PUNTO MUERTO
Karl Barth, Instantes
Santander, Sal Terrae, 2005,
p. 68.
“Construyamos una torre cuya cúspide
llegue hasta el cielo” (Génesis
11.4)
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Juan Calvino
Institución de la Religión Cristiana, Libro III, capítulo XX
Es
necesario un vivo sentimiento de nuestra indigencia y de sus remedios
La
segunda regla debe ser que cuando oremos sintamos siempre de veras nuestra
necesidad y pobreza y considerando conscientemente que tenemos necesidad de
todo lo que pedimos, acompañemos nuestras peticiones de un ardiente afecto.
Porque son muchos los que murmuran entre dientes sus oraciones, leyéndolas o
recitándolas de memoria, como si cumpliesen con Dios. Y aunque confiesan que la
oración debe proceder de lo íntimo del corazón, porque sería un gran mal
carecer de la asistencia y ayuda de Dios que le piden, sin embargo se ve claro
que hacen esto como por rutina, ya que entretanto, sus corazones están fríos y
sin calor alguno, y no prestan atención a lo que piden. Es verdad que un
sentimiento confuso y general de su necesidad los lleva a orar, pero no les
urge como si sintiesen su necesidad en el momento y pidiesen en consecuencia
ser aliviados de su miseria. Ahora bien, ¿qué cosa pensamos puede haber más
odiosa y detestable a la majestad divina que este fingimiento, cuando el que
pide perdón de sus pecados, al mismo tiempo está pensando que no es pecador, o
no piensa que lo es? Evidentemente con esta ficción abiertamente se burlan de
Dios. De hecho, todo el mundo, según poco hace lo he dicho, está lleno de esta
perversidad; cada cual pide a Dios, solamente como por cumplir con Él, aquello
que ya están seguros de conseguir de otros, o de tenerlo ya en la mano como
cosa propia.
El defecto de otros que voy a exponer parece ser más ligero, pero
tampoco se puede tolerar: consiste en que muchos recitan sus oraciones sin
reflexión alguna. La causa de esto es que no se les ha instruido más que en que
deben ofrecer a Dios sus sacrificios de esta manera. Es, pues, necesario que
los fieles tengan mucho cuidado de no presentarse jamás delante de la divina
majestad para pedir cualquier cosa, a no ser que la deseen de corazón y quieran
obtenerla de Él. Y más aún; incluso aquellas cosas que pedimos solamente para
gloria de Dios y que no nos parecen a primera vista decir relación con nuestras
necesidades, no obstante es necesario que las pidamos con no menor fervor y
vehemencia. Como cuando pedimos que su nombre sea santificado debemos, por así
decirlo, tener hambre y sed de esta santificación.
Siempre es oportuno rogar
Si alguno
replicare que no siempre nos vemos oprimidos por una necesidad de idéntica
manera, sino unas veces más que otras, admito que es así. Santiago ha notado
muy bien esta distinción. “¿Está alguno de vosotros afligido?”, dice, “Haga
oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas” (Sant 5.13). Así pues, el mismo
sentido común nos enseña que por ser nosotros tan excesivamente perezosos,
según es la necesidad, así nos incita Dios a rogarle. Este es el tiempo oportuno
de que habla David (Sal. 32.6): porque, como él en muchos lugares lo enseña,
cuanto más fuertemente nos oprimen las molestias, las incomodidades, los
temores y todos los demás géneros de tentaciones, tanto más libre entrada
tenemos a Dios como si Él nos llamase personalmente a ello.
No obstante no deja de ser muy cierto lo que dice san Pablo, que en
todo tiempo debemos orar (Ef. 6.18; 1 Tes. 5.17); porque aunque todo nos suceda
a pedir de boca y conforme a nuestros deseos, y nada nos dé más contento, a
pesar de ello no hay un solo momento en el que nuestra miseria no nos incite a
orar. Si uno tiene gran abundancia de vino y trigo, no podrá disfrutar de un
solo pedazo de pan si la bendición de Dios no continúa sobre él; ni sus
graneros le dispensarán de pedir el pan de cada día. Además, si consideramos
cuántos son los peligros que nos amenazan a cada momento, el mismo miedo nos
enseñará que no hay instante en que no tengamos gran necesidad de orar.
Esto podemos conocerlo mucho mejor en las necesidades espirituales.
Porque, ¿cuándo tantos pecados de los que nuestra propia conciencia nos acusa
nos permitirán estar ociosos sin pedir humildemente perdón? ¿Cuándo las
tentaciones harán treguas con nosotros, de suerte que no tengamos necesidad de
acogernos a Dios, buscando socorro? Además, el deseo de ver el reino de Dios
prosperado y su nombre glorificado, de tal manera debe apoderarse de nosotros,
y no a intervalos, sino de manera continua, que tengamos siempre presente la
oportunidad y ocasión de orar. Por eso no sin causa, tantas veces se nos manda
que seamos asiduos en la oración. No hablo aún de la perseverancia, de la cual
luego haré mención. Mas la Escritura, al exhortarnos a orar de continuo,
condena nuestra negligencia, porque no sentimos hasta qué punto nos es necesaria
esta diligencia y cuidado.
