sábado, 8 de septiembre de 2012

Deuteronomio 5.1-15


La Palabra

1 Moisés convocó a todo Israel y les dijo: —Escucha, Israel, las normas y preceptos que yo les promulgo hoy. Apréndanlos y pongan atención en cumplirlos. 2 El Señor nuestro Dios hizo con nosotros una alianza en Horeb. 3 No la hizo solamente con nuestros antepasados, sino también con todos nosotros que hoy estamos vivos. 4 Allí, en el monte, el Señor les habló cara a cara, desde el fuego. 5 Y yo hice de intermediario entre ustedes y el Señor para trasmitirles sus palabras, porque ustedes, aterrorizados por aquel fuego, no subieron al monte. Fue entonces cuando dijo el Señor: 6 —Yo soy el Señor, tu Dios, el que te libró de la esclavitud de Egipto.
7 No tendrás otros dioses aparte de mí.
8 No te harás escultura alguna o imagen de nada de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. 9 No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto porque yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres que me aborrecen, en sus hijos, nietos y biznietos; 10 pero con los que me aman y cumplen mis mandamientos, soy misericordioso por mil generaciones.
11 No pronunciarás en vano el nombre del Señor tu Dios, porque el Señor no dejará sin castigo al que tal haga.
12 Observa el sábado, para consagrarlo como el Señor tu Dios te ha mandado. 13 Durante seis días trabajarás y harás en ellos todas tus tareas, 14 pero el séptimo es día de descanso consagrado al Señor tu Dios. En ese día no realizarás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el inmigrante que viva en tus ciudades, para que tu esclavo y tu esclava descansen igual que tú.
15 Recuerda que tú también fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran poder y destreza sin igual*. Por eso tu Dios te ordena observar el sábado. […]

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