¡SÍGUEME!
Marthita Aguilar Arellano
Sígueme: es
el desafío, la esperanza, el reto.
Desafío porque hay que dejarlo todo;
hasta negarse a sí mismo, volver la otra mejilla;
dejar no sólo la capa, sino también la túnica,
llevar la carga no sólo la primera milla,
sino aun hasta la segunda.
Desafío porque hay que dejarlo todo;
hasta negarse a sí mismo, volver la otra mejilla;
dejar no sólo la capa, sino también la túnica,
llevar la carga no sólo la primera milla,
sino aun hasta la segunda.
Mas Tú, que lanzas el desafío y el reto,
haz de llegar Tú mismo hasta el Calvario,
y qué mayor negación de sí mismo,
que siendo Hijo de Dios te despojaste
de tan alta investidura tomando forma de hombre
y de siervo obediente hasta la cruz.
haz de llegar Tú mismo hasta el Calvario,
y qué mayor negación de sí mismo,
que siendo Hijo de Dios te despojaste
de tan alta investidura tomando forma de hombre
y de siervo obediente hasta la cruz.
Pero no obstante lo que has hecho,
me pides demasiado,
¿podrías esperar un poco?
Tú sabes... tengo que pensarlo.
me pides demasiado,
¿podrías esperar un poco?
Tú sabes... tengo que pensarlo.
Pero además de desafío, está la esperanza,
"¡ya no estarás solo!", es Tu promesa,
la lucha de cada día ha perdido
el sin sentido nihilista de la sinrazón;
pues Tu promesa es para ¡todos los días,
hasta el fin del mundo! Y más allá del mismo.
"¡ya no estarás solo!", es Tu promesa,
la lucha de cada día ha perdido
el sin sentido nihilista de la sinrazón;
pues Tu promesa es para ¡todos los días,
hasta el fin del mundo! Y más allá del mismo.
Sígueme y Yo te haré descansar.
Sígueme y aprenderás a ser manso y humilde de corazón.
Sígueme y aprenderás a ser manso y humilde de corazón.
Sígueme y ya no cargarás
con el peso absoluto que produce el rencor,
y aprenderás a perdonar
hasta setenta veces siete.
Sígueme y aprenderás que Dios es Espíritu absoluto
y que, por eso, puede demandarlo todo.
con el peso absoluto que produce el rencor,
y aprenderás a perdonar
hasta setenta veces siete.
Sígueme y aprenderás que Dios es Espíritu absoluto
y que, por eso, puede demandarlo todo.
”Sígueme" es el reto, porque seguirte
implica
negarme a mis propios intereses,
y querer llevar la cruz.
Porque seguirte es buscar cada día
Tu voluntad, es darse a los demás;
en una sonrisa, un ceder de mis haberes,
de mi tiempo, de mi casa...
hacia aquél que sin pedirlo lo está necesitando,
y aún más: habrá que ir hacia aquél
que de alguna manera
me ha hecho daño ó ha lastimado.
Porque seguirte es buscar cada día
Tu voluntad, es darse a los demás;
en una sonrisa, un ceder de mis haberes,
de mi tiempo, de mi casa...
hacia aquél que sin pedirlo lo está necesitando,
y aún más: habrá que ir hacia aquél
que de alguna manera
me ha hecho daño ó ha lastimado.
"Sígueme" es el reto, porque cuando
aprendas
a presentar tu vida en sacrificio vivo,
santo y agradable a Dios,
habrás encontrado el camino
para transformar al mundo;
y sabrás que no hay mayor revolución
que la que sufre el corazón del hombre
cuando es Dios quien lo trastoca.
a presentar tu vida en sacrificio vivo,
santo y agradable a Dios,
habrás encontrado el camino
para transformar al mundo;
y sabrás que no hay mayor revolución
que la que sufre el corazón del hombre
cuando es Dios quien lo trastoca.
¡Cuánta paciencia, Señor, me has mostrado al
esperar!
Quiero tomar Tu desafío, Tu esperanza y Tu reto:
¡"Sígueme"!
