sábado, 26 de julio de 2014

Letra 378, 27 de julio de 2014

PROFUNDO RESPETO POR LA VIDA
Karl Barth, Instantes

“Dios insufló en sus narices aliento de vida” (Génesis 2.7)


Toda vida humana está, como tal, rodeada de una solemnidad especial. Requiere que como tal se la valore con admiración siempre nueva. Es cuestión de que cada cual trate su existencia y la de cualquier ser humano con profundo respeto. Un respeto que no se lo gana uno mismo. Pues si con su fe en la palabra de Dios el ser humano se apercibe del hecho y la manera en que Dios lo eligió y lo amó en su pequeña existencia desde la eternidad y de lo que hizo por él a lo largo del tiempo, en la vida humana le sale al encuentro el llamamiento al respeto profundo, precisamente porque el Dios vivo ha cuidado así de los suyos.
Se puede decir tranquilamente que el nacimiento de Jesucristo es la revelación de este mensaje de profundo respeto por la vida. Dicho nacimiento le da a ésta, en todas y cada una de sus formas, incluso las más dudosas, el carácter de lo extraordinario, único, irrepetible e insustituible. Determina a propósito de ella que poder existir como ser humano es un bien. Caracteriza la vida como la ocasión incomparable e irrepetible de alabar a Dios. Con ello ese nacimiento la eleva a la categoría de objeto del respeto profundo. En su calidad de respeto profundo brindado al ser humano, es inmenso. La vida no es un segundo Dios, y, por tanto, el respeto profundo que se le debe no es igual al que se ha de sentir ante Dios. Está más bien limitado por aquello que Dios quiere recibir del ser humano por él elegido. Pues suya es la vida del hombre. Él se la presta.
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LA ORACIÓN DE JESÚS Y DEL CRISTIANO (III)
Jon Sobrino

Síntesis en Jesús de todas estas tradiciones: trascendencia, amor
La síntesis histórica apunta a lo ya dicho antes: Dios es un Dios siempre mayor, y su realidad más profunda es el amor. Esto es lo que va a explicar la oración de Jesús.

1. Trascendencia. En Jesús no aparece un concepto sistemático de trascendencia, de que Dios "es mayor", pero se colige de su doctrina y actitudes. En efecto, aparece la idea de soberanía, de incomprensibilidad, incluso de Dios creador... con sus correlatos de respeto y reverencia. Pero esto no es algo típico de Jesús. Nos adentramos más en su visión de Dios cuando consideramos que, para Jesús, Dios es gracia. Esto aparece en numerosas parábolas: del amigo inoportuno (Lc 11.5-8), en la comparación de Dios con el padre que da a su hijo pan y no una piedra (cfr Mt 7,6), y, sobre todo, en la del hijo pródigo (Lc 15.11-24), donde la trascendencia de Dios aparece como la realización de algo que parece imposible, la gracia de Dios como algo absolutamente no pensado. También cuando le preguntan si los ricos pueden salvarse a lo que responde que "para los hombres es imposible pero no para Dios; pues para Dios todo es posible" (Mc 10.27). La realización de lo imposible es la expresión de la trascendencia de Dios. "Lo imposible aparece así: no como acontecimientos supranaturales desde un mundo del más allá con consecuencias absurdas para este mundo. Sino de esta forma: el hombre pobre, el impío, el malo puede de nuevo, y de manera inesperada, volver a llamarse hombre" (H. Braun).
Esta trascendencia la muestra también en sus discusiones con los fariseos cuando les acusa, por ejemplo, de querer manipular a Dios a través de sus tradiciones (Mc 7,1-17); y nótese que se trata de tradiciones religiosas.
Por último, la trascendencia de Dios es la que explica la misma historia de Jesús. La vida de Jesús va pasando por diversas etapas que son diversas para su concepción de Dios. Y el paso de la una a la otra no se da sin la tentación, la crisis, la ignorancia. Esa es la forma concreta cómo Jesús deja que en su vida Dios sea Dios. La realidad de un Dios trascendente, de un Dios siempre mayor incluso que las reflexiones del propio Jesús, es lo que explica la vida de Jesús, los cambios y rupturas dentro de esta misma vida. El Dios de Jesús es trascendente, misterio santo e inmanipulable. Este es el presupuesto de su predicación, de su actitud reverente, de sus polémicas con quienes creían tener a Dios aprisionado en sus tradiciones, y en el fondo el presupuesto de la trayectoria de su misma vida, siempre abierta a la voluntad soberana de Dios.

