LAS DISCÍPULAS DE JESÚS (XI)
Ana María Tepedino
En
memoria de ella
Según
Elisabeth Schüssler Fiorenza, Marcos
presenta tres grandes figuras en
su evangelio: Pedro, Judas y la mujer anónima que ungió a Jesús. Causa asombro
que el nombre de quien traicionó a Jesús sea conocido mientras que el nombre de
la fiel discípula se haya olvidado. Es probable que la razón estribe en que era
mujer.
Lo que ella hizo
debió ser importante para que la comunidad de Jesús haya conservado esa frase.
Y esta afirmación atestigua la importancia concedida a la mujer y a su acción
en la proclamación primitiva.
Los especialistas
consideran histórico el relato de la unción. En realidad, no es posible que tal
tradición relativa a una mujer pudiera surgir en la comunidad cristiana sin una
firme base histórica.
En su
comentario, Taylor afirma que es peculiar de Marcos la unción en la cabeza como
señal de dignidad real. El autor comprueba que Jesús alaba la buena obra de la
mujer, censura a los que la critican y declara que la unción tiene relación con
la muerte. Continúa diciendo que el texto encierra también una profecía: "En
cualquier parte del mundo donde se pregone la buena noticia se recordará
también en su honor lo que ha hecho ella" (Mr 14.9). Parece raro que una
afirmación tan especial no le suscite más que esta información: “Encuentro
discutible que se vea aquí algo más que el esbozo de una predicación de que la
obra de la mujer se recordaría continuamente”, y termina diciendo: “No hay nada
más que decir, pues el relato ya ha alcanzado su cumbre natural”. Nos parece
una clara reducción de la importancia del texto pues, como veremos a
continuación, esta frase es bastante reveladora.
Los profetas
ungían en la cabeza cuando entronizaban a los reyes. Por tanto, el acto
efectuado por la discípula anónima es una acción-señal profética, reconociendo
a Jesús como Mesías. Al seguir a Jesús, al convivir con él, al observar su
forma de actuar y al escuchar sus palabras, las mujeres van descubriendo su
identidad y lo reconocen como el Mesías esperado.
Con su
sensibilidad e intuición, son las primeras en reconocerlo y, tímida, simbólicamente,
lo proclama ungiéndolo en la cabeza, como se les hacía a los reyes. El
reconocimiento de Jesús y su proclamación como Mesías convierten a esta mujer
anónima en paradigma del auténtico discípulo que sabe quién es aquél a quien
sigue.
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DIOS SE HA REVELADO A SÍ MISMO EN LA BIBLIA
Taller congregacional
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras
en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos últimos
días nos ha hablado por el Hijo, a quien estableció como heredero de todo, y por
quien asimismo hizo el universo; 3 el cual, siendo el resplandor de
su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas
con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las
alturas, 4 hecho muy superior a los ángeles, porque heredó más
grande nombre que ellos.
Hebreos 1.1-14, RVR 1960 modificada
¿Quién es Dios en cada libro de la Biblia?
Pentateuco
Génesis _____________________
Génesis _____________________
Éxodo _____________________
Levítico _____________________
Números _____________________
Deuteronomio _____________________
Levítico _____________________
Números _____________________
Deuteronomio _____________________
Libros
históricos
Josué _____________________
Jueces _____________________
Josué _____________________
Jueces _____________________
Ruth
_____________________
I-II Samuel _____________________
I-II Reyes _____________________
I-II Crónicas _____________________
Esdras _____________________
Nehemías _____________________
I-II Samuel _____________________
I-II Reyes _____________________
I-II Crónicas _____________________
Esdras _____________________
Nehemías _____________________
Ester _____________________
Libros
poéticos y sapienciales
Job ___________________
Salmos __________________
Proverbios _____________________
Eclesiastés _____________________
Cantares _____________________
Lamentaciones _____________________
Job ___________________
Salmos __________________
Proverbios _____________________
Eclesiastés _____________________
Cantares _____________________
Lamentaciones _____________________
Libros
proféticos
Isaías _____________________
Jeremías _____________________
Ezequiel _____________________
Daniel _____________________
Oseas ____________________
Joel _____________________
Amós _____________________
Abdías _____________________
Jonás _____________________
Miqueas _____________________
Isaías _____________________
Jeremías _____________________
Ezequiel _____________________
Daniel _____________________
Oseas ____________________
Joel _____________________
Amós _____________________
Abdías _____________________
Jonás _____________________
Miqueas _____________________
Nahum _____________________
Habacuc _____________________
