiendo nada de lo que hago, pues en vez de hacer lo bueno que quiero hacer, hago lo malo que no quiero hacer. Pero, aunque hago lo que no quiero hacer, reconozco que la ley es buena. Así que no soy yo quien hace lo malo, sino el pecado que está dentro de mí.

  Romanos 7.15-17

Momento de oración personal. / Oración audible.

Unidos/as: Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios. Pero él nos ama mucho, y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús, nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados.

  Romanos 3.23-24


Himno “Sublime gracia” (278)

 

Afirmamos la pertenencia al pueblo de Dios

Salutaciones

Himno: “Dicha grande es la del hombre” (656, 1ª y 2ª estrofas)

 

Elevamos la plegaria común


¡Tú, que eres inmutable y a quien nada cambia! Tú, que eres inmutable en el amor, precisamente por nuestro bien, sin someterte a ningún cambio: seamos nosotros también nuestro bien sometiéndonos a la disciplina de tu inmutabilidad, para que podamos, en obediencia incondicional, encontrar nuestro descanso y permanecer en el reposo de tu inmutabilidad. […] Por el contrario, tú eres movido, y movido por amor infinito, por todas las cosas. Aun aquellas cosas que los seres humanos llaman insignificantes y por las que pasan de largo inconmovibles, te interesan a ti; aun la necesidad de un gorrión te mueve; el suspiro humano, que nosotros tan a menudo apenas si notamos, te mueve. ¡Tú, que eres inmutable! […]

Søren Kierkegaard (1813-1855)

 

Oración de intercesión

 

Proclamamos la Palabra eterna

Lectura del Antiguo TestamentoDeuteronomio 28.1-14

Lectura del Nuevo Testamento: Romanos 15.7-13

 

Reflexión bíblica

DIOS BENDICE Y PRODUCE ESPERAnZA


La esperanza, siempre presente

Himno: “Si dejas tú que Dios te guíe” (347)

 

De lo recibido ofrendamos

Den, y Dios les dará: él llenará hasta los bordes y hará que rebose la bolsa de ustedes. Los medirá con la misma medida con que ustedes midan a los demás.

Lucas 6.38, La Palabra (Hispanoamérica)


Himno “Los panes y los peces” (438)

Oración por las ofrendas

 

Nos bendice permanentemente

Que Dios te bendiga
y siempre te cuide;
que Dios te mire con agrado
y te muestre su bondad;

que Dios te mire con agrado
y te llene de paz.

Números 6.24-26


Bendición congregacional coral

Himno: “El que habita al abrigo de Dios” (683)

 

Postludio

Intereses de la comunidad 

 

 

ACOMPAÑAMIENTO BÍBLICO-TEOLÓGICO

 

LA BENDICIÓN DE DEUTERONOMIO 28 Y LA HISTORIA DE SALVACIÓN

Edesio Sánchez Cetina

 

E

l tema de la bendición, en Deuteronomio y más concretamente en este pasaje, nos introduce a dos elementos íntimamente relacionados. En primer lugar, la bendición divina no consiste tanto en la dádiva de la tierra, sino en mantener y prosperar la vida en esa tierra. La bendición divina no se define como un actuar de Yavé, con el propósito de salvar o proteger a su pueblo en un momento de emergencia o peligro, sino como una presencia permanente de Dios en la tierra que ya se posee.

Sin embargo, en segundo lugar, esto hace que la bendición vaya atada al condicional: la bendición presupone la obediencia. Esto era de esperarse si entendemos que la tierra que Yavé otorga al pueblo y las bendiciones de fertilidad y abundancia de fruto ponen a Yavé en plena competencia con Baal, el dios cananeo de la vida, la fertilidad y la agricultura.

Cuando Deuteronomio habla de las bendiciones en la tierra, plantea una cuestión teológica muy seria: las bondades de la ciudad y los frutos del campo, las crías de los ganados y los hijos del matrimonio, ¿son regalos de Baal o se reconocen como provenientes de la mano de Yavé? La respuesta involucra una verdadera declaración teológica: si Israel goza genuinamente de los bienes de la tierra y reconoce a Yavé como el dador, la bendición se torna bidireccional: el pueblo asegura así su vida y Yavé recibe la honra que merece. El mero hecho de que Israel reconozca en Yavé la fuente de la bendición de la tierra es ya una afirmación iconoclasta, es decir, destructora de ídolos.

Deuteronomio. Buenos Aires, Ediciones Kairós, 2002 (Comentario bíblico iberoamericano).


Culto de Comunión y Apertura

1 de agosto de 2021

revelación, palabra y esperanza en el mundo

Preside: D.I. José Antonio Aquino Robles

Base bíblica: Salmo 29

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