OREMOS POR TODAS
LAS ACTIVIDADES NAVIDEÑAS
Y DE FIN DE
AÑO
***
CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO
Martes 9 de diciembre, 19 hrs.
Modera: Hna. Marena Ponce
Llamamiento: Miqueas
5.1-5
Oración de ofrecimiento
Himnos:
“Eleven hoy al Salvador” (223)
“De tus
mandatos tengo sed” (16)
Momentos de oración
Lectura bíblica: Amós 1
Tema: Figuras proféticas: Amós (I)
Himno:
“Nuestra fortaleza” (661)
Ofertorio
Bendición pastoral
AMÓS
Y SUS CONTEMPORÁNEOS
Abraham Heschel
Bajo el largo y
brillante reinado de Jeroboam II (ca.
786-746 a.e.c.), el Reino del Norte, también llamado Reino de Israel, alcanzó
la cima de su poder y prosperidad material expandiendo su territorio hacia el
norte a expensas de Jamat y Damasco, y hacia el sur a expensas de Judá. Durante
todo este período Asiria se encontraba debilitada, y Siria en decadencia;
Jeroboam aprovechó las debilidades de ambas para extender sus dominios,
fomentar el comercio y acumular riquezas.
Cuando
aparece Amós, en el Norte había orgullo (6:13-14), abundancia, y esplendor en
la tierra, elegancia en las ciudades y poder en los palacios. Los ricos tenían
sus residencias de invierno y de verano adornadas con costosos marfiles (3:15)
y suntuosos sofás con almohadones de damasco (3:12), sobre los cuales se
reclinaban durante sus magníficos banquetes. Plantaron viñas y se ungieron con preciados
aceites (6:4-6;5:11) ; sus mujeres, a quienes Amós comparó con las vacas gordas
de Bashán, eran adictas al vino (4:1) . Al mismo tiempo no había justicia en la
tierra (3:10) ; a los pobres se los sometía, explotaba y hasta se los vendía
como esclavos (2:6-8;5:11) , y los jueces estaban corrompidos (5:12) . En medio
de todo esto surgió Amós, un pastor, que exclamó: “¡Ay de aquellos que están en
holgura en Sión,/ Y los que están seguros en el monte de Samaria,/ Los
renombrados principales de las naciones,/ A los cuales acude la casa de Israel!/
Cruzad a Calné, y ved;/ De allí id a Jamat la Grande;/ Y luego descended a Gat
de los Filisteos./ ¿Acaso son mejores que estos reinos?”. […]
Amós
estaba trabajando como pastor y como guardián de árboles de sicomoro cuando de
repente fue abrumado por Dios y llamado a ser profeta. Si bien su casa se
hallaba en Tekoa, un pueblecito al sudeste de Belén en el Reino de Judá, sus
declaraciones estaban dirigidas contra el Reino del Norte, contra Samaria,
Betel, y los gobernantes de la tierra.
“Ha
llegado el fin de mi pueblo Israel”, le dijo el Señor en una visión (8:2). Cuál
es la naturaleza de Aquel cuya palabra abrumó al pastor Amós? ¿Se asemeja Su
grandiosidad a una montaña descollante? ¿Puede compararse Su majestuosidad con
una constelación inescrutable? ¿Es El sublime como la mañana y misterioso como
el anochecer? Todas las comparaciones se eclipsan cuando se las confronta con
lo que aseveró una persona como Amós.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
14 – 3er Domingo de
Adviento
20 – Cena de Navidad
21 – 4o Domingo de
Adviento
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