Rubem Alves
El Padrenuestro. Meditaciones. Bogotá, San Pablo, 2007.
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u nombre, grabado en nuestro pecho,
nos hace hablar a los campos y a las hierbas…
Supongo que ahora entiendo.
Tu nombre, oh Dios, es un inmenso misterio,
un vacío infinito, como los cielos…
Y cuando mi cuerpo lo pronuncia,
se transforma en un altar:
tu nombre,
lugar de mis deseos.
Por más que no logre saber lo que tengo que decir,
no importa,
tu nombre todo lo encierra.
Y de él brotan los objetos de mi nostalgia,
que perdí,
y los horizontes de mi esperanza,
expectativas de “reencuentros”.
Por eso, aunque me sienta solo,
no estoy solo.
Tu nombre es una canción que torna más bella la vida.
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Xabier Pikaza, La familia
en la Biblia. Una historia pendiente.
Estella, Verbo Divino, 2014.
Quiero estudiar las
diversas formas y el despliegue unitario de la familia en la Biblia, poniendo
de relieve la variedad y riqueza de sus perspectivas, que culminan y se abren
de forma sorprendente en el mensaje y en la vida de Jesús, según el Nuevo
Testamento. En esa línea me atrevo a destacar con el subtítulo que nos
encontramos ante una historia pendiente. El conjunto de los cristianos no hemos
comprendido y asumido todavía el mensaje y el proyecto de familia de la Biblia.
[…]
Entendida así y
leída en clave de familia, la Biblia aparece ante nosotros como un gran camino
y proyecto (promesa) de humanidad, que deleita y aprovecha, haciendo que
podamos avanzar con personajes sorprendentes, hombres y mujeres que nos
enriquecen e impulsan a vivir de formas nuevas y más hondas, superando el
riesgo de muerte que evocaban los dos textos citados (Dt 30.15-20 y Gn 2.17).
1. Antiguo Testamento: Israel, una familia
El Antiguo Testamento
es un documento y un recuerdo de las generaciones de Israel, desde el principio
(hacia el siglo XIII-XI a.C.) hasta su constitución como Pueblo del Libro
(hacia el siglo II a.C.); un texto fuerte, que no quiere mentir ni ocultar las
contradicciones de la vida, sino expresarlas con toda honradez, para mostrar
mejor lo que somos y aquello que podemos ser, abriendo así un camino de futuro
para la vida humana.
No es un texto
edificante en sentido moralista, pero nos ayuda a descubrir la hondura moral y
la tarea creadora de la familia, para edificarla sobre el fundamento de la
dignidad personal y social, fundada en el pacto de Dios con los hombres y en la
esperanza mesiánica, que es una promesa de familia; no es moralista, pero crea
e impulsa una intensa moral de humanidad (familia), de manera que podamos ser
lo que Dios en nosotros quiere que seamos.
No es un libro de
ley (aunque contiene muchas), sino testimonio de generaciones de hombres y
mujeres que han mirado y asumido con realismo su experiencia, no para ocultar o
engañar lo que son, sino para reconocer la riqueza y complejidad de su destino,
sin soluciones rápidas, ni evasiones espiritualistas o condenas morales, de
manera que la misma vida muestre y desvele su más honda dimensión de presencia
de Dios como familia y comunión humana.
En esa línea quiero
hablar de la “gran marcha” de los hijos de Dios desde los relatos patriarcales
hasta la restauración sacral del judaísmo, tras el exilio, con las soluciones
que propone y las vías que abre, a través de un proceso apasionante en el que
he destacado siete etapas o momentos, pidiendo al lector menos especializado
que empiece por el capítulo segundo, y deje la “creación” (capítulo 1) para el
final de la primera parte, el Antiguo Testamento.
1. Creación.
En el principio era la familia (Gn 1-11). La Biblia empieza con la creación del
hombre y la mujer, signo y principio de todas las familias posteriores. En el
principio de la humanidad se sitúa, según eso, la familia, en un tiempo en que
no había Iglesia, Estado, ejército, dinero ni mercado.
2. Patriarcado.
Las grandes matriarcas (Gn 12-50). La Biblia ha proyectado hacia el comienzo de
Israel algunas “sagas” o relatos patriarcales que reflejan una densa trama de
relaciones familiares: al comienzo de la historia bíblica emerge un panorama de
familias ejemplarmente complejas.
3. La familia en
la historia, una trama compleja. El desarrollo de la familia en la Biblia
se inscribe en un despliegue, que va desde el principio de Israel (Éxodo:
siglos XII-XI a.C.) a la restauración del judaísmo (siglos IV-III d.C.). Más
que un proceso directo encontramos una serie figuras y marchas familiares.
4. Ley de vida,
ley de familia. El Pentateuco. El esquema de la familia bíblica es
complejo, pero en su fondo ha ido surgiendo un modelo central de relaciones
afectivas y sociales que definieron y, en parte, definen la visión del judaísmo
y el cristianismo hasta el día de hoy.
5. Profetas,
monoteísmo y monogamia. Ellos han ofrecido la mayor aportación de la Biblia
a la familia. No han legislado en forma abstracta sobre ella, sino que han
hecho algo más hondo, vinculando en la familia a Dios y al hombre, el
monoteísmo (Dios es Uno) y la monogamia (amor personal duradero).
6. Sapienciales.
Divina mujer, mujeres sometidas. En conjunto, estos libros de carácter poético,
orante y moralista han profundizado en la familia, con sus limitaciones y
valores, destacando el carácter “ideal” de la mujer, aunque después han
defendido de hecho un tipo de patriarcalismo intenso.