La verdadera oración exige el
arrepentimiento
Con esta
regla se cierra del todo la puerta a la hipocresía y a todas las astucias y
sofismas que los hombres inventan para mentir a Dios. Pro mete el Señor que
estará cerca de todos los que le invocaren de verdad, y dice que lo hallarán
aquéllos que de corazón le buscaren (Sal 145.18; Jn 9.31). No ponen sus ojos en
esto los que se sienten tan contentos con su suciedad.
Así que la legítima oración requiere penitencia. De ahí aquello tan
corriente en la Escritura: que Dios no oye a los malvados; que sus oraciones le
son abominables, como también sus sacrificios. Porque es justo que hallen
cerrados los oídos de Dios los que le cierran sus corazones; y que los que con
su dureza y obstinación provocan el rigor de Dios, lo sientan inexorable. Dios,
por el profeta Isaías los amenaza de esta manera: “Cuando multipliquéis la
oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos” (Is. 1,15), Y por
Jeremías: “Solemnemente protesté: ...oíd mi voz; pero no oyeron: ...y clamarán
a mí, y no los oiré” (Jer. 11.7-8.11); porque El considera como muy grave
injuria que los impíos, que durante toda su vida manchan su nombre sacrosanto,
se gloríen de ser de los suyos.
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CRONOLOGÍA DEL CASO
AYOTZINAPA
Septiembre
26 y 27
En Iguala mueren tres
estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, luego de que secuestraron
autobuses y fueron atacados por policías locales y presuntos grupos criminales.
En otros hechos violentos mueren seis personas más.
29. Después de dos días en el
Ministerio Público del Fuero Común, 22 policías municipales de Iguala son
trasladados al penal de las Cruces, en el Puerto de Acapulco, como probables
responsables de los seis homicidios.
30. El procurador general de
Guerrero, Iñaki Blanco, informa que son ubicados 14 de los 57 normalistas
desaparecidos, corroboró que los policías municipales, además de diparar contra
estudiantes, rafaguearon el camión del equipo de futbol, Los Avispones.
Octubre
2. El secretario general de
Gobierno estatal, Jesús Martínez, señaló que el radio de búsqueda de 43
normalistas desaparecidos se amplía a Taxco de Alarcón, a media hora de Iguala.
Más de mil 800 personas entre fuerza Estatal, Ejército y Armada de México, buscan
en 14 mil 420 colonias.
3. La ONU en México condenó la
desaparición de los estudiantes. La Secretaría de Gobernación ofrece coadyuvar
en la búsqueda.
4. Fuerzas federales y
estatales hallaron seis fosas clandestinas, sin determinar cuántos cuerpos
había.
5. Dos delincuentes admitieron
que junto con policías de Iguala, asesinaron a 17 de los 43 normalistas
desaparecidos. Indican que el director de Seguridad Pública de Iguala, Felipe
Flores ordenó detenerlos y a El Chucky, jefe del cártel Guerreros
Unidos, asesinarlos.
6. Informe del Cisen vincula
con la delincuencia organizada al alcalde con licencia de Iguala, José Luis
Abarca y a su esposa. Policía Federal y Ejército toman el control en 13
municipios de Guerrero.
8. Miles marchan del Ángel de
la Independencia al Zócalo, así como en 20 estados del País y nueve países en
el mundo, recriminando la desaparición de los normalistas.
9. Capturan a cuatro personas
que indicaron la ubicación de otras cuatro fosas cerca de Iguala
13. Estudiantes y padres de
familia de normalistas desaparecidos realizan quemas, pintas y destrozos en
edificios públicos, el más afectado es el Palacio de Gobierno de Iguala.
14. Detienen a 14 policías de
Cocula que participaron en la detención, traslado y entrega de los estudiantes
desaparecidos. PGR afirma que ningún cuerpo encontrado en las fosas es de los
normalistas.
15. Encuentran seis fosas
clandestinas más. Van 19 fosas descubiertas.
17. Capturan a Sidronio
Casarrubias Salgado, líder de Guerreros Unidos.
19. La PGR ofrece 64 millones
de pesos de recompensa por información que ayude a encontrar a los normalistas.
20. El padre Alejandro
Solalinde asegura que testigos le informaron que a los normalistas los mataron
y quemaron con diesel. PGR lo llama a que presente denuncia.
21. Maestro de la CETEG
incendian la sede estatal del PRD en Guerrero
22. PGR imputa a José Luis
Abarca, alcalde de Iguala, a su esposa María de los Ángeles y al director de
Seguridad Pública, Felipe Flores, la desaparición forzada de los normalistas.
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