2. Amor. Si la formalidad del Dios de Jesús es la de ser siempre mayor, el contenido de su realidad es el amor. Para Jesús Dios es ante todo "Abba". La última experiencia de sentido no la encuentra en que Dios sea "Rey", "Señor"..., sino "Padre". El fondo último de la realidad no lo encuentra en la belleza, poder... sino en el amor. Pero ese Dios cuya esencia es el amor no se revela como un amor abstracto e intemporal, sino como un amor parcial, que se dirige no a los que detentan el poder -quienes suponen que Dios es poder- sino a los sin-poder. ("Me ha enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres...", Lc 4.18).
Que la realidad de Dios es amor, es decir, un ser parcial en favor de los hombres, y que, por tanto, va a ser el amor a los hombres la mediación privilegiada de acceso a Dios aparece claramente en el evangelio, sobre todo en aquellos pasajes en los que podría parecer que el amor al hombre entra en colisión con los derechos de Dios. Según Jesús, Dios no quiere proclamar ningún derecho para sí que no fuera el amor eficaz a los hombres. Por esto, el culto no es entendido por Jesús como la esfera autónoma de Dios, de sus derechos. Si Dios es amor es imposible en el sentido más radical de la palabra que coexista un culto que no sea -a su vez manifestación de amor; de lo contrario, habría una estricta contradicción entre la mediación para llegar a Dios y la realidad de Dios a quien se quiere llegar. Por esto no puede haber sábado que no sea para los otros. Dios no es un ser egocéntrico cuya realidad es ser para sí mismo, sino que es para los demás.
Por último, aportemos el pasaje en el que se habla de los mandamientos del amor a Dios y del amor al prójimo (Mc 12,28-34 y paralelos) y en donde resultan equiparados. La afirmación de "amar a Dios", cuando se hace cristianamente tiene una novedad y una complejidad desconocidas. "Amar a Dios" es una expresión doxológica en la que se quiere afirmar que la última realidad para el hombre y la última experiencia de sentido que puede realizar es la del amor. Significa que corresponder a un Dios que es amor sólo puede hacerse en la praxis del amor. Pero la complejidad surge cuando uno se pregunta por las mediaciones históricas de esta afirmación doxológica. La fe cristiana afirma que es imposible amar a Dios en directo, sin que ese amor sea mediado por un amor histórico.
Cuando se habla de amor a Dios, entonces materialmente se está hablando de amor al prójimo, del amor histórico y real del hombre. El que el amor al prójimo se pueda calificar además como amor a Dios depende de la formalidad de este amor al prójimo. Si éste se hace realmente sin reservas ni condiciones y con la convicción de que pase lo que pase el que ama hasta el fin ha vivido en plenitud, entonces tiene sentido formular esta experiencia histórica del amor al prójimo como amor a Dios.
No es que existan, por lo tanto, dos objetos distintos del amor: Dios y el prójimo. Existe una única experiencia de la praxis del amor, cuyo material es el amor al prójimo, y en cuya formalidad -cuando se hace sin reservas- se da también la experiencia de Dios; y por ello puede formularse como amor a Dios.

IGLESIAS PIDEN EL CESE INMEDIATO DE LAS HOSTILIDADES EN GAZA
CMI, 22 de julio de 2014

 Iglesias piden el cese inmediato de las hostilidades en GazaGaza, 18 de Julio. Foto: Mohammed Badarin

Expresando su profunda preocupación por la escalada de las operaciones militares en Gaza, el secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit dijo: "Las hostilidades deben cesar. A Israel, Palestina y la región circundante se les debe ofrecer la esperanza de la paz: una paz basada en la justicia, la paz duradera que pueda conducir a la reconciliación ".

En un comunicado oficial del CMI, emitido el 22 de julio, Tveit expresó profunda tristeza por "la devastación humana en todas partes, y el número desproporcionadamente elevado de víctimas civiles palestinos, entre ellos mujeres y niños".

En nombre de las 345 iglesias miembros del CMI, Tveit hizo un llamamiento a "todas las partes a que cumplan sus obligaciones en virtud del derecho humanitario y de los derechos humanos internacionales", que condenan y prohíben todo tipo de asesinato indiscriminado y desproporcional de la población civil.

Tveit compartió el llamamiento del CMI para el cese inmediato de las hostilidades en Gaza e instó el levantamiento de las restricciones a la circulación de personas y mercancías dentro y fuera de la Franja de Gaza para que las necesidades humanitarias urgentes pueden ser tratadas.

En la declaración, el CMI también pidió la reanudación de las conversaciones directas de paz para lograr una paz global y sostenible basada en una solución de dos estados a lo largo de las fronteras internacionalmente reconocidas.

Tveit dijo que "los recientes conflictos armados –y el sufrimiento intolerable consecuente causado a las familias y a las comunidades- no pueden hacer nada para promover una paz justa y sostenible para los israelíes y los palestinos".

Añadió que "la paz en Israel y Palestina vendrá sólo a través de la restauración de la compasión entre los seres humanos, a través de la búsqueda de caminos comunes hacia la justicia y la paz, y por medio de un compromiso genuino con la creación de las bases para que las futuras generaciones de israelíes y palestinos vivan lado a lado en paz".

Actividades

OREMOS INTENSAMENTE POR LAS ACTIVIDADES DEL CURSO DE VERANO Y POR EL CAMPAMENTO PRÓXIMOS

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 29 de julio, 19 hrs.
Modera: A.I. Lauro B. Adame

Llamamiento; Isaías 3.16-26
Oración de ofrecimiento
Himnos: “Loor al inmortal e invisible Rey” (225)
                “Eleven hoy al Salvador” (223)
Momentos de oración
Lectura bíblica: Isaías 8.1-10
Tema: Los profetas interpretan la historia
Himno: “De gloria en gloria” (543)
Ofertorio
Bendición pastoral

