sábado, 25 de febrero de 2012


Manifiesto en Defensa del Estado Laico

Con motivo del proceso de reforma del artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de libertad religiosa, aprobada el pasado 15 de diciembre de 2011 por la Cámara de Diputados, y actualmente en espera de ser dictaminada por la Cámara de Senadores, los firmantes de la presente Declaración manifestamos nuestra profunda preocupación y formal protesta, porque con dicha reforma se busca sentar las bases para desmantelar el Estado laico en México. Por ello, en el ejercicio de nuestros derechos constitucionales: Rechazamos toda reforma constitucional cuyo objetivo sea estipular privilegios. Lamentamos que se utilicen nuestras libertades públicas como materia de negociación política. Deploramos que una reforma constitucional como ésta, singularmente sensible para los mexicanos, se realice de forma apresurada, sigilosa y sin transparencia. Defendemos el Estado laico por ser condición indispensable para el efectivo respeto de los derechos humanos.
Nuestro rechazo a la reforma del artículo 24 constitucional se basa en las siguientes razones:

I. La intencionalidad de la reforma: el desmantelamiento del Estado laico
El problema esencial de la reforma del artículo 24 constitucional es su intencionalidad: se pretende usarla como punta de lanza para modificar los artículos de nuestra Constitución que son pilares del Estado laico. Para ello se busca insertar la expresión “libertad de religión” en el texto del artículo 24, pero no para ampliar las libertades, sino para exigir al amparo de ella el establecimiento de privilegios clericales: principalmente, el reemplazo de la educación laica por instrucción religiosa en las escuelas públicas y el control de medios masivos de comunicación.
La Cámara de Diputados registró expresamente el propósito de esta reforma en el Dictamen que acompaña a la “Minuta Proyecto de Decreto por el que se reforma el artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de libertad religiosa”, de fecha 15 de diciembre de 2011, que a la letra consigna:
“Con estas premisas es posible entender la necesidad de revisar el artículo 24 de la Constitución para que de manera explícita se reconozca el derecho a la libertad religiosa. Así mismo, a la luz de él se requerirá tanto la revisión de los artículos 3º, 5º, 27 y 130 como de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público… Sin embargo, por el momento, sólo existen condiciones para concretar la reforma al artículo 24 de la Constitución…” (Cfr. Dictamen revisado y aprobado por la Cámara de Diputados, págs. 21 y 22, en www.diputados.gob.mx/articulo24/ consultado el 19 de enero de 2012).
La intencionalidad de la reforma es inocultable: para la Cámara de Diputados, “por el momento sólo existen condiciones para concretar la reforma al artículo 24 de la Constitución”; sin embargo, nos advierten los diputados que el reconocimiento del derecho de libertad religiosa implicará “la revisión de los artículos 3º [educación laica], 5º [prohibición de pactos que menoscaben la libertad, como sucede con los votos monásticos], 27 [patrimonio eclesiástico] y 130 [separación del Estado y las iglesias]…”. Y, conviene no olvidarlo: cada retroceso del Estado laico, es un avance del Estado confesional.

II. La manipulación de la reforma: el concepto de «libertad de religión»
Un punto central en esta cuestión es la redefinición de la «libertad de religión» que pretende implantar la jerarquía católica, quien oferta un concepto tendencioso y sesgado de dicha libertad, asegurando que ella exige, entre otras cosas, impartir educación religiosa en las escuelas públicas. Desde luego, ya no se trata aquí de la comprensión de la libertad religiosa como derecho humano, ni de su entendimiento como un ámbito de autonomía personal que protege la conciencia individual; se trata, ahora, de una noción manipulada y licenciosa de la “libertad de religión”, que sirve de bandera para exigir privilegios religiosos.
En realidad, la libertad religiosa y el Estado laico son categorías complementarias; entonces, no se explica cómo la Comisión de Puntos Constitucionales (Cfr. Gaceta Parlamentaria, 15 de diciembre de 2011, pág. 21) y la propia Cámara de Diputados, afirmen que la libertad religiosa “requiere” que se cambien los principios constitucionales del Estado laico, contemplados en los artículos 3° (educación laica) y 130 (separación del Estado y las iglesias), entre otros. A menos, claro está, que se invoque un concepto manipulado de la libertad de religión.

III. Las consecuencias de la reforma: afectación de las libertades de las minorías religiosas
Son las minorías religiosas quienes sufrirán principalmente las consecuencias de la reforma del artículo 24 constitucional. La implantación de educación religiosa en las escuelas públicas ocasionará que los niños y adolescentes que profesan una fe distinta a la católica sean víctimas de actos de intolerancia y discriminación, lo que incrementará la deserción escolar. Así, la religión se convertirá en un factor de división entre los alumnos que profesan distintos credos, lo que con el tiempo será un elemento de polarización social que dañará gravemente nuestra convivencia.
Asimismo, las libertades de las minorías quedarán en un estado de vulnerabilidad con motivo del desmantelamiento del Estado laico que se pretende con la reforma del artículo 24 constitucional. Vale subrayar que en el disfrute de los derechos humanos no debe haber minorías.

