4 de julio de 2021
Este salmo se le atribuye al rey
David, dicen las escrituras, que fue escrito luego de que David pudo huir
nuevamente de Saúl, en el libro de 1 de Samuel 21:10-15.
En estos versículos nos narra como David huye del Saúl, quien lo busca para matarlo, David llega a Gat, donde está el rey de Aquis. Aunque hay personas que lo reconocen y los presentan al rey, seguramente para que se lo entreguen a Saúl, David después de tanto huir de él no va a permitir que eso pase, así que opta por hacerse pasar por loco, para que le rey al verlo, dude de todo lo que dicen de él y lo dejen ir sin mayor problema. A grandes rasgos esto nos cuenta el texto, pues al salir librado es cuando nos dicen David entona este canto. Esta feliz de estar vivo, de salir y poder continuar con su misión.
Ahora bien este salmo no es solo para David o lo que él ha vivido, sino para todos nosotros que hemos pasado por situaciones o problemas y como las afrontamos.
El propósito principal de este salmo parece ser un consejo para animarnos a aprender y memorizar, como es eso, este salmo es un acróstico hecho del alefato hebreo, una de la mejor forma de aprender tanto el alefato como el mensaje. Pero no vamos a aprender hebreo, este domingo.
Empezamos con los tres primeros versículos.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡Óiganlo y alégrense, hombres humildes! Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor.
Ya en sermones pasados les he pedido que recordemos cuando conocimos o entregamos nuestra vida a Dios, seguramente a pasado algún tiempo de estos y con el tiempo nuestra fe también ha crecido y podemos ver un poco más claro lo que Dios tiene para nosotros, estos tres primeros versículos es lo que nuestro corazón dice cuando reconocemos lo que Dios hace cada día en nosotros.
El sonreír, cantar y decir gracias a Dios es algo natural y una respuesta automática de nosotros, cuando vemos como el obra en nuestras vidas. Crecemos, maduramos y conocemos a Dios cada dia, los domingos que venimos a la iglesia, en este tiempo, que nos conectamos a una clase bíblica, o escuchamos el sermón, esto nos hace acercanos a Dios y conocerlo y al poder conocerlos le damos alabanza por que nos llena el alma de alegría. Esto está diciendo David en estos tres primeros versículos. Toda persona que ame a Dios alabará su nombre con sus palabras, sus actos y sus pensamientos. Pero claro que esto no es tan fácil, no podemos ni debemos hacerlos solos en el versículo tres nos invitan a que alabar a Dios también lo hagamos con otros hermanos, o familia, porque esto nos fortalece a nosotros, a nuestras familias, a nuestras iglesias y con esta fuerza también crecemos.
En
el versículo 4 al 10 que dice así:
Recurrí al
Señor, y él me contestó, y me libró de todos mis temores. Los que miran al
Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados. Este pobre
gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias. El ángel del Señor
protege y salva
a los que
honran al Señor. Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en
él confía! Honren al Señor, los consagrados a él, pues nada faltará a los que
lo honran. Los ricos se vuelven pobres, y sufren hambre, pero a los que buscan
al Señor nunca les faltará ningún bien.
En los tres primeros versículos hemos sido fortalecidos y estamos creciendo juntos, reconocemos que Dios es nuestra fuerza, pero nos sabemos humanos, esto no quita que en algún momento sintamos temor, miedo, angustia ante algún problema, es aquí que el salmista nos dirá recurre a Dios, y el te dará la respuesta y te dará paz.
Y es que tenemos en estos versículos aquí tres
elementos importantes que debemos tener en cuenta, el primero buscarlo, llamarlo, pedirle y si
es necesario gritarle,
¿Cómo nos dirigimos en la búsqueda de Dios?
Orando o como a mí me gusta hacerlo, platicar con él. Y nos pide oraciones profundas, donde nuestro corazón sea quien hable. Y no solamente orar o platicar con Dios, en este texto nos dice que debemos buscarlo en todo tiempo y no solamente solos sino también juntos, es reunirnos, compartir y aprender juntos, apostar por que el camino de Dios no llevara a que los problemas que enfrentemos, los temores que tengamos no nos lleven a un lugar obscuro y nos alejen de El, sino que en medio del problema podamos ver como Dios nos guía a una solución. Y eso hace que esta confianza se vea reflejada en nuestro rostro en nuestra vida.
Otro elemento es la confianza
de saber que Dios nos escucha a pesar de que todo nos diga lo contrario.
Y que mejor ejemplo que habla de Job,
este hombre paso por todo, enfermedad, soledad, pobreza y su confianza siempre
estuvo en Dios, vemos como en Job 11:17 el dice “La vida te será más clara
que el mediodía; Aunque oscureciere, será como la mañana”.
Como un hombre que ha sufrido tanto, que otros le han dicho que está loco, que niegue su fe, Dios lo ha olvidado, Job sigue confiado en él, porque conoce a Dios, sabe que en medio de la tempestad o al final del camino, en medio de la enfermedad o al final de ella, en medio de cualquier prueba o al final de la prueba de ella, la gloria de Dios debe verse por medio de nosotros.
Que enorme es el poder de Dios, que nos da la palabra para darnos a entender que él siempre nos puede ayudar, solo debemos orar a Él, para que nos dirija a la salida y nos de libertad. No hay angustia que Él no pueda resolver, pero debemos tener la humildad de enfocarnos en Él para ser alumbrados, de orar.
El otro elemento es Honrar a Dios.