LOS PROFETAS, INTÉRPRETES DE LA HISTORIA
Louis Monloubou

Los profetas no se recluyen en la historia como en un campo cerrado; saben mirar hacia otra parte y no dejan de hacerlo. Sin embargo, la historia sigue siendo el lugar privilegiado de su contemplación. Es allí donde les gusta ver actuando a Dios: “Él es el que actuaba”, repite de diversas formas el discípulo de Isaías (ls 41.4; 42.16-24; 43.1.2.10-13.15-17; 44.23-24; 45.7; etcétera). Y también en la historia es donde ven al hombre respondiendo a las propuestas divinas o rechazándolas. Amós es el primero que se complace en hacer brotar de la neblina del presente los signos de una acción de Dios ya comenzada; las cinco visiones (Am 7-9) muestran cómo el profeta percibe el significado de unos acontecimientos que los demás habrían considerado como insignificantes: una invasión de langostas, una sequía, un montón de armas, unos frutos maduros, un terremoto... Más tarde, Oseas va a buscar en el pasado, en el comportamiento de Jacob y en su astucia (12.3-5) o en su sumisión a los deseos de la mujer (12.13-15), la explicación de las costumbres mentirosas y voluptuosas de sus contemporáneos (véase también Is 43.27). Pero hay sobre todo dos profetas que destacan como los teóricos, más penetrantes que los demás, del significado de la historia. Isaías, el profeta marcado primitivamente ,por la investigación sapiencial edifica a partir de la reflexión que realizan los sabios una teología de la historia. Ezequiel, imbuido en las categorías cultuales, ve en la historia algo así como una inmensa liturgia, como la grandiosa teofanía en que se da maravillosamente a “conocer”, y “reconocer” ese Dios a quien nadie “conoce” (Os 4.6), a quien nadie “ve” (ls 6.1), a no ser en el culto.

Isaías
Para él, la historia forma un todo homogéneo, en donde se une estrechamente (8.23b) el pasado, “el día de Madián” (9.3), el presente, la invasión siro-efraimita (7.1-6) Y la incredulidad de Acaz (7.10-12), Y el futuro, el Emmanuel (7.14-25). Este conjunto, esta globalidad, son regidos por Dios, que los orienta según su “plan”, su “proyecto”, su “consejo”. La noción de “plan” divino estaba ya implícitamente contenida en ciertas declaraciones de Amós. Por no citar más que un ejemplo, la fórmula que marca varios párrafos de los c. 1-2: “No me arrepentiré”, es un índice suficiente de ello. Pero con Isaías es con quien esta noción se hace preponderante.

Los profetas del Antiguo Testamento, pp. 46-47.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

28-2 ago. – Escuela Bíblica de vacaciones
3 agosto – Reunión de Consistorio
5-7 ago. – Campamento infantil

10 agosto – Reunión congregacional

Orar en el espíritu de Jesús, Dr. Salatiel Palomino L.

27 de julio de 2014

Resumen


Hoy lo que domina es la razón tecnocrática. ¿Son ustedes gentes de oración? Le agregamos nuestro secularismo y la incredulidad sistematizada y globalizada.
El ritmo de la oración en cada personas
Tenemos el problema de no practicar la oración.
Puede parecer la situación mas mágica, criticable, irracional. Nos aferramos a la presencia de Dios en medio de una noche oscura de incredulidad.
La oración es un atrevimiento, un desafío. El Señor nos mandó orar y eso es lo que nos sostiene.
La oración es el todo para los cristianos.
Sabemos que, cuando se va Dios, llegan los ídolos. Nuestro mundo está desmitologizado, aunque la sociedad actual sigue siendo supersticiosa
Es imposible erradicar la espiritualidad, lo que permite superar el vasallaje y el sometimiento.



1. Al orar como Jesus reproducimos su espíritu de oración y nos volvemos como niños.
Confiada intimidad. Se excluye a la mujer. Padre y madre. Jesús enseñó a orar así.
Tenemos que transformar nuestra mente para refugiarnos en el seno amoroso de nuestro padre. Dios como padre y creador
Como padre totémico de Israel, un dios nacional. Él enseñó otro espíritu: hablar como niño: papi, papá. El espíritu de la simplicidad infantil

2. Un Dios que experimentamos en común: Padre "nuestro"
Abrirnos a los demás. Es aprender a orar en plural. Superar el espíritu egoísta.
Aprender a romper la naturaleza egoísta. Aprender a romper con el individualismo.
Por el conjunto de la creación, Dios hace un gran esfuerzo cada día.
Otro caso: "Al ver la fe de ellos": la fe la vivimos como pueblo.
El efecto comunitario de la oración.

3. "...Que estás en el cielo"
La visión de lo trascendente nos cambia todo. Hay una realidad trascendente detrás de todo esto.
El mundo celestial nos ofrece las posibilidades de liberarnos.
Y esa oración la hizo el creador del Universo.
Orando en la conciencia absoluta de su vulnerabilidad e impotencia.

4. La oración se debe hacer en el espíritu de sumisión (doxológica)
Dos niveles: ir más allá de las preocupaciones de Dios, la venida del Reino de Dios.
La máxima petición: nos preocupamos por la gloria de Dios.
En ese riesgo oramos: nos preocupa más que lo nuestro, que nuestra propia vida.
Si es posible, que pase... Jesús obedeció hasta la muerte.
Someternos en alabanza a los proyectos de Dios.
La finalidad de la existencia humana: glorificar a Dios.

5. El pan nuestro: la dependencia
Todo viene por añadidura. 
Petición colectiva: "el petróleo, como el pan, es nuestro".
No es de unos cuantos, de unos pocos.
Cómo fue alimentado el pueblo de Dios en la "escuela del desierto": tomar lo justo y necesario para saciar necesidades. Las trampas de los listos en el desierto: Dios proveerá siempre.
La oración tiene que ser la atmósfera que respiramos.

