CONSEJO MUNDIAL DE IGLESIAS INSTA A CANCELAR DEUDA EXTERNA DE HAITÍ
No es legítimo obligar a Haití a hacer pagos de su deuda a expensas de la atención de salud, la educación y otros programas sociales decisivos.
Ginebra, 27 de enero de 2010. El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), pastor Dr. Olav Fykse Tveit, ha instado a la comunidad internacional a que cancele la deuda exterior de Haití. Una "cancelación inmediata y total" de la deuda exterior de Haití sería "solamente un paso inicial", ya que el país afectado por el terremoto necesita un "plan más amplio de apoyo a la recuperación, la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible", declaró Tveit el 25 de enero. Dicho plan "deberá elaborarse con la plena participación del pueblo de Haití y con el apoyo de la comunidad internacional bajo la coordinación de las Naciones Unidas", señaló Tveit. Además de la cancelación de la deuda y de los socorros de emergencia a corto plazo, Haití necesita esfuerzos de "reconstrucción y desarrollo sostenible a mediano y largo plazo". Pero "toda asistencia financiera deberá llegar en forma de donaciones, no de préstamos que cargarían al país con una deuda mayor", afirma la declaración del CMI.
La declaración de Tveit coincidió con la conferencia de un día hospedada por Canadá para examinar la reconstrucción de Haití. Ministros de relaciones exteriores de más de una docena de países, entre ellos los de los Estados Unidos y Francia, junto con representantes de ocho organismos internacionales entre los que figuraban bancos y seis importantes organizaciones no gubernamentales, asistieron a la reunión celebrada en Montreal. Se espera que una conferencia más amplia sobre la reconstrucción de Haití tenga lugar en los próximos meses.
Tveit quiere transmitir a la reunión del Foro Económico Mundial a la que asistirá esta semana en Davos, Suiza, el mensaje de que la recuperación de Haití deberá basarse en "un auténtico espíritu de justicia y solidaridad". El foro ha reservado un tiempo especial para examinar la situación de Haití.
Haití, la nación más empobrecida del hemisferio occidental, es también un país gravemente endeudado. Pese a que el pasado junio las instituciones financieras internacionales le cancelaron unos 1.200 millones de dólares estadounidenses de deuda exterior, el país debe todavía unos 641 millones de dólares a bancos multilaterales y países. Este año, según el plan de amortización, Haití debería pagar unos 10 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional.
"Gran parte de la deuda acumulada por Haití es claramente onerosa y odiosa", dijo Tveit, ya que más de la mitad de ella "se derivó de préstamos concedidos a la brutal dictadura del padre e hijo, Francois (‘Papa Doc’) y Jean-Claude Duvalier", y "no benefició al pueblo de Haití".
"No es legítimo obligar a Haití a hacer pagos de su deuda a expensas de la atención de salud, la educación y otros programas sociales decisivos. Es moralmente insostenible exigir pagos durante este período de dificultades y destrucción increíbles", subrayó Tveit. "Justicia y asistencia: la situación de Haití no exige nada menos", concluyó.
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GUATEMALA: CATÓLICOS Y PROTESTANTES SEUNEN EN ORACIÓN POR HAITÍ
Mayra Rodríguez
Ciudad de Guatemala, jueves, 28 de enero de 2010 (ALC Noticias). Unas 300 personas se reunieron en la Catedral Metropolitana de esta capital, para orar juntas por la paz de los pueblos y en solidaridad con Haití, en una liturgia celebrada por obispos y ministros de la Iglesia Católica, Episcopal, Luterana, Anabautista y Presbiteriana, el 25 de enero pasado, en el marco de la Semana de Oración por la Unidad de las y los Cristianos.
El obispo de la Iglesia Episcopal de Guatemala, Armando Guerra, explicó a los participantes que la celebración se basaba en la propuesta de la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias y del Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos, cuyo tema está tomado del Evangelio de San Lucas: Vosotros sois testigos de todas estas cosas. “En medio de este testimonio debe florecer la solidaridad con nuestros hermanos y hermanas de Haití para que Dios les consuele, reconforte y reconstruya” afirmó el religioso.
En la predicación, monseñor Valenzuela Núñez, obispo de la Conferencia Episcopal de Guatemala e impulsor del ecumenismo dentro de la Iglesia Católica, recordó que este encuentro por la unidad se viene haciendo aquí desde hace 10 años, y trajo a colación las palabras del Papa Juan Pablo II sobre que “el nuevo rostro del ecumenismo es la unidad a favor de todas las causas justas y a favor de las y los necesitados y por ello”, explicó, “esta oración hoy está dedicada a nuestros hermanos y hermanas en Haití”.
