España, 2004, 110 min.
Reparto: Javier Bardem (Ramón Sampedro), Belén Rueda (Julia), Lola Dueñas (Rosa), Mabel Rivera (Manuela), Celso Bugallo (José), Clara Segura (Gené), Joan Dalmau (Joaquín), Alberto Jiménez (Germán), Tamar Novas (Javi), Francesc Garrido (Marc).
Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil.
Producción: Fernando Bovaira y Alejandro Amenábar.
Música: Alejandro Amenábar.
Fotografía: Javier Aguirresarobe.
Montaje: Iván Aledo.
Dirección artística: Benjamín Fernández.
Vestuario: Sonia Grande.
Sinopsis
Ramón (Javier Bardem) lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, junto al mar por el que tanto viajó y donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es terminar con su vida dignamente. La llegada de dos mujeres alterará su mundo: Julia (Belén Rueda), la abogada que quiere apoyar su lucha y Rosa (Lola Dueñas), una vecina del pueblo que intentará convencerle de que vivir merece la pena. La luminosa personalidad de Ramón termina por cautivar a ambas, que tendrán que cuestionar como nunca antes los principios que rigen sus vidas. Él sabe que sólo la persona que de verdad le ame será la que le ayude a realizar ese último viaje. (Filmaffinity )
Basada en hechos reales, Mar adentro narra la historia de Ramón Sampedro, un hombre tetrapléjico que durante 25 años luchó para conseguir una muerte digna y cuyo caso desencadenó un gran debate social. Prohibida la eutanasia en España, Sampedro acudió varias veces a los tribunales expresando su deseo de morir legalmente, pero fue inútil. El joven pero consagrado director Alejandro Amenábar lleva ahora su dramática historia al cine, consiguiendo excelentes críticas, multitud de premios (incluyendo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa) y un enorme éxito de taquilla. (Filmaffinity)
Comentarios
Hermosa y conmovedora, maravillosamente narrada, Mar adentro destila sensibilidad, veracidad y talento. Bardem cautiva con una interpretación que estremece a golpe de voz y miradas. Belén Rueda supone un feliz descubrimiento, y el resto del reparto deslumbra por su realismo. La dirección es suave, tierna, enriquecida por multitud de pequeños detalles. En definitiva: Mar adentro es una película imprescindible. A mí me emocionó por su inteligencia y sutileza. Supongo que como a muchos. A Ramón Sampedro, en cambio, la que de verdad le gustaría sería la secuela.
Pablo Kurt, Filmaffinity
Mar adentro es de las películas más estremecedoras que he visto en mucho tiempo. Amenábar también consigue que te rías en medio de la tragedia de Ramón Sampedro. Todo es magistral en una película que sale del corazón. Javier Bardem está más allá del elogio, pero Belén Rueda y los secundarios también.
Carlos Boyero, El Mundo
Magnífica, vital, llena de un hirviente sentido del humor y de una refrescante idea de vivir.
E. Rodríguez Marchante, ABC
Hermosa, excepcional, inteligente, arriesgada y narrativamente muy hábil.
Diego Galán, El País
El film fracasa en transmitir la experiencia de terror claustrofóbico de un hombre que tituló su libro Cartas desde el infierno. [...] The Sea Inside presenta una paradoja. Nada ambigua en su defensa de la eutanasia por un lado, presenta a un Ramón que insufla a los que le rodean un alto sentido de las posibilidades de la vida. Mr. Bardem, crea un complicado personaje, imprevisible e ingenioso, con alma de poeta.
Stephen Holden, The New York Times
Una experiencia tremendamente conmovedora, desde la poderosa actuación de Javier Bardem hasta la evocadora banda sonora, compuesta por el director Alejandro Amenábar
Claudia Puig, USA Today
VENTILAR EL TABÚ. APRENDIENDO A MORIR
Hernán González G.
La Jornada, 7 de marzo de 2005
En su inteligente ensayo Morir con dignidad. Un alegato a favor de la responsabilidad (Madrid, Trotta, 2004), el teólogo suizo Hans Küng, a quien en 1979 el Vaticano le retiró la licencia eclesiástica para enseñar, aunque no la libertad de pensar por sí mismo, supone que “si Dios ha confiado la vida entera a la responsabilidad del ser humano, entonces esa responsabilidad ha de ejercerla también sobre la fase final de su vida”. [...]
