domingo, 8 de enero de 2017

Letra 502, 8 de enero de 2017

KATHARINA VON BORA (1499-1552) (I)


Esposa de Lutero, nació de una antigua familia de Klein-Laussig, cerca de Bitterfeld en Meissen, el 29 de enero de 1499 y murió en Torgau el 20 de diciembre de 1552. Cuando era muchacha fue llevada al convento cisterciense de Nimpsch en Grimma, tomando los hábitos en 1515. Al estar al corriente de la Reforma de Lutero ella y otras monjas huyeron del convento el 4 de abril de 1523 llegando a Wittenberg. Se dice que rehusó una oferta de matrimonio del Dr. Kasper Glatz, vicario en Orlamünde, habiendo expresado su preferencia por Amsdorf o Lutero.
Era 15 años más joven que él, no siendo notoria por su belleza ni por su cultura, pero saludable, fuerte, sincera, inteligente y de elevada disposición. Katharina había quedado atraída por un antiguo estudiante de Wittenberg, pero éste cambió de opinión y se casó con una mujer rica (1523). Finalmente, Lutero escribió el 4 de mayo de 1525 al Dr. Rühel (consejero del conde Alberto de Mansfeld y del cardenal Alberto de Maguncia) de que tomaría a Katie como esposa. No dijo nada a sus amigos sobre sus planes, considerando imprudente hablar demasiado sobre asuntos delicados. 'Un hombre', dijo 'debe pedir a Dios consejo, orar y actuar en consecuencia'. La tarde del 13 de junio, martes después del domingo de Trinidad, invitó a Bugenhagen, Jonas, Lucas Cranach y esposa y a un profesor de jurisprudencia, Apel (ex-deán de la catedral de Maberg, quien se había casado con una monja) a su casa y en su presencia tomó como esposa a Katharina von Bora en el nombre de la Santa Trinidad. Bugenhagen ofició la ceremonia en la manera acostumbrada. A la mañana siguiente invitó a sus amigos al desayuno. Justo Jonás informó del matrimonio a Spalatin por un mensajero especial, quien se emocionó y vio en ello la mano de Dios.
El 27 de junio Lutero celebró su matrimonio en una forma más pública, aunque modesta, mediante una fiesta nupcial. Invitó a su padre y a su madre y amigos distantes para 'sellar y ratificar' la unión y para “pronunciar la bendición”. Mencionó con especial satisfacción que ahora había cumplido un antiguo deber a su padre, quien deseaba casarle. La universidad le regaló una copa de plata que llevaba la inscripción: “La honorable universidad de la ciudad electoral de Wittenberg presenta este regalo de boda al doctor Martín Lutero y a su esposa Katharina von Bora”. El magistrado proporcionó a la pareja un barril de cerveza, una pequeña cantidad de buen vino y vente guilders en plata. Es muy destacado que el arzobispo Alberto envió a Katie, por Rühel, un regalo de boda de veinte guilders en oro; Lutero lo declinó para sí, pero dejó que Katie lo tuviera. Vivieron juntos en el antiguo monasterio agustino, que ahora estaba vacío. Lutero no interrumpió demasiado sus estudios y a finales de ese año publicó su violento libro contra Erasmo, quien se maravilló de que el matrimonio no hubiera suavizado su temperamento.
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¿QUÉ TIPO DE ACCIÓN SOCIAL QUEREMOS HACER?

La evangelización y la acción social de la Iglesia
La acción social de la Iglesia es una consecuencia de su tarea evangelizadora. Cuando la Iglesia mira hacia afuera y evangeliza estratégicamente la ciudad, también tendrá una mejor visión de sus necesidades. Por otro lado, la evangelización es el medio que Dios usa para llevar a la gente al nuevo nacimiento y a la nueva vida que se manifiesta en el servicio a los demás. Pablo escribió que “la fe obra por el amor” (Gál 5:6), Santiago dice, por su parte, “yo te mostraré mi fe por mis obras” (Stg 2:18), y Juan que el amor de Dios en nosotros se expresa en el servicio a los necesitados (1 Jn 3:16-18).
Debemos decir que, si bien la acción social de la iglesia no tiene una intención evangelizadora, tiene, sin embargo, una dimensión evangelizadora. De hecho, si hacemos vista gorda al sufrimiento, la opresión social, la alienación, la exclusión social, la soledad de la gente, no nos sorprendamos si la gente hace oídos sordos a nuestro mensaje de salvación eterna. Así, pues, la evangelización y la acción social de la Iglesia, aunque diferentes, están relacionadas integralmente en nuestra proclamación del evangelio y nuestra obediencia a él.

