viernes, 16 de julio de 2021

Culto de adoración, proclamación y testimonio, domingo 18 de julio de 2021

CULTO DE PROCLAMACIÓN Y TESTIMONIO

 

Salmo 28 / Hechos 2.22-28, Traducción en Lenguaje Actual


1 Dios mío, yo te llamo,
no cierres tus oídos,
porque tú eres quien me protege.
Si no me respondes,
de seguro moriré.
2 Atiende mis ruegos
cuando te tienda los brazos
para pedirte ayuda.

3 No me castigues
junto con los malhechores,
porque hablan con los demás
4 y les desean lo mejor,
pero en su pensamiento
quisieran matarlos. […]
6 ¡Bendito seas, Dios mío,
por atender a mis ruegos!
Tú eres mi fuerza;
me proteges como un escudo.
7 En ti confío de corazón,
pues de ti recibo ayuda.
El corazón se me llena de alegría,
por eso te alabo en mis cantos.

8 Tú, Dios mío,
eres la fuerza de tu pueblo;
danos la victoria,
pues somos tu pueblo elegido.
9 ¡Sálvanos y bendícenos!
¡Llévanos en tus brazos,
pues tú eres nuestro pastor!


*


22 Escúchenme bien, porque voy a hablarles de Jesús, el que vivía en Nazaret. Todos nosotros sabemos que Dios lo envió. También sabemos que Dios le dio grandes poderes, porque lo vimos hacer grandes maravillas y señales.

23 Desde el principio, Dios había decidido que Jesús sufriera, y que fuera entregado a sus enemigos. Ustedes lo ataron y lo entregaron a los romanos, para que lo mataran. 24 ¡Pero Dios hizo que Jesús resucitara! ¡Y es que la muerte no tenía ningún poder sobre él! 25 Hace mucho tiempo, el rey David dijo lo siguiente acerca de Jesús:


 

Yo siempre te tengo presente;
si tú estás a mi lado,
nada me hará caer.
26 Por eso estoy muy contento,
por eso canto de alegría,
por eso vivo confiado.

27 ¡Tú no me dejarás morir

ni me abandonarás en el sepulcro,

pues soy tu fiel servidor!

28 Tú me enseñaste a vivir

como a ti te gusta.

Contigo a mi lado

soy verdaderamente feliz.


Año XXVII, Núm. 28, Domingo 18 de julio de 2021


CULTO DE ADORACIÓN, Proclamación y Testimonio

Preside: Hno. Oswaldo Aguilar Arroyo

Introito

Dios mío,
¡quiero alabarte de todo corazón!
¡Quiero cantarte himnos
delante de los dioses!
Quiero ponerme de rodillas
y orar mirando hacia tu templo;
quiero alabarte
por tu constante amor.

Salmo 138.1-2


PreludioHno. Jacobo Núñez Cabrera 

La adoración comunitaria fiel

Por sobre todas las cosas,
has mostrado tu grandeza,
has hecho honor a tu palabra.
Te llamé y me respondiste;
me diste nuevas fuerzas.

Dios mío, ¡grande es tu poder!
Te alabarán los reyes de este mundo
cuando escuchen tu palabra
y sepan todo lo que has hecho.

Dios mío, tú estás en el cielo,
pero cuidas de la gente humilde;
en cambio, a los orgullosos
los mantienes alejados de ti.         

Salmo 138.2-6


Oración de ofrecimiento

Himno: “Dad a Dios inmortal alabanza” (245) 

En busca de la misericordia divina

Ministro: Venimos ante ti, Señor y Dios, a reconocer y exponer nuestra muchas desobediencias y equivocaciones. Sabemos bien que hemos fallado como portadores/as de los valores de tu Reino en el mundo. Sabemos que nos perdonarás porque oramos a través de tu Hijo Jesucristo, Salvador nuestro.

Momento de oración personal. / Oración audible.