Aún en cartelera, deben verse las oscarizadas cintas Mar adentro —premio a la mejor película extranjera—, del chileno-español Alejandro Amenábar. [...] Junto a las espléndidas actuaciones de Javier Bardem, Belén Rueda, Mabel Rivera, Lola Dueñas y Clara Segura, y un libérrimo guión del propio Amenábar y Mateo Gil, Mar adentro se premia por sí sola, dada la personalidad, inteligencia, lucidez y humor negro del personaje central, el tetrapléjico Ramón Sampedro, quien luego de tres décadas de permanecer paralizado en una cama y 25 de solicitar a las autoridades españolas el derecho a morir asistido, el 12 de enero de 1998 grabó en video su suicidio gracias a la ayuda de varios amigos que compartieron la responsabilidad, sin que a la postre las leyes españolas pudieran condenarlos. ¿Por qué?
Porque cuando los inculpados en asistir a Sampedro en su suicidio iban a ser juzgados, más de 12 mil españoles enviaron cartas a las autoridades, con su nombre y dirección, afirmando: “Yo también ayudé a morir a Ramón Sanpedro”, y los celosos pero impertinentes jueces hubieron de desistirse. La gran omisión de Mar adentro es esa saludable reacción que tuvo un sector de la sociedad y que a la postre le dio valor jurídico y político a la libre decisión de Sampedro. ¿Acaso con estas premiaciones querrá Hollywood aparentar su desaprobación al fundamentalismo demencial de Bush y asociados? A saber.
MAR ADENTRO
Antes de valorar el guión de Mar adentro, escrito a cuatro manos por Alejandro Amenábar y Mateo Gil, hay que decir que la mayoría de las cosas que en él se nos cuentan son verdad, de hecho hay algunas que están calcadas de la realidad, como el video de la muerte de Sampedro, uno de los momentos más duros y sobrecogedores del film. Sin embargo, algunos personajes y situaciones están alterados en beneficio de la simplicidad y síntesis de la historia. Por ejemplo, Julia y Rosa, las dos coprotagonistas, son el reflejo de muchas de las mujeres que hubo en la vida de Sampedro, aunque los guionistas han intentado mantener las situaciones reales intactas. Igual ocurre con algunos de los familiares. [...]
Frases como "Lo único peor a que se te muera un hijo es que quiera morirse" o "La persona que realmente me ame será la que me ayude a morir" atestiguan cómo la muerte es el tema central de la película. Sin embargo, gracias a unos insertos humorísticos y al tono paródico de algunas situaciones (milimétricamente calculadas para sacar al público de un estado anímico triste y deprimente), la película se digiere fácilmente y, a pesar de su lento devenir, no aburre (aunque quizás le sobren unos quince minutos en conjunto).
http://www.cineybso.com/cine/res/m/cine_res_mar_adentro.htm
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PROPONEN REFORMA PARA ABRIR PUESTOS DE ELECCIÓN A CURAS
José Contreras
En su inteligente ensayo Morir con dignidad. Un alegato a favor de la responsabilidad (Madrid, Trotta, 2004), el teólogo suizo Hans Küng, a quien en 1979 el Vaticano le retiró la licencia eclesiástica para enseñar, aunque no la libertad de pensar por sí mismo, supone que “si Dios ha confiado la vida entera a la responsabilidad del ser humano, entonces esa responsabilidad ha de ejercerla también sobre la fase final de su vida”. [...]
Aún en cartelera, deben verse las oscarizadas cintas Mar adentro —premio a la mejor película extranjera—, del chileno-español Alejandro Amenábar. [...] Junto a las espléndidas actuaciones de Javier Bardem, Belén Rueda, Mabel Rivera, Lola Dueñas y Clara Segura, y un libérrimo guión del propio Amenábar y Mateo Gil, Mar adentro se premia por sí sola, dada la personalidad, inteligencia, lucidez y humor negro del personaje central, el tetrapléjico Ramón Sampedro, quien luego de tres décadas de permanecer paralizado en una cama y 25 de solicitar a las autoridades españolas el derecho a morir asistido, el 12 de enero de 1998 grabó en video su suicidio gracias a la ayuda de varios amigos que compartieron la responsabilidad, sin que a la postre las leyes españolas pudieran condenarlos. ¿Por qué?
Porque cuando los inculpados en asistir a Sampedro en su suicidio iban a ser juzgados, más de 12 mil españoles enviaron cartas a las autoridades, con su nombre y dirección, afirmando: “Yo también ayudé a morir a Ramón Sanpedro”, y los celosos pero impertinentes jueces hubieron de desistirse. La gran omisión de Mar adentro es esa saludable reacción que tuvo un sector de la sociedad y que a la postre le dio valor jurídico y político a la libre decisión de Sampedro. ¿Acaso con estas premiaciones querrá Hollywood aparentar su desaprobación al fundamentalismo demencial de Bush y asociados? A saber.