Lucas 11.1-13

La Palabra (Hispanoamérica)


1 Una vez estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó de orar, uno de los discípulos le dijo: —Señor, enséñanos a orar, al igual que Juan enseñaba a sus discípulos. 2 Jesús les dijo: —Cuando oren, digan:

  Padre, santificado sea tu nombre.
  Venga tu reino.
3 Danos cada día el pan que necesitamos.
4 Perdónanos nuestros pecados,
  como también nosotros perdonamos
  a quienes nos hacen mal.
  Y no permitas que nos apartemos de ti.


5 Luego les dijo: —Supongan que uno de ustedes va a medianoche a casa de un amigo y le dice: “Amigo, préstame tres panes, 6 porque otro amigo mío que está de viaje acaba de llegar a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle”. 7 Supongan también que el otro, desde dentro, contesta: “Por favor, no me molestes ahora. Ya tengo la puerta cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. ¡Cómo me voy a levantar para dártelos!”. 8 Pues bien, les digo que, aunque no se levante a darle los panes por razón de su amistad, al menos para evitar que lo siga molestando, se levantará y le dará todo lo que necesite. 9 Por eso les digo: Pidan y Dios los atenderá, busquen y encontrarán; llamen y Dios les abrirá la puerta. 10 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra, y al que llama, Dios le abrirá la puerta. 11 ¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide pescado, le dará una serpiente? 12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? 13 Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre que está en el cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?

sábado, 19 de julio de 2014

Letra 377, 20 de julio de 2014

HIERBAS Y ÁRBOLES
Karl Barth, Instantes

“Que la tierra produzca vegetación, hierbas y árboles” (Génesis 1.11)

El mundo vegetal que brota obedeciendo a la Palabra de Dios no será la única criatura viva. Pero es la primera de ellas y condición previa de todas las demás. Viva es toda criatura en lo que tiene en común con la planta, y sigue viva mientras encuentra su alimento en el mundo vegetal. Esta mesa puesta tiene necesariamente su sitio en el centro de la casa construida por Dios. El ser humano no necesita andar buscándola preocupado. Dios se la ha proporcionado antes de crearlo. Pero también se ha de considerar que no estará en situación de tomar por sí solo lo que de ella precise. “Todos los ojos te están aguardando para que les des su alimento”.
El orden en que se desarrolla la creación hace además imposible toda intervención arrogante y arbitraria del ser humano. Las hierbas y los árboles existían sin él, y antes de que él fuera.
También ellos tienen dignidad propia y derecho a la vida. Sólo después de ellos fue establecido el ser humano en virtud de la voluntad y la palabra de Dios en su condición de usufructuario de la abundancia de aquéllos. Así, mientras el ser humano tiene para vivir, vive de la gracia de Dios precisamente al vivir de esta mesa puesta previamente para él. Así, cada bocado del que se nutre es, en cuanto signo -en, con y bajo ese signo-, la gracia misma de la que el ser humano puede vivir y sin la cual no viviría. Su soberanía sobre plantas y animales consistirá únicamente en esto: él tendrá más que agradecer que todas esas otras criaturas terrenas.

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LA ORACIÓN DE JESÚS Y DEL CRISTIANO (II)
Jon Sobrino

Oración del Huerto. "Suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora. Y decía: 'Abba, Padre'... pero que no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras" (Mc 14,35s y paralelos). Es el momento en el que la crisis cuestiona el sentido de la totalidad de su vida. No es, sin más, la muerte lo que Jesús quisiera rehuir, sino la muerte que va a ser consecuencia histórica de su vida que, por su actividad profética desenmascarando la injusticia y los intereses de los poderosos, provoca las reacciones de quienes quieren darle muerte. En los evangelios, especialmente en Juan, toda la actividad de Jesús se ve jalonada con la reflexión sobre la amenaza a su vida. La oración del Huerto recoge en un momento denso la crisis de Jesús a lo largo de su vida.
Por otra parte, es una oración que desemboca en una acción histórica:. la decisión de ser fiel hasta el fin a la voluntad del Padre. Aunque Jesús pida que Dios haga llegar el Reino sin que le preceda el sufrimiento, Jesús consciente de su "yo", lo sacrifica en nombre de la voluntad del Padre. Es, por tanto, un momento denso de profundo sentido, de la relacionalidad constitutiva de Jesús. Resuena nuevamente el "Abba", la palabra con que Jesús se dirigía al Padre con inusitada confianza; sigue viva su confianza, aun cuando no quisiera que su voluntad fuera la Cruz y el abandono del Padre. En este momento de crisis última, a la oración de Jesús le compete un no saber, que se hace parte del saber más profundo del Padre.
La oración del Huerto, es, por tanto, una oración típica de Jesús; se hace en un contexto histórico bien determinado, en continuidad con su vida; en ella aparece algo esencial a la oración, como es la búsqueda de la voluntad de Dios, y la confianza en el Padre como aquel que incluso en estos momentos es el polo referencial de sentido. Así como antes Jesús recogió en la oración la totalidad de su vida, expresada en un "gracias", ahora, en la crisis, la recoge en un "hágase tu voluntad".
Resumiendo a) y b) podemos decir que la oración de Jesús es la expresión de este "más" que va surgiendo en su propia historia. Ese "más" va apareciendo en la búsqueda de la voluntad de Dios, en la alegría de que llegue el Reino, en la aceptación fiel hasta el final de la voluntad de Dios y en la confianza incondicional hacia el Padre. Orar para Jesús es expresarse en totalidad. Esa expresión vive de la historia concreta, no es, por lo tanto, meramente intencional. Esta oración presupone que, aun cuando él mismo va haciendo el sentido de su propia historia, ese sentido no puede ser pleno sin la referencia a Alguien, que vaya totalizando lo que en la historia sólo aparece como parcial. La oración de Jesús es como es porque surge de una determinada concepción de quién es ese Alguien.

