CULTO DE AVANCE Y CONSOLIDACIÓN
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1 Luego se vio en
el cielo algo muy grande y misterioso: apareció una
mujer envuelta en el sol. Tenía la luna debajo de sus pies, y llevaba en la
cabeza una corona con doce estrellas. 2 La mujer
estaba embarazada y daba gritos de dolor, pues estaba a punto de tener a su
hijo.
3
De pronto se vio en el
cielo algo también misterioso: apareció un gran dragón rojo, que tenía siete
cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza.
4 Ese dragón arrastró con la cola a la tercera parte de las estrellas del
cielo, y las arrojó a la tierra; luego se detuvo frente a la mujer, para
comerse a su hijo tan pronto como naciera.
5 La mujer tuvo un hijo que gobernaría con
gran poder a todos los países de este mundo. Pero le quitaron a su hijo y lo
llevaron ante Dios y ante su trono.
6 La mujer huyó al desierto, donde Dios había preparado un lugar para que
la cuidaran durante tres años y medio.
7
Después hubo una batalla
en el cielo. Uno de los jefes de los ángeles, llamado Miguel, acompañado de su
ejército, peleó contra el dragón. El dragón y sus ángeles lucharon, 8 pero no pudieron vencer, y ya no se les permitió quedarse más tiempo en
el cielo.
9 Arrojaron del cielo al gran dragón, que es la serpiente antigua, es
decir, el diablo, llamado Satanás, que se dedica a engañar a todo el mundo. Él
y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.
10 Entonces oí una fuerte voz que decía:
Nuestro Dios
ha salvado a su pueblo;
ha mostrado su poder,
y es el único rey.
Su Mesías gobierna
sobre todo el mundo.
ha salvado a su pueblo;
ha mostrado su poder,
y es el único rey.
Su Mesías gobierna
sobre todo el mundo.
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Año XXVI, núm. 25, domingo 28 de junio de 2020
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Introito
Blanca Elena Castro M.
¡Alabemos y honremos siempre al Rey eterno, al Dios único e invisible,
que vive por siempre! Amén.
I Timoteo 1.17
Preludio
Adoración
y alabanza sinceras
Sólo hay un Dios,
y sólo hay uno que puede
ponernos en paz con Dios:
Jesucristo, el hombre.
Jesús dio su propia vida
para salvar a todo el mundo.
En el momento oportuno,
Dios nos demostró
que quiere salvar a todos. Amén.
y sólo hay uno que puede
ponernos en paz con Dios:
Jesucristo, el hombre.
Jesús dio su propia vida
para salvar a todo el mundo.
En el momento oportuno,
Dios nos demostró
que quiere salvar a todos. Amén.
Oración de ofrecimiento
Himno: “Vine a alabar a Dios”
El Señor
se reconcilia con nosotros
Alejandro Ávila Torres
Compungidos/as por nuestros
errores y fallas para dar buen testimonio de tu nombre, nos inclinamos ante tu
trono soberano y rogamos encarecidamente que tu gracia nos renueve y restaure
para mantener una sana relación contigo, oh, Señor.
Momento de oración en silencio. / Oración
audible.
Unidos/as: Tú perdonas nuestra maldad
y olvidas nuestro pecado.
Tan grande es tu amor por nosotros
que tu enojo no dura para siempre.
y olvidas nuestro pecado.
Tan grande es tu amor por nosotros
que tu enojo no dura para siempre.
¡Vuelve a compadecerte de nosotros,
y arroja todos nuestros pecados
a lo más profundo del mar!
y arroja todos nuestros pecados
a lo más profundo del mar!
Miqueas 7.18b-19
Himno: “Renuévame” (466)
El Pueblo de Dios se une
Himno “Unidos” (405)
Interceder siempre
D.I. Mario González Pérez
Si oran con confianza, Dios les responderá y
sanará al enfermo, y si ha pecado también lo perdonará.
Por eso, confiesen sus pecados unos a otros, y
oren unos por otros, para que Dios los sane. La oración de una persona buena es
muy poderosa, porque Dios la escucha.