Por lo anterior, los firmantes de esta Declaración respetuosamente solicitamos al Senado de la República:

1. Que rechace la pretendida reforma del artículo 24 constitucional, por las razones expuestas.
2. Que abra espacios incluyentes de diálogo y reflexión, por la importancia que tiene esta temática.
3. Que apruebe la reforma del artículo 40 de nuestra Carta Magna, actualmente en espera de ser dictaminada por la Cámara Alta, para elevar a rango constitucional el carácter laico del Estado mexicano.
¡Libertad religiosa sin Estado laico, no es libertad!

México, Distrito Federal, 1 de febrero de 2012

Atentamente,

FORO CÍVICO MÉXICO LAICO


Iglesia del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad La Luz del Mundo, A.R. Rpte. Obispo Daniel Núñez Avalos. Convención Nacional Bautista de México, A.R. Rpte. José Trinidad Bonilla Morales. Concilio Nacional Betania, A.R. Rpte. Efraín Martínez Guerrero. Convención Regional Bautista Emmanuel, A.R. Rpte. Omar Rodríguez Segura. Ministerios Agua Viva Internacional, A.R. Rpte. Michael Roger Jones Herren. Asamblea de Pastores Unidos de México, A.R. Rpte. Efraín Benavides Álvarez. Iglesia Evangélica Independiente en la República Mexicana, A.R. Rpte. Josué Goiz Pérez. Iglesia Cristiana Bautista Getsemaní, A.R. Rpte. Gustavo Ángeles García. Iglesia Bautista de Libre Albedrío, A.R. Rpte. David Muñoz Ruiz. Primera Iglesia Bautista de Veracruz, Ver., A.R. Rpte. Ministro de Culto Jaime Rojas Enríquez Iglesia del Espíritu Santo, A.R. Rpte. Pastor Raúl Fernando Frutos Suárez. Lugar de Restauración Familiar “Jesucristo te Ama”, A.R. Rpte. Manuel Antonio López Cantero. Primera Iglesia Evangélica Bautista de Coatzacoalcos, Ver., A.R. Rpte. Alberto Jiménez Guzmán. Ministerio Presbiteriano Maranatha, A.R. Rpte. Presbítero Sergio de Jesús Heredia Dueñas. Unión de Iglesias Evangélicas Independientes, A.R. Rpte. Pastor Guillermo Muñoz Delgado. Jurisdicción Sur Iglesia La Luz del Mundo, A.R. Rpte. Obispo Pablo Benjamín Chávez Joaquín. Iglesia Evangélica Pentecostés Linaje Escogido, Real Sacerdocio, A.R. Rpte. Cecilia Dolores Delgado Rojas. Fraternidad Levítica, A.R. Rpte. Obispo Gilberto García Granados. Iglesia Bautista Siloé, El Salto, Jalisco, A.R. Rpte. Pastor Ismael López Rangel. Iglesia Maranatha en El Salto, Jalisco, A.R. Rpte. Ruth Castillo Laure. Centro Cristiano Vid Abundante en Querétaro, A.R. Rpte. Ministro de Culto Domingo Álvarez Ramírez. Iglesia Adventista del Séptimo Día, A.R. Rpte. Ministro Noé Molina Sol. Centro Familiar Lluvias de Gracia, A.R. Rpte. Lucio Jiménez Silva. Jurisdicción Norte Iglesia La Luz del Mundo, A.R. Rpte. Obispo Naasón M. Joaquín García. Centro Cristiano Ríos de Gracia, A.R. Rpte. Francisco Javier Núñez Herrera. Iglesia Cristiana Hebrón, A.R. Rpte. José León Ortega García. Iglesias Bautistas Conservadoras, A.R. Rpte. Ramón Ángel Ornelas Ramírez. Iglesia Cristiana Apostólica del Único Dios Vivo, A.R. Rpte. María de la Luz Ortiz Ruiz. Iglesia Cristiana El Río de Dios, A.R. Rpte. David Gustavo Vargas Hernández. Iglesia del Nazareno en México, A.R. Rpte. Ely Camas Pérez. Comunidad Cristiana Bautista Libertad Acolman, A.R. Rpte. Pastor Cuauhtémoc Cortés Hernández Iglesia Bautista El Calvario, A.R. Rpte. Pastor Fidencio Rosales Enríquez. Iglesia de Jesucristo Unida, A.R. Rpte. Pastor José de la Luz Corral Flores. Iglesia Bautista Eben Ezer de Poza Rica de Hidalgo, Ver., A.R. Rpte. Teresita Socorro Pacheco Roses. Concilio de Iglesias Pentecostales Visión Misionera Mundial, A.R. Rpte. Pbro. Daniel Ascencio Gómez. Iglesia Santa Pentecostés del Nuevo Renacimiento, A.R. Rpte. Guzmán Eduardo López Castro. Iglesia de Dios en Cristo Jesús, A.R. Rpte. Aureliano Morales Olán. Iglesia Cristiana Bautista Eben Ezer de Tlaquepaque, Jal., A.R. Rpte. Luis Enrique Hernández Ontiveros. Iglesia de Dios en la República Mexicana, A.R. Rpte. Pastor Jesús Mejía Oliver. H. Presbiterio Netzer, A.R. Rpte. David García Jiménez. Hermandad Evangélica Pentecostés Independiente Nacional, A.R. Rpte. Cupertino Portilla Landa. Ministerios El Olivo, A.R. Rpte. Juan Salvador Amador Luna. El Concilio Nacional de las Asambleas de Dios, A.R. Rpte. Apolinar Arreola Aguilar. Iglesia Cristiana Evangélica en la República Mexicana Roca Fuerte, A.R. Rpte. Pastor Ascencio Morales Mancilla. Templo de Alabanza Compañerismo Cristiano La Puerta, A.R. Rpte. Pastor Pablo López Moreno. Iglesia del Nazareno en México Distrito Sur Fronterizo, A.R. Rpte. Pbro. Roberto López Fajardo. Agr. Evang. del E.S. de los Santuarios Jehová Nissi Pentecostés R.M., A.R. Rpte. Pablo Chilel Pérez. Iglesia Evangélica Pentecostés Palabras de Vida, A.R. Rpte. Rudy Samuel Maldonado Sandoval. Iglesia Evangélica Cristiana Dios es Amor, A.R. Rpte. Denis Flores Hernández. Jurisdicción Centro Iglesia La Luz del Mundo, A.R. Rpte. Obispo José Oreste Sánchez López. Iglesia Fuente de Vida Cristiana Pentecostés en Villahermosa Tabasco A.R. Rpte. José Jiménez Barrueta. Movimiento Evangélico Iglesia Cristo Viene, A.R. Rpte. Aureliano Casas Blanco. Iglesias Fuerza Ágape Cristiano,A.R. Rpte. Angelino García Pérez. Confraternidad de Iglesias Evangélicas Misioneras A.R. Rpte. Daniel Aguirre Sánchez. Iglesia de Dios Israelita El Elohe Israel, A.R. Rpte. Salvador González Urbina. Iglesia Cristiana Esperanza y Libertad en Tonalá, A.R. Rpte. Antonio Job Hernández y Tlahuixca. Iglesia Evangélica Congregacional Eben Ezer, A.R. Rpte. Jeremías Solís Flores. Presbiterio del Estado de México, A.R. Rpte. Felipe de Jesús Camacho Martínez. Iglesia Cristiana Pentecostés en la República Mexicana A.R. Rpte. Eleuterio Almazán Martínez. Iglesia Cristiana Evangélica Pentecostés Independiente, A.R. Rpte. Daniel Peña Rayón. Iglesia Fraternidad Cristiana Sol de Justicia Rpte. Antonio Julián Gerónimo. Comunidad Cristiana La Viña, A.R. Rpte. Eduviges Gallegos Romero. Ministerios Cristianos Casa de Discípulos, A.R. Rpte. David Ortega Sanagustín. Presbiterio del Caribe, A.R. Rpte. Librado de los Santos Pérez. Iglesia de la Biblia Abierta de México, A.R. Rpte. Arturo Méndez G. Foro Intereclesiástico Mexicano, A.C. Rpte. Rigoberto Mata Medina.