El presupuesto de la oración de Jesús: "el Dios de Jesús"
Jesús oró de una manera determinada porqué tenía una determinada concepción de Dios. "Oración" y "Dios" son realidades correlativas. Lo que de problema tenemos en la oración no es otra cosa que la expresión de lo que de problema hay en la realidad de Dios.

Algunas observaciones sistemáticas
[…] Desde esta perspectiva, podemos comprender la oración de Jesús como búsqueda de la voluntad de un Dios siempre mayor, cuyo ser mayor se muestra precisamente en la exigencia y capacitación para una acción histórica cuyo núcleo es amor. Este polo referencial totalizante puede influir a dos niveles: al nivel del discurso analítico y de las estrategias concretas y al nivel de la oración y de la estrategia global. (Igual que en la acción de Jesús, este polo referencial influye al nivel de las tácticas concretas: sobre el mostrarse o no en público, el hablar a la muchedumbre o a los discípulos, etcétera; y al nivel de las estrategias totalizantes: la decisión de subir a Jerusalén -decisión de enfrentarse con la totalidad-, las tentaciones -que ponen en cuestión la totalidad de su misión-, el anuncio del Reino, el mandamiento del amor, etcétera). Es sobre todo a este último nivel, donde se hace importante e imprescindible la reflexión sobre el Dios de Jesús, sobre el Dios ante quien ora en los momentos densos y totalizantes de su existencia.

Las diversas tradiciones sobre Dios que confluyen en Jesús
Sin ánimo de ser exhaustivos, podemos ir delineando las diversas tradiciones sobre Dios, propias de Israel, que influyen en Jesús. En primer lugar, la tradición profética con su Dios de la parcialidad ante el pobre y que está contra el pecado histórico que crea una situación de injusticia, el Dios que busca la conversión personal, que suscita la vocación del profeta, exigiéndole todo, incluso la propia vida. El Dios del conflicto, precisamente por su parcialidad hacia los oprimidos. La tradición apocalíptica sobre Dios, con el énfasis en la renovación de la realidad como obra de los últimos tiempos, renovación gratuita, llevada a cabo por su poder, y a la que precederá un cataclismo universal. La tradición sapiencial del Dios creador - providente, que permite que en la historia crezcan juntos justos y pecadores, el Dios bondadoso en quien se puede confiar. La tradición sobre el Dios del cual sólo se escucha su silencio —como en el huerto y la cruz—, con antecedentes en algunos salmos, el Qohelet y Jeremías.
Es difícil reconciliar estas tradiciones diversas e incluso un tanto contradictorias; se ha intentado hacerlo teóricamente. Creemos más bien que la solución al problema de qué noción de Dios tenía Jesús tiene que basarse en la misma historia de Jesús, sin presuponer que desde el principio hubiese tenido un noción de Dios, sino que más bien su historia concreta fue sintetizando la gama de matices que sobre Dios le presentaban las diversas tradiciones. La originalidad de Jesús va a consistir en esta síntesis concreta que él va haciendo a lo largo de su vida.

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SE DESMARCAN SEGOB E INE DE TINTE RELIGIOSO DE NUEVO PARTIDO
Proceso, 10 de julio de 2014

Pese a señalamientos periodísticos, en el sentido de que ministros de culto participaron en asambleas constitutivas del nuevo Partido Encuentro Social (PES), tanto Gobernación como el Instituto Nacional Electoral (INE) se desmarcaron del asunto sin asumir responsabilidad por la presunta violación a la ley de asociaciones religiosas.

Este jueves, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aseguró que el registro para los tres nuevos partidos políticos, incluido el PES, fue responsabilidad exclusiva del Consejo General del INE.

Al término de la 22 sesión del Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, el titular de Segob argumentó que “quien revisó (las solicitudes de registro) es quien debe revisarlos, y nosotros nos sujetamos a ello. Yo no puedo hacer ningún diagnóstico, ningún señalamiento”.

No obstante que es responsabilidad de la Segob vigilar el cumplimiento de la ley y del reglamento de asociaciones religiosas, normas que prohíben el proselitismo de ministros de culto, Osorio Chong enfatizó que “es el INE, antes IFE, el que durante mucho tiempo estuvo revisando todas sus asambleas (de los solicitantes de registro como partido) e integrantes como para nosotros entrometernos. Es entrometernos y no lo voy a hacer”.

A pregunta expresa si la dependencia que encabeza definirá una postura en caso de que el INE diera vista sobre el caso de Encuentro Social, el funcionario federal respondió que, “cuando nos han dado vista y nos han pedido información, se la hemos dado”.

Sin embargo, Pamela San Martín, consejera del INE, reveló que solicitó información a la Segob tras confirmar la participación de al menos dos ministros de culto en asambleas proselitistas del PES.

También aseguró que dieron vista del hecho a la Secretaría de Gobernación, pues “no tenemos elementos” para determinar una infracción porque no se validó la asamblea en la que los ministros participaron. “No tuvimos elementos para limitar el derecho de nadie”, justificó.

En tanto, Hugo Eric Flores, presidente del PES, descartó haber sido ministro de culto, aunque reconoció la presencia de dos de ellos durante dos asambleas constitutivas que supuestamente fueron invalidadas por falta de quórum.

En entrevistas radiofónicas, habló sobre la investigación de la revista Emeequis, en la que señala que ministros evangélicos integraron esa fuerza política.

