sábado, 11 de octubre de 2014

Actividades

TODOS ESTAMOS INVITADOS/AS A VER LA PELÍCULA ORDET (LA PALABRA), HOY A LAS 17:30 HRS.

Paul Schrader, guionista y director de formación reformada, reseña Ordet, de C.T. Dreyer, en Calvin College Chimes, 3 de diciembre de 1965www.paulschrader.org/articles/pdf/1965-Ordet.pdf
Versión de LC-O



ORDET (LA PALABRA)
Paul Schrader


[…]
Ordet (La Palabra) es un buen caso. Algunas excelentes películas extranjeras (La dolce vita, La noche) han llegado a enlatarse en Estados Unidos debido a los escándalos o excesos de sus protagonistas. Pero Ordet no tiene nada de esto. Es lenta, en blanco y negro, danesa, religiosa, intelectual y, lo peor de todo, tiene un mínimo de sexo. En consecuencia, esta obra maestra del cine danés se ha exhibido en muy pocas salas y desapareció del mapa.

Pero Ordet merece ser vista, especialmente por una audiencia que se llama a sí misma cristiana e ilustrada. Ordet se ubica en una pequeña aldea danesa dividida en facciones religiosas: quienes abrazan el lado más vital del protestantismo y quienes son más estrictos y hasta equiparan el pecado con el placer. La historia se enfoca en una familia de tres hijos que pertenecen a la secta más liberal. El mayor es agnóstico y el menor deseas casarse con una integrante del grupo con aficiones tanatológicas, mientras que el de en medio está desquiciado y se cree Jesucristo. El padre se pregunta sobre la justicia de Dios a la manera de Job. Los aspectos básicos del cristianismo se han perdido en peleas familiares y en altercados denominacionales, hasta que ocurre un milagro.

La esposa devota del hijo mayor fallece en el parto y yace en un ataúd abierto. El hijo enfermo dice que la levantará de la muerte, pero nadie le hace caso. Finalmente, a través de la fe de la hija menor de la mujer él le ordena que despierte y ella obedece. Es un viejo recurso del que se ha abusado mucho. Sólo un gran director como Carl Theodor Dreyer podría haberlo logrado.

Ordet es un film de director, como Los olvidados, exhibida recientemente. Pero Dreyer no tiene la volatilidad de Buñuel. El espectador recibe un sentido de completo control en una película de Dreyer; no hay pasos en falso, lapsus, no hay ni errores. Es más, el film ofrece la cosmovisión de Dreyer tal como la concibe él mismo. Cada toma está construida con precisión infinita, y cada encuadre es un logro visual.

Lamentablemente, los errores de Dreyer son casi tan espectaculares como sus aciertos. Todos los films de Dreyer se mueven a un ritmo dolorosamente lento. Es este ritmo doble de una marcha fúnebre que hace de Ordet no sólo ponderada y poderosa sino también un tanto aburrida. Una de las más devastadoras acusaciones contra la película podría ser que no se mueve, y los films de Dreyer rara vez lo hacen. La intensidad intelectual y visual transforma su pasividad en algo activo, pero sin apelar jamás al síndrome de John Wayne.

Ordet no es solamente un alto momento moral en la obra de Dreyer. Siendo un director de más de seis décadas, se ha embarcado en una visión pesimista y oscura del mundo. Sus primeras películas, Hojas del libro de Satán, Juana de Arco y Dies irae, han retratado una iglesia opresiva y de mente estrecha. Pero en 1954 habló la ordet (palabra) sobre la iglesia y la fe. Habló de una fe simple, lo suficientemente grande para derribar denominaciones y obrar milagros. A pesar de todos sus esfuerzos, la iglesia nunca ha sido capaz de ocultar la esencia del cristianismo. En ese hecho reside el poder del milagro “trillado”. Dreyer hace que uno se dé cuenta de que Dios no existe por causa de un milagro sino que Dios existe y que, por tanto, puede haber milagros. Dreyer utiliza un viejo truco para contar una vieja historia. Es difícil hacerlo, pero una vez conseguido es impactante.