Dr. Jorge Carpizo McGregor. Elena Poniatowska Amor. Dr. José M. Muriá Röuret. Beatriz Pagés Rebollar. Dr. Francisco Martín Moreno. Manú Dornbierer. Jenaro Villamil. Rector Marco A. Cortés G. Mtro. Adalberto Ortega Solís. Mtro. José Manuel Jurado Parres. Dr. Héctor Díaz Polanco. Dr. Carlos Antonio Villa Guzmán. Mtro. Eduardo Castañeda Mendoza. Hugo Gutiérrez Vega. Dr. René Drucker Colin. Dr. Roberto Blancarte Pimentel. Dr. Arnaldo Córdova. Sr. Humberto Musacchio. Dr. Octavio Rodríguez Araujo. Álvaro Delgado. Dr. Josué Tinoco Amador. Lic. Sócrates A. Campos Lemus. Mtro. Rodolfo Casillas Ramírez. Mtro. Roberto V. del Arenal M. Lic. Francisco Morales Aceves. Jaime Hernández Ortiz. Sergio Raúl Mendoza Aguilar. Lic. Jorge Lee Galindo.

Programa de marzo

IGLESIA PRESBITERIANA AMMI-SHADDAY
PLAN DE PREDICACIONES Y TEMAS PARA MARZO DE 2012

1. Domingos, 10.30 hrs.

Tema general: Jesús prepara su entrega a la humanidad
“…el Hijo del Hombre …vino para… dar su vida en rescate por muchos.” (Mt 20.28)
4: Dios se entrega a la humanidad en Jesús de Nazaret
Lectura bíblica: Mateo 20.20-34
Expositor: LCO
Dirige: Hna. Paola Díaz Cruz
11: Jesús de Nazaret: una vida al servicio del Reino de Dios
Lectura bíblica: Marcos 8.31-38
Expositor: LCO
Dirige: Hiram Palomino Gleason
18: El horizonte de la cruz en el camino de Jesús de Nazaret
Lectura bíblica: Lucas 9.37-45
Expositor: A.I. Ricardo Ruiz Ocampo
Dirige: Hna. Nelly Arroyo
25: El camino de Jesús: modelo de entrega y de servicio
Lectura bíblica: Juan 11.45-57
Expositor: LCO
Dirige: Hno. Adrián Martínez Vázquez

2. Domingos, 17.30 hrs.

4: Reunión de Consistorio
11: Taller: Bases bíblico-teológicas de la acción social
Preside: D.I. Laura Cabrera B.
25: Preparación para Semana Santa: La teología de la cruz
Preside: A.I. Vicente Orozco G.