Flores Cervantes descartó que el PES sea un partido cristiano y aseguró que “yo no soy pastor, nunca he sido pastor; no está en mis planes ser ministro de culto, sí soy cristiano, lo he reconocido y lo voy a seguir reconociendo”. A nivel ideológico, argumentó, Encuentro Social se declara “un partido liberal que cree absolutamente en la separación de funciones entre el Estado y las iglesias”.

También destacó que, el miércoles pasado, “el INE nos avaló 320 mil afiliados, solamente 100 mil afiliados menos que Morena”.

Sobre este punto, Ignacio Rodríguez Reyna, director de Emeequis, dijo a MVS que la Dirección de Asuntos Religiosos de la Segob envió un reporte al INE en el que informaba que detectó que cuatro participantes de asambleas distritales estaban registrados como ministros de culto o asociados religiosos.



Con ello, alertó, se estaría violando la ley que “dice que está estrictamente prohibido que se asocien con fines políticos” los líderes religiosos, “aunque sean dos, tres o más”.

Actividades

OREMOS INTENSAMENTE POR LAS ACTIVIDADES DEL CURSO DE VERANO Y POR EL CAMPAMENTO PRÓXIMOS

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 22 de julio, 19 hrs.
Modera: Hna. Ruth Gleason

Llamamiento: Isaías 2.1-5
Oración de ofrecimiento
Himnos: “Bendeciré al Señor” (671)
               “Si hay valor y fe” (331)
Momentos de oración
Lectura bíblica: Jeremías 36.1-20
Tema: Las vicisitudes de la Palabra
Himno: “En Cristo feliz es mi alma” (396)
Ofertorio
Bendición pastoral

LAS VICISITUDES DE LA PALABRA
Louis Monloubou

Vale la pena subrayar un nuevo punto El texto de Is 6.9-10 resulta misterioso Sin embargo, tiene tal importancia que los tres sinópticos (Mr 4.12 y par.), Juan (12.40), así como los Hechos (28.26-27), lo recogen y ven en él una luminosa e indispensable explicación de las peripecias con que tropieza la predicación de la palabra.
Para poder comprenderlo, este texto tiene que ser leído en ese conjunto de Isaías que va del v. 9 al 13. Se percibe entonces que la incredulidad y el castigo que ésta lleva consigo no son más que un momento de la historia de las relaciones entre Dios y su pueblo. El verdadero término de esta historia es la constitución de un pueblo, cuya santidad habrá de responder a la del Dios Santo.
El profeta desempeña una función en esa historia; provocando la incredulidad con su palabra, abre al mismo tiempo el camino que conduce al término buscado por Dios. Así, pues, su tarea lejana consiste en acompañar al pueblo hacia la vida, algo que es imposible realizar más que cumpliendo con su tarea más inmediata: provocar la explosión de la incredulidad que llevará al pueblo a la muerte, paso necesario para la vida.
Si hay que encontrar un calificativo que convenga a este itinerario por el que Yavé, a través del profeta, intenta conducir a su pueblo y hacerle caminar, no es el término injurioso de “demoníaco” el que tiene que aplicarse, sino más bien aquella otra fórmula tan querida a la tradición bíblica de “caminos insondables”, mucho menos inadecuada que la anterior.
En todo caso, los cristianos que leen estas frases de Isaías a la luz del evangelio, y más concretamente de la resurrección de Jesús, no pueden menos de descubrir en ellas, en una discreta filigrana, un esbozo del proyecto último de Dios: conducir a la humanidad a la vida a través de la muerte y más allá de ella. En este único y verdadero misterio es donde realmente se resuelven todas las oscuridades de la Biblia.
No es la forma con que los profetas hablan de Dios lo que resulta incomprensible... , tan incomprensible que haya podido sugerir alguien la expresión de «demoníaco> 1. Es Dios mismo el que resulta inaccesible a nuestro espíritu; Dios y el camino por el que quiere salvar al hombre. Si ese camino es impenetrable, es que en él se refleja, necesariamente, el misterio de Dios que lo ha trazado. […]
Los profetas del Antiguo Testamento, pp. 45-46.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES

27 – Reunión informativa sobre la EBV
28-2 ago. – Escuela Bíblica de vacaciones
3 agosto – Reunión de Consistorio
4-6 ago. – Campamento infantil

10 agosto – Reunión congregacional

La oración del Señor, modelo de relación con Dios, A.I. Edith Martínez Vázquez

20 de julio de 2014

Mateo 6.5-15



La Palabra (Hispanoamérica)

5 Cuando oren, no hagan como los hipócritas, que son muy dados a orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que todo el mundo los vea. Les aseguro que ya han recibido su recompensa. 6 Tú, cuando ores, métete en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está allí a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará. 7 Y al orar, no se pongan a repetir palabras y palabras; eso es lo que hacen los paganos imaginando que Dios los va a escuchar porque alargan su oración. 8 No sean iguales a ellos, pues el Padre sabe de qué tienen necesidad aun antes que le pidan nada. 9 Ustedes deben orar así:

Padre nuestro, que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra
lo mismo que se hace en el cielo.
11 Danos hoy el pan que necesitamos.
12 Perdónanos el mal que hacemos,
como también nosotros perdonamos
a quienes nos hacen mal.
13 No nos dejes caer en tentación,
y líbranos del maligno.