Unidos/as: Ustedes ya han muerto al pecado, pero ahora han vuelto a vivir. Así que no dejen que el pecado los use para hacer lo malo. Más bien, entréguense a Dios, y hagan lo que a él le agrada. Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, porque ya no son esclavos de la ley. Ahora están al servicio del amor de Dios. Romanos 6.13-14


Himno “Hazme un instrumento de tu paz” 

El Pueblo de Dios es uno

Salutaciones

Himno: “Quiero levantar mis manos” (420) 

Oramos con fe y confianza

Cada cristiano debe decirle al Salvador tan humildemente como hicieron los discípulos: “Señor, enséñanos a orar”. ¡Ah! ¡Si tan sólo fuéramos convencidos de nuestra ignorancia y de la necesidad que tenemos de un Maestro como Jesucristo! ¡Si solamente nos acercáramos con confianza, pidiéndole que nos enseñara y deseáramos ser enseñados por su gracia cómo conversar con Dios! ¡Qué pronto estaríamos calificados en ello y cuántos de sus secretos descubriríamos! No digamos que sabemos cómo orar la oración que aprendieron de él. Podemos saber las palabras, pero sin la gracia no podremos entender el significado ni pedir o recibir lo que ésta expresa.

Jean-Nicholas Grou (1730-1803)


Oración de intercesión 

Anuncio del mensaje eterno

Lectura del Antiguo Testamento: Salmo 28

Lectura del Nuevo Testamento: Hechos 2.22-28 

Reflexión bíblica 

el señor eS LA FUERZA Y LA ESPERANZA DE SU PUEBLO

Pbro. Raúl Méndez Yáñez 

La fortaleza que viene de Dios

Himno: “Oh, Cristo mío” (320) 

Ofrendar solidariamente

Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La medida que den será la medida que recibirán a cambio. Lucas 6.38, Nueva Traducción Viviente


Himno “Los panes y los peces” (438)

Oración por las ofrendas 

Enviados/as y guiados/as con un propósito

Que Dios no deje de llamarte cada día
para el servicio en la vida cotidiana,
con todas sus complejidades y desafíos,
buscando iluminar realidades,
salando tus entornos.
Que en Jesús encuentres fuerzas y alegría
para compartir el abrazo, la esperanza,
la mesa y el camino.
Y que el Espíritu te inspire y anime
a la solidaridad con el proyecto inclusivo del mundo nuevo,
a la ternura en el trato con cada ser humano
y al respeto y cuidado por toda la creación.

Gerardo Oberman


Bendición congregacional coral

Himno: “El Señor es mi fuerza” (146)


Postludio

Intereses de la comunidad



ACOMPAÑAMIENTO BÍBLICO-TEOLÓGICO

 

EL SALMO 28 Y LA HISTORIA DE FE DEL PUEBLO

Hans-Joachim Kraus

 

U

na vez que se han trazado los parámetros de la forma y del contenido, la debida comprensión del Sal 28 se desarrolla facilísimamente a partir del v. 8. Porque el tema de este versículo es la realidad protectora y salvadora de Dios: esa realidad en la que busca refugio en su desgracia la persona amenazada por la muerte, y que es reconocida por ella en su cántico de acción de gracias.

Y el objeto de esa actividad protectora y salvadora es el pueblo de Dios y el rey. Allí encuentra el individuo “baluarte”, “poder” y “salvación”. Porque en medio de este pueblo de Dios, en el templo real de Jerusalén, está presente Yahvé en la “celIa” santa (v. 2).

La comunidad del Nuevo Testamento ve en la obra de salvación llevada a cabo por el Dios presente en el Antiguo Testamento la “sombra de los bienes futuros” (Heb 10.1) que se manifestó en su realidad en Jesucristo. Aquel que fue acusado, tentado y amenazado de muerte, busca aquí la “roca” inconmovible (v. 1) y presenta sus lamentaciones y plegarias. El centro de la lamentación es la desgracia: estoy siendo arrebatado hacia la destrucción por la corriente de los poderes impíos (v. 3).

El oráculo de salvación que se ha pedido a Yahvé significa para el que sufre: liberación del destino de muerte de los réprobos. Y este evangelio es el tema del Sal 28 (cf. Ro 8.33s). El juicio sobre los impíos constituye el contrapunto sombrío de este acontecimiento de salvación. La persona que confía (v. 7) encuentra respuesta (v. 6), y se regocija —en medio de acción de gracias— por la ayuda de Yahvé.

Los Salmos. I. Salmo 1-59. Salamanca, Ediciones Sígueme, 1993

(Biblioteca de estudios bíblicos, 53).


Culto de Avance y Consolidación

25 de julio de 2021

DIOS BENDICE Y PRODUCE ESPERANZA

Preside: Hno. Alberto Chávez C.

Base bíblica: Deuteronomio 28.1-14



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