Y me gusta la traducción Lenguaje
actual por que utiliza la palabra honrar, la Reina Valera 60 dice a los que temen
al Señor y creo que muchas veces malinterpretamos esta palabra, porque no
es temer en un sentido de tener miedo, de no poder verlo a los ojos, como si
Dios fuera un ser malo y vengativo.
Para mi siempre he visto a Dios como un padre
amoroso, que si nos corrige y nos trae al camino que él tiene para nosotros,
pero que nos ve y nos habla a los ojos con amor, en estos versículo es
eso, a los que honran, ósea a los que
obedecen a este padre, lo reconocemos como nuestro creador y creador de todo y
que siempre sus caminos son para nuestros bien, ver a Dios con respeto, reverencia,
adoración, amor y devoción, seremos protegidos.
Versículos 11 al 14:
Vengan, hijos
míos, y escúchenme: voy a enseñarles a honrar al Señor. ¿Quieres vivir mucho
tiempo? ¿Quieres gozar de la vida? Pues refrena tu lengua de hablar mal, y nunca
digan mentiras tus labios. Aléjate de la maldad, y haz lo bueno; busca la paz,
y síguela.
Haciendo un recapitulado rápido de
los versículos anteriores, nos sabemos fortalecidos y reconocemos que estamos
aprendiendo, además que hay tres elementos importantes que debemos practicar en
todo momento, buscar a Dios en oración, honrarle y confiar en él.
Pero aún nos falta por aprender dice el Salmista, estos versículos nos hacen dos preguntas importantes, que nos lleven a reflexionar y estoy segura que nadie dirá que no a ninguna de estas preguntas.
¿Quién desea vida? Y no una vida cualquiera sino ¿una vida llena de gozo?
Y quien no desea una vida plena, llena de gozo en el Señor.
Y cuál es la respuesta a estas
preguntas, aunque simple, pareciera no tan fácil de resolver, la respuesta es
un compromiso y una consagración para nosotros sus hijos, cuidar lo que
decimos, pensar y meditar antes de hablar, juzgar, criticar, regañar o mentir.
Nos invita a una vida de fe, con un
corazón que honre a Dios, donde nuestras palabras expresen nuestra fe, llenen
de esperanza a quien nos escuchen y proclamen las promesas de Dios.
Bueno si esta fácil.
Ya para acabar tenemos aquí los
últimos versículo 15 al 18:
El Señor cuida
de los hombres honrados y presta oído a sus clamores. El Señor está en contra
de los malhechores, para borrar de la tierra su recuerdo. El Señor atiende al
clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias. El Señor está
cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la
esperanza.
Vemos que Dios nos llama a que haya
una actitud en nosotros de buscar en Él la ayuda, si clamamos, estamos
manifestando que tiene poder para rescatarnos, estamos poniendo fe y pidiendo
ayuda. Otra vez se repite la palabra “todas”, el Señor nos libra de todos los
temores, de todas las angustias, y de todas las aflicciones y dificultades
El verso 18 nos muestra nuevamente que Dios pone atención a nuestro ser interior y no a las apariencias que podamos dar ante los demás, es decir, el fariseísmo o religiosidad.
El espíritu humilde es agradable a Dios, porque es sensato y no se cree autosuficiente, el Señor levantará muy en alto a todos aquellos que sepan humillarse ante Él y humillará a los que se enaltecen a sí mismos.
y vemos así hermanas y hermanos que en los momentos difíciles que estemos pasando, no estamos solas, ni solos, en Dios siempre está la esperanza de encontrar respuestas, soluciones y la paz, Dios nos dice que no solo quiere que le alabemos, él quiere de nosotros humildad, la búsqueda constante de su palabras, que tengamos la confianza de acercarnos a él, que lo honremos como sus hijos, con amor, respeto y confianza que todo lo que sucede en nuestras vidas él lo está guiando, él nos pide un corazón lleno de amor, que podamos compartir con otros.
Ya para terminar hermanos, hagamos
una oración:
Mi querido Padre, sabes que te
adoramos ante toda tu creación, te alabamos todos los días, por que reconocemos
todas tus maravillas y tu grandeza mientras exaltamos juntos tu nombre.
Confiamos en ti y esperamos tu
respuesta, sabemos que constantemente nos libras de todo temor, aflicción,
angustia y dificultad.
Te pedimos que tu luz nos
ilumine, porque ansiamos estar radiantes de alegría.
Enséñanos a honrar tu nombre y
obedecerte así nos protegerás en todo tiempo. Envía tu ángel para que acampe
alrededor de nosotros y nos defienda de todo mal.
Danos Señor, todo lo que
necesitamos, provee ahora, queremos ver tu amor y bondad, esperamos y confiamos
en ti porque eres bueno y justo con todos aquellos que te son fieles.
Venga tu provisión en todo
tiempo para que nada bueno nos falte en el nombre de Jesús.
Limpia nuestros labios de toda
palabra corrompida y grosera, ayúdanos a controlar nuestras palabras, para que
solo digamos palabras de fe y bendición.
Nos arrepentimos de todo lo
injusto y te buscamos de todo corazón para que tus ojos cuiden nuestros caminos
y nos protegen ante toda situación y circunstancia.
Que tus oídos escuchen nuestro
clamor ahora y recibamos tu compasión. Ven a nuestra ayuda, rescátanos de toda
trampa y dificultad.
Sálvanos y perdónanos para que
nosotros y nuestras familias no seamos condenados.
Pedimos y proclamamos todo esto
en el poderoso nombre de Jesús de Nazaret. Amén”
No hay comentarios:
Publicar un comentario