Nueva Biblia
Latinoamericana de Hoy
Entonces se acercó a
Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y postrándose ante Él, Le
pidió algo. Jesús le preguntó: “¿Qué deseas?”. Ella le dijo: “Ordena que en Tu
reino estos dos hijos míos se sienten uno a Tu derecha y el otro a Tu
izquierda.” Pero Jesús dijo: “No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que
Yo voy a beber?” Ellos respondieron: “Podemos.” Él les dijo: “Mi copa
ciertamente beberán, pero el sentarse a Mi derecha y a Mi izquierda no es Mío
el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado por Mi Padre”.
Al oír esto, los otros diez se indignaron
contra los dos hermanos. Pero Jesús, llamándolos junto a Él, dijo: “Ustedes
saben que los gobernantes de los Gentiles se enseñorean de ellos, y que los
grandes ejercen autoridad sobre ellos. No ha de ser así entre ustedes, sino que
el que entre ustedes quiera llegar a ser grande, será su servidor, y el que
entre ustedes quiera ser el primero, será su siervo; así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir
y para dar Su vida en rescate por muchos”.
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