sábado, 12 de marzo de 2016

Letra 451, 13 de marzo de 2016

SOBRE LA ORACIÓN
Juan Calvino (Francia, 1509-1564)

 

P
ero a pesar de que ya se ha dicho más antes que siempre deberíamos elevar nuestras mentes hacia arriba, hacia Dios, y orar sin cesar, sin embargo, tal es nuestra debilidad que requiere ser apoyada, y tal es nuestro sopor que requiere ser estimulado; es necesario que fijemos horarios especiales para este ejercicio, horas que no deben pasar sin la oración, y durante las cuales todos los afectos de nuestras mentes van a estar completamente ocupados en la oración, es decir, cuando nos levantamos por la mañana, antes de comenzar nuestro trabajo diario, cuando nos sentamos para comer, cuando por la bendición de Dios ya hemos tomado nuestros alimentos, y cuando nos retiramos a descansar. Esto, sin embargo, no debe ser un respeto supersticioso de la hora, por el cual, por así decirlo, la realización de una tarea para Dios nos hiciera creer que estamos dispensados de orar en otras horas, sino que más bien debe ser considerada como una disciplina con la cual se ejercita nuestra debilidad, y de vez en cuando es estimulada.
En particular, debe ser nuestro cuidado ansioso, siempre que se nos presiona, o al ver a otros presionados por algún problema, al instante recurrir a Dios, no sólo con prontitud sino con la mente despierta; y otra vez, no debemos permitir que ninguna prosperidad nuestra o de otros nos haga dejar de dar testimonio de nuestro reconocimiento de la mano de Dios, mediante la alabanza y la acción de gracias. Por último, tenemos que evitar cuidadosamente en todas nuestras oraciones que confinemos a Dios sólo a ciertas circunstancias, o prescribamos para él sólo ciertos tiempos, lugares o modos de acción.
De igual manera, nos enseña esta oración a no fijar ninguna ley o imponer ninguna condición sobre Él, sino que dejemos enteramente a Dios la soberanía de adoptar cualquier curso de procedimiento que le parezca mejor, en relación con los métodos, tiempos y lugares. Porque antes de hacer cualquiera de nuestras peticiones, le pedimos que se haga su voluntad, y al hacerlo, nuestra voluntad debe subordinarse a la suya, como si le hubiéramos puesto un freno a nuestra voluntad, para que, en lugar de pretender dictarle leyes a Dios, lo consideremos como el gobernante que es, y el que dispone la realización de todos sus deseos.

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CLASE UNIDA
ELEMENTOS DE LA LITURGIA



Introito
   
    Propósito: Preparación del ánimo para el inicio del culto.

    Consiste en: Un texto de apertura que inicie el momento litúrgico.

 

Preludio al piano      Propósito: Crear un ambiente de concentración espiritual.

Adorar y celebrar el nombre de Dios

 

    Llamamiento a la adoración

    ¿Quién(es) lo lleva(n) a cabo? El director/a o el coro.

    Propósito: Invitar a la congregación a sumarse a la adoración.


 

   Oración de ofrecimiento o dedicación del culto.

   No es de confesión, ni de intercesión.

Momento epiclético del culto. Epíclesis: La intervención directa del Espíritu Santo en
lo que se hace durante la liturgia. Aplicado sobre todo a la Santa Cena, se refiere al
resto del culto.

 

   Himnos

   Propósito: Exaltar el ánimo y encarnar la adoración en un tema.

   Número más adecuado: Variable, según las circunstancias.


Afirmar la primacía de la gracia

 

 Oración de confesión. No es de ofrecimiento, ni de  intercesión.
    
    Busca unificar la experiencia de la comunidad en el sentido de la restauración
    individual y colectiva en el camino de la santificación.


Unidos/as en el Espíritu

  
   Importancia del saludo en el culto: Afirmar la fraternidad y la unidad de la iglesia
   en el culto y en todo lo que hace

Plegaria comunitaria

 

    Oración de INTERCESIÓN. No es de ofrecimiento ni de confesión.

    ¿Quién debe hacerla? Cualquier miembro de la iglesia con base en la doctrina
    del sacerdocio universal de cada creyente.

    ¿Por qué se canta un himno antes de hacerla? Como preparación y complemento.

Atendemos la voz del Señor

 

  ¿Por qué se leen una porción del Antiguo Testamento y otra del Nuevo? A fin de destacar
   la unidad de las dos partes de las Escrituras y la centralidad de su mensaje.

Reflexión


¿Cuál es la importancia de la predicación como parte del culto? Edificar en la fe, profundizar
en el conocimiento de las Escrituras, aplicarlas para el presente en relación con la historia de
la salvación proclamar las buenas nuevas de salvación, exhortar para el crecimiento integral.

