EL NOMBRE EN DONDE NACEN LOS MUNDOS
Rubem Alves
El Padrenuestro. Meditaciones. Bogotá, San Pablo, 2007, pp. 53-54.
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ios mío: nombre, grabado en
nuestro pecho,
¡Qué hermosos e infinitos son tus nombres!
A ti se te invoca siempre por el nombre de nuestro más intenso deseo…
Si las plantas pudiesen orar, te invocarían con las imágenes de sus más
bellas flores y dirían que tienes el más delicado de los perfumes…
Para las mariposas, tú serías una mariposa, la más preciosa de todas,
con los colores más brillantes y tu universo sería un jardín…
Los que están con frío te llaman sol…
Los que habitan en los desiertos dicen que tu nombre es fuente-de-aguas-frescas…
Los huérfanos dicen que posees el rostro de una madre, y los
pobres te invocan como pan y esperanza…
Dios, nombre de nuestros deseos…
Sueño.
Poema.
Tu nombre es único para cada persona, porque dentro de cada uno vive un
secreto. Un misterio. Son tantos tus nombres cuantas son las esperanzas y los
deseos…
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PENTECOSTÉS DE AYER Y DE HOY
Aníbal Sicardi
https://ecupres.wordpress.com/2016/05/23/el-pentecostes-de-ayer-y-de-hoy/
Mediante una
espectacular escena televisiva el libro de Los Hechos narra lo acontecido en el
Día de Pentecostés a 50 días de la Resurrección de Cristo. El lugar geográfico,
Jerusalén. La ocasión, la agrícola fiesta de las siete semanas (Ex 34.22).
El itinerario de Pentecostés no recibe menciones en el siglo I. A fines del
siglo II y principios del III lo citan Ireneo, Tertuliano y Orígenes para
adoctrinar sobre el Espíritu Santo. Recién en el siglo IV se encuentran
referencias en iglesias de Constantinopla, Roma y Milán Todas se centran en el
rol del Espíritu Santo y su relación con el Hijo y el Padre y otras
derivaciones. Pentecostés avanza y gana la medalla de ser una fecha litúrgica.
Triunfa sobre la Ascensión, que en un tiempo se festejaban juntas.
En ese proceso
institucionalizado, Pentecostés huyó del relato de Lucas como esas cosas que
van despareciendo sin despedirse y un buen día percibimos que ya no están.
Quedó el aroma… con demasiado olor a incienso. El imperativo litúrgico Veni, Sancte Spiritus inhuma el apasionante testimonio de Pedro.
Predicaciones explicativas del discurso petrino sepultan la pasión y entusiasmo
del orador de barricada transformándolo en una prédica estilizada, ordenada,
racional pero ausente del calor de vida y del poder movilizador en los
escuchas.
Es que Pedro habla
de hechos conocidos, de lo que había pasado pocos días antes en esa misma
ciudad. Desafía releer el pasado. No se queda con la teología oficial. Hurga en
esos queridos antiguos textos para descubrir el movimiento de Dios preparando
un nuevo tiempo. Fisga, pesca en su propia historia. Demuestra que parlamentaban
de ese kairós que se cumple en aquel que mataron en una cruz.
Al hablar con claridad
—al pan, pan, y al vino, vino— el venido orador aclara que no están borrachos,
que no dicen pavadas. Desde allí taladra la profundidad de los oyentes
produciendo el interrogante sobre lo que hicieron y hacen y como se puede
corregir el hábito de tirar la flecha errando el blanco de sus vidas.
Surge la cuestión
clave. “¿Y ahora qué hacemos?” Pregunta dirigida a la nueva comunidad, la de
Jesús, descartando a los eclesiásticos oficiales de aquel tiempo. Los oídos
escuchan lo que hay que escuchar y la mirada cambia de centro. Se dirige hacia
aquellos y aquellas que hablan de tal manera que ellos entienden porque
articulan palabras que son verdades y resucitan las esperanzas depositadas en
sus corazones.
El silencio de las
iglesias sobre lo que ocurre actualmente anticipa que sus declaraciones serán
compuestas por palabras acordes a la liturgia del Pentecostés eclesiástico,
lejos del texto de Hechos. Repetirán documentos inocuos como el del Consejo
Mundial de Iglesias que se preocupa por colocar tres veces la expresión “Dios
trino” y siembra de generalizaciones abstractas a la problemática actual. No
hinca los dientes en la realidad.