7. Libro
abierto, historias ejemplares. El Antiguo Testamento vincula historias y
“leyendas”, leyes e ideales, relatos ejemplares y contradicciones. No ha dejado
resueltos todos los problemas, pero algunos de sus libros abren caminos y
ofrecen ejemplos muy significativos de familia, que retomaremos en el Nuevo
Testamento.
2. Nuevo Testamento: Familia cristiana
8. Jesús histórico, eunuco por el Reino. Un proyecto de Reino,
una familia mesiánica. Dios, un Padre no patriarcalista. Una ruptura familiar:
“No he venido a traer la paz…” (Mt 10.34). Perseguidos por su familia. Familia
no patriarcalista.
9. Familia que empieza. Un hogar para los niños. Niños, primera
autoridad comunitaria.
10. Siembra de familia, ciento por uno. “Estos son mi hermano,
mi hermana y mi madre (Mr 3.20-35). Una familia mesiánica.
11. Alianza para siempre, matrimonio por el Reino. Palabra
central (Mr 10.2-9), una carne. Con la misma fidelidad de Dios. Concreciones.
Marcos, Pablo y Mateo: la esposa igual que el esposo, reinterpretación de
Marcos (Mr 10.10-12); reinterpretación de Pablo, esquema general; “a no ser en
caso de porneia” (Mt 19.1-9; 5.31-32).
12. Sagrada familia, un hogar para el Mesías. Madre y hermanos.
Una familia discutida (Mr 6.1-5). Concepción virginal, nacimiento del Espíritu.
Familia y educación. Jesús y Santiago: dos hermanos significativos.
13. Escuela de Pablo, Iglesia y familia cristiana. Varón y
mujer, no hay diferencia. Gran familia, la Iglesia. Códigos domésticos, deberes
familiares. Efesios 5, un texto complejo y polémico. Cartas pastorales. Obispo
patriarca, ministros casados. La iglesia, familia para las viudas.
14. Final abierto. Mateo y Lucas, Pablo y Juan, el Apocalipsis. Familia
es fraternidad (Mateo). Lucas, una casa de hermanas (Lc 10.38-42). Solución,
todos hermanos. Tradición de Pablo, canto al amor (1 Cor 13). Juan, la
familia es palabra. Dios: palabra de amistad, familia humana. Apocalipsis, un
final de bodas: primera Mujer, Madre celeste y perseguida (Ap 12.1-6); segunda
mujer, gran prostituta (Ap 13-18); última Mujer, Ciudad-Novia: Bodas del
Cordero (Ap 21-22).
15. Conclusión. Familia bíblica, una historia pendiente.
Aportaciones bíblicas. Elementos básicos. Tareas abiertas, un momento clave.
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EVANGÉLICOS VAN CONTRA INICIATIVA
El Universal, 20 de mayo de 2016
La
Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) anunció que
reunirá 110 mil firmas para presentar una iniciativa ciudadana al Congreso de
la Unión a fin de que legisle sobre el derecho de los menores a tener un padre
y una madre.
En
conferencia, el presidente de la agrupación, Arturo Farela, dijo que de esa
manera se contrarrestará la posibilidad de que matrimonios del mismo sexo
puedan adoptar a un menor de edad, de progresar la iniciativa del gobierno
federal.
Informó
que también solicitarán a la Cámara de Diputados que realice un debate público
en torno al matrimonio igualitario, como se hizo en el tema de la mariguana.
Indicó
que no descarta la posibilidad de hacer un frente común con la Iglesia católica
en torno al tema, pues si bien existen diferencias teológicas entre ambas,
también coinciden en que son cristianas y defienden la postura fundada en la
biblia, de que los matrimonios deben estar integrados por un hombre y una
mujer.
El pastor
evangélico dijo que el Congreso de la Unión debe considerar a todos los
sectores de la sociedad en el tema.
Recordó
que “los cristianos evangélicos suman más de 25 millones de mexicanos en el
país y las uniones homosexuales van en contra de sus creencias, por lo que de
prosperar la iniciativa tendrá un costo político en las elecciones”.
El líder
evangélico señaló que, si bien hay muchas reformas legales que en materia
religiosa deben ser adaptadas al derecho y garantías individuales universales,
la objeción de conciencia de ministros de culto no debe ser una de ellas.
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LOS MATRIMONIOS SON SÓLO ENTRE HOMBRE Y
MUJER, SEÑALA EL EPISCOPADO MEXICANO
La Jornada, 19 de mayo de 2016
Ante la propuesta de reforma
constitucional que abre la posibilidad de legalizar los matrimonios de personas
del mismo sexo, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aseveró que las
uniones son sólo entre hombre y mujer, y advirtió que ‘‘ninguna unión precaria
o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad’’.
La CEM llamó a ‘‘estudiar a
fondo todas las consecuencias que conllevan’’ esos cambios legislativos y
resaltó que ‘‘no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías,
ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre
el matrimonio y la familia’’. […
Apuntaron que en ‘‘una
sociedad en la que ya no se advierte con claridad que sólo la unión exclusiva e
indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena, por ser
un compromiso estable y por hacer posible la fecundidad, reconocemos la gran
variedad de situaciones familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero
las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden
equipararse sin más al matrimonio’’.
De parte de la CEM existe
‘‘voluntad de servir en la construcción una sociedad mejor, en la que nadie se
sienta discriminado y solo’’.
Por su parte, Arturo Farela,
presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas
(Confraternice), consideró que este anuncio de la administración federal se
enmarca en el proceso comicial.
‘‘Esto que está haciendo el
Presidente de la República es algo que tiene que ver con las campañas
electorales que se están dando en este momento y la caída vertiginosa de
simpatía que tenía, para mostrarse como un jefe de Estado progresista’’.Añadió
que ‘‘la posición de la Confraternice no ha cambiado; nosotros creemos lo que
dice la Biblia: Dios hizo al hombre y a la mujer’’.
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