2 Entréguense
a la oración con espíritu vigilante y corazón agradecido. 3 Y
rueguen también a Dios por nosotros para que nos facilite la tarea de anunciar
el plan de Dios realizado en Cristo, por el cual me encuentro ahora encarcelado,
4 y que tengo que dar a conocer convenientemente. 5
Pórtense sabiamente con los no cristianos y aprovechen el momento presente. 6
En sus conversaciones sean siempre amenos y simpáticos dando a cada uno la
respuesta oportuna. […]
15 Saludos a los
hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia que se reúne en su casa. 16
Cuando hayan leído esta carta, procuren que sea leída también en la iglesia de
Laodicea; y, en cuanto a ustedes, lean también la que les llegue de Laodicea. 17
Díganle a Arquipo que desempeñe con esmero el ministerio que el Señor le ha
encomendado.
18 Este saludo final es
de mi puño y letra: Pablo. No olviden que estoy preso. Que la gracia de Dios
esté con ustedes.
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