Desde una ciudad
europea —Ginebra— elude reseñar la deshumanización de Europa tanto en lo
acaecido con los refugiados y refugiadas como en la instalación de un régimen
creador de pobreza y desigualdades. ¿Surgirá alguna Iglesia Latinoamericana que
describa el avance ideológico que avasalla soberanías y elimina gobiernos
legítimos que apuestan a mejorar a los menos favorecidos?
A estas alturas es
improbable que Pentecostés impulse a alguna iglesia argentina a referirse al
impúdico atropello de despidos y avasallamiento de la población que acontece en
nuestro país. Atrampadas en su autocensura no registrarán que el gobierno
actual es una continuación de la Dictadura Cívico Militar del 76. Justificarán
su silencio con excusas que serán el umbral de la morada donde reside la
infidelidad y la falta de valentía.
Tampoco tomarán
posición sobe el pasado. Soterrarán la Década Infame del 30, la Revolución
Libertadora del 55 con sus fusilamentos y masacre del bombardeo de Plaza de
Mayo. Ignorarán la caída de Arturo Illía. La persecución a la universidad de
Juan Carlos Onganía. La tragedia de la Triple A. Los desaparecidos y
desaparecidas. El golpe a Raúl Alfonsín. Eventos que se encuentran en el seno
ideológico del actual gobierno.
Si en este
Pentecostés las iglesias no quieren seguir como estampitas de museo deberán
tomar registro del relato de Lucas, del Pedro que habla con claridad del presente
y del pasado y ser parte activa en la construcción de un país donde, como
aquella primera comunidad pentecostaliana, “a cada uno le daban lo que
necesitaba” (Hechos 2:44-47). Si eso no ocurre Dios levantará de las piedras a
quienes hablen su palabra.
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ESTADO LAICO Y HOMOFOBIA ECLESIAL
José Antonio Crespo
El Universal, 23 de mayo de 2016
Enrique Peña Nieto
decidió hacer valer el Estado laico frente a la homofobia, de origen cristiano,
que prevalece en amplísimos sectores de la sociedad (¿virreinal?) mexicana. Y
es fortalecer el Estado laico, pues éste debe legislar al margen de credos y
dogmas religiosos. Propuso dos iniciativas que protegen y equiparan los
derechos de la comunidad lésbico-gay en todo el país, con los del resto de
mexicanos. Eso, contrariamente a lo que hizo Felipe Calderón, quien impugnó la
legislación que en ese sentido se aprobó en la Ciudad de México. En efecto, con
los gobiernos del PAN se hizo más borroso el Estado laico. Baste recordar el
gran crucifijo tras la toma de posesión de Vicente Fox como presidente.
Es cierto que en
los últimos años el PRI también desdibujó su origen liberal y laico, y se sumó
al PAN en numerosos estados para dar marcha atrás u obstruir varias reformas
relativas a libertades de conciencia. Pero Peña, por las razones que sean,
decidió recuperar ese valor del priísmo histórico (uno de los pocos rescatables
del viejo nacionalismo revolucionario). Veremos qué posiciones toman los distintos
partidos en el Congreso. El PRD ha sido el principal impulsor de los derechos
de la comunidad lésbico-gay (con Marcelo Ebrard). Pero he aquí que Morena (que
más parece una secta religiosa que un partido) se equipara en tales temas nada
menos que al PAN; podría decirse que ambos partidos son lo mismo, sólo que unos
son “mochos” y otros “mojigatos”. Ha dicho AMLO que los derechos de la
comunidad gay “no son tan importantes”. Tiene razón; no lo son en términos
electorales, porque esa comunidad es pequeña frente a la gran cantidad de
electores homófobos que persisten en México. Actuar en favor de esa comunidad,
o siquiera pronunciarse por ella, le daría pocos votos, pudiendo perder, en
cambio, muchos de los que se oponen. El saldo sería negativo para lo que sí es
realmente importante; los votos, no los derechos de nadie.
En cuanto a la
Iglesia no sorprende su reacción, pues tras 150 años de Estado laico no acaba
de entender (y menos aceptar) lo que eso significa. Nadie le exige ofrecer el
santo matrimonio a parejas del mismo sexo, pero eso no implica que el Estado no
pueda y deba hacerlo, precisamente por estar encima de toda religión (que mantiene
pautas de discriminación inaceptables para un Estado democrático). De hecho, la
restricción y visión pecaminosa de la Iglesia no ha sido sólo sobre el
homosexualismo, sino en prácticamente toda sexualidad. Dijo Jesús (que era más liberal que Jehová en todos los
temas menos en éste): “Oísteis que fue dicho a los antiguos: ‘no adulterarás’.