Durante la liturgia se vivieron momentos especiales que hicieron reflexionar sobre la situación del pueblo haitiano y promovieron una actitud de hermandad, la cual se dijo “será necesario mantener activa en el proceso de la post-emergencia, pues es un país cuyas condiciones, tan precarias, lo colocan como el más pobre de América Latina”.
“Queremos compartir con nuestros hermanos y hermanas en Haití, que han sufrido mucho dolor y muerte, la luz de la resurrección, la luz de la esperanza, la luz de la fe”, expresó el reverendo Christoph Schweikle, de la Congregación Luterana de Habla Alemana Epifanía, mientras se ofrecía un cirio pascual a la comunidad reunida.
En la oración también participó el representante del Vaticano en Guatemala, Monseñor Paul Richard Gallagher (Nuncio Apostólico), quien manifestó su voluntad y disposición de contribuir a la unidad de la Iglesia y del pueblo de Dios, como un compromiso importante ante el movimiento ecuménico que aún es joven en este país y ofrece muchas oportunidades de trabajar juntos. Este encuentro ecuménico sirvió, además, para recolectar agua y productos no perecederos para el pueblo haitiano, los cuales serán canalizados a través de Cáritas-Guatemala, sumando al llamado que la Iglesia Católica, a través de todas sus diócesis, y la Iglesia Anglicana, a nivel nacional, están haciendo porque en todos los servicios religiosos y misas se recolecte dinero en efectivo, agua y alimentos, para la nación azotada.
La oración por la unidad cristiana y en solidaridad con Haití se llevará a cabo, también, en varios departamentos del país, iniciándose en Chimaltenango, el sábado 6 de febrero, con una caminata que, a partir de las 3:30 de la tarde, saldrá desde las distintas iglesias hacia el atrio de la Co-Catedral católica, en la cabecera departamental, donde líderes religiosos católicos y protestantes celebrarán la liturgia ecuménica.
LECTURAS BÍBLICAS 2010 (4)
JUAN 3.1-16
Biblia en Lenguaje Sencillo
1-2 Una noche, un fariseo llamado Nicodemo, líder de los judíos, fue a visitar a Jesús y le dijo: ―Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, pues nadie podría hacer los milagros que tú haces si Dios no estuviera con él.
3 Jesús le dijo: ―Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le preguntó: ―¿Cómo puede alguien ya viejo volver a nacer? ¿Acaso puede entrar otra vez en el vientre de su madre? 5 Jesús le respondió: ―Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu. 7 No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo. 8 El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su sonido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así también sucede con todos los que nacen del Espíritu. 9 Nicodemo volvió a preguntarle: ―¿Cómo puede suceder esto? 10 Jesús le contestó: ―Tú eres un maestro famoso en Israel, y ¿no sabes esto?11 Te aseguro que nosotros sabemos lo que decimos, porque lo hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos.
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EL PROGRESO DEL PEREGRINO, JUAN BUNYAN
Viaje de Cristiano a la Ciudad Celestial, Cap. 1
Principia el sueño del autor. Cristiano, convencido de pecado, huye de la ira venidera, y es dirigido por Evangelista a Cristo. Caminando iba yo por el desierto de este mundo, cuando me encontré en un paraje donde había una cueva; busqué refugio en ella fatigado, y habiéndome quedado dormido, tuve el siguiente sueño: Vi un hombre en pie, cubierto de andrajos, vuelto de espaldas a su casa, con una pesada carga sobre sus hombros y un libro en sus manos. Fijando en él mi atención, vi que abrió el libro y leía en él, y según iba leyendo, lloraba y se estremecía, hasta que, no pudiendo ya contenerse más, lanzó un doloroso quejido y exclamó: —¿Qué es lo que debo hacer?
En este estado regresó a su casa, procurando reprimirse todo lo posible para que su mujer y sus hijos no se apercibiesen de su dolor. Mas no pudiendo por más tiempo disimularlo, porque su mal iba en aumento, se descubrió a ellos y les dijo: —Queridísima esposa mía, y vosotros, hijos de mi corazón; yo, vuestro amante amigo, me veo perdido por razón de esta carga que me abruma. Además, sé ciertamente que nuestra ciudad va a ser abrasada por el fuego del cielo, y todos seremos envueltos en catástrofe tan terrible si no hallamos un remedio para escapar, lo que hasta ahora no he encontrado.
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