3. Martes, 19.00 hrs.
Tema general: La política de Dios y la política humana: I Reyes
6: Reinado de Abiam (I R 15.1-8)
Moderadora: Hna. Andrea Naranjo
13: Reinado de Asa (I R 15.9-24)
Moderador: D.I. Odilón Arellano
20: Reinado de Nadab (I R 15.25-32)
Moderadora: Hna. Marena Ponce
27: Reinado de Baasa (I R 15.33-16.7)
Moderador: A.O. Pablo Gil

Clase unida: 26 de febrero de 2012




SACERDOCIO UNIVERSAL Y LITURGIA REFORMADA
Iglesia Presbiteriana Ammi-Shadday
26 de febrero de 2012

1. EL PUNTO DE PARTIDA: EL SACERDOCIO ABSOLUTO DE JESUCRISTO
Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario (ton agion leitourgós) , y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.
Hebreos 8.1-2, RVR 1960

Pero ahora tanto mejor ministerio (leitourgías) es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
Hebreos 8.6, RVR 1960

Cristo, en cuanto leitourgós, desempeña la función de sumo sacerdote en el verdadero santuario, el santuario celeste. Y porque es el único y verdadero sumo sacerdote, que ha llevado a cabo una «liturgia muy diferente» (8.6: leitourgía), es decir, el sacrificio único y válido de una vez para siempre ofrecido mediante su pasión y muerte (cf. 10.10), ha hecho patente que la celebración diaria del culto (10.11: leitourgéō) por parte del sacerdote no puede borrar los pecados.

Heb quiere dejar aquí en claro el significado del todo singular de la cruz y de la exaltación de Cristo dentro del marco de la concepción veterotestamentaria del culto y con sus categorías propias. El término leitourgía aparece también dentro del mismo contexto veterotestamentario en Heb 9.21; en este caso se refiere a los utensilios del culto.
K. Hess, «Servicio», en Diccionario Teológico del Nuevo Testamento




2. CADA CREYENTE ES UN SACERDOTE, LITÚRGICAMENTE HABLANDO

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Romanos 12.1-2, RVR 1960

Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se le debe adorar.
Traducción en Lenguaje Actual

Al reservar el NT un lugar muy poco importante al grupo de leitourgéo, tan relevante todavía en los LXX, pero que en el NT se refiere al servicio cultual del sacerdote y en parte designa únicamente la función específica de Cristo, y al emplear en los demás casos el grupo de diakonéō, el sentido del servicio queda fundamentalmente desplazado de la vertical a la horizontal. Lo decisivo no es el servicio al altar, sino el servicio a los hombres a partir del altar; la auténtica liturgia de la comunidad cristiana es su diakonía.

Su liturgia es el mismo Cristo, que la reconcilia con Dios; lo que ella misma hace litúrgicamente sólo es una apropiación siempre renovada del sacrificio de Cristo mediante la escucha de la palabra y de la fracción del pan, y reconocida mediante su propia acción de gracias.
L.Coenen, «Para la praxis pastoral», en DTNT




3. EN LA LITURGIA REFORMADA

• Se reconoce la manera en que Jesucristo preside siempre el culto
• Se afirma la importancia de cada miembro de la iglesia
• Todos los creyentes son llamados a practicar el sacerdocio 
• Cada culto es una oportunidad para experimentar, democráticamente, el sacerdocio
• Todos/as tienen el privilegio de presidir en función de sus dones
• Se afirma la igualdad de todos los seres humanos ante Dios

• La liturgia nos reúne alrededor de la obra redentora de Cristo y nos capacita, a todos por igual, según la acción del Espíritu en cada uno/a, para vivir en el mundo al servicio del Reino de Dios y así dar testimonio de su presencia renovadora

