ORGANIZACIÓN DE LOS CANTORES
- Se presenta a David como fundador del canto litúrgico (1). La actividad de los cantores es descrita como profética (1-3), lo que puede significar que el canto, comparado con la profecía, era considerado como expresión privilegiada del culto y como medio de comprender a través de él la voluntad de Dios.
- Celebrar con arte, emoción y compromiso es el gran desafío para poner en práctica la sana presencia de la alabanza en el culto cristiano.
- Superar la tentación del exceso (hipertrofia) y el menosprecio puede permitir que el uso de la música para el culto encuentre su lugar preciso en la adoración de la iglesia.
- Más allá de modas, estilos y géneros, nuestros cultos y celebraciones deben tener la capacidad de movernos, reconciliarnos, revelarnos y edificarnos mediante contenidos de alta calidad, en este caso, musical.
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