Ordet está abierta a muchas otras interpretaciones. Algunos han visto en ella una ingeniosa alegoría sobre la muerte y la resurrección de Cristo con las dos naturalezas de Cristo, física y espiritual, cada una representada por un personaje diferente. Otros la han visto como una historia acerca del problema del sufrimiento, el ecumenismo, la fe. Cualquier interpretación que se adopte, una cosa está clara: Dreyer es un maestro narrador de historias y es lamentable que se le conozca tan poco. Que los fans de John Wayne digan lo que quieran, Ordet es verdaderamente una película en movimiento.

***

CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 14 de octubre, 19 hrs.
Modera: Mauricio Magallanes

Llamamiento: Miqueas 1.1-7
Oración de ofrecimiento
Himnos: “Eleven hoy al Salvador” (223)
“¿Qué es lo que quiere el Señor de mí” (610)
Momentos de oración
Lectura bíblica: Amós 2
Tema:: El escepticismo ante la profecía
Himno: “Amarte sólo a ti, Señor” (529)
Ofertorio
Bendición pastoral

ESCEPTICISMO ANTE LOS PROFETAS
Louis Monloubou

Jesús lo constató amargamente, viendo en su propio fracaso la continuación del fracaso permanente de los profetas bíblicos: “Sólo en su tierra, entre sus parientes y en su casa, desprecian a un profeta” (Mr 6.4) Citemos aquí algunos de los textos en donde se percibe el rechazo de la palabra profética, tal como se observa en el Antiguo Testamento y en algunos de los textos del Nuevo.
Como la palabra de los profetas resulta molesta, se pretende reducir al silencio a quienes la pronuncian:
- “Nombré profetas a hijos vuestros, nazareos a jóvenes vuestros... Pero vosotros emborrachabais a los nazareos y a los profetas les prohibíais predicar” (Am 2.11-12).
- “Dicen a los videntes: ‘No veáis’; y a los profetas: ‘No profeticéis sinceramente; decidnos cosas halagüeñas, profetizad ilusiones; apartaos del camino, retiraos de la senda, dejad de ponernos delante al Santo de Israel’” (ls 30.10-11).
- “Te hablé en tu bienestar y dijiste: 'No quiero oír'; esta es tu conducta desde joven, no rne obedeciste” (Jr 22.21; 25-32; 6.16-17).
Con frecuencia los oyentes se niegan a ver la verdad que les señalan los profetas, dar crédito a sus enseñanzas, creer en la acción eficaz de Dios en el seno de la historia, en el dominio absoluto que ejerce sobre los acontecimientos.
- “Dicen: que se dé prisa, que apresure su obra para que la veamos: que se cumpla enseguida el plan del Santo de Israel, para que lo comprobemos” (ls 519; 28, 9-10).
- “Hijo de Adán, ¿qué significa ese refrán que decís en la tierra de Israel: ‘Pasan días y días y no se cumple la visión?”” (Ez 12, 22-25; d. también 2, 3-7; 3,4-11; 21, 5).
- “Hijo de Adán, mira lo que anda diciendo la casa de Israel: ‘Las visiones de éste van para largo, a largo plazo profetiza’” (Ez 12.26-28).
- “Y tú, hijo de Adán, tus paisanos andan murmurando de ti al abrigo de los muros y a la puerta de las casas, diciéndose unos a otros: 'Vamos a ver qué palabra nos envía el Señor.. .' Eres para ellos coplero de amoríos, de bonita voz y buen tañedor. Escuchan tus palabras, pero no las practican” (Ez 33.30-33).
En fin, puede advertirse con claridad el escepticismo que demuestran los judíos ante el entusiasmo extático de los profetas el día de Pentecostés: “Están bebidos” (Hch 2.13). Pero en el seno de la comunidad cristiana también los profetas chocan con el rechazo de sus hermanos, más dispuestos a hacerles callar que a escucharles; es lo que nos hace suponer aquel consejo de Pablo: “No apaguéis el Espíritu” (= No impidáis hablar a los profetas) (I Tes 5.19).
______________________________________

PRÓXIMAS ACTIVIDADES

18 – Paseo comunitario
25 – Reunión de la CMIRP
26 – Culto unido de la Reforma

No hay comentarios:

Apocalipsis 1.9, L. Cervantes-O.

29 de agosto, 2021   Yo, Juan, soy su hermano en Cristo, pues ustedes y yo confiamos en él. Y por confiar en él, pertenezco al reino de Di...