Letra 260, 26 de febrero de 2011



BAUTISMO, SACERDOCIO UNIVERSAL Y MINISTERIO ORDENADO: IMPULSOS PARA LA REFLEXIÓN (III)
Martin Junge

Del dicho al hecho… ¿cuánto hay de trecho?
Quisiera ahora volver a lo que fue el inicio de mi presentación, donde me refería al valioso impulso que significó el comentario de mi hermano sacerdote en Santiago de Chile. Hemos dado un recorrido para en primer lugar releer lo que Lutero efectivamente dijo con respecto al Sacerdocio Universal de todos los y las Creyentes. Luego analizamos el contenido de esta doctrina, el lugar desde el cual surge y los complementos que fue adquiriendo con el tiempo. Sin lugar a dudas quedó en evidencia su fuerza: toda persona, por fuerza del bautismo, es integrada al ministerio único de la iglesia que es anunciar y vivir la sorprendente gracia de Dios y la proximidad de su Reino en su contexto específico. A la vez, quedó en evidencia la diferenciación de esta doctrina, incluso la complejidad que resulta del hecho que Lutero no renuncia a la noción del ministerio ordenado y el origen divino de su autoridad. Por el contrario, Lutero suma esta noción a la doctrina del sacerdocio universal y coloca ambos términos en una poderosa relación dialéctica.
¿Cómo viven las iglesias luteranas miembros de la Federación Luterana Mundial esta tensión dialéctica? ¿Cómo le dan expresión a ambas realidades, al sacerdocio universal y al ministerio ordenado? ¿Cómo interactúan?
Sería un acto de imperdonable soberbia si me arrogara el derecho a describir estas realidades, que desde mi limitada perspectiva son muy diversas, dependientes de los contextos en los que las iglesias se ubican, y de los procesos eclesiales vividos.
Pero en vez de describir estas realidades, creo estar en condiciones de concluir mi presentación con algunas observaciones y preguntas que me surgen tanto desde mi propio proceso como pastor de mi iglesia en Chile, como desde mi tarea actual como Secretario para América Latina y El Caribe de la FLM. En innumerables contactos, visitas, diálogos, lectura de documentos, planes y proyectos van surgiendo algunos ejes comunes, se van articulando desafíos y proyecciones y vienen surgiendo preguntas e interrogantes, que en la actualidad formularía así:

a)   El bautismo, ¿ordenación al sacerdocio universal? Percibo una observación e inquietud en algunos/as, que tanto los formularios de liturgia, los textos utilizados para la predicación, y la misma predicación en la celebración del bautismo siguen enfatizando grandemente en este sacramento como un acto de remisión del pecado, medianamente como un acto de incorporación al cuerpo de Cristo, y muy marginalmente como un acto de ordenación al sacerdocio que compartimos todos los y las creyentes. Aparentemente, el Bautismo no estaría teniendo esta dimensión de empoderamiento y vocación para hacer parte de la misión de Dios, como evidentemente Lutero todavía lo interpretaba.
b)  La misión  —¡asunto de pastores! He oído del diagnóstico que hacen algunas iglesias del problema que significa el hecho que la delegación de la función de la prédica y administración de sacramentos en la persona del pastor o pastora ha significado en la práctica la abdicación total de cualquier responsabilidad en la misión de Dios por parte de las personas bautizadas. Esto es particularmente el caso en aquellas iglesias donde la membresía no le atribuye una dimensión misionera a la iglesia. En su concepto, la misión de la iglesia sería la de responder a las demandas de sus miembros por determinados servicios religiosos. Su razón de ser no sería la participación en la misión de Dios. Por consiguiente, el sacerdocio universal y el ministerio ordenado se interpretarían desde este concepto, que implica una marcada pasividad.
c)  El “salvavidas” del sacerdocio universal. Es perceptible una cierta tendencia en las iglesias a rescatar al sacerdocio universal y apelar a que sus miembros lo asuman como una estrategia de respuesta a las apremiantes necesidades de cobertura pastoral, muchas veces surgidas por los problemas económicos que viven las iglesias. El empoderamiento y la capacitación de laicos apuntaría en estos casos a reemplazar o sustituir la función del ministerio ordenado en la iglesia.
d)  ¡Socorro, tenemos un pastor! Algunas iglesias se han visto, o se ven enfrentadas a un significativo problema cuando —luego de enormes esfuerzos— han logrado formar a un pastor/una pastora y él/ella solicita ordenación al ministerio o instalación en una comunidad. He aprendido que este problema tiene al menos dos vertientes: las implicaciones económicas que derivan de la ordenación, y un cierto temor a que una instalación en comunidades hasta entonces sin pastor/pastora podría descontinuar procesos de empoderamiento y de participación comunitaria. Con respecto al primer “problema”, me ha surgido la pregunta si es siempre razonable el equilibrio entre número de miembros de una comunidad y la asignación de una plaza pastoral. Con respecto al segundo, me pregunto si la formación pastoral (¿o vicariato?) está dando herramientas a los pastores y pastoras para ejercer un liderazgo lo suficientemente participativo, horizontal y cauteloso que ofrezca espacio a los dones y talentos existentes localmente y proyecte su crecimiento.
e)  La iglesia de “la mano pegajosa”. Es común en muchas iglesias un fuerte reclamo de personas laicas comprometidas con la misión de la iglesia en el sentido que la iglesia los absorbería demasiado en un torbellino de cada vez más responsabilidades y tareas, llevando muchas veces a estos líderes y lideresas al total agotamiento, frustración e incluso colapso.
f)   La iglesia / comunidad como pertenencia. He escuchado también en algunas iglesias la constatación del caso inverso, en el sentido que personas en posiciones de liderazgo, laico o pastoral, muchas veces entran en una espiral de desarrollar un sentido de propiedad sobre el cargo, la comunidad o la iglesia nacional, que finalmente no permite la emergencia y la participación de nuevo liderazgo. Mientras algunas iglesias aparentemente tendrían el problema de conseguir líderes que asuman responsabilidad, hay otras que aparentemente perciben el problema de no lograr una sana alternancia y dinámica en sus funciones de liderazgo.
g)  “El gran problema es que no tenemos líderes”. Esta es una observación más bien personal: en varias oportunidades he escuchado la queja por una falta de personas capaces o dispuestas a asumir liderazgo en la iglesia. A veces, este lamento lo he escuchado en mesas de trabajo rodeada de personas, laicas y pastores/as, con una tremenda vocación de trabajo y amor por la iglesia. Esta discrepancia me ha llevado a la pregunta: ¿Cuál es el problema de aquellas iglesias: no tener líderes, o no ver a sus líderes? En consecuencia, ¿cuáles serían los procesos y estrategias de identificación de líderes? ¿Tienen nuestras iglesias un catastro de habilidades (carismas) y uno de necesidades para la misión?
h)  El desafío de la capacitación continua. Percibo, por ejemplo a través de proyectos enviados a la FLM, que varias de las iglesias en la región están luchando con el problema de aportar en forma periódica y continua insumos relevantes para la labor de sus líderes, tanto pastores como laicos. De la misma manera, muchas iglesias están bregando con la pregunta acerca de las estrategias de reciclaje y de regeneración para sus cuadros de liderazgo. Esta dificultad se traduce en un fuerte desgaste de los y las líderes y en ofertas repetitivas que terminan desgastando y degradando a las comunidades y grupos.
i)    El “pastorcentrismo”, ¿dónde se origina? Hay iglesias en nuestro medio que están descubriendo que el “pastorcentrismo” o la “pastor/a—dependencia” no se origina (exclusivamente) en una supuesta actitud de comodidad o desidia por parte de la comunidad, sino también a partir del modo como pastores y pastoras ejercen su papel en la comunidad. Similar a los procesos en la temática de género, donde estrategias de empoderamiento de mujeres prontamente tocan techo si no van acompañadas de estrategias de discernimiento sobre nuevos modelos (con conciencia de genero) para los hombres, estas iglesias están buscando aquellos modelos para el ministerio pastoral que sean capaces de relacionarse e interactuar con el fenómeno de una membresía más consciente de su lugar y rol, y más empoderada para ejercerlo.