14 Porque, si ustedes perdonan a los demás el mal que les hayan hecho, también les perdonará a ustedes el Padre celestial. 15 Pero, si no perdonan a los demás, tampoco el Padre les perdonará los pecados que hayan cometido.

sábado, 12 de julio de 2014

Letra 376, 13 de julio de 2014

SU EXIGENCIA
Karl Barth, Instantes

“Me complazco en tu ley” (Salmo 119.77)

El mandato de Dios se distingue de todos los demás mandatos en que es una autorización: la concesión de una libertad determinada. Todos los demás mandatos suponen que al ser humano se le impone -por no decir que se le fuerza- desde algún lugar; y la cosa es aún peor cuando es él mismo quien empieza a imponerse mandatos. Todos ellos expresan desconfianza con respecto al ser humano: sería peligroso dejarlo libre; seguro que utilizaría mal la libertad. Le infunden miedo desde todas partes. Con este miedo le abordan; este miedo le inspiran; en este miedo lo mantienen. Su acto de mandar es esencialmente una prohibición, la denegación de toda autorización posible.
El mandato de Dios pone al ser humano en libertad. El mandato de Dios autoriza. Así y no de otro modo manda. Aun cuando los mandatos de Dios y los demás mandatos hagan lo mismo, no es en absoluto lo mismo. El mandato de Dios no coaccionará al ser humano, sino que hará saltar por los aires las actividades coactivas bajo cuya égida ha vivido éste. No le saldrá al encuentro con desconfianza, sino con confianza. No apelará a su miedo, sino a su coraje, y será coraje, no miedo, lo que le infunda.
Esto es así porque el mandato es la forma que adopta la gracia de Dios: el yugo suave y la carga ligera que hemos de tomar sobre nosotros entraña absolutamente nuestro refrescamiento. Esa gracia nos dispensa Dios al darnos su mandato.

***

EL PENSAMIENTO DE RUBÉN JARAMILLO
Raúl Macín

Compañeros, —decía con voz grave y pausada el líder más noble que han tenido los campesinos del estado de Morelos desde la muerte de Emiliano Zapata—, algunos de ustedes son testigos de cómo en este lugar, hace veinticinco años, cuando creímos necesario disolver nuestro grupo yo les confesé que no creía en el triunfo de la revolución, que por el contrario el movimiento iba para abajo, y les pedí que guardaran sus armas en algún lugar de donde pudieran tomarlas si se hacía necesario regresar a la ‘bola’. Pues bien, los he llamado para decirles que lo que en 1918 no era más que una pura corazonada, hoy se ha convertido en una triste realidad. Nos vemos obligados a luchar otra vez por la tierra y por la libertad. El gobierno no hace caso de nuestras quejas y ayuda y protege a los explotadores del pueblo. A mí, todos pueden dar fe de esto, me han llamado chismoso y busca pleitos, todo porque nunca he aceptado sobornos ni me he aliado con ellos en sus cochinadas.

En una ocasión le preguntaron a Rubén Jaramillo si no le tenía miedo a la muerte, y éste contestó, mire, y no pierda el hilo a lo que le voy a decir porque no sé si seré capaz de repetirlo. Cuando uno se da cuenta de que hay hombres que en el nombre de la justicia se burlan de la justicia, y que hay otros que olvidando su origen humilde se dedican a explotar a los humildes como si les tuvieran odio, como si quisieran vengarse por el hecho de haber nacido ellos en cuna pobre. Cuando uno es testigo de que las mejores tierras en este estado en el que cada año se dizque honra la memoria de Zapata se entregan a turistas y a extranjeros viciosos. Cuando uno ve todo eso y muchas otras cosas más, y decide luchar para que dicha situación termine, la vida ya no nos pertenece, ha sido consagrada a la causa, y entonces la muerte deja de preocuparnos, deja de tener poder sobre nosotros. En otras palabras, sabemos que vamos a morir porque nunca nos perdonarían el que hoy nos hayamos levantado en armas, pero nuestra muerte va a producir vida. Por cada Jaramillo que muera, van a nacer muchos más y la lucha continuará hasta que el día de la victoria llegue.

Él, —Jaramillo—, decía que era metodista, de la Iglesia Metodista, y ya no soy predicador aun cuando me gusta mucho predicar, sobre todo a los jóvenes. Es algo de lo que más voy a extrañar ahora que andemos de un lugar a otro, la escuela dominical y los estudios bíblicos. En la iglesia he aprendido mucho por lo que nunca dejaré de serle fiel, aun cuando sé que muchos hermanos me van a condenar y le van a hacer el juego al gobierno llamándome bandolero, asaltante y traidor al cristianismo.

Afirmaba que la justicia y el amor no tienen religión. Uno puede ser muy religioso pero si no tiene amor y si no lucha por la justicia de nada le sirve y la gente no va a confiar en uno. A mí me siguen no porque sea metodista o cristiano, sino porque siempre me han visto luchar a favor de los pobres desde que tenía 15 años y me uní a las fuerzas de mi general Zapata. Me siguen porque la religión no me ha hecho olvidar que soy hombre y que soy campesino, sino que por el contrario, conforme más pienso en el ministerio de Cristo más hombre me siento y más orgulloso estoy de la clase en la que me he formado.

Jaramillo comentaba a sus tropas que los dos más grandes enemigos, en la tierra de Morelos, de los hombres del campo, aparte de la gente del gobierno, son los alacranes y el alcohol. Pos yo —dijo alguien—, prefiero enfrentarme al alcohol en lugar de los federales. Yo por eso bebo —dijo otro—, pa acabar con el enemigo.