Mas yo os digo que cualquiera que mire a una mujer con concupiscencia, ya
adulteró con ella en su corazón”. Admirar la belleza de una mujer y desearla
equivale a adulterar con ella. Mejor ni verlas. Peor aún, san Jerónimo (siglo
IV y V) decretaba: “Nada es tan sucio como tener sexo con tu esposa, de la
misma manera que lo sería con cualquier otra mujer”. Y por masturbarse [sic],
Onán fue aniquilado directamente por Jehová. No hay escapatoria (las hormonas
son diabólicas).
Para su fortuna, pocos cristianos toman en serio tales gazmoñerías,
pero en cambio no han evolucionado gran cosa respecto de otras formas de sexualidad
(incluida la homosexualidad). ¿Por qué en la práctica se han desechado algunas
restricciones sexuales (como la virginidad) y no otras? La intensidad con la
que las iglesias judías, cristianas y musulmanas difundieron la homofobia
penetró en las sociedades donde se instauraron, al grado de secularizarse (es
decir, se mantiene incluso entre no practicantes, no creyentes y ateos). Hasta
hace poco la homosexualidad era considerada una enfermedad; Peña enfatizó que
la verdadera patología (social) es la homofobia, causante de agresiones y
crímenes de odio, en lo cual México ocupa el segundo lugar (como si nos
faltaran). Una patología de la cual el cuerpo social en México está todavía
gangrenado. Estos y otros derechos y avances se han dado en las sociedades
occidentales, no gracias al clero, sino a pesar y en contra de él.
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RECHAZAN EVANGÉLICOS MATRIMONIO
IGUALITARIO
El Heraldo de
Chiapas, 26 de mayo
Esdras Alonso
González, apoderado legal de la Congregación "Alas de Águila-Ejército de
Dios" coincidió con la postura de la Iglesia católica de no aprobarse las
bodas del sexo igualitario, ya que aunque el Congreso de la Unión “dé luz verde”
a la iniciativa del presidente de la República, moralmente no será aceptada.
“Apoyo las posturas de los obispos católicos
que han opinado en contra de esto y no dudo que muchos protestantes lo hagan en
no estar de acuerdo... reconocerles sus derechos sí, pero que al rato que tenga
implicaciones de sanciones en contra de, ahí viene el problema”, mencionó.
Como
religioso, dijo, se une a la postura del obispo de la Diócesis de San
Cristóbal, Felipe Arizmendi Esquivel y de todos los religiosos que darán su
punto de vista, ya que -señaló- una sociedad como la nuestra, será difícil que
lo acepte; "en cuanto a México es un país más conservador católico y las
otras confesiones son minoría; los protestantes tampoco son minoría, ya hay
como 25 millones que también opinan".
“Al tener
un panorama de la situación en la República, que se aprueban cosas aun sin
tener el agrado de la mayoría, aun cuando realicen consultas acomodadas”,
abundó, será lamentable a futuro, pues tendrá repercusiones, "ya que las
confesiones religiosas que son casi nueve mil asociaciones religiosas (AR)
deben dar su opinión, porque el catolicismo con todos sus enlaces son como 14
AR de movimientos católicos, entonces la gran mayoría son de confesiones no
católicas, deben dar su opinión, aun cuando el presidente diga que tenga esa
facultad, la opinión es en contra".
Como evangélico
de los Altos y también en esta región étnica, insistió, no lo aceptarán "y
si se pasa, de por sí han pasado cosas que han alborotado, entonces lejos de
sumar a la estabilidad del país, de encontrar convergencia en los grupos, pues
este escenario es complejo", añadió.
Cuestionó
al gobierno federal: "¿Desde cuándo se ha preocupado de respetar
derechos?", cuando en esta región, lamentó, "se han pisoteado y
violentado los mismos". "Es una situación compleja, la opinión es en
contra en el sentido de no estar de acuerdo, y aunque legalmente sea correcto,
en lo moral o desde la perspectiva religiosa no es aceptable; entonces esa es
nuestra postura", reiteró.
Alonso
González preguntó: "¿Se trata de una política internacional apoyada por
grupos de fuera y (al presidente) no le queda de otra porque se ve vulnerable
ante los intereses de corporativos internacionales, y no esté escuchando la
opinión de su gremio, de su gente?".
"(Parejas
del mismo sexo) están adoptando niños y al rato estas políticas influyen en la
educación, en muchos sectores de la educación, y lejos de traer un remedio
crearán muchos males", acotó.
Aseveró
que sobre todo en esta región, la situación empeoraría porque se rigen por usos
y costumbres, "y si las mujeres no son tomadas en cuenta, menos crear
leyes que vengan a alborotar".
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