OREMOS POR LOS
PLANES Y LAS PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE LA IGLESIA
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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 20 de mayo, 19 hrs.
Modera: Oswaldo Aguilar A.
Llamamiento: Miqueas
2.12-13
Oración de ofrecimiento
Himnos: “Grande es tu
fidelidad” (50)
“Doquiera
tu nombre grandioso resuene” (70)
Momentos de oración
Lectura
bíblica: Ezequiel
3.16-27
Tema:
Actos simbólicos proféticos
Himno:
“Yo quiero ser cual mi Jesús” (534)
Ofertorio
Bendición pastoral
LOS ACTOS SIMBÓLICOS (II)
Louis Monloubou
Estos gestos son más
abundantes aún en Jeremías: el cinturón llevado al Éufrates (13.1-11); su
celibato y su negativa a participar del luto y de las fiestas de su ambiente
(16); el cántaro roto (19); el nombre maléfico que le da a un adversario
condenado (20.3); el yugo que se pone en la cerviz como signo de una esclavitud
muy próxima (27); el mismo yugo roto por Ananías que intenta anunciar el
fracaso de Nabucodonosor (28, las.); la compra de un terreno para señalar los
tiempos en que el país volverá a la vida normal (32); finalmente, la
construcción de un estrado para el trono de Nabucodonosor, futuro conquistador
de Egipto (43.8-10), así como el libro tirado al Éufrates como signo de la
próxima aniquilación de Babilonia (51.59-64).
También son abundantes
los actos simbólicos realizados por Ezequiel, aunque su desarrollo resulta
quizás confuso; una confusión que se debe unas veces al temperamento del
profeta, cuya oscuridad manifiesta irritaba a los que le rodeaban (24.19), Y
otras veces a las diversas modificaciones introducidas en el texto por los
sucesivos editores.
Ezequiel se encierra en
su casa, se vuelve mudo y es atado con sogas (3.24-27). Imita así el asedio de
la ciudad (4.1-3a); indefinidamente reclinado sobre un lado y luego sobre otro,
representa el estado de postración en que caerán los dos reinos (4.4-17). Con
la barba y los cabellos cortados, sugiere el destino trágico del pueblo (5.1-3).
Cargándose con un saco de emigrante, anuncia la marcha al destierro de los
habitantes de Jerusalén que todavía seguían allí (12.1-16). Ezequiel se
alimenta con una comida despreciable, señal de la suerte que conocerán los
desterrados (12.17-20). Representa o imagina al rey de Babilonia decidiéndose a
marchar contra Jerusalén (21.23-25). Cuando muere de repente su esposa, se
niega a llevarle luto para señalar la desgracia todavía mayor que va a ocurrir
(24.15-27). En fin, uniendo en su mano dos varas que representan
respectivamente a Judá y a José (los dos reinos del sur y del norte), mima la
unificación futura de los dos grupos rivales (37. 15-28). Como último ejemplo
de los gestos simbólicos realizados por los profetas del Antiguo Testamento,
Zacarías entrega una corona a Josué, el sumo sacerdote (Zac 6.9-11).
La tradición de los
gestos, espectaculares a veces y siempre significativos, continúa con el Nuevo
Testamento.
Los profetas del Antiguo
Testamento, p. 28
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
25 – 3er Taller Bíblico: El Éxodo, reserva permanente de sentido
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