Quiero tomar Tu desafío, Tu esperanza y Tu reto:
¡"Sígueme"!
Marzo de 2002
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“UNA OPORTUNIDAD PARA REFLEXIONAR SOBRE SU
HISTORIA Y SU IDENTIDAD”
Olivier Pauchard
www.swissinfo.ch, 28 de diciembre de
2016
El año 2017
marcará el 500 aniversario de la publicación de las tesis de Martín Lutero,
punto de partida de la Reforma. Para los protestantes suizos, este aniversario
es especialmente una oportunidad para reflexionar sobre su identidad. Recorrido
con Joël Burri, jefe de redacción de la Agencia de Prensa Protestante (protestinfo.ch).
Las conmemoraciones de la Reforma durarán todo
un año. En Suiza el inicio se produjo a principios de noviembre en Ginebra. “No
se trata de una retrospectiva ni de culto a la personalidad. La Reforma mueve
los corazones y las mentes en Suiza, Europa y en todo el mundo. Esto es lo que
celebramos”, destaca Gottfried Locher, presidente del Consejo de la Federación de las Iglesias Protestantes de Suiza
(www.kirchenbund.ch/fr).
Aunque
el movimiento comenzó en Alemania, Suiza también participó. “Fue el epicentro
de ese terremoto espiritual y social que es la Reforma”, recordó el ministro
Alain Berset, encargado de los cultos. Pero si el protestantismo tiene una
larga y gloriosa historia en Suiza, se ha convertido en una religión
minoritaria. Para saber más sobre lo que el protestantismo es hoy en Suiza,
hablamos con Joël Burri, jefe de redacción de protestinfo.
La idea de
base de la Reforma es que la salvación es ofrecida por Dios y no depende de la
Iglesia. Una consecuencia de este cuestionamiento de la autoridad eclesiástica
es que la relación con Dios se hace más personal. A partir de ahí, se dispara
en todas las direcciones. Son consideradas protestantes antiguas iglesias
cantonales, pero también un movimiento carismático que nace de forma espontánea
en un garaje. Es un vasto campo que va de los creacionistas a los más liberales
de los pensadores. El tema de la identidad protestante es entonces una
verdadera interrogante.
¿Las Iglesias reformadas tradicionales no están a la zaga de los
movimientos evangélicos procedentes de Estados Unidos?
Siempre ha
habido movimientos que proponen una ruta diferente a la de las Iglesias
Reformadas tradicionales. Sin embargo, el movimiento evangélico de Estados
Unidos tiene en realidad una influencia increíble en todas estas iglesias no
tradicionales. Es cierto que a los evangélicos
les va bien. Los reformistas les envidian su práctica eclesial, con una
verdadera vida de grupo y una capacidad para atraer a los jóvenes. Sin embargo,
hay que tener cuidado de no exagerar el fenómeno. Los evangélicos son muy
móviles y pueden reunirse 800 para la creación de una iglesia. Pero es
suficiente que algo vaya mal para que se vuelquen a una nueva iglesia. También
terminan por unirse a los reformados tradicionales, por ejemplo, en caso de
divorcio, lo que está mal visto por la moral evangélica extremadamente dura.
¿Cuál es la relación entre estas dos grandes ramas del
protestantismo?
Varía
mucho. Es muy local. Algunos pastores reformados tienen afinidades con los
evangélicos y otros no. Hay temas de desacuerdo como la homosexualidad. Los
reformados tradicionales recurren a la contextualización de los textos, mientras
que los evangélicos tienden a leer la Biblia de manera literal y a considerar
que se trata de un pecado horrible. Los evangélicos tienen mucha más tendencia
a referirse al infierno. En algunos temas, la cooperación será imposible.
Mayoritarios en el pasado, los protestantes se han convertido en
una minoría en Suiza, incluso en las zonas tradicionalmente reformadas como
Vaud y Neuchâtel. ¿El hecho de ser una minoría cambia las cosas?
Bromeando,
podríamos decir que ese es el resultado del protestantismo. A fuerza de decir
que uno es el único responsable de su fe y de predicar el individualismo, esa
libertad es utilizada y así se llega a la secularización.