Quiero llegar al final de mi presentación. Estoy consciente de que algunas de estas constataciones, observaciones y preguntas finales son bastante duras. Tocan fibras muy íntimas de las personas y su vocación. Muchos líderes de nuestras iglesias en América Latina han hecho de la iglesia su proyecto vital. Todo ha sido para la iglesia, todo lo han dado para la iglesia. ¡Venga ahora alguien a levantar preguntas que pudieran interpretarse como que su entrega estaría en entredicho, o que aquello que se estuvo haciendo por décadas con el mayor de los amores y dedicación, quizás es hoy la raíz de algunos de los problemas que la iglesia enfrenta para su futuro! Hay aquí una dimensión personal que es necesario incorporar al discernimiento sobre la expresión real del sacerdocio universal y del ministerio ordenado en nuestras iglesias. Es herencia común a la iglesia cristiana que ella busca la dignidad de las personas y el respeto a ellas.
Está claro también —esto quedó de manifiesto desde el inicio de esta presentación— que una de las líneas de fondo de la temática que he intentado abordar aquí es el tema del poder en
la iglesia. Para Lutero, la pregunta de fondo que buscó responder es de dónde viene el poder del ministerio, quién lo controla, quien lo concede y cómo se ejerce en la comunidad eclesial. Mi referencia final a un paralelismo que existe entre la definición de la relación entre sacerdocio universal y ministerio ordenado, y las relaciones de género, viene a dar continuidad a esta perspectiva que abre Lutero. Pues es sabido que las relaciones de género son, en última instancia, una pregunta acerca de las formas cómo hombres y mujeres comparten el poder. En este sentido, me parece que sería ingenuo un abordaje exclusivamente teológico de las preguntas que surgen con respecto a la relación, interacción y complementariedad entre el sacerdocio universal y el ministerio ordenado. La teología aporta una matriz ineludible. Pero me parece que ella debe ser puesta en diálogo con otros saberes, por ejemplo de la sociología, de la sicología social, sociología de la religión y mismo de la psicología.
Al colocar todo este diálogo necesario, pero seguramente difícil a ratos, en su contexto misiológico —¡la pregunta última es cómo mejor nos organizamos para ser fieles partícipes en la misión a la cual Dios nos incorpora a través del bautismo!— habremos conseguido un direcciona-miento que nos permite un abordaje respetuoso y constructivo al discernimiento que nos convoca.
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ORGANIZAN FORO SOBRE DEMOCRACIA DIRIGIDO A EVANGÉLICOS
Milenio Diario, 23 de febrero

Evangélicos aliados del PAN y la Organización Demócrata Cristiana de América organizarán este viernes un foro sobre democracia dirigido a los integrantes de iglesias evangélicas.
Uno de los organizadores del Foro “Participación Política de la Iglesia Cristiana Reformada”, el evangélico Carlos Cebreros, aseguró que “ni PRI ni PRD abanderan los principios de la doctrina cristiana”. Con el PAN se da una cercanía con los evangélicos porque tiene en sus bases la doctrina social cristiana.
Carlos Cebreros de la Red de Ministerios para las Familias en el Mundo, en entrevista con Milenio, señaló que el foro se realiza ante la necesidad de crear conciencia entre los evangélicos de que deben ser más activos políticamente.
En la actualidad, consideró un amplio sector de los evangélicos se encuentran confundidos en las esferas política, social y educativa, por falta de preparación. Carlos Cebreros, quien participó en la mesa de consulta con las iglesias en el inicio de sexenio del ex presidente Vicente Fox, aclaró que no se busca inducir el voto de los evangélicos.
Se pretende, agregó que los evangélicos tengan una mayor participación política y conozcan quienes hablan con la verdad. El foro se realizará este viernes en un hotel de Reforma y los ponentes serán el senador panista Jorge Ocejo Moreno, los extranjeros Roy Clouser, Jim Skillen y Manuel Gómez Granados, quien fue presidente del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC); y los mexicanos Adolfo García de la Sienra y Rodrigo Iván Cortés.
Y los temas a tratar son “Fundamentos para una política cristiana” “La doctrina social Cristiana, y la participación política “ “justicia Pública” y “Democracia Cristiana en América Latina”
Durante éste Adolfo García de la Sienra expondrá el tema de la iglesia cristiana reformada que tiene como propuesta que los evangélicos pueden ser operadores en todos los partidos y no se tienen porque estar fijando en lo que realiza la iglesia católica.

