ALGUNAS BUENAS LECCIONES DE
LA PANDEMIA DEL COVID-19
Leonardo Boff
E
|
l coronavirus nos ha mostrado que no somos “pequeños
dioses” que pretenden poder todo; que somos frágiles y limitados; que la
acumulación de bienes materiales no salva la vida; que la globalización
financiera sola, en el molde competitivo del capitalismo, impide crear, como
proponen los chinos, “una comunidad de destino común para toda la humanidad”;
que tenemos que crear un centro global y plural para gestionar los problemas mundiales;
que la cooperación y la solidaridad de todos con todos y no el individualismo
son los valores centrales de una geosociedad.
Que se deben
reconocer y respetar los límites del sistema-Tierra que no tolera un proyecto
de crecimiento ilimitado; que debemos cuidar la naturaleza como nos cuidamos a
nosotros mismos, porque somos parte de ella y nos proporciona todos los bienes
y servicios necesarios para la vida; que debemos buscar una economía circular
que cumpla las famosas tres erres (R): reducir, reutilizar y reciclar todo lo
que ha entrado en el proceso de producción.
Que la
economía ha de ser de subsistencia digna y universal y no de acumulación de
algunos a expensas de todos los demás y de la naturaleza; que este tipo de
economía de subsistencia disminuye las necesidades para dar lugar a la
sobriedad y reducir así en gran medida las desigualdades sociales; que el nuevo
orden económico no habría de regirse por las ganancias sino por la racionalidad
económica con un sentido social y ecológico.
Que sería
altamente racional y humanitario crear una renta mínima universal; que la
atención médica es un derecho humano universal (One World-One Health)
que no podemos desatender; que es importante garantizar un estado que regule el
mercado, que promueva el desarrollo necesario y esté equipado para satisfacer
las demandas colectivas, ya sean de salud o desastres naturales.
Que debemos
incentivar el capital humano-espiritual, siempre ilimitado, basado en el amor,
la solidaridad, la búsqueda de la justa medida, la fraternidad, la compasión,
el sentir el encanto del mundo y en la búsqueda incansable de la paz.
Un mapa para rescatar la vida: la Carta de
la Tierra
Estas son, entre otras, algunas de las
lecciones que podemos sacar del coronavirus. Citando la Carta de la Tierra
(UNESCO), uno de los documentos oficiales más inspiradores para la
transformación de nuestra forma de estar en el planeta Tierra, “se necesitan
cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida...
Nuestros desafíos ambientales, económicos, políticos, sociales y espirituales
están interconectados y juntos podemos forjar soluciones inclusivas” (Preámbulo
c).
¿Qué visión del mundo y qué valores
incluir?
Saber y tener conocimiento de los datos de
la realidad no es todavía hacer. ¿Qué nos impulsa a actuar? ¿Qué visión del
mundo y qué valores deberíamos incluir? Nos orienta un texto importante de la
parte final de la Carta de la Tierra, en cuya redacción también participé.
Como nunca
antes en la historia, el destino común nos llama a buscar un nuevo comienzo.
Esto requiere un cambio de mentalidad y de corazón. Exige un nuevo sentido de
interdependencia global y de responsabilidad universal. Debemos desarrollar y
aplicar con imaginación la visión de un modo de vida sostenible a nivel local,
nacional, regional y mundial (El camino por delante).
Observemos
que no se trata sólo de mejorar el camino andado. Este nos llevará a las crisis
cíclicas que ya conocemos y eventualmente al desastre. Se trata de “buscar un
nuevo comienzo”. Se nos reta a reconstruir la “Tierra, nuestro hogar, que está
viva con una comunidad de vida única” (CT, Preámbulo a). […]
No hay comentarios:
Publicar un comentario