En una ocasión pidió a un joven combatiente que les dirigiera unas palabras en alusión a Dios y que le pidiera que los ayudara y no los dejara solos en la lucha. Esto fue lo que dijo el joven: Señor, con todo corazón te pedimos que nos ayudes a darles su merecido a los cabrones que han ensuciado esta tierra con sus ambiciones y disputas. No nos dejes solos, pues yo sé que estás tan enojado con ellos como lo estamos nosotros. Te lo pido en nombre de Cristo que murió por los pobres. Amén.

Tenía una visión social de las cosas, era un hombre político y ético, formado al fragor de los combates y de los hechos. Por lo que no le gustaba decir insultos a las autoridades, aun cuando reconocía que se lo merecían, sino de convencer al pueblo de que luchaba por él, y de que la justicia está del lado de la clase campesina. Insultar es fácil, pero al pueblo no se le engaña, al pueblo para servirlo de verdad hay que convencerlo de que se es sincero y hay que ponerse al frente de todas las acciones. Para él era la falla de todos los dizque líderes campesinos que cuando llegan a tener más de lo que están acostumbrados a tener se olvidan de su origen, se visten de trajes de casimir y se bañan con agua perfumada.

En México hay una historia que todavía no está escrita, y que no es la que presentan los jilgueros y demagogos oficiales, sino la del México que aún se busca, que aún clama por justicia, el que tiene hambre y sed de revolución.

En otra ocasión cuando aceptó dialogar con una comisión del gobierno que pretendía que dejara las armas, en respuesta a Cruz Nava, de que estaba cometiendo un error del cual se iba a arrepentir cuando ya fuera muy tarde, respondió: El único error del que sería capaz de arrepentirme sería el de dejar solo al pueblo en su lucha. El de olvidarme de mi origen, el de traicionar la confianza que en mí tienen, el de aceptar la vida fácil y cómoda que ustedes me ofrecen a nombre del general Lázaro Cárdenas y del gobierno y despreciar a los de mi clase que padecen y que se mueren y a quienes los traidores explotan todos los días. Se bien que me juego la vida, pero también sé que considero todo sacrificio en bien del pueblo como un privilegio. Hace unos momentos me recordaban el hecho de que soy cristiano, y lo soy, nunca lo he negado, y es precisamente el sacrificio de Cristo el que me mueve. No es el bienestar, ni las promesas de prosperidad, lo que cautiva del evangelio, sino su amor por el hombre y su llamado al sacrificio. Desde el principio mismo de nuestro movimiento les dije a mis hombres que yo creo firmemente en que es necesario que el grano muera para que el fruto venga, y que le doy gracias a Dios porque me ha permitido la satisfacción de ser grano y no fruto. Y ahora ya pueden irse porque sé que el ejército viene detrás de ustedes y no quiero que me sorprendan. —Te equivocas Rubén- se apresuró en decir Antonio-, el ejército no va a venir. Nos dieron su palabra de que no nos seguirían. El general prometió incluso darte unos salvoconductos en caso de que aceptaras nuestros términos.

—Mira hermano— contestó Rubén con parsimonia-, soy cristiano pero no soy ni ingenuo ni […]. Las promesas del ejército valen lo que vale una mentira. El ejército mexicano es el ejército de una clase: la de los ricos, y está adiestrado para matar, engañar y despreciar a los suyos. Cuando un general promete una cosa hay que creer exactamente lo contrario. Los soldados están muy bien disciplinados y obedecen a quien les paga aun cuando les ordenan matar a sus hermanos, porque nadie desconoce que casi todos los miembros del ejército que no son oficiales son campesinos que en él encuentran refugio y un alivio a su espantosa miseria. Se dice que el ejército es el defensor de nuestras instituciones y como los que dicen esto son los oligarcas que nos gobiernan, debemos entender que lo que en realidad defiende el ejército son las instituciones que conviene a la oligarquía sostener, o dicho en otras palabras, los intereses del grupo en el poder que explota vilmente a los obreros y a los campesinos mexicanos, y no hablo de la clase media porque me parece que una clase que se conforma a ser explotada y que aplaude a sus explotadores no vale la pena preocuparse por ella.

Cuando a su persona acudió un joven ministro para preguntarle cuestiones acerca de Dios, de la religión y de su actuar. Esto fue lo que respondió Jaramillo: Desde luego que reconozco eso, es más, lo supe desde el principio. Nunca me hice la ilusión de que los evangélicos mexicanos comprendieran siquiera la razón de ser de mi rebeldía y de la decisión que tuve que tomar. Nunca he tenido conflictos por si estoy cometiendo pecados o no, considero que el peor de los pecados es el del conformismo, el de soportar en nombre de una resignación cristiana los atropellos, los crímenes y la maldad de la clase opresora. Entonces, ¿eso quiere decir que a los que no actúan como usted los considera pecadores? —No, no, mil veces no. En primer lugar yo no soy nadie para juzgar a los demás, y en segundo reconozco que hay dos clases de personas no comprometidas con nuestra causa: una, la de los que no se comprometen porque piensan sinceramente en que la violencia no es el camino a seguir, y la otra, la de los que por cobardía o por proteger lo que para ellos representa el interés por excelencia no únicamente no se comprometen con la lucha sino que se oponen abiertamente a ella; y es a éstos últimos a quienes sí me atrevo a decir que son pecadores porque se están oponiendo por egoísmo y por ambición a la voluntad de Dios. […]



Rubén Jaramillo, profeta olvidado. México, Diógenes, 1984

www.stunam.org.mx/8prensa/cuadernillos/cuaderno11.htm

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...