Actividades


¡LOS ESPERAMOS A TODOS/AS EN LA MESA REDONDA SOBRE SACERDOCIO UNIVERSAL Y GÉNERO A LAS 17.30 HRS.! PARTICIPAN: KARINA GARCÍA CARMONA (LUTERANA), AMPARO LERÍN CRUZ (PRESBITERIANA) Y DEYSSY JAEL DE LA LUZ GARCÍA (PENTECOSTAL)

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 28 de febrero, 19 hrs.
Reinado y muerte de Roboam (I Reyes 14.21-31)
Modera: Hno. David Ábrego

EL REINADO DE ROBOAM
I REYES 14.21-31


Roboam, el hijo de Salomón, fue el rey de Judá. Tenía cuarenta y un años cuando comenzó a gobernar. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró diecisiete años. Jerusalén fue el lugar que Dios había elegido para que lo adoraran. La madre de Roboam era amonita, y se llamaba Naamá.
Los habitantes de Judá desobedecieron a Dios y pecaron mucho más que sus antepasados, y esto hizo enojar mucho a Dios. Construyeron pequeños templos, hicieron monumentos con piedra y madera en honor de la diosa Astarté, y los colocaron no sólo en lo alto de las colinas, sino también bajo los árboles grandes. Además, permitieron que se practicara la prostitución en esos lugares, y así siguieron las costumbres despreciables de las naciones que no obedecían a Dios y que él había expulsado del territorio israelita.
Cuando Roboam empezó su quinto año de reinado, Sisac, rey de Egipto, atacó a Jerusalén. Se llevó los tesoros del templo y del palacio, incluyendo los escudos de oro que había hecho Salomón. Luego Roboam hizo escudos de bronce en lugar de los de oro, y los puso al cuidado de los oficiales que vigilaban la entrada de su palacio. Cada vez que el rey iba al templo, los vigilantes llevaban los escudos. Cuando regresaban, los ponían de nuevo en el cuartel.
Todo lo que Roboam hizo está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá. Este rey y Jeroboam siempre estuvieron en guerra.
La madre de Roboam se llamaba Naamá y era amonita. Cuando Roboam murió, lo enterraron en la Ciudad de David, en la tumba de sus antepasados. Su hijo Abiam reinó en su lugar.

Traducción en Lenguaje Actual
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

MARZO: JESÚS PREPARA SU ENTREGA A LA HUMANIDAD

4 – Santa Cena/ Reunión de Consistorio/ Antología de Acción social
9-11 –Visita a las misiones
11 – Taller de Acción social

El sacerdocio en el mundo al servicio del Reino de Dios, L. Cervantes-O.

26 de febrero, 2012



Por eso, también nosotros debemos salir junto con Jesús, y compartir con él la vergüenza que le hicieron pasar al clavarlo en una cruz. Porque en este mundo no tenemos una ciudad que dure para siempre, sino que vamos al encuentro de la ciudad que está por venir.
Hebreos 13.13-14, Traducción en Lenguaje Actual



