sábado, 27 de septiembre de 2014

Actividades

PIDAMOS AL SEÑOR POR LAS ACTIVIDADES DE OCTUBRE. QUE ÉL LAS DIRIJA EN SUS PROPÓSITOS ESPECÍFICOS.

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 30 de septiembre, 19 hrs.
Modera: D.I. Laura Cabrera B.

Llamamiento: Amós 8.9-14
Oración de ofrecimiento
Himnos: “El fruto del Espíritu” (265)
                “Eres mi protector” (322)
Momentos de oración
Lectura bíblica: Isaías 65.16-25
Tema:: El final de los días
Himno: “Guarda el contacto” (523, 1ª y 4ª)
Ofertorio
Bendición pastoral

“EL FINAL DE LOS DÍAS”
Louis Monloubou

Al mismo tiempo que se universaliza el día de Yavé de una forma muy discreta, la transformación que significa, que tiene que realizar, aparece cada vez más radical, hasta el punto de que no puede tratarse ya de un día como todos los demás, sino de un día especial. “El final de los días”, dicen el texto yavista (Nm 24.14), el Deuteronomio (4.30), Isaías (2.2), Jeremías (23.20), Ezequiel (38.16), etc. Se trata de una expresión ambigua; hablando del final de una época, puede hacer pensar que la época siguiente será una novedad radical; puede llevar también a la idea de una historia que sea meramente distinta. La descripción de ese día decisivo o último puede aportar algunas precisiones. En el texto de Sofonías: “Ese día será un día de cólera...” (Sof 1.14-18), la humanidad se ve comprometida con el cosmos entero en la gran revolución de la historia. ¿Qué es lo que significa esta ampliación repentina de las perspectivas?

La verdad es que este carácter repentino que nos sorprende parece más aparente que real; la fe en Dios señor del cosmos conduce fácilmente a empalmar las energías cósmicas con el gran juego de la historia. Uno de los textos más antiguos de la biblia muestra a las estrellas participando en la batalla de Tanac (Jue 5.20).

Además, la intervención del cosmos es, al menos en parte, un cliché literario que tiende a expresar la importancia de los acontecimientos que Israel se ve obligado a tolerar. Cada vez más, el juego de la historia parece ser, no ya el crecimiento o la reducción del estado, sino su permanencia pura y simple. El tema del combate final, inaugurado por Ezequiel, que le da proporciones gigantescas (38-39), y recogido por los apocalípticos (Ap 20, 7-10; 2 Tes 2, 3-10; etc.), señala de otra manera el mismo riesgo que corre Israel. Si está en discusión la existencia misma del pueblo de Dios, ¿cómo no va a sentirse afectado el cosmos en sus mismas profundidades? […]
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

Octubre: La práctica de la oración en la tradición reformada


5 – Santa Cena/ Reunión de Consistorio

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