¿La falta de dinero conlleva el riesgo de acabar con las
iglesias reformadas? Ya hemos sido testigos de cierres de templos y de despidos
de pastores por razones presupuestarias.
Un estudio
mostró que en los cantones donde las iglesias eran financiadas a través de
impuestos, éstas reportaban más de lo que costaban al Estado. Básicamente, es
más barato tener un pastor que un ejército
de psicólogos. En lo personal, no estoy seguro de que este argumento pueda
mantenerse por mucho tiempo, porque existe una voluntad de tener una sociedad
más laica. El futuro se encuentra por lo tanto más del lado de las situaciones
de Ginebra y Neuchâtel, donde los miembros de la Iglesia pagan sus impuestos
eclesiásticos de forma voluntaria. Pero hay que hacer notar que Neuchâtel
dispone de una Iglesia extremadamente dinámica, a pesar de los drásticos
recortes presupuestales en la última década. Los fieles que permanecen están
muy compro-metidos.
Los conflictos entre católicos y
protestantes se apaciguaron desde la década de 1960 y el ecumenismo ha
progresado. ¿Puede decirse que hay nuevos “enemigos”, por ejemplo el Islam?
Advierto que no son las personas con la más rica vida espiritual las
que están en esa lógica de la confrontación con los “enemigos”. La Unión
Democrática del Centro, que defiende a lo largo y a lo ancho los valores
cristianos de Suiza, es el partido que recibe las respuestas más negativas de
la Federación de Iglesias Protestantes de Suiza y de la Conferencia de Obispos.
De hecho, las grandes Iglesias están en una lógica de diálogo y no de
confrontación.
¿Las Iglesias privilegian el diálogo porque han evolucionado o porque
ahora son demasiado débiles para luchar?
Ambos... La Iglesia ha perdido su papel de encuadrar a la sociedad, así
que se vive cosas más espirituales. Asistimos a una reconcentración de los
valores. Tal vez la Iglesia Católica se considere aún lo suficientemente fuerte
como para ir al combate en algunos temas. Y una iglesia evangélica puede
todavía permitirse partir en guerra contra el aborto o la homosexualidad. Pero
las Iglesias reformadas no van a hacerlo, puesto que han influido mucho en la
sociedad y han sido fuertemente influidas por ella. Estamos en un proceso de
apertura que ha sido valorado desde la década de 1960.
El “enemigo” es quizás el abandono y la negación de toda vida
espiritual, pero ciertamente no el católico ni el musulmán. Pero tal vez una
pequeña guerra interna en el protestantismo no es de excluirse, cuando se ven
por ejemplo todas las polémicas sobre el establecimiento de una formación de
pastores en la Suiza de habla francesa...
¿Qué representa este aniversario de la
Reforma para los protestantes suizos? ¿La oportunidad de regocijarse, de darse
un nuevo aliento?
No es una cuestión de regocijo, porque una gran parte de la gente
lamenta el cisma del siglo XVI. Lutero fue un monje católico que solamente
quería reformar la Iglesia, no crear una nueva. Pero esta es una oportunidad
para reflexionar sobre su historia y tal vez de descubrir finalmente una
identidad. Este aniversario podría ser un nuevo aliento para las iglesias
luteranas y reformadas.
El protestantismo en Suiza
Se considera que el origen de la Reforma se remonta a la publicación de
las 95 tesis de Martín Lutero, el 31 de octubre de 1517, en Alemania. La mayor
parte de esas tesis combatían la práctica de la venta de indulgencias
(reducción del tiempo de permanencia en el purgatorio a causa del pecado) para
financiar la construcción de la Basílica de San Pedro.
A Suiza llegó desde muy pronto (1520) el protestantismo. Los dos
reformadores más conocidos son Ulrich Zwingli (Zúrich) y Juan Calvino
(Ginebra).
La reforma se extendió principalmente en las zonas urbanas (Basilea,
Berna, Ginebra, Zúrich), y en ocasiones también fue impuesta militarmente. […]
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