Santiago
5.15-16
Plegaria de intercesión
El mensaje divino para hoy
Hno. Alejandro Vivas Almeida
Lectura del Antiguo Testamento: Salmo 142
A.I.
Sandra Salgado Adame
Lectura del Nuevo Testamento: Apocalipsis 12.1-10a
Reflexión bíblica
Dios está
al pendiente de su comunidad
Himno “Eres mi proyector”
(322)
Respondemos
a sus bendiciones
Hno. Jacobo Núñez
Cabrera
Tú, mi Dios y Señor,
me das tu ayuda y tu apoyo; […]
Yo, con mucho gusto,
te presentaré una ofrenda
y alabaré tu bondad.
me das tu ayuda y tu apoyo; […]
Yo, con mucho gusto,
te presentaré una ofrenda
y alabaré tu bondad.
Salmo 54.4, 6
Oración por las ofrendas
Himno “Los panes y los peces” (438)
Información a la iglesia
A.I. Lauro B. Adame Brito
El Señor bendice y fortalece
Bendición comunitaria
En cierta ocasión, Jabés le rogó a Dios: “Bendíceme
y dame un territorio muy grande; ayúdame y líbrame de todo mal y sufrimiento”.
Dios le concedió su petición, y Jabés llegó a ser más importante que sus
hermanos.
I
Crónicas 4.10
Bendición congregacional
Postludio
ACOMPAÑAMIENTO BÍBLICO
La mujer y el dragón
· La humanidad nueva ha
nacido en aquel gran parto doloroso de la cruz, en donde el Hijo de Dios,
llevando en sí a toda la humanidad pecadora, realizó de una vez para siempre el
gran paso de la muerte a la vida, el parto de la cruz que abre el camino hacia
la ascensión y el triunfo de Cristo. Dios, por medio de su Hijo, lo hace
todo..., con la condición de que la humanidad, representada por el pueblo de
Dios, lo haga todo.
· La mujer simboliza al
pueblo de Dios, a la iglesia, que da nacimiento al mesías en el drama del
calvario. Satanás, derrotado, se arroja contra los demás hijos de la mujer,
contra todos los cristianos, y les hará la guerra durante todo el tiempo de la
historia.
· Dios no salva a la iglesia,
a la mujer, apartándola del mundo, sino protegiéndola, alimentándola en el mundo a través de toda su historia terrena. Haber sido
salvada por Jesucristo no separa a la iglesia ni a ninguno de nosotros, sus
hijos, de la condición humana, sino que nos arroja, en el seno del mundo, a la
lucha contra el mal, protegidos por Cristo, vencedor del mal. [...]
· Es un combate cósmico en el
que participan las fuerzas de la naturaleza (¿no está acaso ligada la creación
a la suerte del hombre?: cf. Rom 8.19-21). Dios es el vencedor. Satanás podrá
todavía durante algún tiempo —el tiempo de la historia— intentar dañar a la
descendencia de la mujer, a los hermanos de Jesús. Pero ellos saben que el
diablo está Gen 3.14-16 ya vencido. Por consiguiente, se pueden presenciar con
la seguridad tranquila de la fe los aspectos humanos de este combate
gigantesco. Porque Dios y Satanás no se enfrentan directamente; este último
utiliza a las potencias humanas en contra de los cristianos sostenidos por
Dios.
Etienne
Charpentier
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Que nuestro clamor delante de Dios
no desmaye para solicitar que su amor y misericordia se sigan manifestando en
medio del dolor y la tragedia. Que nuestras voces se sigan elevando al espacio
celestial a la espera de que el Creador y Sustentador se manifieste grandemente
para restaurar la vida, la salud y la estabilidad. Que podamos ser vehículos adecuados
de la ternura y el cuidado divinos para la humanidad necesitada.
Culto de Comunión y Apertura
5 de julio de 2020
“Sufrimiento y esperanza: el Job colectivo de
estos tiempos”
Base bíblica: Job 1.13-22
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