Sofonías _____________________
Hageo _____________________
Habacuc _____________________
Sofonías _____________________
Hageo _____________________
Zacarías _____________________
Malaquías _____________________
Malaquías _____________________
Evangelios
Mateo _____________________
Marcos _____________________
Lucas _____________________
Juan _____________________
Mateo _____________________
Marcos _____________________
Lucas _____________________
Juan _____________________
Hechos de los Apóstoles
_____________________
Cartas
de Pablo
Romanos _____________________
I-II Corintios _____________________
Romanos _____________________
I-II Corintios _____________________
Gálatas _____________________
Efesios _____________________
Efesios _____________________
Filipenses _____________________
Colosenses _____________________
Colosenses _____________________
I-II
Tesalonicenses ___________________
I-II Timoteo _____________________
I-II Timoteo _____________________
Tito _____________________
Filemón _____________________
Filemón _____________________
Cartas
apostólicas
Hebreos ___________________
Santiago ___________________
Hebreos ___________________
Santiago ___________________
I-II Pedro _____________________
I-III Juan _____________________
I-III Juan _____________________
Judas _____________________
Apocalipsis _____________________
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EL CAMINAR DEL DISCÍPULO
DISCIPULADO Y SEGUIMIENTO DE JESÚS
Dietrich Bonhoeffer
Donde la
obediencia sencilla es eliminada fundamentalmente, se introduce un principio no evangélico de la Escritura. Entonces el
presupuesto para comprender la Escritura consiste en disponer de una llave que
sirva para esta comprensión. Pero esta llave no es ya el mismo Cristo vivo, que
juzga y da la gracia, ni su uso depende sólo del Espíritu santo vivificador,
sino que la llave de la Escritura resulta ser una doctrina general de la
gracia, de la que nosotros mismos podemos disponer.
El problema del
seguimiento también aparece aquí como un problema hermenéutico (interpretativo).
Toda hermenéutica evangélica debe saber claramente que no podemos
identificarnos inmediatamente, sin más ni más, con los que han sido llamados
por Jesús; más bien, los que han sido llamados en la Escritura toman parte en
la palabra de Dios y, con ello, en la predicación del Evangelio. En la
predicación no oímos solamente la respuesta de Jesús a la pregunta de un
discípulo, pregunta que podría ser la nuestra, sino que pregunta y respuesta,
ambas juntas, son objeto de la predicación en cuanto palabra de la Escritura.
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UN PREFACIO A LA BIBLIA HEBREA (II)
George Steiner
El corpus
bíblico, cuya densidad y fuerza de gravedad
son, en nuestra civilización, casi inconmensurables, se halla en el centro de
una galaxia de comentarios e interpretaciones en la cual cada momento de
traducción es en sí mismo un movimiento interpretativo. Este material secundario
tiene un gran peso, literalmente, sobre cada palabra, frase, versículo,
capítulo y libro.
En ciertas
tradiciones del judaísmo, tiene peso sobre cada letra concreta. Hay hombres y,
más recientemente, mujeres que han dedicado toda una vida de estudio a un único
extracto bíblico: a los primeros capítulos del Génesis, a las prescripciones
rituales del Levítico, a los denominados Salmos davídicos, a la inabarcable
vastedad de Isaías o Job, a Romanos 9-13, o a los enigmas del Apocalipsis.
Durante siglos ha
habido encarnizadas discusiones, cuyas consecuencias han incidido en la
historia social y política de Occidente, como en el caso de la Reforma, sobre
la verdadera interpretación de esta o aquella máxima paulina, de tal o cual
giro idiomático en Isaías. Se han llevado a cabo matanzas y se han asolado
ciudades a partir de disputas acerca de la enunciación del sacramento del
bautismo o de admoniciones sobre la posesión de propiedades privadas
por parte de la iglesia en los Evangelios o en los Hechos de los Apóstoles. […]
Ningún exegeta
ni estudioso, ningún grupo de filólogos o teólogos filósofos puede preciarse de
dominar la literatura secundaria relevante. Una estimación reciente establece
en más de trescientos el número de revistas, boletines o actas de estudios
bíblicos publicados de manera regular en unas cuarenta lenguas. “La confección
de libros no tiene fin”. Infinidad de volúmenes de comentarios, glosarios y
marginalia sobre la Torá (los cinco Libros de Moisés) componen la herencia
orgánica del judaísmo. Los comentarios a los comentarios de comentarios se
entretejen en una madeja viva e ininterrumpida que se remonta, muy posiblemente,
al siglo II o III a.C. El cristianismo es heredero directo de este diálogo
múltiple con el texto bíblico. Una gran parte de los escritos de Pablo son, por
decirlo así, una glosa hermenéutica, interpretativa, sobre lo que se ha
transmitido de los dichos y gestos de Jesús. […]