Sus promesas son eternas

 

   ¿Por qué cantamos inmediatamente después de la reflexión bíblica? Como manifestación
   de la respuesta que en la fe se da a la Palabra proclamada y afirmación de la disposición
   para ponerla por obra en la vida y misión de la iglesia y de cada creyente.

La mayordomía del corazón                  I Crónicas 29.14, DHH

 

Oración de entrega de la ofrenda. No es de confesión ni de intercesión.

La compañía continua del Salvador

 

  ¿Quién bendice a quién? El Señor mediante su Palabra reafirma sus promesas.

 

  ¿Cuál debe ser nuestra actitud durante el postludio? De recogimiento, gratitud y apertura.

  ¿Este es el momento adecuado para informar a la iglesia? Sí para no distraer a la comunidad
  en su actividad litúrgica. ¿Cuánto tiempo deben durar los avisos? El menos posible
  para resumir en breves palabras la actividad de la iglesia.

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LITURGIA Y CONTEXTO: FUNDAMENTOS TEOLÓGICOS
Glaucia Vasconcelos

1. La adoración cristiana tiene su propio conjunto de características culturales. Tiene un lenguaje propio, un lenguaje que proporciona un sentido de identidad personal y comunal. Gordon Latrop habló de este núcleo que da identidad: "La adoración cristiana tiene sus propias estructuras que dan identidad e interpretación mundial, y aún los significados e identidad que resultan pertenecientes a cristianos que viven dentro de muchas otras culturas” […]

2. A causa de la centralidad de la adoración en la vida de la iglesia, la continua reforma de la adoración es de primaria importancia en el mantenimiento de la integridad del pueblo de Dios. En una era dominada por el individualismo y el secularismo, es particularmente importante abrazar formas de adoración firmemente arraigadas en la fe y promover un fuerte sentido comunal de estar unidos con Dios, con la comunidad de fe en todo tiempo y lugar y con un mundo roto, necesitado del toque sanativo de Dios. En otras palabras, el interés por la reforma de la adoración es, por encima de todo, un interés por la renovación de la iglesia... Durante los últimos treinta años las iglesias cristianas alrededor del mundo han visto una reforma en la adoración sin igual en cualquier otro siglo. […]

3. La adoración común es adoración que enmarca y expresa la identidad distintiva y el estilo de vida de un pueblo común, una comunidad cuyos límites no terminan en las escalas de un particular lugar de reunión, sino que es tan amplia como el mundo y fuera de los límites del tiempo. Cuando usamos el Credo de los Apóstoles para declarar que "creemos en la santa iglesia católica y apostólica", esa iglesia incluye a Ana (Lucas 2), la que primero proclamó las buenas nuevas, a Pablo y Dorcas en la comunidad neo-testamentaria, a Justino Mártir, Teresa de Ávila, y otros de los primeros siglos de la iglesia, Lutero y Calvino en la era de la Reforma, Nelson Kirst, Amílcar y otros, en las comunidades cristianas de todas partes del globo. […]

4. La adoración cristiana es trinitaria y Cristo-céntrica. Es bíblica y es profética. Es tan contextual como ecuménica, si hemos de ser fieles a la proclama que acerca de Dios hacemos. Estas realidades están todas situadas y expresadas dentro de un marco de riqueza histórica y universalmente reconocido, por medio de un patrón reconocible y repetible de tiempo contable, y a través del cual los elementos centrales, que audible y visiblemente ponen de manifiesto la naturaleza de Dios, y que son efectivamente, acciones habladas suyas, el Bautismo y la Comunión. […]

5. La liturgia de la iglesia tiene la potencia adventicia de ser un hecho en proceso. La liturgia fiel descubre y manifiesta la venida de la gracia de Dios y el acercamiento de la Justicia del Señor. Es solamente por medio de un fiel acercamiento encarnacional a la liturgia que la adoración fiel puede tener lugar. Dios busca a los fieles de todo lugar y los une en la adoración. Entonces el hecho impresionante acontece. Es Dios revelando la misma santidad de Dios aquí y ahora en la santa reunión, en medio de este particular pueblo santo, en este santo Día del Señor, en este santo tiempo. Pero es Dios en Cristo a quien la liturgia cristiana ponen en descubierto. […]

6. ”El fin principal del hombre es glorificar a Dios y gozar de Él para siempre". Es lo que dice el Catecismo Menor de Westminster, elaborado en 1646. Pero también proclamamos que la adoración es el centro de la vida de la iglesia. Para las comunidades cristianas, la adoración es el espacio-tiempo sin par donde glorificamos a Dios cuando una y otra vez la comunidad tiene memoria de que vive para un propósito, y que ese propósito es la glorificación de Dios. La adoración es el sitio de reunión de la gracia de Dios con nuestra agradecida respuesta, y el evento que James White llama "el auto-darse de Dios".
www.webselah.com/liturgia-y-contexto-fundamentos-teologicos

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