El capítulo final de la carta a los Hebreos, documento teológico que demuestra la renovación total de la religiosidad y el contacto con lo sagrado en el mundo, dominada por la superación de los actos externos de culto, promueve una simbólica y efectiva “salida al mundo” para acompañar a Jesucristo y compartir con él la experiencia de ser rechazado, denostado y, finalmente, asesinado (13.13-14). Naturalmente, este esquema no tiene por qué repetirse en la vida de todos/as los creyentes sino más bien es una referencia bien clara acerca de su actuación en el mundo, como sacerdotes y sacerdotisas, al servicio del Reino de Dios. Porque al ir más allá del modelo sacerdotal antiguo, limitado a unas cuantas personas, este documento propone que al abrir el horizonte del sacerdocio a todos los integrantes del pueblo de Dios ninguno puede quedar excluido de la responsabilidad de hacer presente esa realidad mayor en medio de la conflictividad social en todos sus órdenes. Y aunque la práctica misma del “sacerdocio universal” tuvo sus problemas desde la época del Nuevo Testamento cuando incluso las comunidades de tradición paulina se dejaron llevar más por estructuras congregacionales jerárquicas en vez de carismáticas, al contrario de lo sugerido por el apóstol Pablo en Ro 12 y I Co 12, en donde no manifiesta interés en los oficios sino en las funciones.[1]
Ciertamente, buena parte del documento a los Hebreos tiene un trasfondo cultual o litúrgico, pero al plantear conclusiones prácticas para la vida comunitaria se refiere a situaciones de la vida cotidiana en las que es posible responder a la exigencia de practicar el “sacerdocio universal”. La exhortación central, “permanezca el amor fraternal” (v. 1) preside el resto de las exhortaciones relativas a la hospitalidad (v. 2) la visita a los presos (v. 3), la vida matrimonial (v. 4), la frugalidad basada en la confianza en el cuidado de Dios (v. 5) y la atención a los líderes (v. 7). Inmediatamente después sigue una afirmación cristológica sobre la inmutabilidad del Redentor (v. 8), y a partir de ella se vuelve a afirmar la superioridad de su obra para proscribir definitivamente las reglas alimenticias rituales (v. 9). El trasfondo litúrgico reaparece y desde esa visión antigua se afirma que Jesús no ejerció el sacerdocio en el “adentro” de la seguridad sacramental sino en el “afuera” de la crisis y acechado por el odio (v. 12). Ésa es la base cristológica del sacerdocio en medio del mundo para todos los creyentes.
Al estudiar las consecuencias éticas de la Reforma Protestante, el sociólogo Max Weber denominó a esta nueva forma de actuar desde la fe, “ascetismo laico” o “intramundano”, y también habló con toda claridad de la tensión y discontinuidad entre el carisma y la institucionalización del ejercicio religioso en el mundo. “Tú crees que has escapado al claustro: pero desde ahora serás un monje durante toda tu vida” (Sebastián Franck) es una frase lapidaria y exacta porque describe “lo propio de la Reforma” en la transformación de la mentalidad religiosa.[2] Francisco Gil Villegas, en sus notas críticas a La ética protestante y el espíritu del capitalismo cita a Weber (“Introducción a la ética económica de las religiones universales”) y explica cuidadosamente la diferencia entre el “ascetismo” calvinista y otras formas religiosas: el ascetismo calvinista es una práctica encaminada a conseguir “mayor gloria para Dios” en las acciones cotidianas y que es un “racionalismo de dominio del mundo, por oposición al racionalismo de otras religiones universales, como el de la fuga del mundo […] de la India, o el racionalismo de adaptación pragmática del mundo […] del confucianismo en China, o el racionalismo de conquista del mundo en el Islam”.[3]
Weber habla directamente de cómo el profesionalismo puritano es digno de imitación y de cómo transformó la visión de la vida y el trabajo:

El puritano quiso ser un hombre profesional, nosotros tenemos que serlo también; pues desde el momento en que el ascetismo abandonó las celdas monásticas para instalarse en la vida profesional y dominar la eticidad intramundana, contribuyó en lo que pudo a construir el grandioso cosmos de orden económico moderno que, vinculado a las condiciones técnicas y económicas de la producción mecánico-maquinista, determina hoy con fuerza irresistible el estilo vital de cuantos individuos nacen en él (no sólo de los que en él participan activamente), y de seguro lo seguirá determinando durante muchísimo tiempo más.[4]

Estas palabras, que parecen una celebración del sistema capitalista, deben ser leídas más bien como una constatación de la manera en que una sólida lectura de los textos del Nuevo Testamento sobre la responsabilidad humana de transformar el mundo y conformarlo cada vez más con el Reino de Dios fue capaz de movilizar a las personas para afrontar los cambios que la modernidad exigía. Es verdad que la tutela religiosa del mundo disminuyó (secularización), pero la propia religiosidad ganó independencia para un ejercicio más desafiante en un mundo distinto y más libre, lo cual no disminuye ni un ápice el reto de hacer visible el poder del Evangelio en todas las esferas de la vida humana. Por ello: “El ascetismo se propuso transformar el mundo y quiso realizarse en el mundo; no es extraño, pues, que las riquezas de este mundo alcanzasen un poder creciente y, en último término, irresistible sobre los hombres como nunca se había conocido en la historia. La jaula ha quedado vacía de espíritu, quién sabe si definitivamente”.[5]
He ahí, entonces, la percepción de un sacerdocio comprometido y puesto al servicio del reino de Dios en el mundo y no fuera de él, es decir, de un sacerdocio universal, pleno y efectivo, útil para la Iglesia, claro, pero sobre todo para la sociedad siempre en camino hacia ese Reino venidero anunciado y vivido por Jesús de Nazaret.



[1] C.K. Barrett, Church, Ministry and Sacraments in the New Testament. Grand Rapids, Eerdmans, 1985, p. 32, cit. por R.A. Muthiah, The priesthood of all believers in the twenty-first century. Living faithfully as the whole people of God in a postmodern context. Eugene, Oregon, Pickwick, 2009, p. 13. Este libro es una discusión amplia de los desafíos planteados por las formas asociativas marcadas por la posmodernidad a la praxis del sacerdocio universal.
[2] M. Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Ed. crítica de Francisco Gil Villegas. México, Fondo de Cultura Económica, 2003, p. 457.
[3] F. Gil Villegas, “Notas críticas”, en M. Weber, op. cit., p. 348.
[4] M. Weber, op. cit., p. 286.
[5] Idem.

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

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