MAR ADENTRO
Antes de valorar el guión de Mar adentro, escrito a cuatro manos por Alejandro Amenábar y Mateo Gil, hay que decir que la mayoría de las cosas que en él se nos cuentan son verdad, de hecho hay algunas que están calcadas de la realidad, como el video de la muerte de Sampedro, uno de los momentos más duros y sobrecogedores del film. Sin embargo, algunos personajes y situaciones están alterados en beneficio de la simplicidad y síntesis de la historia. Por ejemplo, Julia y Rosa, las dos coprotagonistas, son el reflejo de muchas de las mujeres que hubo en la vida de Sampedro, aunque los guionistas han intentado mantener las situaciones reales intactas. Igual ocurre con algunos de los familiares. [...]
Frases como "Lo único peor a que se te muera un hijo es que quiera morirse" o "La persona que realmente me ame será la que me ayude a morir" atestiguan cómo la muerte es el tema central de la película. Sin embargo, gracias a unos insertos humorísticos y al tono paródico de algunas situaciones (milimétricamente calculadas para sacar al público de un estado anímico triste y deprimente), la película se digiere fácilmente y, a pesar de su lento devenir, no aburre (aunque quizás le sobren unos quince minutos en conjunto).
http://www.cineybso.com/cine/res/m/cine_res_mar_adentro.htm
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PROPONEN REFORMA PARA ABRIR PUESTOS DE ELECCIÓN A CURAS
José Contreras
Crónica, 15 de julio
El senador del PAN, Felipe González González, propuso que durante las discusiones en torno a la reforma del Estado se analice la posibilidad de modificar el artículo 130 de la Constitución, para permitir que los ministros de culto sean postulados a cargos de elección popular. En entrevista, el legislador afirmó: “los sacerdotes y cualquier mexicano deben tener todo el derecho de participar en política; México es el único país en el que se niega a cierto sector de la población ese derecho por cuestiones de profesión o de ministerio”.
Añadió: “¿Por qué le tienen miedo a que se aborde este tema? Yo pienso que ahora que se discute la reforma del Estado es una buena oportunidad para preguntarnos si deseamos que las cosas se queden como están o si estamos dispuestos a permitir que los ministros de culto ejerzan plenamente sus derechos”.
Aseguró que el país ya está listo para superar esos temas tabúes y entrarle sin miedo a la discusión. En todo caso, dijo, se podría hacer uso de las figuras de plebiscito o referéndum para consultar a la población si desea que se realicen cambios al marco jurídico. El ex subsecretario de Gobernación indicó que antes de defender posturas a favor o en contra, lo importante es que realice la reforma constitucional al 130, que permita a los curas participar en política. Aclaró que no se trata de beneficiar con una reforma de este tipo exclusivamente a la Iglesia católica, pues en el país existen diversas iglesias que han adquirido cierto grado de relevancia y que por lo tanto tienen derecho a incidir en la vida política del país. [...]
El senador del PAN, Felipe González González, propuso que durante las discusiones en torno a la reforma del Estado se analice la posibilidad de modificar el artículo 130 de la Constitución, para permitir que los ministros de culto sean postulados a cargos de elección popular. En entrevista, el legislador afirmó: “los sacerdotes y cualquier mexicano deben tener todo el derecho de participar en política; México es el único país en el que se niega a cierto sector de la población ese derecho por cuestiones de profesión o de ministerio”.
Añadió: “¿Por qué le tienen miedo a que se aborde este tema? Yo pienso que ahora que se discute la reforma del Estado es una buena oportunidad para preguntarnos si deseamos que las cosas se queden como están o si estamos dispuestos a permitir que los ministros de culto ejerzan plenamente sus derechos”.
Aseguró que el país ya está listo para superar esos temas tabúes y entrarle sin miedo a la discusión. En todo caso, dijo, se podría hacer uso de las figuras de plebiscito o referéndum para consultar a la población si desea que se realicen cambios al marco jurídico. El ex subsecretario de Gobernación indicó que antes de defender posturas a favor o en contra, lo importante es que realice la reforma constitucional al 130, que permita a los curas participar en política. Aclaró que no se trata de beneficiar con una reforma de este tipo exclusivamente a la Iglesia católica, pues en el país existen diversas iglesias que han adquirido cierto grado de relevancia y que por lo tanto tienen derecho a incidir en la vida política del país. [...]
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