La experiencia de Juan Calvino
Juan Calvino entendía que la iglesia debe ejercer un triple ministerio en relación con su compromiso social: didáctico, político y social. El primer aspecto apunta a la Necesidad necesidad de una continua instrucción pública y particular con respecto de la temática social (la providencia de Dios, trabajo y descanso, la mayordomía de los bienes y los deberes de los cristianos para con el prójimo).
La ética social calvinista se fundamenta en la solidaridad y generosidad que repudia la ganancia y la insensibilidad. Incluso, la beneficencia cristiana no debe ser practicada por mera obligación o legalismo, sino como un acto de compasión, espontaneidad y liberalidad.
El segundo aspecto del ministerio de la iglesia en el área social es la actuación política. La relación entre la Iglesia y el Estado debía ser de apoyo mutuo, pero sin interferencia. No obstante, él creía que, además de interceder por las autoridades, la iglesia tenía la misión de advertir a los gobernantes sobre sus responsabilidades, defender a los pobres y oprimidos, y denunciar las injusticias sociales (el monopolio, la cobranza de intereses excesivos y la especulación en torno de los precios de los alimentos).
Además de su ministerio didáctico y político, la iglesia tiene también un ministerio social de ayuda directa a los necesitados. Eso lo hace a través de la institución del diaconado. Él previó cuatro clases de oficiales para la iglesia: pastores, maestros, presbíteros y diáconos. La Escritura fue la que atribuyó a los diáconos funciones de ayuda social. Si, por un lado, todo cristiano tiene el deber de ayudar a los carentes y desvalidos, la iglesia como un todo también tiene una responsabilidad en esa área, debiendo ejercerla a través del diaconado. En nuestra Iglesia, nuestro anhelo es que los diáconos creen estructuras de apoyo que permitan a toda la iglesia tomar conciencia de su responsabilidad social.

Estudio bíblico: Filipenses 2.5-11

¿Qué debe ocurrir espiritualmente en nuestra vida para que podamos “sentir” como Jesús? (v. 5)


¿A qué nos aferramos como un valor mayor que servir a los que más necesitan? (v. 6)

Al dejar su trascendencia, Jesús se involucró integralmente con nuestra salvación. ¿Cómo podemos imitar su ejemplo?

¿Qué lugar ocupa la obediencia en la acción redentora de Cristo?

Confesión de Fe de Westminster
Capítulo XVI. Arts. II y III. Las buenas obras, hechas en obediencia a los mandamientos de Dios, son los frutos y evidencias de una fe viva y verdadera; y por ellas manifiestan los creyentes su gratitud, fortalecen su seguridad, edifican a sus hermanos, adoran la profesión del evangelio, tapan la boca de los adversarios, y glorifican a Dios; pues los creyentes son hechura de él, creados en Cristo Jesús para buenas obras, para que teniendo por fruto la santificación, tengan como fin la vida eterna.
La capacidad que tienen los creyentes para hacer buenas obras, no es de ellos en ninguna manera, sino completamente del Espíritu de Cristo. Y para que ellos puedan tener esta capacidad, además de las gracias que han recibido se necesita la influencia efectiva del mismo Espíritu Santo para obrar en ellos tanto el querer como el hacer por su buena voluntad; sin embargo, ellos no deben degenerar en negligentes, como si no estuviesen obligados a obrar aparte de un impulso especial del Espíritu, sino que deben ser diligentes en avivar la gracia de Dios que está en ellos.
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IRA ACUMULADA
Gloria Muñoz Ramírez
La Jornada, 7 de enero de 2017

La ciudadanía mexicana no se divide entre saqueadores y no saqueadores; ni entre pagados por el gobierno y manifestantes legítimos y pacíficos. México es más que eso. En estos días de indignación por el incremento a los combustibles, queda más que demostrado que el enojo de la gran mayoría que descalifica no sólo al presidente Peña Nieto, sino a toda la clase política que los ha sumergido en la incertidumbre, puede transformarse en organización y en resistencia. Bloqueos carreteros, tomas de gasolineras, mítines frente a palacios de gobierno, casetas de cobro liberadas y cientos de marchas con decenas de miles de personas se dispersan por todo el país. El gasolinazo pega de manera directa e inmediata, y los llamados presidenciales a la comprensión sólo incrementan la ira acumulada.
Ante la intensificación de las movilizaciones, el gobierno optó por infundir miedo y por sacar al Ejército y a la Armada a las calles. Desde arriba se envió la orden en el estado de México (el bastión priísta más importante del país) de anunciar con altavoces toques de queda; mientras de manera orquestada grupos arremetían contra establecimientos comerciales; y en las redes sociales y vía Whatsapp se recibían mensajes que alertaban sobre un supuesto golpe de Estado. Los comercios cerraron y la gente se guardó en sus casas. Las avenidas estuvieron vacías el miércoles 4 de enero. Después se descubrirían más de mil cuentas de las que salieron los mensajes apócrifos que evidenciaron que todo fue orquestado. Cientos de personas de a pie remplazaron cámaras y grabadoras de los reporteros y dieron cuenta en vivo de lo que estaba ocurriendo. La misma gente que organizó y registró el movimiento también denunció y en no pocos casos detuvo la rapiña organizada desde el poder.
A los disparos del gobierno estatal y federal en Ixmiquilpan, Hidalgo, la población resistió y logró dispersar la embestida. El aparatoso dispositivo policiaco dispuesto para la represión se encontró con una multitud enardecida ahí y en muchos lados. Sí, es el alza a la gasolina, pero también el autoritarismo, los asesinatos, las desapariciones, el saqueo de los recursos naturales y, también, la gran burla. El cinismo de diputados y senadores de todos los colores (incluyendo los que con descaro se dicen inconformes), de los magistrados y los jueces, que a sus desorbitados salarios agregan para ellos hoy vales mensuales de gasolina hasta por 10 mil pesos.
Los saqueadores son unos y no se roban pantallas planas, sino bosques, montañas, subsuelo, aguas y hasta del viento quieren hacer negocio. No hay que confundirse, son de todos los colores y están en todos lados. Toca organizarse contra ellos.

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